La ciencia es para todos, sí. Entonces, ¿todos podemos crear ciencia? Algunos dirán que no todos tenemos esa capacidad; sin embargo, experimentar, comparar y analizar puede producir vocaciones, en particular si al alumno se le motiva a preguntar y razonar en el aula. Poner en el centro a los jóvenes en el centro de la conciencia crítica pudiera ser un primer paso en el ambiente curricular, donde los profesores juegan un papel relevante para inducir al conocimiento e, incluso, para identificar a quienes les pueda atraer la ciencia o a los que, sin saberlo, cuentan con grandes capacidades para incursionar en las denominadas ciencias duras o exactas: Biología, Matemáticas, Física y/o Química.