Resumen del libro COMO HABLAR PARA QUE SUS HIJOS LE ESCUCHEN Y COMO ESCUCHAR PARA QUE SUS HIJOS LE HABLEN Adele Faber y Elaine Mazlish
1) AYUDA CON LOS SENTIMIENTOS
Escuchar con gran atención Reconocer los sentimientos con la palabra: “vaya!”, “ajá”, “ya veo” en vez de preguntar y aconsejar. Estas expresiones son invitaciones al niño para que explore sus propias ideas y sensaciones y halle una solución. Dar nombre a los sentimientos: cuando el niño escucha las palabras que definen lo que está experimentando, recibe un hondo consuelo. “Parece muy frustrante…” “Que indignado estás!” Conceder al niño sus deseos en la fantasía: “me encantaría tener una varita mágica o tener poderes mágicos para…”
Ejemplo: “Entiendo que te hayas enfadado con tu hermano. Ahora dile lo que quieres con la lengua, no con los puños” Ejemplo cuando llora, en lugar de preguntar el porqué: “Ya veo que hay algo que te apena”. Ejemplo cuando nos insultan cuando se enfadan: “No me gusta lo que acabo de escuchar. Si estás enfadado por algo, dímelo con otras palabras. Tal vez podamos resolverlo juntos”
2) TACTICAS PARA QUE LOS HIJOS COLABOREN
Describir. Describa lo que ve o describa el problema: en lugar de enfadarnos y sacar a relucir defectos, describir lo que vemos “la luz del cuarto de baño está encendida” en lugar de “qué cabeza de chorlito, ya te has vuelto a dejar la luz”. O “el sitio de los juguetes es la caja de juguetes” Nota: mejor anular el tú acusador, en vez de “has derramado la leche por el …”, es mejor “se ha derramado la leche, necesitamos una esponja”.
Dar información. La información es más fácil de aceptar que una acusación. En vez de “si te vuelvo a ver pintando en la pared te vas a enterar” decir “las paredes no son para dibujar, si quieres pintar algo hazlo en un papel”.
Expresarse sucintamente. En lugar de soltar una parrafada con sermones y discursos, expresar lo que se quiere de la forma más breve posible: “niños, los pijamas”, “¡no saltes en el sofá!”, “¡esa puerta!”.