Según la investigación realizada, a partir de la última mitad del siglo XX se produjo un significativo crecimiento demográfico en las grandes urbes y capitales de América Latina lo que implicó, a su vez, un aumento en el número de personas que aspiraba a una formación universitaria. Como consecuencia de este incremento de la demanda, se fomentó la creación de instituciones de educación superior en la región.