EL MAPA HABITADO Estamos acostumbrados a ver planos y mapas y a creer que esa posibilidad que nos da la vista aérea nos permite comprender la ciudad. El mirar la ciudad ‘desde arriba’ implica herramientas que intentan abarcar la totalidad de un fragmento de territorio: el mapa de un barrio, de una ciudad, de un país. Pero no vivimos en una pretendida totalidad observada desde el cielo: vivimos y transitamos únicamente por algunos fragmentos de la ciudad.