8 minute read

CONCLUSIONES FINALES

Next Article
MARCO CONCEPTUAL

MARCO CONCEPTUAL

El machismo y la violencia de género contra las mujeres tiene impacto en las condiciones de vida de las mujeres migrantes, mismas que señalaron según el levantamiento realizado con Cáritas, el haber sido víctimas de comentarios machistas y misóginos. Además, solo el 37% de ellas, recibieron apoyo por parte de grupos de asistencia humanitaria (ONG, Fundación, Cooperación) y de otros/as migrantes. En cuanto a las insinuaciones sexuales a cambio de transporte, vivienda, alimentos y albergue, estas fueron reportadas de igual manera por mujeres y hombres. Si bien es cierto, que la vulnerabilidad a la que están expuestos hombres, mujeres y diversidades sexo genéricas en sus trayectos está determinada por su condición migratoria, las mujeres se enfrentan a mayores riesgos y amenazas como son los tratos y comentarios machistas y misóginos.

En cuanto a las condiciones laborales se evidenció que en promedio el empleo masculino es mayor al empleo femenino y, las mujeres que trabajan perciben en promedio menos ingresos que los hombres. En el país a nivel nacional en enero de 2022, el ingreso laboral promedio de un hombre con empleo fue de $402,5, mientras que para una mujer con empleo fue de $343,6 mensualmente (INEC, 2022). Mientras que los ingresos mensuales de la población femenina en situación de movilidad humana en promedio son de $171,5 y la población masculina $202. Es decir, los ingresos de las personas en situación de movilidad humana en promedio son la mitad de lo que ganan las personas ecuatorianas, lo que profundiza aun más la realidad y precariedad de las mujeres migrantes y refugiadas.

Advertisement

La brecha salarial se percibe como una expresión de violencia de género estructural, ya que es un problema que no ocurre únicamente en una sola ciudad o a nivel de país. Sin embargo, también ocurre violencia directa en el ámbito laboral, la cual tiene diferentes expresiones y vivencias de hombres y mujeres. Los hombres que han sido violentados en los espacios de trabajo principalmente son agredidos dentro de las instalaciones del trabajo por parte de sus jefes/as, lo cual se explica por la tendencia social a naturalizar o usar la violencia como forma para afrontar el conflicto. Mientras que las mujeres han sido agredidas con mayor frecuencia en otros espacios laborales de forma privada, situación vinculada a la condición íntima que socialmente se da a la violencia contra la mujer en dinámicas relacionales, incluso en las laborales.

45

ANÁLISIS DE GÉNERO DESDE EL QUE REALIZA LA ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL SOCIAL CÁRITAS ECUADOR MOVILIDAD HUMANA

46

ANÁLISIS DE GÉNERO DESDE EL QUE REALIZA LA ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL SOCIAL CÁRITAS ECUADOR MOVILIDAD HUMANA Dada las condiciones del trabajo de las personas en situación de movilidad humana que se desarrolla principalmente en el espacio público a través de las ventas ambulantes y el comercio informal, se evidenció que la violencia social es recurrente. En la mayoría de las ciudades, se observó que las mujeres son más agredidas que los hombres en espacios públicos por parte de personas desconocidas. Mientras que los hombres que han sido violentados en el espacio público, sus agresores han sido conocidos, vecinos o personal de las fuerzas armadas. De la misma forma, se reconoció que son las mujeres son quienes más reciben comentarios sexuales y sobre su cuerpo, también están más expuestas a insinuaciones sexuales a cambio de favores laborales o como condición para trabajar.

En lo que respecta a la violencia intrafamiliar en ciudades como Quito y Lago Agrio se puede percibir que los hombres reportaron en su mayoría no enojarse con sus parejas o esposas. Esta situación resultó particularmente llamativa, ya que en Lago Agrio hubo más mujeres que reportaron que sus parejas o esposos tienden a enojarse regularmente con ellas y, al ser un lugar donde menos hombres aceptan enojarse con su pareja, se refleja lo complejo que sigue siendo el abordar el tema de la violencia con los hombres. La mayoría de ellos expusieron no haber ejercido ninguna violencia contra sus parejas o evitaban hablar de la temática.

En el mismo sentido, se evidenció percepciones que justifican la violencia en el hogar que se anclan a las expectativas sociales de cumplimiento, sumisión, cuidado del hogar y crianza de los hijos e hijas que se les atribuye a las mujeres. Se reproduce una lógica de propiedad con las parejas que desencadena en enojos o conflictos atravesados por los celos. Los hombres encuentren justificable maltratar a su pareja por un mal manejo de los recursos del hogar, puesto que, intuyen la presencia de mecanismos de dependencia económica y emocional, lo cual sigue siendo un signo de alarma ante la configuración de las relaciones sentimentales y más en población en movilidad humana donde sus redes en muchos casos son frágiles y las parejas se convierte en un actor relevante al momento de su relacionamiento y continuidad del proyecto migratorio.

Por su parte, en lo que refiere al acompañamiento de las instituciones públicas se destaca una gestión y presencia ineficiente. La mayoría de las denuncias en cualquiera de los tipos de violencia son mal atendidas por los servicios de justicia y protección de derechos. Es común que las agresiones sean vistas como insignificantes o no procedentes. Por este motivo, en muchos casos las personas migrantes y refugiadas prefieren no denunciar y en ocasiones no contar a nadie por vergüenza de los actos de violencia vividos. A esto hay que sumarle, el desconocimiento que todavía existe sobre el sistema de justicia o de protección de derechos.

En cuanto a la normativa sobre género y movilidad humana en Ecuador se enmarca en el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales, por lo tanto, en los textos se puede observar que se hace referencia a todas las personas, buscando la no discriminación y respeto a las libertades de cada una. Sin embargo, se reconoce que hace falta profundizar el abordaje del enfoque de género en la normativa sobre movilidad humana, así como en los mecanismos de acción, principalmente en las mesas de movilidad humana. Adicionalmente, se identificó a los Sistemas de Protección Integral como mecanismos de acción que realizan un importante trabajo con las personas, principalmente en situación de vulnerabilidad, para responder a sus necesidades y proponer acciones desde un enfoque interinstitucional y multinivel.

En cuanto a las ciudades, se identificó que la ciudad de Quito presenta mayor robustez en movilidad

humana al igual que la normativa referente a los temas de género, pero todavía puede fortalecerse, sobre todo en el nivel de acción y destinación de presupuesto. En Quito existe una ordenanza desarrollada en 2019 que asegura la incorporación del enfoque de género en las políticas, planes, programas y proyectos dirigidos a toda la población del DMQ, en este sentido, en el Código Municipal del DMQ se hace referencia a la incorporación del enfoque de género dentro de todas las estrategias del municipio.

La normativa sobre movilidad humana y los espacios que se han generado para esta temática se enmarcan en el Código Municipal del DMQ, por lo tanto, se identificó que los temas de género se abordan de forma general y no se profundiza en ninguna problemática en particular. No existe un espacio donde se detallen las acciones para atender específicamente los temas de género dentro de la temática de movilidad humana en la ciudad, lo cual sigue siendo una limitante el contemplar el género y la movilidad humana como dos temáticas diferentes que requieren de gestiones separadas.

En la ciudad de Cuenca, aunque la normativa sobre movilidad humana no se ha actualizado desde 2010, existe una Comisión Especial permanente de trabajo sobre grupos vulnerables y movilidad humana, donde participan representantes de organizaciones que trabajan en los temas de género. A diferencia de las otras ciudades, la Comisión se especializa en el trabajo con grupos de niños, niñas, adolescentes y mujeres. Se resalta que en Cuenca existe la Casa del Migrante como un espacio de atención especializada para la población en situación de movilidad humana y también existe la Casa Violeta que atiende a mujeres víctimas de violencia, incluyendo a mujeres en situación de movilidad humana.

En la ciudad de Ibarra se reconoce una articulación provincial en temas de movilidad humana, pues la ordenanza cantonal se deriva del Plan Provincial de Movilidad Humana. También se reconoce que la normativa es muy reciente por lo que responde al contexto actual de la movilidad humana, pero aún está pendiente ver la medida en la que la normativa se implementa en la práctica. Dentro de la ordenanza provincial y municipal para la promoción y protección de los derechos de las personas en movilidad humana y sus familiares se incorpora textualmente un apartado sobre el enfoque de género en la atención a personas en situación de movilidad humana. Se espera que en los siguientes meses se pueda visibilizar el nivel en el que se incorpora la normativa generada en la práctica.

Finalmente, en Lago Agrio se identificó una mayor debilidad normativa, principalmente en movilidad humana, por lo que se asume que las acciones se acogen directamente a la normativa nacional, pero ponen en riesgo a la institucionalidad local y depende en gran medida de la acción de las organizaciones de otros sectores para dar una atención adecuada a la población migrante. En este sentido, se entiende que no existe una transversalización de los temas de género en la normativa sobre movilidad humana. Se requiere trabajar en el desarrollo de normativa adaptada al contexto de la movilidad humana en la ciudad e incluir los temas de género dentro de esta construcción.

Es necesario que las organizaciones y sociedad civil continúen animando procesos que incluya de manera transversal y práctica el enfoque de género en la gestión y atención a la población en movilidad humana. Como se ha evidenciado en el levantamiento de información realizado con Cáritas, las problemáticas que siguen afrontando las personas migrantes y refugiadas siguen siendo complejas y están enraizadas en estructuras de violencia existentes y los sistemas de explotación que han visto en esta población un objeto que puede ser desechado y descartable en cualquier momento, las mujeres y personas de diversidad sexo genéricas siguen siendo los grupos más vulnerable a estas prácticas, lo cual, continúan implicando desafíos para brindar una atención diferenciada a esta población.

47

ANÁLISIS DE GÉNERO DESDE EL QUE REALIZA LA ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL SOCIAL CÁRITAS ECUADOR MOVILIDAD HUMANA

This article is from: