MARCO CONCEPTUAL

En el presente documento se analizan distintos aspectos de desigualdad y violencia de género, las políticas públicas y la especialización en cuanto a la intervención institucional para dar respuesta a las distintas vulnerabilidades. Con el fin de explicar el origen de algunas prácticas, analizar los resultados y aclarar definiciones de términos que serán usados en el documento, a continuación, se expone el marco conceptual utilizado.

Derechos humanos

En diciembre de 1948, la Asamblea General de Naciones Unidas promulgó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se expresaron 30 artículos con el fin de asegurar que todas las personas desde que nacen puedan contar con los derechos básicos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, sin excepción alguna. La declaración ha constituido el documento referencial más importante para la elaboración de las constituciones de muchos Estados.

De acuerdo a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, se define a los derechos humanos como “derechos inherentes a todos nosotros [y nosotras], con independencia de la nacionalidad, género, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición”. Los derechos humanos cumplen con seis características fundamentales: universales, inalienables, indivisibles, interdependientes, equitativos y no discriminatorios (ACNUDH, s.f.).

Género

El concepto de género se empezó a usar en los años setenta, se propuso esta categoría para explicar la construcción social de subordinación de las mujeres, y debatir aquellas posturas tradicionalistas donde se concebía que las desventajas de las mujeres se basan en las diferencias biológicas. Con el análisis de género, se busca explicar cómo las diferencias biológicas se traducen en desigualdad y reproducen relaciones de poder entre hombres y mujeres. En otras palabras, el género es el conjunto de creencias, valores, características personales y colectivas, actitudes y actividades que se asignan a hombres y mujeres a través de un proceso de construcción y hábitos sociales.

ANÁLISIS DE GÉNERO DESDE EL QUE REALIZA LA ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL SOCIAL CÁRITAS ECUADOR MOVILIDAD HUMANA

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ANÁLISIS DE GÉNERO DESDE EL QUE REALIZA LA ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL SOCIAL CÁRITAS ECUADOR MOVILIDAD HUMANA Según Enmakunde (2015) el género se socializa en un proceso histórico que se desarrolla en diferentes niveles e instituciones (Estado, familia, educación formal, medios de comunicación, mercado de trabajo, leyes y relaciones interpersonales). Establece una jerarquización de características y actividades, donde las acciones definidas como masculinas son más valorizadas que las acciones que se consideran femeninas y, por tanto, se ha desarrollado una sobrecarga de los roles y responsabilidades hacia las mujeres.

Identidad de género

Se refiere a la vivencia íntima e individual que cada persona tiene de su género, puede o no corresponder con el sexo asignado al nacer. Esto incluye el sentido personal del cuerpo (puede implicar la modificación de la apariencia o la función corporal por medios médicos, quirúrgicos o de otro tipo) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el habla y los gestos (Comité Permanente entre Organismos - IASC, 2015, pág. 319).

Diversidades sexo-genéricas

Este concepto hace referencia a las posibilidades que tienen las personas de vivir y reconocer su orientación sexual, su identidad y su expresión de género. Se llaman diversidades, en plural, para entender la gran variedad que existe en las formas de querer y expresar que las personas demuestran en torno a la sexualidad. Este concepto se integra por la orientación, identidad sexual, identidad de género y expresión de género (Consejo Nacional para la Igualdad de género, 2018, pág. 30).

Sistema patriarcal o patriarcado

Se puede definir como “la relación de poder directa entre los hombres y las mujeres, en la que los hombres tienen intereses concretos y fundamentales de control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, llevando a cabo efectivamente sus intereses” (Cagigas Arriazu, 2000, pág. 307).

Machismo

El machismo se define como las conductas y pensamientos que sostienen la idea de la superioridad masculina como una característica irrefutable. Las prácticas, valores y creencias machistas se traducen en distintas formas de violencia de género.

Masculinidad

La masculinidad es una construcción social que parte de la división sexual del trabajo, que a su vez da paso a los roles y estereotipos que se esperan como un mandato social para los hombres. Las masculinidades (no existe una única manera de masculinidad, también existe diversas formas de expresarlas y vivirlas) responden a un contexto social, cultural, histórico y político, que se ha ido transformando en la historia y que evidentemente no responde a ninguna característica biológica.

Violencia de género

Para Lagarde (2008) la violencia de género es la violencia contra las mujeres, por ser mujeres ubicadas en relaciones de desigualdad de género: opresión, exclusión, subordinación, discriminación explotación y marginación. Las mujeres son víctimas de amenazas, agresiones, maltrato, lesiones y daños. Los tipos de violencia son: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial y las modalidades de la violencia de género son: familiar, laboral y educativa, en la comunidad, institucional y feminicida (ML) (pág. 235).

Enfoque de género

En 1995, se celebró la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer donde se defendió como un enfoque fundamental y estratégico la incorporación de una perspectiva de género. La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing instan a todas las organizaciones de las Naciones Unidas, Estados miembros, empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil en general, a tomar medidas y a participar en soluciones respecto a varias problemáticas como la violencia contra las mujeres, efectos de los conflictos armados y de otra clase sobre las mujeres, desigualdad en las estructuras políticas y económicas, en todas las formas de actividad productiva y en el acceso a los recursos, disparidad entre mujeres y hombres en el ejercicio del poder y la toma de decisiones en todos los niveles de autoridad, entre otros.

En 1997, las conclusiones convenidas del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) definieron la incorporación de una perspectiva de género como:

“El proceso de evaluación de las consecuencias para las mujeres y los hombres de cualquier actividad planificada, inclusive las leyes, políticas o programas, en todos los sectores y a todos los niveles. Es una estrategia destinada a hacer que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, así como de los hombres, sean un elemento integrante de la elaboración, la aplicación, la supervisión y la evaluación de las políticas y los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, a fin de que las mujeres y los hombres se beneficien por igual y se impida que se perpetúe la desigualdad. El objetivo final es lograr la igualdad [sustantiva] entre los géneros” (ECOSOC, 1997).

Interseccionalidad

El género es una construcción social, por lo tanto, puede variar de una sociedad a otra y también puede evolucionar o cambiar a través del tiempo. El género, sus representaciones e interpretaciones construyen un orden jerárquico que reproduce otras desigualdades sean económicas, sociales o políticas. La discriminación y la violencia basada en género se cruza con otros factores, como la etnia, el nivel socioeconómico, la discapacidad, la edad, la ubicación geográfica, la identidad de género, la orientación sexual, entre otras. Este proceso, de reconocimiento de las distintas manifestaciones de discriminación y/o violencia se conoce como interseccionalidad.

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