Para comenzar con una potencial solución al conflicto de Siria se debe sugerir la posibilidad de crear un nuevo gobierno en el que participe también la oposición. Donde, el principal punto de fricción es, sí Bashar al Assad debería ser parte del mismo. La oposición en el exilio lo rechaza de plano, asegurando que el presidente sirio es “la raíz del problema” (Diario El País, 2017). “El objetivo principal debe ser encontrar una forma de acabar con la guerra, y no hay salida sin un cambio a un sistema democrático donde Bashar al Assad y su círculo deba seguir participando por lo menos de forma temporal hasta un reposicionamiento de las bases políticas internas.