El impacto de la conquista en América no fue sólo un hecho asombroso desde la perspectiva del uso tecnológico sino que estaba acompañado del miedo que impartían los cañones, mosquetes, y la visualización del hombre europeo en su caballo que más allá de ser determinado como un monstruo que requería de una pronta defensa indígena, en la mayoría de veces fue asimilado como un dios y la llegada profética de los mismos.
Así, los conquistadores se valieron del desconcierto social en los indígenas y dominaron en forma breve a las populosas e imponentes sociedades autóctonas, que si bien conocían de armamento y de acciones bélicas dado que la mayoría de pueblos tenía una alta conformación de guerreros; nunca estuvieron preparados a la llegada de invasores con factores que ni en su imaginación predisponían (armaduras, pólvora, caballos, acero, enfermedades nunca vistas, estrategias de guerra y hasta una nueva religión).