La generación de impuestos a las herencias como fin teórico era muy claro hacia la reivindicación social y para la redistribución de la riqueza en su momento dado. Pero lastimosamente con el accionar del tiempo, esta se ha ido direccionado hacia otros fines justificados de forma vana por ideales socialistas como en el caso ecuatoriano bajo la Ley de Plusvalía (2016), que actualmente con su derogación demostró que no era la solución pertinente ni para la obtención de recursos tributarios hacia el Estado ni para limitar ciertas acciones desleales del mercado inmobiliario.