Dentro de los últimos diez años, América Latina ha tenido una transición y consolidación democrática por parte de los gobiernos de turno muy importante. Donde se han producido múltiples avances para garantizar el derecho al voto, elecciones transparentes y permanencia en el poder de los mandatarios; sin embargo, estos elementos hoy en día, no son garantía suficiente para mantener los regímenes democráticos. Donde, en el último año la presencia de casos recientes de corrupción, limitación de los medios de comunicación, y castigo a la libre expresión han puesto en riesgo la democracia, orientándola hacia un sistema de retroceso autoritario y despolitización de los grupos sociales.
Lo cual impide la creación y consolidación de una base social que sustente el desarrollo de democracias sólidas y efectivas. Generando para el caso ecuatoriano, una menor vinculación y quemiportismo político.