El impacto de la conquista en América no fue sólo un hecho asombroso desde la perspectiva del uso tecnológico sino que estaba acompañado del miedo que impartían los cañones, mosquetes, y la visualización del hombre europeo en su caballo que más allá de ser determinado como un monstruo que requería de una pronta defensa indígena, en la mayoría de veces fue asimilado como un dios y la llegada profética de los mismos.