abejas. Los cultivos más nutritivos conformados por fruta, verduras y forrajes utilizados para la producción de carne y lácteos, se ven gravemente afectados por un descenso en las poblaciones de abejas a nivel mundial, dato ratificado por la (FAO, 2015). Gran parte de las plantas requiere polinización intermediada por animales para producir semillas y frutos. Solo unas pocas especies vegetales no pueden necesitar de la transferencia de polen de otras plantas para reproducirse. Pero de las especies vegetales que sí requieren de polen de plantas próximas para la producción de semillas y fruto, muchas podrían sufrir un impacto negativo cuando cambien los niveles de poblaciones de abejas. Incluso cuando no es un requisito esencial para su reproducción, muchas tienden a producir más semillas y frutos más grandes cuando las abejas transportan polen entre ellas. Para destacar el impacto de la polinización por abejas (Rhea, 2014), cita lo siguiente: “Algunas plantas comerciales, como las almendras o los arándanos, no producen fruto sin polinizadores. Para muchas, una flor bien polinizada contendrá más semillas, con mayor capacidad para germinar, lo que llevará a frutos más grandes y mejor formados. Una mejor polinización también puede reducir el tiempo entre la floración y la fructificación, lo que reduce el riesgo de exposición del fruto a plagas, enfermedades, mal tiempo, sustancias agroquímicas, y permite ahorrar agua.” (Pág. 90)
Según datos de la (FAO, 2015) un 88,6% de las plantas de florecimiento se polinizan gracias a animales, de las cuales el 75% aproximadamente requiere de abejas dentro de este proceso. Esto incluye tanto especies cultivadas como silvestres y subraya la importancia crucial de las abejas (como uno de los principales polinizadores globales) en el mantenimiento de la producción alimentaria y los ecosistemas de flora silvestre. La polinización por abejas presume un incremento en frutas o semillas en un 78% de los principales cultivos alimentarios en el mundo (FAO, 2015, pág. 19). El cálculo más reciente en contraste del beneficio ambiental con el beneficio económico de la polinización estima un total de 322 mil millones de dólares en productividad debida a polinización. Por supuesto, como en cualquier valoración de un servicio medio ambiental, si éste se ve comprometido, descenderá no solo impactando en su contribución productiva – económica sino en el efectos ambiental.