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muestra de patriotismo
Emiliano Villatoro Alcázar
La historia de México se sostiene de pilares fuertes, con la característica de que los grandes movimientos sociales han sido protagonizados por el pueblo. Son revulsivos que incluso al paso de los años nos causan más y mayor orgullo, porque ofrecen sentido de identidad al país. Sobre esa idea circula la reunión y posterior marcha del 18 de marzo, a la que convoca el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México.
Esta fecha tiene la particularidad de ser emblematica porque se conmemorará el 85 el aniversario de la expropiación petrolera. La conciencia patria debe hacernos considerar que lo acaecido en 1938 es uno de los movimientos más trascendentales en América; cimentado, sí, desde la mayor muestra de conciencia popular. No es cosa menor afirmarlo, porque la trascendencia del hecho bien vale la pena ser objeto de tal dimensión.
A la causa patriótica sobreviene la valorización de los logros alcanzados a través de los años. Sobre todo cuando estos deben ser vistos como propósi- tos sociales que pueden emularse en el México contemporáneo. Las disensiones ideológicas que se dan en la actualidad, hacen parecer que vivimos en un país que valora poco las causas justas. Por fortuna la idea no permea en la mayoría, pues responde a una clara e insípida minoría, embelesada en proteger privilegios económicos y de clase.
La lección del pasado es la mejor oportunidad para tejer el camino del presente. Celebrar la recuperación de nuestra soberanía energética también es plantar una postura firme respecto de los propósitos que como nación debemos defender en el presente y futuro.
La concentración será multitudinaria. El pueblo ha encontrado formas y modos de manifestar materialmente su sentir. Hay, en la atmósfera política, esa sensación necesaria de respaldar al presidente Obrador. Hacerlo en el Zócalo capitalino es una costumbre que con los años se hace natural.
Alrededor de la figura del presidente se teje un entramado de legitimación que pocos gobernantes pueden presumir. Las consideraciones erradas de la oposición se fundamentan en su ideología conservadora, que también aporta matices a una nación democrática. El tono de su conversación es despectivo hacia quienes alzan su voz en favor del principal líder político de México.
A la pregunta de si la marcha que convoca el presidente es una respuesta a lo realizado por la oposición. Podría decirse que en realidad es una respuesta a los años en que las clases desprotegidas se mantuvieron en silencio, en un letargo inducido por quienes se trataron de adueñar de hasta las conciencias ciudadanas. El pueblo tiene motivos suficientes para celebrar: la transformación llega a cada rincón del país y eso no ha sido cosa sencilla.
El rescate de Pemex, de la Comisión Federal de Electricidad; la inversión en refinerías, la construcción de Dos Bocas, son sólo una muestra de los esfuerzos que se hacen para consolidar la soberanía energética en México, punta de lanza también en América Latina.
La manifestación del 18 de marzo sí es una cuestión de afinidad ideológica, pero es más una muestra de patriotismo.
El éxito no es la clave para la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si le gusta lo que está haciendo, usted será un éxito”
Albert Schweitzer
