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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
El aporte colectivo de los africanos y sus descendientes ha sido invisibilizado por diversas razones. Desde la historia, durante mucho tiempo predominó la propuesta de valorar a los personajes notables o heroicos; sin embargo, en los últimos años se consideran las acciones cotidianas y anónimas de miles de personas quienes desde su aparente marginalidad contribuyeron con el desarrollo de nuestra sociedad tal es el caso de los africanos y sus descendientes. En ese sentido, este trabajo ofrece un panorama general de la presencia afrodescendiente en el Perú desde el siglo XVI hasta 1940 a partir de fuentes demográficas e históricas. El punto de partida corresponde a la llegada de los primeros africanos esclavizados que acompañaron el proceso de conquista del Perú, iniciando una historia que abordaremos hasta el año 1940 dado que los censos posteriores no registraron datos acerca de la etnicidad. Proponemos una mirada de largo plazo tomando como eje histórico la historia de los africanos y sus descendientes en el Perú, integrando en una sola propuesta narrativa las tensiones surgidas entre los siglos XVI y XIX. Luego, como el propósito es estudiar a los africanos y afrodescendientes y no solo la esclavitud, también abordamos los conflictos y negociaciones para enfrentar la discriminación y el racismo surgidos a partir de la formación y consolidación de la República. Por otro lado, el movimiento afroperuano que tuvo como objetivo reivindicar y hacer visibles sus grandes aportes, que se desarrolló en las décadas posteriores a 1940, es un notable esfuerzo que amerita un trabajo independiente que escapa a los objetivos de esta publicación.
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Los trabajos históricos se han concentrado en la experiencia de la esclavitud, sus mecanismos de comercio, las condiciones de vida y las luchas en su contra. Especialmente son numerosos los trabajos dedica-
dos al periodo colonial y a la capital Lima. También se ha desarrollado una razonable cantidad de estudios dedicados a la etapa final del sistema esclavista entre 1800 y 1854. Muchos menos estudiado es el periodo post Abolición, dado que en los registros de la población de origen afrodescendiente dejaron de utilizar las etiquetas étnicas impidiendo su visibilidad. A ello se suman los diversos estudios que han mostrado sus aportes en la música, artes, deportes y gastronomía, reduciendo su contribución a esos campos de la cultura nacional.
A pesar de estos esfuerzos no se ha logrado articular una visión de conjunto que permita conocer no solo las tendencias generales sino el sentido histórico de la participación afrodescendiente en la construcción de la cultura nacional. Las investigaciones consideran la esclavitud como punto de partida que define no solo una condición legal sino también étnica, referida a las etiquetas raciales de tal manera que desde el presente se lee como natural la relación entre negro y esclavo. Esta visión estática de la realidad colonial y republicana asume que existe una identidad pura asociada al origen africano de los esclavizados, cuyas raíces se hunden en el tiempo. No considera que estos individuos también interactuaron con otros grupos sociales y que su identidad no solo se construyó desde la subjetividad sino desde la interrelación con otros. Con esto no queremos afirmar que no existieron identidades provenientes del África, sino que estas se sumaron a una larga dinámica histórica local, enriqueciendo así la cultura peruana. Lo interesante es que, a pesar de su menor número, en comparación con las masas indígenas, el aporte de los africanos trasciende lo cuantitativo, su papel como mediadores culturales transversales es fundamental para comprender la cultura nacional. En ese sentido sostenemos que la categoría afrodescendiente no debe ser comprendida en el sentido literal del término, centrándose en la reivindicación de raíces transcontinentales. El sentido histórico que le queremos dar es el del reconocimiento de una inmigración forzada, desde su origen multiétnico, que se constituyó como identidad en el escenario colonial. Por eso, el estudio de los africanos y sus descendientes debe considerar la capacidad de diálogo con los demás grupos sociales por el cual se pudo desarrollar una cultura original y, al mismo tiempo, intercultural. Sin embargo, este proceso no fue sencillo por sus características legales y sociales, estuvo atravesado por tensiones, violencia y marginaciones que no fueron los mismos a lo largo del tiempo. Las preguntas importantes
son cómo los esclavizados y sus descendientes enfrentaron y sobrevivieron a la esclavitud y, al mismo tiempo, cómo construyeron caminos de integración social transformando la realidad colonial y republicana, desde una posición considerada inferior y pasiva. En la colonia, las personas esclavizadas buscaron por diversos medios mejorar sus condiciones de vida y conseguir la libertad; mientras que, entre los siglos XIX y XX, lucharon por desmontar las barreras discriminatorias que los excluían. Lucha que aún se mantiene en el presente.
El aporte y presencia de los africanos y afrodescendientes no se restringe al período colonial ni a las fuentes que los identifican bajo categorías étnicas. Su contribución se observa en su papel como intermediarios culturales en los que mostraron una gran creatividad y vitalidad para lograr articular sus propias prácticas y valores con los que portaban los grupos con los cuales se interrelacionaban. La historia de este proceso fue durante mucho tiempo invisible para los historiadores dado que fue el producto de la acción de personajes anónimos. Sin embargo, a pesar de su condición de esclavitud y las limitaciones que se le imponían (control del cuerpo, restricción social y física, violencia, etcétera) lograron trascender esos límites y construir un mundo nuevo, rico en expresiones culturales que van mucho más allá de la música, artes, deportes o gastronomía. La cultura que surgió incluyó formas de vida, comportamientos cotidianos y estrategias de lucha por la supervivencia que enriquecen la vida de todos nosotros. Este trabajo se concentra en esa historia, en las diversas estrategias que los africanos y sus descendientes desarrollaron para luchar contra la esclavitud y sobrevivir a ella, tejiendo lazos con otros, aprovechando silenciosamente los resquicios del sistema para acabar con la marginación y discriminación de la que fueron víctimas. Nuestra sociedad es el resultado de esta larga lucha.