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construcción, tanto de la idea de patria como de nación, criolla,por cierto236. Liliana Regalado, también sin mención expresa, señala la característica de los tiempos de la historiografía occidental de este periodo, algo que podemos entender, por un lado, como una continuidad del Iluminismo y la influencia de la Revolución francesa, pero en momentos de cambio en el afán, no ya solamente de la soberanía, sino de la formación nacional, camino del romanticismo hacia el positivismo237.
Dicho esto, pasamos al lenguaje de los historiadores escogidos, en primer término, a Córdova y Urrutia, a quien consideramos el mayor exponente por lo que el análisis será integral respecto de la concepción de ambos conceptos. Luego, trataremos a los historiadores contemporáneos con el antes mencionado, limitando el análisis a la aplicación de estos dos conceptos al periodizar la historia peruana.
JOSÉ MARÍA CÓRDOVA Y URRUTIA
José María Córdova y Urrutia238, cuyas obras son producidas muy probablemente entre 1830 y 1840, guarda en su lenguaje un claro y perfecto significado de Perú como sujeto histórico, pero además con un concepto político precisado en su espacio, lo que le permite acopiarle las ventajas que esa espacialidad le concede, por lo que legitima un Perú no sólo histórico, sino geográfico con acceso a su contenido material, lo que conlleva a un registro de su materialidad:
“El Perú por su riqueza é ilustración debía haber tenido tiempo ha, un plan Estadístico de su territorio, que hiciese conocer á los peruanos lo que vale esta parte del globo que habitan, y a los extraños, que no es necesario ir á mendigar
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Burga, Manuel, La historia y los historiadores en el Perú, 181 Regalado, Liliana, Historiografía Ocidental, 416. 238 Sobre sus obras completas puede consultarse La “Estadística histórica, geográfica, industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del departamento de Lima”, de Don José María de Córdova y Urrutia. (Coloma Porcari, 1992). 237