ESCENA 6: ÍÑIGO Y ENMASCARADO (Inicio: 00:20:06) Íñigo: -El de abajo, ¿todo va bien? -Enmascarado: -No quisiera parecer descortés pero esto no es tan fácil como parece. Os agradecería que no me distrajeseis. Íñigo: -Lo siento. Enmascarado: -Gracias. Íñigo: -¿Aún tardaréis mucho en llegar arriba? Enmascarado: -Si tienes tanta prisa podríais lanzarme una cuerda o una rama de árbol u otra cosa que me fuera de utilidad. Íñigo: -Eso haré. Aquí arriba tengo una cuerda pero no creo que aceptéis mi ayuda porque yo estoy esperando para mataros. Íñigo: -Entonces no podemos tablar amistad. Íñigo: -Oíd, os prometo que no os mataré hasta que lleguéis a la cima. Enmascarado: -Eso es muy alentador, pero me temo que tendréis que esperar. Íñigo: -Como queráis. Y ¿si os doy mi palabra de español? Enmascarado: -No gracias, conozco demasiado a los españoles. Íñigo: ¿Cómo conseguir que os fieis de mí? Enmascarado: -No se me ocurre nada. Íñigo: Juro por el alma de mi padre, Domingo Montoya, que llegaréis con vida a la cima. Enmascarado: -Lanzadme la cuerda. (ÍÑIGO LE LANZA LA CUERDA Y ÉL VA SUBIENDO) Enmascarado: -Gracias. Íñigo: - Aún no, aún no, hasta que no hayas descansado. -Enmascarado: -De nuevo gracias. SE SIENTAN, EL ENMASCARADO SE QUITA LA BOTA LLENA DE PIEDRAS). Íñigo: -No pretendo ser curioso pero no tendréis por casualidad seis dedos en vuestra mano derecha? Enmascarado: - ¿Siempre empezáis así una conversación? Íñigo: -Un hombre que tenía seis dedos asesinó a mi padre. Mi padre era un gran espadero y cuando aquel hombre le encargó una espada especial mi padre aceptó el trabajo. Le costó un año entero terminarla. (ÍÑIGO SACA LA ESPADA Y SE LA MUESTRA). Enmascarado: - No había visto nada igual. Íñigo: - El hombre con seis dedos fue a recogerla pero solo le quería pagar la décima parte: Mi padre se negó y sin mediar palabra el hombre con seis dedos le atravesó el corazón. Yo amaba a mi padre y quise vengar su muerte retándole en un duelo pero fallé, aquel hombre me dejó con vida pero me marcó el rostro. Enmascarado: -¿Qué edad teníais? Íñigo: -Tan solo once años. En cuanto adquirí fuerza dediqué por entero mi vida al arte de la esgrima. La próxima vez que nos encontremos no pienso fallar. Me enfrentaré al hombre con seis dedos y le diré: HOLA, ME LLAMO ÍÑIGO MONTOYA, TÚ MATASTE A MI PADRE, PREPÁRATE A MORIR.