ENTÉRATE
QUIEN SE ALEGRA DE VIVIR, DISFRUTA LO VIVIDO
Son muchas las experiencias que Dios le regala al ser humano para que en el día a día descubra la importancia de dar sentido a la vida y dar valor a lo vivo acogiendo todo con alegría. Sentirse Hijo de Dios y responsable de hacer extensivo el amor y la fraternidad por medio del testimonio de las propias acciones y palabras, es motivo más que suficiente para reconocer que es necesario un camino de fe verdadero y concreto que ayude a dar respuesta asertiva a la invitación de Jesús en relación al mandamiento del amor, es decir, no calcular mis acciones por poco o por mucho sino actuar sin medida.
Al hablar de actuar sin medida se hace relación como bien lo manifiesta San Pablo en su carta a los Corintios 13, 4-8 “El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso; no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal; el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. El amor nunca falla”. A partir de este pasaje se ha vivido una experiencia de fe, es decir, en torno a las creencias del pueblo que ve en seres humanos el actuar de Dios, su bondad y su capacidad de convertir lo que para la mente humana no tiene solución, Él todo lo hace posible.
La familia Dominguista manifiesta en su ser y hacer una latente necesidad de conocer a su creador, el deseo de reconocer en los santos y en aquellos que sin reservas han puesto su confianza en un Dios que ha sabido amar hasta el extremo. No es sencillo cambiar de pensamientos, de acciones o de palabras cuando la voluntad no esta dispuesta a abrirse a nuevas realidades.
"Vamos todos a María; cada uno esfuércese por mostrarle su amor ” es la motivación del Padre Luis Variara y un camino de alegría es la invitación del Santo patrono Domingo Savio, no sonreír implica no sentirse vivo y aun mas imposible no disfrutar lo vivido. La Institución educativa reconoce lo valioso que es tener espacios de encuentro con Dios y con los hermanos en una relación que entrelace lazos de fraternidad y cercanía espiritual, en la que se motiven unos a otros en aras de crecer en la fe y la confianza en quien todo lo puede “Dios”, es importante también resaltar que el seguimiento se ha hecho en compañía de la Santísima Virgen María y de San José quienes con su testimonio de vida han sabido ir tras las huellas de Jesús y son ejemplo de obediencia y de amor.
Hoy la familia Dominguista se alegra por los momentos compartidos, las sonrisas, los afanes, los trasnochos, los desacuerdos grupales, las ideas incoherentes y las verdaderas propuestas que animan y alientan una respuesta de amor en gratitud a un Dios que todo lo ha entregado por amor.
Él que todo lo conoce y que muy bien conoce a sus Hijos sabe que todo lo que se hace es en respuesta de un amor que florece en el corazón y va dejando huella de agradable olor a quien se acerca y comparte. La gestión de Pastoral sigue motivando a los miembros de la comunidad a unir esfuerzos para abonar entre todos con gotas de buena actitud, la semilla de la fe que fue plantada en cada uno buscando en todo momento ser cuidada.
Que este año centenario sea el motivo perfecto para abrir las puertas del corazón a Dios y dejar que su amor invada todo. Que en el día a día se pueda dar respuesta a la invitación “En Luis variara el amor por el prójimo es Santidad”. ÁREA PASTORAL