1 minute read

CONCLUSIÓN

El conflicto en Colombia no es un tema que pasó a segundo plano, los organismos creados por el gobierno para la justicia y la reparación de víctimas realizan un proceso arduo para que este tramo de la historia quede para contar y no sea para lamentos como en la actualidad. En otros aspectos, la violencia política sigue vigente como un actor alrededor de todo el país, ya que, aunque los jóvenes desean un cambio para las futuras generaciones y el proceso del país, la política actual y las opiniones tradicionales de aquellos derechistas conservadores, liberales y demócratas que fueron víctimas en los ochentas no permiten marcan una diferencia en el pensamiento del joven colombiano. Las decisiones tomadas por los gobiernos anteriores han hecho del país un territorio de guerra y no de paz, por está y otros miles de razones, los jóvenes buscan un nuevo camino, con ideales distintos y enfoques nuevo para lanzar a Colombia al cambio y a la evolución y permitirle al país salir de una ilusión de libertad, a la libertad plena y real. Por medio del proceso de paz, el país ha logrado llevar alegría a lugares en donde la violencia y la oscuridad reinaban, pero ahora los colores, la música y el folclor son los protagonistas de un territorio de paz. El autor un colombiano que vio sufrir a muchos y probablemente a hasta él fue posible víctima del conflicto fue capaz de plasmar las sensaciones detalladas del resentimiento nacional por medio de la historia de una pequeña adolescente que tuvo que enfrentar las injusticias de un país agobiado en la sangre de los valientes y derrotado por el conflicto de la indiferencia. Ana maría y su familia, son la imagen reflejada de las familias colombianas víctimas de las armas, y nosotros los lectores somos la herramienta de cambio para la Nación que puede borrar sus manchas de sangre y dolor.

Realizado por: Diani Sofía Tirado, 1001.

Advertisement

Revisado por: Dina Ermelina Trujillo Bedoya, docente de Lengua Castellana