Los peligros de la murmuración
No dejemos que nuestra lengua haga estragos
Es sabido que las personas son más propensas a ser criticonas que correctas. Uno no tiene que saber nada para criticar a otra, simplemente lo presupone; pero para ser correctos hay que analizar, hay que cuidarse. Por eso, mucha de la crítica viene de la ignorancia, pero mucho más viene de los prejuicios, y de una decisión de mantener este hábito maligno. ¡Cuidado! Las personas que critican a los demás, también te criticarán a ti cuando tengan oportunidad. El Dr. David Frank realizó un estudio entre mil personas que sufrían de hiperestesia (sensibilidad exagerada y dolorosa) y determinó que la mayoría eran personas que juzgaban agudamente a los demás. El apóstol Santiago dice que la lengua es capaz de ocho cosas malas:
1. Ofende. Dice y hace cosas que lastiman a los demás sin importarle. “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo” (v. 2). “El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio” (Proverbios 12:18). 2. Se jacta. Cree que siempre tiene la razón. “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”(v. 5). 3. Inflama y quema. Exagera y destruye el buen nombre de una persona. “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”(v. 6). 4. Está llena de maldad. Está constantemente propensa a hacer el mal. “Un mundo de maldad” (v. 6). 5. Es indomable. Es muy difícil de controlar. “Ningún hombre puede domar la lengua” (v. 8). 6. Es contradictoria. No tiene principios, cambia según la conveniencia. “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios” (v. 9). Las fuentes ¿Qué puede motivar a una persona a hablar mal de otra? ¿Puede justificarse una acción verbal que produzca daño a otro? La respuesta es un rotundo no. Tratar de definir las fuentes de motivación para que una persona use la lengua en forma destructiva es muy difícil. No obstante, trataremos de estudiar algunas vertientes de motivación. Como marco de referencia, podemos decir que las personas muy heridas y con situaciones no resueltas no se animan a mirar dentro de ellas. Entonces miran hacia fuera y critican.