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De Fondo
EDICIÓN No. 3
CARTA AL LECTOR
E
stimado lector, en la actualidad, ¿Tiene algún sueño por alcanzar? ¿Piensa que es difícil, complicado o imposible? Si sus respuestas son afirmativas, permítame comentarle que después de leer algunas historias que en esta edición traemos para usted, quizá cambie de opinión. En este número le compartimos el testimonio de vida de Alan Tenenbaum, quien nos demuestra que no existe ninguna limitación para alcanzar todo aquello que queremos lograr, pues lo que llamamos “obstáculos”, en realidad son retos que sacan lo mejor de nosotros mismos, puesto que nunca sabemos quiénes somos hasta que nos encontramos frente a un desafío. Asimismo, traemos para usted la increíble historia detrás de la producción del nuevo video de Francis Dávila “We can be anything”, un material donde los protagonistas son bailarines con capacidades especiales, quienes le han demostrado a Guatemala y al mundo entero que todos tenemos la posibilidad de lograr lo que anhelamos, sin importar las dificultades. Por otro lado, en esta edición también podrá conocer cómo nuevos proyectos académicos han emergido en nuestro país, tales como la Escuela de Negocios “Alto Nivel”, una escuela que surge como una puerta más para adentrarnos al terreno del éxito profesional, puesto que ofrece un sinfín de ofertas académicas dirigidas a quienes desean emprender sus propios negocios. Es importante mencionar que además de Alto Nivel, también han surgido otros proyectos como la Escuela de Formación para Instructores de INTECAP, un centro educativo destinado a mejorar la calidad de la labor docente de miles de maestros en el país. En este momento, ya le hemos dado un adelanto de las noticias que leerá a continuación; notas que buscan inyectarle una dosis de optimismo a su estado de ánimo actual. Sabemos que la coyuntura nacional es compleja en este momento, no obstante, para poder enfrentar los retos que vendrán a nivel personal y a nivel de país, es preciso conservar una actitud positiva ante las circunstancias, ya que dicha actitud, marca la diferencia entre una vida ordinaria y una extraordinaria. ¡Que tenga una feliz lectura!
Director General Janeth Santos Redacción Paola Castañeda, María Alejandra Guzmán Fotografía Cecilia Vicente Editor Gráfico Estuardo Hernández Gerente de Ventas Alexander Santiago Distribución H.D. Publicidad Información spacio.universitario@outlook.com Periódico SPACIO Universitario es una publicación de Tadeo Comunicación 6 ave 0-60 Z. 4 Torre Profesional I Oficina 808 Cuidad de Guatemala PBX (502) 24584270 www.spaciouniversitario.com
Los caminos de la democracia empiezan con cada persona Ser ciudadanos es más que ejercer nuestro derecho a un voto. Es más que expresar nuestro descontento genuino y legítimo. Ser ciudadanos y ciudadanas es hacernos responsables de nuestros actos y omisiones; es la búsqueda del equilibrio entre lo que decimos, pensamos y hacemos.
Nuestras decisiones pero también, nuestras omisiones, tienen consecuencias. En cualquier esfera, desde las aulas hasta la administración pública, son posibles escenarios que permiten abrir grietas en el sistema. Pero depende de nosotros, nuestros valores y nuestras convicciones permitir que suceda.
La búsqueda es que la ciudadanía intervenga en la vida pública y se convierta en el ente fiscalizador por excelencia de los actos públicos, sintiéndose responsable del buen funcionamiento de las instituciones del Estado.
Los actos de corrupción superan la indignación, sin embargo, hay que meditar desde los pequeños actos, los chivos en los examines, el saltarse las filas para obtener un certificado, no pagar impuestos (aunque tengamos desconfianza de nuestro sistema), ser irrespetuosos ante las normas, pedir consideraciones especiales o sacar una licencia sin saber conducir. El peor acto que como ciudadanos podemos cometer es la pasividad, la indiferencia y el callar ante una injusticia; hacer lo contrario, nos conlleva a participar del cambio activamente, implica, inconscientemente, reflexionar sobre nuestras propias acciones y omisiones.
Aunque todos compartimos el gozo de las respuestas judiciales ante las demandas sociales, cívicas y pacíficas, el camino apenas comienza. Este escrito tiene como finalidad llamar a la reflexión sobre nuestras propias acciones. Sobre el papel que hemos desempeñado cada persona, en lo individual y en lo colectivo. Invitar a reflexión en qué medida somos o hemos sido partícipes de eventos que propicien o permitan actos de corrupción.
No se trata tampoco de lucir nuestros logros y caer en actitudes de altanería o prepotencia, se trata de que el futuro de Guatemala, dependa también de las pequeñas acciones, pues la suma de ellas, como hemos observado en los últimos meses nos ha comprobado el papel que una ciudadanía más consciente, libre y consecuente puede llegar a hacer. Este 2015 nos está enseñando que es necesario hacer cambios profundos, no solo en las instituciones, las normativas o los funcionarios. Nos invita a cambiar nosotros también.
Carolina López poecarol@ gmail.com Licenciada en sociología, pensum cerrado en la maestría de antropología social por la Universidad de San Carlos (pendiente de tesis).