Todos los hijos del mundo

Page 1

TODOS LOS HIJOS DEL MUNDO Paulo Cuello Almonacid


-un niĂąo espera silente su momento el tiempo se alza desde sus dedos gordos sobre el mueble de la cocina una manzana se marchitĂł al sol terrible es el espacio entre sus ojos


--

tardes a punto de llover los​ ​niños acechan a los​ ​grandes miran caer la lluvia las nubes mueren diciendo su verdad


-contemplando a travĂŠs del vidrio por la delgada ventana hacia la calle las ramas del sauce trenzan su sombra


-el gato salta y se tuerce bruscamente se dispone a cazar una enorme mosca entre las cortinas pienso en mis hijos


--

me habla cuenta sus cosas lo escucho con todo el tiempo del mundo como si aquellas cosas sus cosas fuesen tambiĂŠn mis cosas


--

resguardarse de los lamentos abrigarse del frĂ­o por las maĂąanas


--

hay noches de crueles temporales cuando niño despertaba en mi cama me consumía el fragor de la lluvia aunque la tormenta pasó algo persiste en mí


--

un niĂąo decide dar sus primeros pasos nada en el universo posee tal voluntad


--

una canciĂłn de arrullo posee la misma intensidad de aquellos temporales que hacĂ­an naufragar los barcos en las antiguas novelas de aventuras


--

hay una ventana que grabĂŠ en mi memoria frente a ella dormĂ­ a mi primer hijo siglos completos


--

graznan las gaviotas burlonas las escucho y estoy en casa


--

sobre la cama deshecha duermen tranquilas las penas


--

una brisa desordena mis dibujos


--

el gato juega con el gato de la vecina son hermanos comentan a la hora de almuerzo


--

cada maĂąana todos los hijos del mundo cada tarde todos los hijos del mundo cada noche los hijos vuelven al mundo


--

un grito atraviesa las paredes el niĂąo juega con su hermanito no se da cuenta


--

una persistente llovizna hace su trabajo algunos autitos a medio enterrar imposible continuar con el juego adentro los muros creen protegernos


-sale el sol el viento se transforma en brisa los gatos miran volar a las abejas reverdece el parrĂłn se abren las ventanas a recibir la misma primavera de la infancia


--

la ropa colgada agitĂĄndose al sol despuĂŠs de la lluvia saluda agradecida


-miro un perro que dormita la tarde lo veo abrir un ojo para mirar un gato el gato no me ve observa un picaflor que revolotea presuroso el picaflor tampoco me mira dentro de la casa oigo unos gritos los niĂąos se alborotan por unos juguetes los juguetes me lanzan una mirada


--

un niĂąo seĂąala el viento algo intenta decirme se precipita hacia el patio


--

lo he intentado todo: nada puede con sus pesadillas


--

el sonido de un avión abre el cielo a mi lado dos pequeños dinosaurios rumian las épocas entra la vecina colmada de medio día pregunta por mis hijos el menor duerme le digo el más grande se esconde para asustarla no quiero que se diluya​ ​este momento


-he visto a vuestros niños nacer y morir tantas veces los vi llorar el primero de los llantos he visto a mis hijos nacer y morir como mueren los niños entre árboles al viento y lejanas sensaciones he muerto con vuestros niños he nacido como nacen los niños entre cadáveres de gorriones he comido lo que comen vuestros niños cada hilo de la frazada cada beso en la frente he mentido como mienten vuestros hijos por amor he abrazado a mis hijos como se abraza a los hijos vuestros niños me preguntan por qué


--

palabra que se repite cuando la pequeña lámpara de la habitación cuenta con nosotros amigos de toda la vida tierna profusa incansablemente se repite canto al dormir plegaria de los mayores es palabra que se otorga fruta puesta sobre la mesa al sol del mediodía el destino dado a los valientes suerte de los incautos es grito que se niega la antigua espera humana de edades ya idas de noches ya dormidas es palabra que se jura como se juran las fronteras de países vastos que cada día antes de soñar besan los fantásticos ojos de sus niños para cerrar las puertas del alcázar y los niños se vuelcan por las faldas en busca de sus voces


quĂŠ brutales sus voces creen gritar pero los gritos vienen de otra parte atraviesan a vuelo de gorriones hay un viento que los empuja se convierte en vendaval para recordar la palabra que alguna vez se jurĂł


--

el dinosaurio es el mejor amigo del niĂąo


--

quĂŠ saben las polillas el viento jamĂĄs llega hasta el ropero


--

mi café se enfría recibió la ventisca del invierno


--

es densa la niebla por las mañanas la leña crepita su final ¿los niños se quedarán en la infancia?


--

un zorzal se posa sobre el muro no canta los ratones entran a la cocina no comen el gato observa a los ratones no caza el plato servido sobre la mesa perdiĂł su sabor


--

si muero mis hijos habrรกn respirado el viento de mi pulmones


--

se hace de noche el abrazo es un refugio cuando todo parece perdido


--

ÂżquiĂŠn atiende a las nubes? me preguntĂŠ aquella vez los hijos son los recuerdos de todas las madrugadas no solo de noche hay que encender el fuego el tronco arde lo mismo al amanecer


--

ya es hoy dice mi hijo al despertar con la tranquilidad de no ser maĂąana


--

un tiuque devora un gorriĂłn frente a mĂ­ un oasis entre la barbarie


--

en mis piernas dormido un gato atrapa a sus ratones


--

dibujo como ruego en silencio


--

cubro su cara con mi mano recuerdo el ocĂŠano masculinamente salado


--

se va el agua detiene remolinos con las manos


--

dejamos entrar desolada la luna a nuestro dormitorio nos cobija sin reproches


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.