La Carrera de la modernidad. Construcción de la carrera décima

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do ya era moderno, pero no por eso se podían borrar las huellas de París, Río de Janeiro, Alger, Bogotá o cualquier ciudad. Sin duda, ya era conveniente concebir rascacielos, o por lo menos vivienda en altura, pues las crecientes cantidades de población no podían alojarse tan sólo en casas o edificios bajos. La propiedad horizontal aún era desconocida y por eso él temía que se comprometiera la propiedad privada, pero tenía razón cuando vislumbraba que eso requeriría un cambio de hábitos de vida. Aunque ya era tarde pues su hora había pasado, y ante la avalancha de los jóvenes, no podía más que rezongar, mientras los planes iban por otro lado. Los planes, pues la realidad era diferente y seguía por donde siempre: fragmentación, explotación inconsulta del suelo, segregación y crudas diferencias, transporte caótico, ciudad desestructurada. Le Corbusier, en la cúspide del mando y el prestigio, haría un planteamiento para Bogotá: el Plan Piloto, que derivaría en el Plan Regulador, formulado por Wiener y Sert, modificado luego en las muy diferentes decisiones dictatoriales de Rojas Pinilla, su alcalde el coronel Cervantes y los ingenieros que hacían lo que se les contratara. Si bien Le Corbusier, ignorando el valor histórico del viejo casco, demolía todo el centro, lo cual era una barbaridad, también definía con razón un perímetro que nadie estaba dispuesto a respetar, a la vez que ordenaba las vías en una jerarquía estructurada, como también trazaba unos parques lineales a lo largo de las escorrentías, de gran valor paisajístico y que reflejaban una mirada atenta a la geografía particular de Bogotá. Aún no se inician las obras, pero las discusiones siguen. El Acuerdo 44 de 1947 subroga algunos artículos del Acuerdo 84 de 1945, deroga otros, modifica un poco su trazado variando algunas referencias de alineación y dispone el traslado del templete del parque del Centenario, erigido en nombre del Libertador, a la glorieta de la carrera Décima. También se habla de la conveniencia de suprimir el estacionamiento lateral en la nueva avenida y en cambio ampliar los andenes y la misma calzada. Asimismo, se dan varios debates sobre la afectación que el trazado implica en el templo de San Diego, la plazuela San Martín o los terrenos de la Caja de Sueldos de Retiro del Ejército.

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En el Acuerdo 115 de 1947, que define el presupuesto para el año de 1948, se destinan 800 pesos del presupuesto extraordinario del Fondo de Progreso Urbano para atender los gastos de la avenida del Libertador. En esos momentos se está liquidando la valorización de la carrera Décima entre las calles 15 y 19. Sin embargo, debido a los errores en la liquidación de la valorización en la avenida Caracas, se pide esperar a la emisión de un acuerdo que reglamente mejor este impuesto.12 En este año la Comisión recomienda la continuación de la carrera Décima hacia el norte, y además hacerlo en línea recta y no desviándola hacia la avenida Caracas. A quienes critican que se lleve todo el tránsito a la carrera Séptima, se les responde que la ampliación a 40 metros de la calle 26 resuelve tal problema. Ante la evidente desmejora del parque del Centenario, se espera que la amplia zona alrededor de la iglesia y la casa cural de San Diego lo compensará (Plano en: Registro Municipal, anexo al Acuerdo del Concejo 44, 1947, p. 297). La inicial oposición de la Caja de Sueldos de Retiro del Ejército a que se afectara su predio, se vuelve interés en la obra, pues su frente de más de 200 metros sobre la avenida les resulta muy conveniente. Por otra parte, el personero pide a los directivos de la Caja que no traten de evadir el impuesto de valorización. Y el representante del Export and Import Bank habla ya, para este último predio con más de 200 metros frente a la nueva avenida, de la financiación de un hotel internacional. Anuncian el inicio de una “demolición en masa” para el primero de junio, pues ya se ha dado tiempo a algunos inquilinos para desocupar sus locales o establecimientos, y ya es hora de realizar el plan que se ha trazado (El Espectador, 1947-5-20, p. 1). Hay una propuesta para construir la “Ciudad del empleado”, un conjunto de vivienda económica, como la de El Silencio en Caracas, con bloques de varios pisos y muchos apartamentos concentrados. Esto contribuiría enormemente a la solución del problema de vivienda, con “habitaciones confortables e higiénicas, donde entre mucho aire y raudales de luz”. La propuesta la 12 En agosto, se denuncia al jefe de la oficina de valorización, Julio Fajardo, por modificar el trazado de 20 metros a 15 en la carrera 9 entre las calles 24 y 25, con el fin de beneficiar a Cine Colombia.


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