COIQUEN

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Itata M-A Un Museo para Quirihue y la Provincia

Tomas Irribarra Precursor de la creación de un museo para Quirihue.

Fidel Sepúlveda Hijo Ilustre de Cobquecura

jk y

Cuaderno de investigación y difusión dåe Itata Museo Antropológico.


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MUSEO

ANTROPOLÓGICO QUIRIHUE-CHILE

KIMELTUWE Es una publicacion de Itata Museo Antropológico Director Fabián Irribarra C. director@itata-ma.cl +56 9 58 19 12 33 Comite Editorial Isis Fuentes Cristobal Nova Carla San Martín Francisco Reyes Carolina Fuentealba Patricio Contreras Diseño - diagrama - Fotografía

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José de San Martín N° 286 Quirihue, Chile


Estimados lectores:

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ace dos años, este municipio creó y entregó a la comunidad y a la región el “Itata Museo Antropológico”, como un aporte más al ámbito educativo y patrimonial, con el propósito de impulsar el quehacer cultural que enlaza el pasado y el presente de nuestro devenir histórico. El museo, como todas nuestras instituciones, ha debido adaptarse a las condiciones que golpean nuestro país, producto de esta pandemia y la necesaria adecuación sanitaria que está afectando transversalmente al mundo. A pesar de estas dificultades, este espacio educativo – cultural, ha seguido trabajando internamente en manos de nuestros funcionarios y colaboradores pues, el rol y actividades de esta institución, no es sólo presentar exposiciones y actos visuales colectivos con diversas temáticas, sino también difundir el conocimientos científico en beneficio de nuestra comunidad y de manera especial a los estudiantes, jóvenes y los adultos mayores, que son los encargados de transmitir y proyectar los valores más relevantes heredados de nuestros antepasados. En este primer Cuaderno de investigación y difusión del museo, quiero expresar mis agradecimientos a quienes han adherido a este esfuerzo, a quienes escriben en estas páginas y a los profesionales que apoyan nuestra labor y hacen posible que este trabajo pueda alcanzar una periodicidad que pretendemos sea de dos veces al año. Hoy, nuestro sueño es abrir estas páginas a las nuevas interrogantes y a los temas de discusión sobre nuestro desarrollo como sociedad que cuida su identidad y herencia cultural. Esperamos que este nuevo esfuerzo, recoja y difunda lo más relevante del conocimiento científico dando cuenta de nuestra acción en temas que dicen relación con el patrimonio de nuestra comuna, Itata y la región de Ñuble. Finalmente, invito a quienes deseen sumarse y escribir en estas páginas uniéndose a este esfuerzo para que puedan presentar sus estudios e investigaciones enriqueciendo el conocimiento y difusión del acervo cultural y el patrimonio de nuestro territorio.

Richard Irribarra Ramírez Alcalde


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l Museo Antropológico Itata, con sede en Quirihue, que cuenta con el apoyo de la distinguida maestra Zulema Seguel y la gestión de un excelente equipo de trabajo, está demostrando que estábamos en lo cierto cuando auguramos a esta

iniciativa del alcalde Richard Irribarra Ramírez un buen destino. Cuando se fundó el Museo, celebramos que se convocara a una personalidad consagrada en el mundo académico y arraigada con cariño a su terruño. Estábamos seguros que las designaciones rendirían buenos frutos, porque partían en manos de quien sabía de que se trataba y de un equipo competente, con experiencia. Se instaló el Museo y de inmediato mostró que había profesionalismo y que, en un lugar estrecho, se echaba a andar una iniciativa que habrá de tener lo antes posible un espacio capaz de contener un fondo patrimonial creciente y también las iniciativas propias de un verdadero Museo, donde se investiga y difunde. Tengo el alto honor de compartir con Zulema y sus colaboradores, un fruto que apunta en la dirección señalada: un órgano de difusión que será un ejemplo para todas las comunas de Ñuble. Acontecimientos, personajes, acciones dignas del mayor encomio. Apenas es necesario decir que este punto de partida merece apoyo, no sólo del Honorable Concejo Municipal de Quirihue, sino también de los organismos regionales vinculados a la cultura, las artes y el patrimonio.

Alejandro Witker Doctor en historia Universidad del Bío Bío Chillán


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Itata M-A

Un Museo para Quirihue y la Provincia Fabián Irribarra Cáceres Director Itata Museo Antropológico

Según la definición de ICOM, “Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, y abierta al público, que se ocupa de la adquisición, conservación, investigación, transmisión de información y exposición de testimonios materiales de los individuos y su medio ambiente, con fines de estudio, educación y recreación”.


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oy iniciamos un nuevo desafío y como forma de agradecer a quienes siempre creyeron en la importancia de los museos

como aporte a la comunidad, en este nuestro primer número, hemos querido dejar como testimonio y agradecimiento nuestro reconocimiento y sentido homenaje a nuestro vecino, ex alcalde y ex diputado de la República, don Tomás Irribarra de la Torre (Q.E.P.D) quien simboliza la concreción de la idea de un museo para Quirihue. Por ello, a él dedicamos esta primera edición. Itata Museo Antropológico es un sueño hecho realidad gracias al esfuerzo y compromiso de nuestras autoridades y al espíritu de colaboración desinteresada de muchas personas. Nace como un

Ceremonia de inauguración de Itata Museo Antropológico con presencia de autoridades encabezadas por el alcalde Richard Irribarra Ramírez, Rossana Yañez, Gobernadora de Itata, Zulema Seguel, antropóloga y arqueóloga, Fabián Irribarra Cáceres, Director de Itata Museo Antropológico. ceremonia que contó con la presencia de la comunidad e invitados especiales.

proyecto que busca dar a la ciudad un nuevo lugar de encuentro, un nuevo espacio cultural. “Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, y abierta al público, que se ocupa de la adquisición, conservación,

investigación,

transmisión

de

información y exposición de testimonios materiales de los individuos y su medio ambiente, con fines de estudio, educación y recreación”. Lo anterior según la Asamblea General en Viena, 24 de Agosto 2007 del Concejo Internacional de Museos (ICOM). Si bien el Museo reconoce que estas funciones son una tarea inherente a su desempeño, como institución, creemos que más allá de la definición antes señalada, nuestra gran tarea es buscar una incidencia positiva en la transformación social, en la reflexión y el aprendizaje, destacando la importancia del patrimonio y aportando a la identidad regional. itata-ma.cl / 7


Hoy nuestro trabajo busca instalar esta nueva herramienta de comunicación, en formato digital e impresa, amparada en las “bondades” de la globalización. Hemos cumplido un nuevo año de vida y con un gran entusiasmo y esfuerzo, queremos entregar a la comunidad este regalo, arrojo literario que da vida al primer número de nuestra revista que hemos bautizado con el nombre de COIQUEN, voz mapuzungun, reconocida por su gran fuerza identitaria. Para todos un verdadero faro, testigo milenario de nuestro desarrollo cultural, que nos conecta con el cielo azul, las lluvias y las nubes que hacen fértiles nuestros campos y los vientos que inundan el valle del Itata, sus vinos, su flora y fauna, sus paisajes y sus habitantes. Esperamos ser un aporte que vaya creciendo con el paso del tiempo y cuyo origen obedece a un esfuerzo colectivo de personas que han querido compartir sus conocimientos e investigaciones. Quienes participamos en esta empresa, creemos que si logramos difundir las ideas y estimular la investigación, estaremos sembrando en tierra fértil, abriendo un nuevo abanico de posibilidades, apoyando la educación constante y el amor a estas tierras que nos hacen crecer. Gracias por el aporte de quienes de manera desinteresada hicieron posible sacar adelante este proyecto cultural, que desde un principio encontró la confianza necesaria. Sin estas personas no habríamos podido desarrollar los aspectos técnicos que han dado vida a Itata Museo Antropológico. Es necesario y justo agradecer a Luis Arias Estrada, artista visual, Patricio Contreras, diseñador gráfico, Lissete Oyarzún, arquitecta, Roberto Arancibia, constructor civil, a Viviana Belmar, asistente social, ellos formaron parte del equipo inicial de trabajo, junto a Isabel Moraga, alumna en práctica profesional en la municipalidad, Aura Fuentes, Encargada del Programa Biblioredes de nuestra Biblioteca Municipal, Paola Romero, Isis Fuentes (Arqueóloga), Rodolfo Medina y Fabiola Inostroza nuestros primeros Guías Voluntarios, medios de comunicación, funcionarios municipales, comerciantes y empresarios. Finalmente quiero agradecer a nuestro alcalde Richard Irribarra Ramírez y al Honorable Concejo Municipal, al ex diputado y ex alcalde Tomás Irribarra de la Torre (Q.E.P.D.) por acompañarnos desde los inicios de este proyecto y a la antropóloga – arqueóloga Zulema Seguel, quien ha estado siempre orientando nuestro trabajo. A todos, sólo decirles que la historia los recordará por dar a Quirihue su primer Museo.


Tomas Irribarra precursor de la creación de un museo para Quirihue. Cristóbal Nova Profesor de Historia

La historia del museo de Quirihue se remonta a cada 21 de mayo, día que se rinde homenaje al Combate Naval de Iquique, hecho histórico que reúne a importantes delegaciones de la Armada, el Ejército, políticos y ciudadanos para conmemorar la trascendencia y sobresaliente heroísmo de Arturo Prat y del Grumete Pantaleón Cortés, este último, nacido y avecindado en la comuna de Quirihue. El anhelo de perpetuar la memoria de los héroes de Iquique era compartido tanto por los ciudadanos como por las autoridades de mediados del siglo XX. No es hasta inicios de la década de 1970 cuando destaca Tomas Irribarra quien, en su calidad de diputado, buscaba hacer realidad el sueño de muchos quirihuanos: disponer de un lugar físico para la construcción de un museo histórico. Tomás Edison Irribarra de la Torre (Quirihue, 1935 -2020), forma parte de los políticos destacados de la comuna de Quirihue y de Ñuble; proviene de una familia tradicional de la comuna donde han sido por años, destacados servidores públicos. Su padre Tomás Irribarra Poblete, fue Gobernador del Partido de Itata, durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda; su tío, Pedro Poblete Vera, fue Intendente de Ñuble y su hermana, Nelly Irribarra de la Torre, fue Gobernadora de Itata hasta 1973, en el gobierno del Presidente Salvador Allende.

La férrea acción al servicio público lo llevó a desarrollar diversas gestiones en beneficio de la zona mientras se desempeñó como regidor, alcalde –en tres oportunidades– por Quirihue y Diputado por los departamentos de San Carlos e Itata. La labor parlamentaria desempeñada por Irribarra de la Torre entre los años 1969 y 1973 se destaca en diversas materias y en este caso sólo haremos referencia a su intervención y apoyo en la creación de la comuna, en ese entonces subdelegación, de Trehuaco, la que fue promulgada el 16 de enero de 1973. También se destaca dentro de su quehacer, su rol fundamental mientras se desempeñaba como diputado informante de la Comisión de Educación Pública, donde presentó el día martes 17 de agosto de 1971 la moción de crear un museo histórico para Quirihue. Por medio de su notable intervención en la sesión 22° de la Cámara de Diputados, solicitó la adquisición de un inmueble en Quirihue para una Biblioteca Pública y Museo Histórico, destinado a perpetuar la memoria del grumete Pantaleón Segundo Cortés Gallardo. En dicha intervención el Honorable Diputado Irribarra de la Torre, solicitó la autorización para que el presidente de la época, Salvador Allende, destinara doscientos cincuenta mil escudos con itata-ma.cl / 9


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Tomás Edison Irribarra de la Torre, ex alcalde de Quirihue por varios periodos y quien fuera Honorable Diputado de la República entre los años 1968 y 1973 quien logró entre otras iniciativas, sacar adelante una ley para levantar una Biblioteca y Museo para Quirihue el año 1971.

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la finalidad de realizar una compra directa de un terreno para la habilitación, previa reparación, de un inmueble para ser destinado a Biblioteca Pública y un Museo Histórico. Lamentablemente la situación política y los cambios en la economía de la época, impidieron concretar el anhelo de contar con el museo y transcurrieron más de 40 años para dar cumplimiento a este sueño de un espacio cultural que tenga por finalidad albergar la memoria de la comunidad, sus acontecimientos, personajes e historia de sus organizaciones e instituciones de Quirihue, Itata y Ñuble.

Esta obra, finalmente, se logra sacar adelante gracias al trabajo del alcalde Richard Irribarra Ramírez y a la valiosa colaboración y apoyo desinteresado de la destacada antropóloga – arqueóloga quirihuana, Zulema Seguel, quien ha entregado para esta obra, que busca incrementar nuestro acervo cultural, la primera colección de objetos y bienes patrimoniales con que cuenta el denominado “Itata Museo Antropológico”, inaugurado el 22 de enero del 2019 con la presencia de autoridades, invitados especiales y de gran cantidad de vecinos.

Zulema Seguel y Tomás Edisón Irribarra de la Torre en momentos previos a la ceremonia de titulación de estudiantes de antropología de la Universidad de Concepción, ocasión en la cual y donde se hizo un reconocimiento a la señora Zulema Seguel por su contribución al desarrollo de la disciplina en Chile y a su compromiso y extenuante trabajo para lograr la creación del Instituto de Antropología de la UdeC en mayo de 1964. La ceremonia fue presidida por el Decano de la facultad de Ciencias Sociales, Dr. Bernardo Castro. ( octubre, 2019)

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Profesora

Zulema Seguel Discurso pronunciado en Santiago con ocasión del XVI Congreso Nacional de Antropológia Chilena. Nelson Vergara Bórquez Antropólogo, Magister en Educación

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s este, un día de enorme significación para la comunidad antropológica nacional; y muy gratificante para quien os habla, cuando nos reunimos a rendir un muy, pero muy merecido homenaje y reconocimiento a la trayectoria y calidad personal, de la destacada docente, investigadora, directora de la primera carrera de antropología que se instaló en nuestro país e iniciadora de los estudios académicos sistemáticos para la antropología y arqueología en el sur de Chile. Pero antes de continuar, permitidme una precisión; pues esta vez, para quien se dirige a Uds., la neutralidad valorativa resulta imposible. La persona se va haciendo en medio de la dimensión histórico-social que le inscribe. A los humanos, lo conocido, experimentado y sentido durante su existencia, como representación de toda una historia escrita con tinta indeleble se nos va quedando adentro: como biografía personal única e irrepetible. Y la profesora Zulema Seguel fue parte de la mía en un periodo crucial, cuando la sociedad había ya puesto en mis manos jugarme el futuro en uno u otro sentido. Más allá de lo profesional, hacia la homenajeada me asiste una afectividad cierta; una enorme admiración por la fuerza y responsabilidad que esgrimió en cada proyecto o tarea que concibió 12 / itata-ma.cl

y ejecutó; por su entereza e integridad ante la traición ignominiosa de quienes acogió, brindó trabajo y luego, para usurpar su posición, abogaron ante los piratas del poder por su exoneración de la Universidad de Concepción; por la resiliencia asumida en cada recomienzo de su vida y por la consistencia valórica expresada en cada conducta. Además, por compartir una suerte cierta visión de mundo, de la educación, modelo de universidad y un afán irreprimible por educar, de hacer docencia para compartir con otros lo aprendido. Quizás fuera por una curiosidad del destino: la profesora Seguel, luego de sus estudios de pregrado en educación, asume una formación superior en antropología; y quien les habla, formado primero antropología, luego obtiene postgrado en educación. Ineludible es reconocer a una vida de estudio, trabajo honrado en lo teórico y metodológico para investigaciones que practicó con avidez, mejor dicho, con pasión; a una labor docente incesante destinada a la formación pluralista y multiteórica de nuevos profesionales, así como su colaboración a la profesionalización, multiplicación y difusión de los estudios antropológicos. Obra y trayectoria que, sin lugar a dudas, la instala en el primer plano de la galería de entre quienes mejor colaboraron al afianzamiento de nuestra ciencia madre en el medio nacional e internacional.



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En la “Cueva del Reno”, sitio arqueológico prehistórico situado en Arcy S/Cure, pequeño pueblo al sur de Francia durante actividades propias de la Escuela de Campo del Instituto de Etnología - Arqueología de la Universidad “Sorbonne” en París, Francia. En la gráfica se observa de izquierda a derecha a J. Ours; sacerdote jesuita, arqueólogo, investigador especialista en prehistoria del cercano oriente del Museo de Jerusalem, Palestina., Zulema Seguel alumna ayudante., André Leroi Gourhan; profesor y Director del Instituto de Etnología y Arqueología de la Sorbonne, Universidad de París. Michel Brézillon (sentado en el piso) profesor adjunto del Instituto de Etnología y Antropología, Universidad Sorbonne, París. Y alumnos en trabajo de campo. La imagen es de junio de 1962

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Estudió Historia y geografía en la Universidad de Chile; continuó su formación en la Universidad de Paris: en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas donde obtiene Certificados de Estudios Superiores en Etnología General y Arqueología Prehistórica; como en paralelo sigue cursos de Pedagogía General y Programas Educativos de Planificación y Desarrollo, accede a Grado Académico otorgado por el Instituto de Desarrollo Económico y Social.

2 “Por el desarrollo libre del espíritu”, dice el lema de la Universidad de Concepción. ¿De qué habría de tratarse aquello, dijimos muchos de los que allí ingresamos? Muy particularmente cuando en la atmósfera coloquial de occidente, de manera confusa, el concepto, se admite como equivalente al alma; a una entelequia instalada en tiempos remotísimos para justificar la vida. Por una Razón, habría de decir Hegel, menos eficaz que la contemporánea. Poco a poco la conciencia se fue esclareciendo hasta comenzar a visualizar los alcances ciertos de la divisa mencionada. Hasta entender que tal concepto expresa la síntesis de las facultades superiores del ser humano: intelecto, razón, conciencia y voluntad. Quienes, junto a la capacidad de trabajar, permitieron a nuestra especie construirse un mundo secundario, artificial, de manufacturas e ideofacturas que, incluso, modificó la aptitud kinésica corporal; que a nuestra especie permitió ir mejorando sus déficits naturales, el desfondamiento original, superar el

mero instinto y canalizar sus tendencias abiertas. Haciendo así, aparecer “marcos de orientación” para su existencia. Entonces, se trataba de un compromiso noble y un intento educativo centrado en las personas y su desarrollo interior, a la vez que en una formación sólida forjadora de competencias para realizar tareas eficaces. En fin, para que desde su opción libre construyesen un proyecto de vida y consolidaran una actividad profesional. Ante dicha tarea, mejor dicho, tal desafío, nuestra alma mater bien supo mantener inalterable su compromiso vital con el universitas originario con la universalidad del conocimiento - que ha de ser irrenunciable a toda universidad que pretenda preciarse de tal. Bajo ese marco humanista-laico, donde sin límites campeaba la docencia pluralista, la investigación y una extensión desbordante hacia la comunidad, dirigiendo el Instituto de Antropología y la carrera asociada, la profesora Zulema Seguel hizo academia. Y con ello, ofreció un mundo nuevo a muchos ávidos de saber lo que las cosas son en realidad, para tratar de entender en toda itata-ma.cl / 15


su extensión al hombre y su entorno, y con ello contestar las vernaculares preguntas: de dónde venimos, que somos y hacia dónde vamos. Pero antes y con su Quirihue en alma, recorrió un camino largo y cualitativamente rico. Estudió Historia y geografía en la Universidad de Chile; continuó su formación en la Universidad de Paris: en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas donde obtiene Certificados de Estudios Superiores en Etnología General y Arqueología Prehistórica; como en paralelo sigue cursos de Pedagogía General y Programas Educativos de Planificación y Desarrollo, accede a Grado Académico otorgado por el Instituto de Desarrollo Económico y Social. Ya graduada, a partir de 1960, ejerce su profesión durante cuatro años en el Departamento de Arqueología del Museo del Hombre en París. Junto al destacado arqueólogo André Leroi Gourhan realiza investigaciones paleolíticas, neolíticas, proto-históricas, medioevales, etc. El 1964, se integra como investigadora a la Misión Arqueológica Francesa en Chile, con quien durante cinco años realizaría una serie de excavaciones en Magallanes. En asociación a su actividad docente, desde 1966 en adelante realiza un prolífico trabajo de prospección e investigación arqueológica, principalmente en la zona costera de la hoy Octava Región, donde destaca el proyecto CONICYT “Culturas Marítimas Prehistóricas del Sector Litoral de la Zona Centro Sur de Chile”; quien daría impulso a una suerte de atmósfera regional permanente para estudios arqueológicos profesionales; que bajo el amparo de la carrera de antropología se mantendrían por décadas, aportando la excavación de muchísimos sitios. Incluso, superando los márgenes regionales, alcanzando su colaboración científica hasta la provincia de Osorno.

Zulema Seguel durante su participación en las Jornadas Arqueológicas organizadas por la Universidad Católica de Lima, Perú año 1967. En la imagen junto a una arqueóloga norteamericana y profesor - guía en la localidad de Huayna Picchu, (Machu Picchu) Cusco, Perú.


Los resultados de sus investigaciones siempre aparejaron publicaciones. Así, sus innumerables monografías y artículos, están disponibles en revistas especializadas y actas de Congresos y Seminarios en los que participó de manera continua. Bastantes, nacionales e internacionales, luego de tantos años de ejercicio profesional. En los de arqueología chilena, “7º Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas” de Praga”, I Congreso Internacional de Museos” en Munich”, en varios de los Congresos Internacionales de Americanistas, de Arqueología Argentina, etc. Incluso, a algunos nacionales concurrió con sus alumnos, o incentivó su asistencia, hasta en el extranjero, como aconteció con el XXXIX Congreso Internacional de Americanistas”, realizado en Lima. Digno de destacarse, además, es su incursión en el campo de la Antropología cultural y la publicación denominada “Estudio Diagnóstico Antropológico sobre los cambios Etno-Culturales en Isla de Pascua e incidencias en el Proceso Educativo Insular”, publicado en Actas de XI Encuentro Nacional de Investigadores de la Educación. Es ejerciendo bajo el cobijo de la Misión Francesa cuando, a las autoridades superiores de la Universidad de Concepción, convence de instalar un centro de investigaciones arqueológicas; mismo que, por acuerdo del Honorable Consejo, fechado 24 de Mayo de 1964, fue creado bajo el nombre de “Centro de Antropología”. Y la suerte estaba echada. “En Septiembre del mismo año y bajo los auspicios de la Unesco, quien a la vez proveyó de dos profesionales - las señoras Simone Gamelon y Anette Emperaire -, y la Universidad a la Sra. Zulema emergió el Centro. Equipo que fuera constructor de las “bases de organización interna del Centro y los proyectos de planes de estudio e investigación”. Sus grandes objetivos fueron:

a) canalizar metódica y científicamente las ideas dispersas que giran en torno a la Antropología; b) desarrollar actividades docentes para captar y orientar las vocaciones en torno a estas ciencias y; c) impulsar la investigación antropológica centralizándola muy especialmente en la zona centro sur, como una proyección más de la labor de nuestra Universidad”. (Seguel, 1968:7); Un año más tarde, el Centro, emergería transformado en Instituto de Antropología aparejado con la primera Licenciatura en Antropología de Chile, una carrera con dos menciones: Antropología Cultural y Arqueología y Prehistoria. Todo bajo la dirección de nuestra homenajeada. En la Revista Rehue Nº1, órgano oficial de difusión de la carrera de antropología, allá por 1968, en una suerte de conceptualización para ciencia antropológica y la formación de profesionales, la profesora Seguel decía: “La pregunta más corrientemente planteada al abrirse este Centro ha sido ¿Adónde conducen loe estudios antropológicos?. La respuesta podría ser: a ninguna parte, si no existe el espíritu metodológico de toda ciencia, el trabajo en equipo y la colaboración interdisciplinaria. “La antropología es como una inmensa trama en que todos los hilos tienen que ser tomados en consideración para el logro o la aproximación de una síntesis en el estudio del hombre”. “... hombre que es el centro de nuestras inquietudes, pero no tomado aisladamente, sino rodeado de una masa de hechos y acontecimientos que deben ser ordenados en planes verticales y horizontales. Si consideramos que la suma total de las realizaciones humanas constituye la historia total de la humanidad, la Antropología es un enfoque de profundidad y perspectiva, cuando


miramos retrospectivamente hacia el pasado, y en el plano horizontal, es también una visión del presente. Titubearemos al descifrar las huellas de viejas civilizaciones o al interpretar aquellas que no han seguido el mismo ritmo de evolución en relación a nuestra propia contemporaneidad. Pero lo que no debemos olvidar es la presencia del hombre detrás de todas estas manifestaciones, (afirmación, digo yo, una anticipación real a lo que luego en USA se llamó The New Archeology. Los vacíos que aparezcan frente a este esfuerzo interpretativo, no podrán ser reemplazados por la mera imaginación del investigador. La reconstrucción del pasado, la interpretación del presente, implica un desdoblamiento total y la objetividad del antropólogo no es la de buscar la verdad sino una parte de ella, porque el estudio del hombre presenta tal amplitud que es muy difícil fijar límites precisos. Ningún marco es mejor para iniciarse en este camino que el de la Universidad. Ella puede tomar la responsabilidad de encauzar estos estudios, no solamente como un complemento de la cultura sino como una necesidad dentro de sus planes de investigación. Si la antropología está situada en el vértice de las ciencias sociales, naturales y biológicas, en el plano de la acción interdisciplinaria, es de nuevo la Universidad la que puede proporcionarnos los elementos para cumplir mejor con esta finalidad y es ella también la que puede respaldar y formar a aquellos que buscan un nuevo camino dentro del vasto panorama de las formaciones profesionales”. Ideas que fueron reflejadas de manera clara y precisa en un Plan de Estudios con salida

optativa hacia: Antropología Cultural y Prehistoria. Pero con un sentido antropológico integrador, ya que ambas menciones compartían plan común de estudios hasta el penúltimo año de la carrera; expresando así la congruencia con aquello que en tras todas las manifestaciones humanas de pasado y presente está el hombre, y con aquello que de partida se nos enseñó. Antropología: disciplina global y comprensiva que engloba los estudios del hombre en todo y cada uno se de sus aspectos; y que me hace recordar el didáctico cuadro de Hoebel y sus orientaciones cultural, histórica, biológica y científica Así todos los alumnos hubimos de cursar asignaturas de Filosofía, Historia de Chile, Sociología, Economía, Antropología cultural y Prehistoria para distintas áreas del mundo y Chile, Geomorfología, Ecología, Antropología Física, Teoría e historia de la Antropología, Lógica y Metodología de las Ciencias, Metodologías de la investigación para antropología cultural y arqueología, Estadística, Teoría e Historia de las Religiones, Folklore, Etnohistoria, Sicología Social, Geografía Humana, Lingüística, Derecho, Teoría General de los Regímenes Políticos, Problemas de la Educación, Problemas Agrarios, etc. A lo cual, en adición, debe destacarse el muy temprano vínculo con la investigación a través de participación en Escuelas de campo y colaboración para investigaciones en desarrollo. Y con tales fundamentos, con prescindencia cognitiva de los sobrenatural y de las verdades reveladas, aprendimos a entender que la naturaleza es el gran continente de todo; que el origen de nuestro planeta es antiquísimo y en sus estratos y formaciones están los testigos no sólo de su historia evolutiva, sino, también, de la vida en general y la nuestra; que en nuestra especie hay unidad variedad y que el cerebro humano se termina de tallar con los estímulos socio-culturales; que el hombre es un ser natural,


Zulema Seguel durante su participación en las Jornadas Arqueológicas organizadas por la Universidad Católica de Lima, Perú año 1967. En la imagen junto a una arqueóloga norteamericana y profesor - guía en la localidad de Huayna Picchu, (Machu Picchu) Cusco, Perú.

gregario, cuya segunda naturaleza - la humana - la alcanza de manera comunitaria; que no hay lenguajes superiores o inferiores; al mundo, al hombre, la sociedad y la cultura inscritos por una dinámica permanente; al trabajo, o sea a la actividad consciente e intencionada de intervenir modificando, como un ingrediente que propició nuestra humanidad; a la libertad, como la facultad autodeterminadora que permite poseer motivos y, desde sí mismo, conscientemente diseñar objetivos y adscribir modelos de pensamiento y acción; a la verdad como perfectible y en proceso de elaboración permanente; a los valores como la expresión superior de la espiritualidad y racionalidad humana; en fin, que a hombre y sociedad, por acaecerles un proceso histórico inconcluso, son una suerte de sistema abierto

que continúan “haciéndose” permanentemente, etc. etc. Pero permítaseme un pequeño alto. Porque resultaría indecoroso no reconocer la altura de quien(es) en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, hace 25 años, reconocieron los méritos de la Sra. Zulema y le incorporaron a la Planta regular de docentes. Restaurando así su carrera académica, hasta permitirle jubilar con dignidad. ¡Gracias Prof. Zulema Seguel! Por haber construido un modelo pedagógico que colaboró a que vuestros estudiantes entendieran que hay distintas clases de saberes y criterios de verdad, de modo que entre creer y conocer


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media una distancia infinita porque corren por carriles ontológicos distintos; que los hechos no son los mismos ante los ojos que ante la mirada; que las mejores y certeras respuestas se obtienen haciéndole, primero, preguntas a la realidad, haciendo así que los afirmaciones científicas sean verosímiles porque tienen correlato cierto; que el rigor metodológico del pensamiento es función adquirible; que frente a historias y verdades imperantes de ganadores o grupos dominantes, también existe la visión de los vencidos u oprimidos; que cuando no hay discernimiento ante ideas hegemónicas y reiterativas estas terminan pensándose a sí mismas en la cabeza de las personas; que nos incentivara a leer entre líneas y adentrarnos en autores de “mirada sospechosa” o, derechamente en aquella literatura antípoda de la verdad oficial; que el hombre es un todo de significado, etc. En fin, por haber colaborado a una apertura de conciencia que aprendió a identificar obstáculos socio-culturales al conocimiento: etnocentrismo, subjetivismo, estereotipos, dogmatismos,

tradicionalismos, autoritarismos intelectuales, especialismos disciplinarios ramplones centrado en sí mismos, etc. Después de este recuento, humilde por derivado de una memoria personal un poco envejecida, no puedo terminar sin deciros que la obra emprendida hace medio siglo, manifiesta un desenlace formidable. En lo concerniente a nuestra ciencia, basta observar la inmensa variedad de temas incorporados en el presente Congreso de Antropología; y en cuanto a antropólogas y antropólogos, profesora Seguel, legítimo habrá de ser el orgullo sentido por vuestra obra docente al saberles portadores de un intelecto caudaloso y conciencia esclarecida, que les hace erguidos por el mundo mirando el horizonte. Y entonces, que duda habría de caber, vuestra obra refleja fielmente el llamado imperativo del último verso del himno que otrora entonaste: “universitarios arriba, arriba de pie”. Así de pie, os solicito un caluroso aplauso a la profesora homenajeada.

Discurso pronunciado en Santiago con ocasión del XVI Congreso Nacional de Arqueología Chilena.

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LAS MIGRACIONES HUMANAS PREHISTÓRICAS EN EL ÁREA “CENTRO- SUR” DE CHILE. Zulema Seguel Seguel Antropóloga Arqueóloga

Introducción Viajar…, tomar nuevos rumbos…, abrir caminos…, cambiar de lugar…, La movilidad es un fenómeno humano desde el pasado más lejano ¿Qué impulsa al hombre a moverse, dejar el lugar que lo cobija, desplazarse, buscar un nuevo abrigo, aunque éste sea precario o transitorio? Muchos son los factores, de difícil clasificación que impulsan al ser humano a buscar nuevos rumbos. El fenómeno migratorio, no es propio del género humano, sino que también, de otras especies sujetas a características y situaciones diversas, en las que prima sin duda, la búsqueda de un nuevo “Hábitat”, con el propósito de obtener bienes de subsistencias y de seguridad. El “nomadismo”, el que aún perdura en nuestros tiempos, pasa a ser un estilo de vida trascendiendo latitudes y tiempo. Según los estudios Antropológicos, hacen más de 100.000 años que el “Homo Sapiens” se expandió por todos los continentes del “Viejo Mundo”. Estos mismos estudios señalan, que el poblamiento del “Nuevo Mundo” se realizó mucho más tardíamente, pero siguiendo el mismo patrón expansivo ocurrido en el “Viejo mundo”. Los pueblos nómades ancestrales: cazadores, recolectores, pescadores se mueven permanentemente en busca de alimentos de acuerdo con lo que el medio ambiente les ofrece. Lo cierto es que, desde el pasado más lejano, el hombre logra penetrar y poblar lo más diversos rincones del planeta.


En este ir y venir, descubren y conquistan nuevos territorios ganando en conocimientos y experiencias. Los valles, praderas, mesetas abundantes en frutos, plantas, semillas silvestres, caza, pesca etc., constituyen nichos ecológicos favorables para el asentamiento de los pueblos de manera más permanente. Según los testimonios etno-arqueológicos, la permanencia sostenida en un lugar, el acopio de frutos, semillas de plantas silvestres, facilitó el afincamiento a la tierra y el deslizamiento progresivo de la domesticación de plantas silvestres y de animales. Con el correr de los milenios, el hombre, con ensayo y error pasó, en muchos lugares de la tierra, de una economía mixta predadora y proto agraria, al advenimiento de la agricultura. En consecuencia, la forma social de vida de la comunidad que se establece de forma estable en un lugar determinado permite mayor seguridad alimenticia aumento poblacional, la llegada de nuevos inventos y la expansión de las actividades agrarias. El desarrollo de núcleos poblacionales más dinámicos provocó la expansión demográfica proceso que se extiende por milenios e impulsa los cambios, tecno económicos, socio culturales que dan origen a las antiguas civilizaciones. LAS CORRIENTE MIGRATORIAS Y POBLAMIENTO DEL NUEVO MUNDO Antecedentes: El poblamiento de los continentes de américa fue un proceso tardío en relación con el Viejo Mundo. Científicamente se postula, que diferentes olas migratorias humanas y también de especies animales, ingresan al continente norte americano, por rutas expansivas, desde el gran arco paleo asiático norte siberiano. Testimonios etno arqueológicos y geológicos, coinciden en señalar que estas corrientes migratorias, son congruentes con los cambios climáticos que se acentúan a fines del “pleistoceno” o finí-glacial del cuaternario, alrededor de 12.000 años atrás. Estos episodios geológicos, registrados en todo el planeta, estarían directamente relacionado con el alza de temperatura que provocó cambios y variaciones en el nivel del mar, cuyas huellas han sido registradas en todas las latitudes. Los movimientos transgresivos, subidas del mar sobre los continentes, seguidos por itata-ma.cl / 23


regresiones, que son retrocesos del mar a niveles negativos, constituyen alternancias que no son similares en magnitud, intensidad, ni en los límites de cada levantamiento marino. Los registros indican que, en el último milenio, el mar alcanza su mayor nivel transgresivo de más o menos 5 metros alrededor de los 6.000 años a.C. episodio conocido com “El óptimo Climático”. El nivel marino actual, se estabiliza hacia mediado del Holoceno con subidas menores. En concordancia con estas alternancias climáticas, que no solo afectan los bordes oceánicos, sino que, el interior de los continentes los grupos humanos contemporáneos con estos episodios se mueven en busca de los lugares más favorables que aseguren sus subsistencias. El registro de los emplazamientos de sitos arqueológicos, señala nuevas rutas migratorios en concordancia con estos vaivenes. De acuerdo con los registros actuales que brindan las investigaciones etno arqueológicas, las huellas de la expansión humana hacia el nuevo mundo, se remontaría a más de 40.000 años atrás. Sucesivas olas migratorias habrían ingresado, de norte a sur, ramificándose por diversos caminos al interior de los continentes americanos. Se postula, asimismo, que al final de la última glaciación ocurrida entre 10.000 y 12.000 años atrás, grupos de cazadores, recolectores, pescadores, ya habrían llegado al extremo sur de nuestro continente. Estos grupos ancestrales transitan, circulan y colonizan diversas áreas territoriales, dando origen a las variedades étnicas del nuevo mundo. Los nichos ecológicos abundantes en recursos alimenticios como lo señalé precedentemente, son territorios aptos para asentamientos permanentes, conllevan al proceso de “sedentarización”, proceso independiente al del Viejo Mundo pero curiosamente, se repite el mismo patrón, es decir, grupos sucesivos se mueven en diferentes direcciones los que a su vez, se asientan en lugares ricos en bienes de subsistencias, permanencia que trae consigo el arraigo a la tierra y el deslizamiento progresivo de la domesticación de plantas propias de la flora americana. Es el lento, pero sostenido paso al desarrollo tecno agrario y al florecimiento de altas y complejas Culturas Americanas ya estabilizadas antes de la llegada de los europeos. Las áreas nucleares de México, Meso américa y los Andes Centrales, fueron los centros más dinámicos que dieron origen a estas altas culturas del Nuevo Mundo. 24 / itata-ma.cl


EXPANSIÓN POBLACIONAL HACIA AMÉRICA DEL SUR El movimiento migratorio hacia Sudamérica, lo podemos ilustrar analizando las rutas troncales de entradas, norte-sur.

a) Vía costa: Los pueblos de culturas marítimas, pescadores, recolectores, cazadores cuya dieta alimentaria básica estaba centrada en la explotación de los recursos marinos, se mueven y asientan en diferentes “hábitats” de los litorales, océano pacífico, atlántico, y contorno norte caribeño e islas adyacentes. Fehacientes testimonios etno arqueológicos, señalan que estos marinos prehistóricos poblaron la isla de Tierra del Fuego, último bastión del continente a inicio del último milenio b) Vía terrestre: Esta ruta tiene como única vía de comunicación, atravesar el puente terrestre meso americano e istmo de Panamá. Superado este paso, las ramificaciones de esta ruta son complejas, tanto en el sentido norte sur como este oeste. Estos pueblos ancestrales se mueven indistintamente, por valles mesetas intermontanas, y por los flancos orientales u occidentales del macizo cordillerano andino. Las complejas vías de comunicación de las zonas tropicales y subtropicales son mixtas, terrestres, fluviales, lacustres, siguiendo los cursos de los grandes ríos y redes tributarias, adaptándose a las diferentes topografías. Las necesidades básicas de subsistencia son actividades adaptativas de acuerdo con el medio ambiente. Las exploraciones a las regiones selváticas son temas antropológicos menos estudiado, por el difícil acceso a estas regiones. Se han identificados variedades de tribus con patrones “tecno culturales” diferentes. itata-ma.cl / 25


RUTAS MIGRACIONALES PREHISTÓRICAS EN CHILE Dada la especial configuración geográfica, nuestro país fue escenario de corrientes migratorias desde tiempo prehistóricos. Estos movimientos han dejado huellas de asentamientos transitorios, permanentes, y testimonios de entrecruces de rutas. Las investigaciones etno arqueológicas desarrolladas en nuestro país, dan cuenta de la presencia de cazadores, pescadores, recolectores prehistóricos de por lo menos, 16.000 años atrás. Se agrega, que fueron contemporáneos, con megas la fauna hoy desaparecida del territorio, como son, los mastodontes, milodones y caballo americano, cuyos restos han sido encontrados en los sitios arqueológicos de, San Vicente de Tagua Tagua (VI Región) Monte Verde (Región de Los Lagos), Grutas FELL y MARRAZZI en Patagonia Austral. El ingreso, en el sentido norte sur, fue tanto marítimo como terrestre, con presumibles intercambios entre costa e interior. La ruta vía costa fue transitada tempranamente por pueblos de cultura marítimas cuyos vestigios, jalonan todo el litoral chileno. Se destacan por su antigüedad y densidad, los “conchales antrópicos” de los sitios arqueológicos de las bahías de Concepción y Arauco, asentamientos que se remontan a más de 4.000 a.C. TESTIMONIOS MIGRACIONALES EN EL CENTRO SUR DE CHILE Àrea Maule Bio Bio. Los movimientos migratorios, han marcado rutas siguiendo un mismo patrón: el reconocimiento del medio ambiente, búsqueda y explotación de bienes de subsistencia, cercanías a fuentes de agua dulce, y factores de seguridad. Los testimonios que presentamos a continuación forman parte de las investigaciones etno arqueológicas, auspiciadas por el Instituto de Antropología de la Universidad de Concepción (1966 – 1976). Se delimitaron convencionalmente áreas de exploración prospectivas en diferentes sectores. A continuación, nos referiremos al área costera y secano interior entre los ríos Maule y Bío Bío, proyecto ampliado posteriormente al golfo de Arauco. El propósito de las exploraciones prospectivas iniciales fue conocer el soporte físico geográfico y topográfico litoral, y detectar presumibles huellas de asentamientos humanos prehistóricos con entrecruces de rutas transitadas por grupos ancestrales. 26 / itata-ma.cl


El tramo costero, Buchupureo – Boca Itata es muy abrupto y quebrado pues la cordillera de la costa se ramifica dejando la meseta, inter montano de Quirihue delimitada hacia el oriente por las serranías del cerro Coiquén. La ramificación costera, cae en fuerte pendiente hacia el mar, cortada por paredes de antiguos acantilados. Hacia el sur, la cordillera alcanza su mayor altura en la serranía de Tomé. El río Itata corta el macizo cordillerano y se encajona en su último recorrido y se explaya en una ancha desembocadura, sin embargo, sus aguas se deslizan por un estrecho tómbolo que la cierra. Este accidente geográfico hace muy difícil la comunicación costera. En consecuencia, de existir asentamientos humanos prehistóricos, estos podrían ubicarse en terrazas fluviomarina consolidadas, tal es el caso de la terraza formada por las confluencias de los ríos Itata y Lonquén en Coelemu Trehuaco que se aprovechó en el trazado de la ruta Concepción Cauquenes, actualmente llamada Ruta del Conquistador. En el curso de estas investigaciones, no se detectaron huellas visibles de asentamientos humanos permanentes que indiquen la presencia de raíces tribales identitarias, conectadas a grupos prehistórico-tempranos, pero no se descarta una penetración sostenida, y entrecruces de caminos ancestrales. Lo que sí queda claramente definido, es el tránsito vía costa, ruta de los pueblos de culturas marítimas. Testimonios fehacientes, los tenemos en los sitios arqueológicos: Bellavista 1, Quiriquina 1 y los densos basurales de ostras chilensis situadas en la caleta Raqui–Tubul, fondo de la bahía de Arauco. La fauna marina ostrífera desaparece posteriormente, del Golfo Arauco. TESTIMONIO ETNO ARQUEOLÓGICO EMPLAZADO EN LA PROVINCIA DE ITATA. Forma parte del patrimonio etno arqueológico, todo vestigio que reúna características “relevantes” e identitarias de pertenencia a pueblos lejanos o más recientes que incluyan, testimonios estructurales “in situ”, objetos tangibles como producto de hallazgo fortuito o excavaciones científicas, y todo rasgo intangible relacionados con la vida subjetiva u otras simbologías, mitos, leyendas, lugares de culto u otras creencias orales o escritas. •

Piedras “tacitas” o “crisoles” (en lenguaje local). En arqueología, reciben este nombre los bloques de piedras en cuyas superficies planas se tallaron intencionalmente, pequeñas concavidades semejantes al contenido de una taza. La disposición y distribución de las “tacitas” en la piedra es muy variada. Una sola tacita o un conjunto de ellas con diferentes distribuciones. Estos crisoles se les encuentra en todo el país, pero al parecer son más abundante en el norte y en el centro-sur de chile. Las itata-ma.cl / 27


interpretaciones varían desde el rango utilitario, molienda de semillas y granos, marcas y guías de rutas, simbologías en torno a creencias, o todas ellas. En muchos lugares, las piedras tacitas están asociadas a “ojos de agua” o vertientes, cercana a los ríos, a conjuntos de árboles autóctonos, boldos, maquis, peumos etc. El museo antropológico Itata Quirihue ha elaborado un proyecto destinado a resguardar este patrimonio que contempla identificar y mapear los lugares conocidos y por conocer. •

La Iglesia de Piedra de Cobquecura, conocida y visitada turísticamente en la región, es una imponente estructura de piedra situada en el borde mar, a la salida norte de Cobquecura. Las características especiales de la oquedad labradas por las fuerzas de la naturaleza, le dan a la estructura, la similitud a la nave de una iglesia, con pórtico de entrada frontal, y una cavidad lateral sur como puerta. A esta sucinta descripción, agregamos otra información, desde la “teoría antropológica.” En efecto, durante la etapa exploratoria de nuestra investigación pudimos ascender a la cima de esa gran mole, la que solo es posible alcanzar por la única pendiente abrupta cercana al pórtico. El techo no es plano, se inclina peligrosamente hacia el norte cayendo verticalmente hacia el mar. La superficie plana presenta un hundimiento, que está relleno de múltiples fragmentos de cerámicas de diferentes facturas, mezclados sin orden alguno. Se tiene la impresión de que las piezas de cerámicas fueron quebradas intencionalmente. Se recogió una pequeña muestra sin intervenir el contexto arqueológico. Fragmentos de esta muestra, están depositados en el museo Itata Quirihue. El emplazamiento natural de esa estructura pétrea, sus características naturales, la singularidad del entorno, la dificultad de acceso a la cumbre nos inclina a pensar, que este lugar tuvo atributos especiales, presumiblemente como lugar de culto.

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En concordancia con este planteamiento, consideramos que la Iglesia de Piedra de Cobquecura, es un Patrimonio Natural y presumible lugar de cultos ancestrales. •

La ruta de Chanco. Esta ruta entre, Quirihue, Colmuyao Cobquecura por Chanco, tiene detalles significativos que llaman la atención, entre otros, un posible enlace con una antigua leyenda que circula en la memoria colectiva local. “El misterio de la piedra del R E N “. “….en los decires de los antiguos, allá en el cerro, está la piedra del R E N. ¿ Qué hay en esa piedra? No poh, es que allá arriba amarraron al mandinga. Dicen que por las noches.. dicen que llora” (nota de bitácora). A la salida de Quirihue por Chanco, el camino desciende en abrupta pendiente hacia el valle del río Recreo, a la derecha, se alza el cerro “del R E N”. Efectivamente, en la cima hay un conjunto de grandes piedras, pero lo que llama la atención, es la vista que domina todo el entorno, destacándose la meseta de Quirihue encerrada por las serranías del cerro Coiquen al este, y el cordón costero por el oeste. Se podría agregar que este cerro es un punto estratégico de observación de kilómetros a la redonda. La pregunta es ¿Pudo esta ruta ser transitada por grupos humanos prehistóricos procedentes del interior? Las piedras tacitas cercanas al río y al camino por Chanco, podrían tener alguna relación con la penetración ancestral por esta ruta. Es presumible también, que esta ruta fue camino de acceso de los conquistadores posteriores, tanto “Incas” como “Hispanos.” De ser así, los españoles pudieron atravesar el paso montañoso costero por esta vía e ingresar al valle del río Chanco, accediendo por el sur a Quilpolemu y Quirihue. En base a estos antecedentes etno arqueológicos aún dispersos, y en resguardo de “La memoria Colectiva”, se desprenden algunas conclusiones generales.

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CONCLUSIONES La banda geográfica centro sur de Chile convencionalmente delimitada entre los ríos Maule y Bío Bío, se presenta como una zona de “transición” donde confluyen rasgos y elementos etno culturales aportados por diferentes grupos humanos desde tiempos prehistóricos. Tanto los mestizajes biológicos como los sincretismos culturales forman parte de las raíces ancestrales de la historia regional. La micro área costera y secano interior de la provincia de Itata forman parte de esta zona transicional, por lo tanto, es importante incentivar estudios que permitan enlazar, pasado y presente. Los vestigios testimoniales etno arqueológicos, visibles e intangibles conocidos, más aquellos que puedan aparecer, forman parte del Patrimonio Natural y etno cultural, en consecuencia, no solo deben ser valorados, sino que también, protegidos por la Instituciones asignadas al resguardo y protección de estos testimonios, como los Museos, Instituciones Educativas y las Fundaciones Privadas. Las piedras “tacitas” o “crisoles” son estructuras naturales y etno arqueológicas que deben ser respetadas y cuidadas, pues, contienen mensajes del pasado que aún no hemos podido descifrar. De la misma manera, la Iglesia de Piedra de Cobquecura, debe ser considerada como patrimonio natural y presumible lugar simbólico de pueblos ancestrales. Este sitio arqueológico, ubicado en la cima, no puede ser “intervenido” sin una autorización especial de las Instituciones competentes. En cuanto a los vestigios y los objetos etno arqueológicos prehistóricos e históricos coloniales, como las cerámicas, herramientas líticas, textiles, restos óseos humanos etc., deben quedar bajo la custodia y resguardo de los museos para su estudio y difusión cultural.

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Fidel Sepulveda Hijo ilustre de Cobquecura. Alicia Romero Silvas Historiadora

F

idel Sepúlveda Llanos (Cobquecura

se trasladó a Santiago a estudiar la carrera

1936 – Santiago 2006), profesor,

de Leyes en la Universidad de Chile y

poeta y ensayista, hijo Ilustre de

posteriormente

estudió

la

carrera

de

Cobquecura (1993), quien estudió interno

Pedagogía en Castellano en la Universidad

en el colegio de los Padres Franciscanos

Católica de Chile. Se doctoró en Filosofía y

de Chillán, en ese establecimiento cursó

Letras en Madrid, desempeñándose como

la educación secundaria de entonces y

un destacado académico en la Universidad

conoció de la vida monacal. Terminados

Católica de Chile en el Instituto de Estética,

sus estudios de humanidades en Chillán,

donde fue su directo


"Cobquecura ¿con qué cura se cura? Cobquecura en un marco de aspereza hay un cuenco de dulzura y un rescoldo de amargura en tu curva gentileza."

Gastón Soublette uno de sus grandes amigos señalaba sobre Sepúlveda: “Como los antiguos poetas vagabundos de la China, Fidel Sepúlveda capta esa eternidad que nos habla a través de la vida rústica, que es vida de pueblo al ritmo de la tierra, pues junto al cantor de tierra adentro está también el «testigo» que da a esa tierra rústicamente vivida su dimensión interior”. Fue en Cobquecura donde Fidel Sepúlveda comenzó su creación poética, contemplando las bellezas naturales de ese rincón bucólico de Ñuble. A ese pueblo dirige estos versos: Cobquecura/¿con qué cura/ se cura?/ Cobquecura/ en un marco de aspereza/ hay un cuenco de dulzura/ y un rescoldo de amargura/ en tu curva gentileza. Fidel Sepúlveda, falleció en Santiago, el 27 de septiembre de 2006. Sus restos descansan, para el venero en su Cobquecura natal, tierra de sus ancestros. Visitamos su tumba frente al mar, junto a uno de sus grandes amigos, el sacerdote Andrés Lacalle, español nacido el mismo año que Sepúlveda y que permaneció como párroco de Cobquecura por treinta y un años, el cual sigue residiendo en esa comuna. Entramos

solemnemente al atardecer en el campo santo costero, desde un portal-capilla en línea recta en dirección del mar, hacia el fondo del recinto, donde sobresale una alta cruz a cuyo pie se encuentra al centro la tumba de Fidel Sepúlveda. En el sitio, está presente una imagen de la virgen, una piedra laja oficia de altar y otra similar con su nombre y una inscripción de versos: “Cada vez se nos muere más gente/menos gente/ se nos muere de la muerte/ que ha vivido/ se nos muere más gente/ menos gente”. En ese momento le pregunto al sacerdote: ¿cuál es el mejor recuerdo que guarda de su amigo Fidel?. Después de alzar los brazos responde: “¿qué cuál es el mejor recuerdo?. ¡Son muchísimos!. Sobre todo su amistad, su manera de ser, tan auténtico, tan auténticamente campesino…”. Fidel Sepúlveda Llanos, dejó un gran aporte a la cultura chilena. El pasará a la historia, como un destacado provinciano dedicado a rescatar el patrimonio inmaterial entre el Maule y el Itata. En el campo investigativo, estudió la identidad vinculada a las comunidades, el valor estético y educativo de las manifestaciones culturales y itata-ma.cl / 33


artísticas de Chile, religiosas y profanas. Un gran estudioso del folclor, un filósofo con lenguaje propio. Fidel Sepúlveda, nos legó una veintena de libros: Geografías (poemario) y Autosacramental por Navidad (1974); Cuentos chilenos, antología en coautoría con Manuel Pereira, (1977); Cuentos chilenos para niños, en coautoría con Manuel Pereira, antología y comentarios, (1979); Teoría de América en la novela actual. Universidad Complutense, Madrid (1982); Aproximación estética a la literatura chilena. Colección Aisthesis (1982); A lo humano y a lo divino (poemario), Editorial Documentas, Santiago, (1990); Aventuras estelares de Zoom, el aveser (novela), Editorial Planeta, Santiago (1992); Cuentos folklóricos para niños (antología y comentarios), Editorial Andrés Bello, Santiago (1993); Octavio Paz: poética e identidad, en coautoría con Luis Cecereau, Ediciones de la Universidad Católica de Chile, Santiago (1993); De la raíz a los frutos. Literatura tradicional, fuente de identidad. Dirección de Archivos y Museos, Archivo de Cultura Popular, Santiago (1994); América: un viaje a la esperanza. (poemario), Editorial Lom, Santiago (1995); Cultura e identidad en América Latina, Editorial Iche, Santiago (1995); Cuentos campesinos, (antología y comentarios), Editorial Andrés Bello, Santiago (1999); Cuentos latinoamericanos. (antología y 34 / itata-ma.cl

comentarios), Editorial Andrés Bello, Santiago (1999); La fiesta ritual (editor), Colección Aisthesis Nº 16, Santiago (2000); Culturas indígenas chilenas (editor), Colección Aisthesis N°18, Santiago (2001); Cultura tradicional, identidad y reforma educacional (editor), Colección Aisthesis, N° 19, Santiago (2002); Arte, identidad y cultura chilena (editor), Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago (2006); Voz clamante en el desierto. Cinco autos sacramentales, Ediciones Pontificia Universidad Católica, Santiago (2006); El canto a lo poeta: a lo divino y a lo humano. Análisis estético antropológico y antología fundamental, Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile y Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Santiago (2009); Patrimonio, identidad, tradición y creatividad. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, DIBAM (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile), Santiago (2010); El Cuento tradicional chileno. Estudio estético y antropológico, antología esencial, Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile y Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago (2012) y Arte vida. Liberalia Ediciones; Santiago (2015). Algunos de estos libros, Fidel Sepúlveda Llanos, los escribió en su Cobquecura natal, esto nos lo señaló Andrés Lacalle.


La Parroquia Basílica Inmaculado Corazón de María Patrimonio vivo de Coelemu Andres Pino Profesor de Historia

Quizás uno de los rasgos más perennes en el ser humano y de sus sociedades es la de ser un sujeto religioso, creyendo siempre en la existencia de seres superiores que impactan directamente en sus vidas. Esta cuestión entro lo humano y lo divino se sintetizó en nuestra civilización con el desarrollo de la fe cristiana, que llegó con los conquistadores y sacerdotes castellanos quienes, a razón de espada y rezos, lograron imponer el catolicismo por sobre las otras religiones del nuevo mundo, generando así un inesperado sincretismo cultural cuya base era la fe católica, pero a través de manifestaciones y prácticas religiosas indígenas.


Esta nueva forma de cristianismo que se practicó por el nuevo pueblo mestizo nacido tanto en Chile como en el resto de Latinoamérica, permitió que a lo largo de los siglos se generase un enorme patrimonio cultural religioso. Parte de esto lo conforma su lado material y a nivel local se ejemplifica en la Parroquia Inmaculado Corazón de María de Coelemu, que fue refundada en 1912, tras una centuria de existencia vino a reforzar la presencia católica en la zona. Esta dependencia del Arzobispado Penquista resurge bajo la renovación teológica que vivía la Iglesia Católica a principios del siglo XX que dejaba lentamente de lado el dualismo aristotélico, focalizado en la salvación de las almas de las fieles pasando hacia una mucha perspectiva más materialista e histórica que se preocupaba por las condiciones materiales y sociales que se vivían en el mundo. Esta renovación de la Iglesia Católica se materializó en la parroquia coelemana con un activo desarrollo de la Acción Católica (AC) que invitaba a los fieles locales a participar en las más diversas actividades religiosas y sociales. Otra de las cosas que fomento la AC, fue la sociabilidad local, mediante la creación de un quincenario llamado El Avisador vigente entre los años 1935 y 36 / itata-ma.cl

1936, que no sólo invitaba a los vecinos profundizar en su fe y, sino que, a generar espacios, símbolos y prácticas comunes, tan escasos en la comunidad Dichos cambios fueron ratificados y profundizados en el Concilio Vaticano II (19591965), focalizándose en buscar la liberación humana, optar por los pobres, involucrándose así en diversas materias sociales. La Parroquia Coelemana se hace parte de este proceso con la integración de las religiosas de la Congregación de Maryknoll, quienes desde la década de los 80, apoyaran el trabajo sacerdotal en materias sociales, ejemplificándose esto con la fundación del hogar de ancianos Divina Providencia y del comedor popular que iba en directa ayuda de las personas más necesitadas de Coelemu. A modo de conclusión, señalamos que, la Parroquia Inmaculada Corazón de María, es un claro ejemplo de patrimonio material e inmaterial, destacándose por otros elementos similares, por encontrarse en una constante evolución, transformación y vigencia; convirtiéndose en un foco clave hasta hoy para la vida política, social y religiosa tanto de los laicos creyentes y los no creyentes de la comuna al sur del Itata.


La Provincia De Itata Durante La Independencia Santiago Araneda Profesor de Historia

P

or su ubicación geográfica y por las características que tuvo el proceso de la independencia en las primeras décadas del siglo XIX, era imposible que la población que residía en lo que es hoy la “Provincia de Itata”, al occidente de la “Región de Ñuble”, quedara al margen de este acontecimiento histórico tal como sucedió en todo el territorio central del naciente Chile. Su población se abanderizó por uno de los dos bandos que se enfrentaron bélicamente, unos luchando por separar esta Colonia de la monarquía española y otros combatiendo por mantenerla con total fidelidad a la corona ibérica. ¿Quiénes fueron los grupos sociales que inclinaron la balanza en la formación de estos dos bandos, en esta dura Guerra Civil? La respuesta es clara y contundente: la mayor parte de los integrantes de la Iglesia Católica especialmente su jerarquía, los monjes franciscanos del convento chillanejo y además los grandes hacendados de Chile Central. Si la aristocracia terrateniente estaba con la causa patriota, las clases bajas sobre todos los campesinos analfabetos, obedecían lo que sus amos

determinaban. Lo mismo ocurriría en el bando contrario. Este proceso histórico - sociológico también estuvo presente en la zona de Itata, más todavía que por su centro geográfico longitudinal discurrió el “Camino Real” que conectaba Santiago con Concepción, especialmente esta última que rápidamente se convirtió en el centro neurálgico del naciente enfrentamiento entre los bandos en lucha. Durante la Patria Vieja, al desembarcar las tropas españolas, mandadas por Antonio Pareja, en Talcahuano y ocupando Concepción, los leales a la causa independentista, debido a la no llegada oportuna de refuerzo desde el centro de Chile, tuvieron que abandonar la capital penquista huyendo hacia el norte por el ya señalado pero vigente “Camino Real” que se construyó por cumbres y hondonadas de la Cordillera de la Costa, pasando por Rafael y las villas de Coelemu y Quirihue, esta última, fue donde el grupo patriota que huía, se encontró con las milicias, es decir, luchadores irregulares del bando antimonárquico que eran comandados por Antonio Merino. Con este inesperado refuerzo siguieron su camino hacia el norte, pasando por Cauquenes, cruzando el río Maule, alcanzando itata-ma.cl / 37


prontamente la ciudad de Talca. Luego tempranamente en 1813 tenemos presente en esta naciente “guerra civil” a parte de la población de la zona Itateña. Esta guerra se expandió con premura y al lado de los ejércitos regulares surgieron guerrilleros que mandaban montoneras incontrolables que antes que combatir al enemigo se dedicaban al pillaje, a los saqueos, violaciones en suma a cometer todo tipo de tropelías. En el bando realista uno de estos guerrilleros fue Juan Antonio Olate, quien desde Chillán, fue enviado con sus montonera a la zona de la Cordillera de la Costa entre el río Itata y Cauquenes, con el propósito de impedir que por el

Antiguo Camino Real se enviarán abastecimientos desde Santiago a Concepción. Este movimiento armado se le complicó al guerrillero quien se encontró con un destacamento patriota al mando del capitán Joaquín Prieto, quien se atrinchera en Quirihue y logra derrotar las huestes de Olate a mediados de Agosto de 1813 y por precaución retrocedió hacia Cauquenes. Vemos aquí como nuevamente la actual zona de Itata fue escenario de enfrentamientos armados, que aunque marginales, tuvieron su importancia para aliviar en parte a las fuerzas patriotas que en dura lucha, se enfrentaban a los españoles atrincherados en la plaza de Chillán. Es inte-


resante acotar que el sector geográfico costero siempre contó con protección militar, porque había que mantener expedita la vía ya señalada para que circulara el adecuado abastecimiento que necesitaban los patriotas que enfrentaban a los españoles localizados entre Chillán y Arauco. Así fue como en un momento de 1813, en Quirihue, acampó un destacamento patriota al mando de Juan José Carrera, desde donde se les dio orden de desplazarse hacia Membrillar. Más tarde posterior a la batalla de El Roble, estuvo acantonada también en la Vila de Quirihue, la división comandaba por Juan Mackenna, la que a principios de 1814 también se movilizó hacia Membrillar. Tres fueron los principales enfrentamientos bélicos que durante la Patria Vieja ocurrieron en el sur de la actual Provincia del Itata: “El Roble” ubicado hacia el rio Itata batalla que empezó como un descalabro para Los patriotas pero que O´Higgins, a pesar de estar herido, convirtió en una gloriosa victoria. Luego se produjo el encuentro de “Cucha Cucha”, fundó de la familia Urrejola, donde se destacó el batallón argentino a las órdenes de Gregorio Las Heras. Culminaron los enfrentamientos militares en la batalla de “Membrillar”, lugar geográfico que al decir de Benjamín Vicuña Mackenna era el riñón del Itata, por su privilegiada ubicación para controlar algunos vados del río. En esta batalla se destacó como un táctico consumado Juan Mackenna, porque con su división logró derrotar a los realistas, que en esta oportunidad fueron comandados por Gabino Gaínza, quien llegó a Chile a reemplazar a Antonio Pareja, jefe español que había fallecido en la ciudad de Chillán. El otro período dentro del conflicto armado de la lucha por la independencia, en el cual tuvo relevancia la zona de Itata hoy provincia, fue conocido en la historia nacional como “La Guerra a

Muerte”, por dos aspectos fundamentales a los cuales haremos una breve referencia. Todo el territorio chileno localizado entre Cauquenes y Parral por el norte y la zona de Arauco por el sur hacia los años 1820 - 1821 fue asolado por guerrilleros y montoneras que a los gritos de “Viva el Rey”, hacían tabla rasa con sembradíos casas ranchos animales y con la población, siendo las mujeres y los niños los que más sufrieron. La respuesta de las fuerzas patriotas fue similar al daño que se había experimentado. Estas montoneras también asolaron la zona del río Itata. El otro factor que destacó a esta región costera, fue que en Quirihue nació el que fuera el paradigma de la resistencia realista inorgánica a los intentos de los independentistas después de la derrota española en Maipú. Este personaje fue Vicente Benavides, quién organizó dificultosamente a la turba de españoles juntándolos con los indígenas del sur del Bío Bío, partidarios de la monarquía. Los condujo dentro de una guerra irregular despiadada y bárbara contra Los patriotas, bando que también disponía de indígenas. Dentro de esta realidad Benavides “el quirihuano”, se destacó por su astucia villanía y atrocidades cometidas, siendo siempre un leal y sincero defensor de la causa de la realeza española, en una época en que todavía no había germinado en la población el sentimiento de nacionalidad. Fueron muchos los nacidos en esta tierra, criollos y mestizos, que adhirieron a los principios de la causa de los realistas. Es interesante destacar que uno de los principales ayudantes de Vicente Benavides fue el cura Juan Antonio Ferrebú, también ajusticiado. Benavides, cuándo fue apresado sufre una muerte atroz proporcional a las barbaridades y estropicios que causó en vida, he aquí una breve reseña de los importantes acontecimientos ocurridos durante el proceso de la independencia de Chile en el territorio itateño hoy provincia de Itata en la región de Ñuble. itata-ma.cl / 39


Dr. David Benavente Sepúlveda

Un Medico De Ninhue. Roberto Contreras Investigador de la Historia de Ninhue

A

mediados de diciembre de 1862, en el poblado de Ninhue, nació un niño que fue cuidado por su madre, doña Paula Sepúlveda. El 17 de Marzo de 1864 fue bautizado en la parroquia del pueblo, a la edad de un año y tres meses. Fueron sus padrinos don Juan José Medina y doña Micaela Vilubrun. El niño creció y en edad escolar concurrió a la Escuela del pueblo. Era costumbre en esos

años que a los exámenes finales de curso concurriesen las autoridades o personas notables de la región y entre ellos don Manuel José de Benavente y a quien le llamó la atención un chico muy despierto y nada de mal parecido, al término del examen le preguntó su nombre: “David Benavente, señor”, le contestó el niño. Entonces pudo establecer que el padre era nada menos que su hermano don Juan Nepomuceno de Benavente y Carvajal.


Maestro y Apóstol de la vida Buscándole mejores escuelas, fue enviado a estudiar a Concepción y posteriormente al “Colegio de San Luís” de Santiago. Terminó brillantemente sus estudios secundarios y continuó en la Escuela de Medicina. En el año 1883 comenzó los estudios médicos en la vieja Escuela de la calle San Francisco a los pies del Hospital fundado por don Pedro de Valdivia en 1552 con el nombre de “Hospital de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”. Don David era un hombre de baja estatura, tal vez de un metro sesenta centímetros, de ojos grises y pequeños, de mirada dulce y penetrante; de frente amplia y surcada por pliegues horizontales que le daban el aspecto de un pensador. Silencioso, de palabra serena y armoniosa. Al tratarle, uno se percataba de su alta valía interior, de sus consejos sabios y de sus juicios ecuánimes. Su persona se imponía a pesar de su modestia. Sus silencios solían ser lapidarios. Austero en todas sus actitudes, imponía donde fuere, su rango superior. Cauteloso y culto en su lenguaje. Era ésta una parte de la filosofía de su vida. Cuando falleció su padre, la herencia fue repartida proporcionalmente entre los seis hermanos: a don Juan Benavente y a su hermana Carmela le correspondió el fundo “Collipeumo”; a don Manuel Arístides y a su hermana María-Ana el fundo “Coroney” y a don David y a su hermana Elvira las tierras de “Curahuén”. Aquí en la calle principal edificó su primera casa, construcción de un piso, con quince piezas y amplios corredores que miraban al oriente, a un hermoso valle Su fundo lo administraba a su manera y vigilaba las siembras y su ganado. Y a su manera, también, dispuso lo que había visto hacer en los pueblos pequeños de Francia: la Municipalidad debía tener una porción de tierras en la que los miembros

de la comunidad podrían en caso necesario hacer pastar su ganado o guardarlo por algún tiempo. Con ese objeto cedió a la Municipalidad de Ninhue una porción del fundo. Cuando en el terremoto de 1939, la casa situada en el pueblo fue destruida, no tuvo más que establecerse definitivamente en “El Rancho Grande”. Las construcciones siguieron hacia el poniente: edificó dos alas de piezas y corredores y cerrando éstas una tercera con iguales disposiciones. Todos estimaban que don David tenía el pensamiento de dejar construido un edificio que sirviera de Hospital para Ninhue. El 1ro. de Junio de 1891 lo vemos designado como Cirujano del Regimiento Esmeralda No. 7 de Línea y dos años más tarde aparece ascendido a Médico Mayor para el mismo Regimiento y con asiento en Santiago. Como médico ejerce con cariño y eficacia su profesión liberal. Su juicio diagnóstico y su técnica operatoria lo distinguen entre sus colegas. Comenzó como médico ayudante en el Hospital del Salvador de Santiago el año 1898, en 1921 llega al cargo de médico Jefe de la Sección de Cirugía hombres del mismo Hospital. Fue el primer cirujano que en forma regular realizó trepanaciones craneanas en Chile y ante el asombro de todos, penetró en la masa encefálica, abrió el canal raquídeo y operó también sobre el sistema nervioso periférico. En 1911 publica un caso, que es el primero en Chile, en que reseca el primer ganglio simpático cervical por una neuralgia rebelde y que logró dominar. En Junio de 1894 publica el trabajo: “Contribución al estudio de la topografía cráneo encefálica”. En ese mismo año presenta: “Contribución a la cirugía del itata-ma.cl / 41


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cerebro y de la médula espinal, drenaje de las cavidades céfalo raquídeas”. El año 1913 hace una nueva contribución a la neurocirugía: “Extracción de una bala del centro oval del cerebro”. En Abril de 1934 se retiró del Hospital del Salvador, próximo ya a los 80 años. Por sus méritos la Junta Central de Beneficencia, en sesión del 7 de abril de 1934, lo nombra médico Honorario del Hospital del Salvador. El Consejo del Hospital, por su parte, acuerda que los quirófanos lleven el nombre de “Pabellones Quirúrgicos del Prof. Dr. David Benavente-Sepúlveda”. Su retiro del Hospital, no impidió que continuara desarrollando sus labores docentes en la Escuela de Medicina, ni tampoco que siguiera atendiendo su vasta y escogida clientela privada.

Doctor David Benavente Sepúlveda

Desarrolló también intensa labor en sociedades científicas. Así lo vemos figurar el 15 de Noviembre de 1891 como secretario de la Comisión editora de la Revista Médica de Chile. Anteriormente, el 7 de Julio de 1889, había sido nombrado Secretario en el Directorio de la Revista que preside don Manuel Barros-Borgoño. Sobrados méritos tenía para alcanzar en 1891 el honor de ser el Presidente de la Sociedad Médica de Santiago y el 16 de Diciembre de 1935 la Sociedad Médica lo designa Miembro Honorario de dicha corporación. Cabe destacar su importantisima labor docente, desarrollada en las mejores universidades de Chile y que lo llevó a perfeccionarse en Francia para regresar a compartir sus vastos estudios de embriología, histología y anatomía adquiridos en Paris. A su regreso definitivo a Ninhue, se dedicó a su fundo y a atender a los vecinos del pueblo que recurrían a sus servicios, que siempre fueron sin costo

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para ellos, colaboró con la municipalidad en diversas comisiones que le fueron encomendadas, junto a otros vecinos destacados. Y así terminó su vida de Maestro y Apóstol, el 16 de Febrero de 1949, en el pueblo que lo vio nacer y en su “Rancho Grande” que tanto amaba. Mediante Decreto Alcaldicio N° 880 del 20.12.1991, la Municipalidad de Ninhue, lo declaró Hijo Ilustre,

en forma póstuma como gran profesional de la medicina, filántropo y hombre ejemplar, cuyo principal objetivo de su vida fue ayudar al prójimo, figura que ante el mundo representó los elevados valores humanitarios y científicos. Hoy el Centro de Salud Familiar CESFAM de Ninhue, una Plaza, la Escuela del sector Manzanares y la Primera Compañía de Bomberos de Ninhue, perpetúan su nombre.

Fuentes : • Dr. David Benavente Sepúlveda “ Maestro y Apóstol de la Vida” Carlos Roberto Contreras C. •

David Benavente Sepúlveda Maestro de la Cirugía Chilena Néstor Flores Williams - René García Valenzuela

Biografía de un Hospital – Hospital El Salvador 1872 – 2020 Dr. Alonso Uribe Barret

David Benavente Sepúlveda – La otra Biograf Dr. Manuel Grez I.

Revista de Cirugia Vol 64 N° 4, Agosto 2012. Pág 402 408 Dr. Lorenzo Cuvillos O.

Historia de la Anatomía en Chile – Parte II El Alma Mater Julio Cárdenas Valenzuela

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Quirihue 1980. Autor : Orlando Campana Von Vriessen.


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