PARADA 1. Mirador. (Carmen Ferrer y Carla García). En este mirador, encontramos un lugar inmejorable para realizar la introducción general a nuestra ruta, ya que podemos observar como si fueran las gradas de un gran circo, todas las montañas que rodean a Altea: Sierra de Bernia, Cabeçó d'Or, Peñón de Ifach, Puig Campana… Desde aquí podremos explicar más visualmente, el origen geológico de la depresión que ocupa el pueblo, e introducir las unidades que estudiaremos durante el itinerario. Hace aproximadamente 23 millones de años todo lo que observamos desde este mirador, era parte de una gran cuenca marina. Pero algo después (entre 20 y 8 m.a.) todo cambió, pues el desarrollo de la Orogenia Alpina provocó que estos fondos se plegaran y se levantaran, dando lugar a montañas aún más altas que las que estamos observando en la actualidad. La causa última de esta inversión proviene del empuje de la placa africana hacia el norte y de cómo, en su movimiento, desplazó hacia el oeste una pequeña placa llamada “placa de Alborán” que acabó chocando y arrastrándose contra la placa Ibérica y levantando toda la cadena Bética (ver explicaciones en SENDEROS GEOLÓGICOS DE ALICANTE). Pero no todo lo que vemos son montañas. Enfrente de nosotros todo el anillo rocoso rodea una depresión denominada depresión de Altea. En realidad, esta depresión fue ya antes del Mioceno inferior un gran domo salino, como una “burbuja” de sal, yeso y arcilla, formado por evaporitas de edad Triásica. El ascenso de estos materiales había comenzado antes de la fase principal de deformación y, por tanto, la compresión elevó tanto los sedimentos como las sales, plegándolo todo de forma algo caótica y desordenada ( Martínez del Olmo et al., 2015). El empuje sobre la burbuja salina creó un islote que llegaría a alcanzar los 2000 metros de altura. Esa elevación del terreno y la fácil erosión y disolución de las sales cerca de la superficie provocó que parte de las rocas que había encima y a los lados se deslizaran por las laderas hacia las aguas abiertas. Esto causó el emplazamiento de grandes bloques llamados olistolitos en el talud marino, como son El Peñón de Ifach y la Sierra de Oltá (Fontana & Gisbert, 2003). La Serra Gelada, que es donde se sitúa nuestro itinerario, es un bloque de estratos marinos calcáreos del Cretácico inferior de unos 800 m. de espesor, situada en el lado SW del diapiro. Las capas están inclinadas hacia el NW y en ellas se han descrito hasta 8 unidades estratigráficas (para una descripción detallada ver Yébenes et al. 2003), de las cuales nosotros visitaremos las del Aptiense medio y superior (unidades 2, 3, 4, paradas 2, 3, 4 y 8) y Albense inferior (unidades 5, 6, parada 10), así como las fallas (parada 7), mineralizaciones (paradas 5 y 6) y cobertera más reciente (Cuaternario, paradas 9 y 10). Es importante tener en cuenta que el orden de las paradas no sigue el orden estratigráfico de las unidades ya que hasta la parada 7 iremos en sentido inverso (de más moderno a más antiguo) y que las últimas tres paradas ya no seguimos orden estratigráfico.