Hoja Parroquial "Sarmiento" (Abril 2017)

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SARMIENTO ABRIL DE 2017

PARROQUIA NTRA. SRA DE C/ Real 30, CP 11600 Telf. 956460288 LA O parroquiaubrique@gmail.com www.parroquiaubrique.es UBRIQUE

La Pascua de Jesús, nuestra Pascua Durante el mes de Abril nos disponemos a celebrar la Pascua del Señor. Pascua es la celebración más importante de la Iglesia, en la cual se conmemora la Resurrección de Jesucristo al tercer día después de haber sido crucificado, según los evangelios canónicos. El término Pascua proviene del latín pascae, que a su vez proviene del griego πάσχα (pasjua), una adaptación del hebreo ‫( פסח‬pésaj), que significa "paso" o "salto". La Pascua forma parte de la Semana Santa cuando el Viernes Santo se celebra la crucifixión de Jesús, y en el Domingo de Pascua se celebra la Resurrección y su primera aparición a sus discípulos. Pero esta no solo comprende la Pasión, sino todo el acontecimiento de Jesucristo: Encarnación, vida, pasión, muerte y resurrección. Es el paso de Jesús por la historia humana, es su paso de la muerte a la vida. Por tanto vamos a celebrar a Jesús, recordando los acontecimientos fundamentales de su vida, los que dan sentido a todo lo demás. Debemos tener en cuenta dos claves para comprender este paso. La primera hace referencia al amor más grande, que Jesús pone en el que da la vida por sus amigos. Jesús entrega su vida de forma desinteresada y total. La otra clave es la vocación de eternidad del amor de Jesús. Dios no se ha encarnado ni ha pasado por la humanidad solo para un momento. Es una apuesta radical y amorosa que implica eternidad. La Pascua es la manifestación más evidente de ese amor. La hora de Jesús es la hora del amor más grande, de la entrega más inmensa. La resurrección es la victoria de ese amor tan grande que vence a la muerte y que abre la vida eterna para la humanidad. La vida de un cristiano está marcada por la Pascua desde el Bautismo. Este sacramento nos sella y Cristo pasa por nuestra vida derramando el amor más grande sobre nosotros y para siempre. Ser hijos de Dios es el fruto de la Pascua: compartimos la vida divina por gracia y esta vida es eterna. Un cristiano marcado por la Pascua debe ir conformando su vida a la enseñanza y actuar de Jesús, para que pase Cristo por su vida, para pasar por la historia como Jesús, para que su vida tenga el mismo desenlace. La gracia del Bautismo da todo lo necesario para ello. Recordar todos los años la Pascua de Jesús ayuda a dar fruto a esta gracia. Y así un cristiano va pasando por la historia de los demás como pasó Jesús: manifestando el amor más grande y eterno. ¡¡¡Feliz Pascua de Resurrección a todos!!!


RETIRO DE CUARESMA Para vivir una buena y fructuosa Cuaresma, tendremos un retiro en la Residencia de Ancianos el sábado 1 de Abril de 11-17 h. Habrá la posibilidad de confesarse y se concluirá con la Santa Misa.

Via+Crucis infantil El jueves 6 de Abril a las 17:30 h. tendrá lugar el Via+Crucis de los niños de la catequesis infantil en la Parroquia. A continuación se tendrá la procesión de los niños hasta el Convento. También pueden participar aquellos niños que aún no estén en la catequesis.

Procesiones de Semana Santa -Domingo de Ramos: Ntro. P. Jesús de la Paz en su entrada en Jerusalén. 17 h. Convento. -Miércoles Santo: Ntro. P. Jesús Cautivo. 22 h. Parroquia. -Jueves Santo: Ntro. P. Jesús Nazareno y María Stma. de la Estrella. 20:30 h. El Jesús. -Viernes Santo: Santo Entierro de Ntro. Señor Jesucristo y Ntra. Sra. de los Dolores. 19:30 h. El San Antonio y el Jesús.

UNCIÓN DE ENFERMOS El jueves 20 de Abril, a las 17 h. tendremos una Unción comunitaria de enfermos e impedidos en la Residencia de Ancianos con motivo del tiempo de Pascua. Todas las personas enfermas o mayores están convocadas a recibir este sacramento. Los enfermos que quieran asistir pero no tengan transporte pueden 2 avisarlo y se les recoge.


FECHAS A TENER EN CUENTA -1 de Abril: 21:30 h. Pregón de la Semana Santa en el Jesús. -4 de Abril: 16:30 h. Misa en el Calvario. -7 de Abril: Besamanos de la Virgen de los Dolores. 20 h. Misa en la Parroquia y traslado al Jesús. -17 de Abril: 20:30 h. Curso PreBautismal. -23 de Abril: 12 h. Bautizos de niños de la Catequesis. Parroquia. Horario de acogida de Cáritas Parroquial: Jueves de 17 a 19 h. Recogida de ropa: Lunes de 1718 h. (Sede de Cáritas).

SANTOS OFICIOS -Domingo de Ramos: La misa comienza a las 11:30 h. con la bendición de las palmas y los ramos de olivo en el patio del San Antonio y procesión de palmas hasta la Parroquia donde se continúa la liturgia. -Jueves Santo: 18 h. Misa de la Institución de la Eucaristía. Turnos de vela en el monumento. (Apuntarse en sacristía). -Viernes Santo: 18 h. Celebración de la Pasión del Señor y adoración de la Cruz. -Sabado Santo: 22:30 h. Solemne Vigilia Pascual. -Domingo de Pascua: 12 h. Solemne Misa de Pascua de 3 Resurrección.


LAS BIENAVENTURANZAS Cuenta el Evangelio que una mañana Jesús subió una colina situada cerca del lago de Galilea. Caminaba solo, pero a pocos metros le seguía una multitud de personas. Le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán. Ellos, como nosotros veintiún siglos más tarde, buscaban en el Señor a alguien que les orientase, que les ayudase a volar alto, a superar sus miserias y colmar sus deseos. Viendo la multitud, subió al monte y sentándose, vinieron a él sus discípulos. En lo alto de algunos montes, el Señor realiza acciones importantes: elige a los Apóstoles, se transfigura, revela las bienaventuranzas, muere en una cruz, asciende al Cielo... Subir hasta arriba le costaría esfuerzo, pero en las cimas el Señor nos muestra mejor su intimidad con Dios Padre. También a nosotros puede costarnos esfuerzo pararnos a meditar, sacar unos minutos de nuestro día para hablar con Dios, apagar el teléfono y buscar la soledad. Pero una vez lograda la calma interior –con empeño–, nos elevaremos por encima del ajetreo diario, y –como desde lo alto de una montaña– podremos ver más lejos, más profundamente. En efecto, necesitamos la soledad, porque Dios habla en voz baja. Bien saben los enamorados que las frases más importantes se dicen así, para que lleguen al corazón. Sentándose, vinieron a él sus discípulos. El Señor se sentó en el suelo y la gente le imitó. Cuando un maestro de la ley judía se sentaba, quería indicar que estaba a punto de enseñar algo muy importante. Sus discípulos más cercanos,a quienes poco tiempo antes había elegido llamándolos por su nombre propio,se aproximaron para no perder ni una palabra de sus enseñanzas. Aunque el Señor tendría una voz fuerte, sólo quienes le rodeaban podrían capturar cada gesto, cada sonrisa, cada entonación con las que Jesús llenaba su discurso. Tenemos la posibilidad de escuchar las bienaventuranzas con diferentes actitudes: desde lejos,oyéndolas sin más como las oirían quienes se sentaron entre los grupos más alejados, perdiendo quizá el hilo del discurso; o bien, aproximándonos al Maestro, escogiendo un lugar cercano, fijando sin distracciones nuestra mirada en Él, sentándonos entre los Apóstoles, para aprender junto a ellos algo nuevo. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados... En el silencio que reinaría en aquel monte, la voz del Señor fue desgranando las bienaventuranzas. Son el Plan de Jesús para nosotros. Sabemos que contienen el secreto de esa felicidad que no logramos apagar con las satisfacciones diarias. Ellas serán la guía de nuestra oración y procuraremos aplicarlas a nuestra vida ordinaria para obtener respuestas capaces de dar sentido a todo lo que hacemos. Sólo de ese modo, dentro de muchos años, podremos sonreír cuando, al encontrarnos cara a cara con el Señor, Él nos pregunte: «Y tú, ¿has sido feliz?». El panorama desde lo alto de aquel pequeño monte debía de ser sobrecogedor. Cientos de personas habían acudido a la Galilea porque querían conocer a ese nuevo profeta del que tanto se hablaba y que, al parecer, predicaba maravillas. El Señor las vería aproximarse poco a poco por la colina y, al fin, cuando se hizo el silencio, inició a hablar con voz potente: «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos». ¿Los pobres? Entre quienes le escuchaban, muchos eran pobres de verdad; habían acudido allí porque sufrían la pobreza y bien sabían que no es algo deseable: Dios quiere que tengamos cosas buenas para comer, un lugar digno para vivir y que gocemos de las comodidades necesarias. Sin embargo, el Señor nos descubre que hay un tipo de pobreza que vale la pena buscar. La “pobreza de espíritu” parece ser una condición necesaria para que las otras bienaventuranzas puedan hacerse realidad. Por eso, no es casualidad que el Señor la proponga al inicio de su discurso, antes que todas las demás, para que sirva de base firme sobre la que construir 4 una vida grande y hermosa. Pero, ¿qué es exactamente ser pobres en espíritu?


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