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VIAJAR LIVIANO, TRANSITAR INTENSO Y DE CADA LUGAR GUARDAR ALGO
No importa si es un viaje de placer, en donde buscarás conocer algún lugar diferente, conectarte con la naturaleza, descansar y ¨desenchufarte¨ de la rutina cotidiana, o un viaje de trabajo en donde planificaste tener el tiempo justo para llegar a destino, realizar tus reuniones y luego volver lo más rápido posible para no ¨perder¨ más tiempo.
Estos son, de una manera muy reduccionista y simple los modelos mentales habituales en los que viajamos. Si ampliamos nuestro nivel de conciencia nos damos cuenta de que vivimos embarcados en un viaje llamado vida con el cual muchas veces estamos totalmente desconectados y viajando en un modo ¨piloto automático¨ que nos aleja cada vez más de quienes realmente somos haciéndonos vivir en modo de supervivencia.
Coincide que mientras estoy escribiendo este artículo acabo de llegar de un viaje por España
En una de mis caminatas sin rumbo por Madrid entré a un negocio llamado ¨Natural¨ y me encuentro con un cartel al ingresar que dice:
Por DIEGO BENENZON
Me pareció genial, me hizo sentir bienvenido, sentía que me estaban dando el permiso para ser yo y proponiéndome sacarme todo tipo de mochila, todo tipo de armadura.
Fue una invitación a caminar libremente por el local y conectarme con lo que realmente tenía que ver conmigo y no con lo que ¨correspondería¨ ver o comprar Los contextos influyen y condicionan, nuestras sensaciones y emociones, pero todos tenemos el poder de ser creadores de nuestra propia experiencia independientemente de donde estemos. La experiencia es la gran brújula con la que necesitamos conectar para reconocer cual es el camino. La experiencia, a diferencia de la mente, nunca nos engaña, solo conectándonos con nuestra real experiencia interior podremos conseguir viajar más liviano, transitar intenso y estar más en paz y libertad.
Volviendo al cartel y ampliando nuestra perspectiva podemos también, trasladar este concepto a las organizaciones ya sean una empresa corporativa, una escuela, un comercio o inclusive a una familia. Imagínense que al ¨entrar¨ ya sea en su puerta, o en el proceso de inducción, o de bienvenida la premisa sea la misma. ¨Aquí eres libre de ser más tu y menos los demás¨ y no solo eso, sino que juntos vamos a trabajar para que así sea.
¿Cómo no sentirse más cómodo y a gusto trabajando, estudiando o viviendo en un lugar así?
¿Cómo no sentir la libertad de expresar todo lo que uno siente y piensa?
Claro que mi hipótesis es por ahora bastante inusual y muy diferente a lo que ocurre habitualmente cuando uno ingresa a cualquier organización y tiene que estar preocupado y ocupado por ¨cumplir¨ con lo que se supone que la organización prefiere y exige, con lo que mi jefe/a, mi maestro/a o mis padres quieren y demandan.
Por tal motivo vemos a miles de personas sufriendo los mismos dolores, hablando de forma similar, vistiendo el mismo estilo de ropa, inclusive nos damos cuenta de que los pensamientos también empiezan a ser los mismos. ¡Que potencial desperdiciado!
El modelo actual de liderazgo de la mayoría de esas organizaciones es un modelo en donde hay 1 líder y 1000 seguidores que esperan las indicaciones para saber que hay que hacer Imagínense tener la posibilidad de liberar el potencial de todos, no importa el nivel de la estructura en donde se encuentren y que en lugar de ese modelo de 1+1000 tengamos una organización con 1001 líderes y que puedan todos transformarse en ¨cazadores de ineficiencias¨, que puedan todos convertirse en fuente de inspiración, de innovación y de creación.
En principio cuando uno ve los datos actuales de rotación promedio en las empresas de Latinoamérica, el tiempo de permanencia de las nuevas generaciones en sus respectivos trabajos es mucho más corto que hace unos años y esto, desde mi perspectiva es un excelente síntoma, ya que es una generación que no está dispuesta a ¨sacrificarse¨ perdiendo su identidad estando en un lugar que no le permita expresar y liberar todo su potencial a cambio de nada o simplemente de un salario. Es una generación que quiere salir de modelo tradicional en el que estuvimos mucho tiempo sin quejarnos y aceptándolo como una garantía de ¨ ilusoria y lujosa¨ subsistencia.
Es una generación que nos interpela y nos invita a cambiar modelos organizacionales ya perimidos.
Podríamos dar miles de ejemplos, pero uno que me parece muy claro es el que se extiende desde hace tiempo a esta parte y defiende e imprime el lema work & life balance.
Ya mismo lo desglosamos, pero antes solo advierto que me gusta pensarlo como un homólogo de “no te olvides de respirar”.
Básicamente y siguiendo una traducción literal diremos que se trata del equilibrio entre el tiempo y los recursos dedicados al trabajo remunerado, por un lado, y el tiempo y los recursos dedicados a todo lo demás, por el otro.
Esto es el significado de la idea, ¿pero en qué se materializa concretamente?
Pues en programas, beneficios, capacitaciones o acciones - y aquí viene lo mejor - que las empresas despliegan para sus empleados como recordatorio de la compañía para que en el marco del trabajo no se olviden de vivir Se trata de un concepto que sin más desintegra a las personas entre el ser y el hacer, y aunque bajo intenciones positivas se ofrece como una alternancia que implica que al trabajar no se vive o al vivir no se debería trabajar Vivimos en una sociedad del cansancio, como sentencia firme Byung-Chul Han (2012). Pero es un cansancio inédito, un cansancio que ya no es resultado solo de un individuo exigido a dar más de lo posible “el burnout es la consecuencia patológica de una auto explotación voluntaria”.
La presión construida, claro, con parámetros externos, aunque absorbidos con voluntad e incluso entusiasmo, nos lleva a la desconexión cada más más profunda de nuestros verdaderos horizontes, de nuestros verdaderos deseos, de nuestra real life. “Estoy cansando”, “estoy muerto”, “estoy quemado” … metáforas que deberían ponernos en alerta.
La partición work & life quedará claro a esta altura que la clave no es el balance sino el cuestionamiento en profundidad del binarismo.
La distancia entre trabajar y vivir supone la distancia entre hacer y ser. Y ahí está la clave de todo: bajo esta idea, cuando hacemos no somos, nos desconectamos de nuestra identidad y comenzamos a mendigar retribuciones que den sentido al existir.
El work & life balance convive y pulula en los pasillos de las organizaciones con otro paradigma que sigue la misma línea de pensamiento:
El de los planes de ¨retención¨ de un empleado como objetivo organizacional. Sin duda la muestra más clara que la gente no está eligiendo libremente estar donde está por motus propio, sino que debemos retenerla para que se quede.
El foco no está en el bienestar y en el engagement sino en la retención con promesas a futuro. (Dinero, stocks, promociones, capacitaciones, etc.)
Me gusta pensar la metáfora de los programas de retención, como la de una habitación (Empresas) en la cual estamos todos adentro, nos cierran la puerta con llave y se llevan esa llave hasta que se cumpla el plazo determinado. Hay otro modelo posible, desde una cultura diferente que busca generar compromiso, estamos en la misma habitación, pero con la puerta abierta, no hay llave, la gente elije quedarse o irse libremente cuando lo determine. Dependiendo de la perspectiva de pensamiento en la que se base el área de RR.HH. de una empresa su trabajo será completamente diferente, o creando procesos/herramientas para que a la gente se le dificulte salir o procesos que contribuyan con el bienestar y que la gente elija quedarse. Siempre he dicho que lo peor que le puede pasar a una compañía no es que la gente renuncie y se vaya, sino que la gente renuncie y se quede… Hoy hay miles de personas que han renunciado a su trabajo, a sus tareas pero que, por distintas razones, (ya sea por miedo, costumbre, planes de retención, etc.) no se animan a cambiar
Y de la misma manera lo peor que nos puede pasar como seres humanos es levantarnos todas las mañanas para ir a un lugar al cual hemos ¨renunciado¨ psicológica y espiritualmente. Es triste ver tanta gente que sufre su día a día y más triste es aún ver gente que ya ni es consciente de su sufrimiento
Es una locura en el nivel de conciencia en el que estamos ¨viviendo¨, que la normalidad sea el infierno no es entendible. Por ejemplo, ya es ¨natural¨ y aceptado estar estresado, entre otras cosas por el modelo de trabajo que tenemos.
El stress es absolutamente mortal es adictivo, no debemos permitirnos aceptar vivir con stress permanente.
Por tal motivo es tan importante el trabajo que las organizaciones hagan con su cultura. Las transformaciones culturales son la clave para la sustentabilidad de las empresas hoy en día, o modifican su manera de ¨ser¨ o no habrá gente que quiera trabajar en ellas.
¿Como se explica que las compañías permitan que este modelo cultural tan dañino sea el que prevalezca cuando lo único que hace es disminuir el potencial organizacional?
La respuesta es simplemente por su bajo nivel de conciencia, porque están dormidas.
Nadie está mal a propósito, sino porque no tiene la posibilidad de ¨ver¨ y ser consciente de su situación y de encontrar la salida que le permita experimentar otro modelo diferente.
Ampliando el nivel de conciencia podemos salir de esta trampa y crear organizaciones más sanas, más evolucionadas, organizaciones exponenciales que no solo liberen el potencial de su gente, sino con ello generar mayores y mejores resultados, para la compañía, pero también para su gente y el mundo en general.
Y volviendo a lo personal
¨Cuando la experiencia es insatisfactoria los resultados son necesarios¨
La riqueza debe empezar con tu experiencia actual y no en función de los resultados que obtengas en el futuro.
Uno de los problemas más grandes que tiene el ser humano y que seguramente es la fuente principal de Stress es no estar nunca ¨presente¨ de cuerpo y alma en el momento actual.
Estamos en una reunión presentes físicamente, pero pensando en lo que no hice todavía o en lo que tengo que hacer a la tarde.
Estoy en una reunión virtual por zoom/meet o Teams, pero al mismo tiempo estoy chateando por WhatsApp, leyendo algún mail o mirando las noticias.
Es tremendo la ansiedad y stress que este modelo genera. Quizás por eso podemos también definir al STRESS como Es tres… Pasado, Presente y Futuro todos al mismo tiempo.
Si pudiéramos sintetizar la enseñanza Zen más elevada sería:
¨Cuando como como, cuando camino camino…¨
¿Habrá llegado el tiempo de darnos cuenta lo hermoso de este viaje y dejar de estar focalizados en cuando lleguemos a nuestro destino final o a ese futuro que nos permitirá estar mejor de lo que estamos ahora?
Cuando el adónde vas es más importante que el adonde estás es un síntoma de que te has extraviado… Pongamos el foco siempre en nuestra sensación ahora. Él ahora es lo único que tenemos, el resto son espejismos a los que nunca llegaremos. El ejemplo más claro y que todos conocemos es el espejismo del agua en la ruta. Tengo sed ahora, pero no te preocupes porque cuando llegues a la imagen del agua ahí vas a poder tomar agua, (esa es la ilusión) pero ese ¨charco¨ nunca llegará y con eso seguirás con SED siempre. Esto es lo que sucede también en todos los ámbitos de nuestras vidas. ¨Jamás podremos beber agua de nuestros espejismos¨ Esperar que termine algo (por ejemplo, la vida laboral en relación de dependencia, o este mismo viaje en el cual estás leyendo el artículo) como el momento que obtendremos la libertad y la felicidad habla de que hoy no estamos plenos y dependemos de eso para serlo.
Ese es el espejismo con el que vivimos porque cuando llegue ese momento tampoco lo estaremos. Deberíamos poder liberarnos de cualquier siguiente.
Té invito entonces ahora a que puedas relajarte, conectarte y disfrutar de este viaje, dándole espacio a la supervivencia y transformándola en una Super – vivencia de la cual no quieras salir
Feliz viaje.
Lic. Diego Benenzon
Licenciado en Psicología con experiencia de +25 años como ejecutivo en posiciones de alta responsabilidad tanto local como regional en compañías multinacionales en temas de Gente, organización, Consultoría y Coaching. Es consultor internacional en transformaciones organizacionales e individuales, coach, speaker, board member y emprendedor
Se desempeñó como vicepresidente de Recursos Humanos para Latinoamérica y el Caribe de Arcos Dorados McDonald's, liderando la gestión del capital humano para los 20 países de América Latina sobre los que opera la empresa, con más de 90.000 empleados en toda la región.