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Cuando Punto Fijo nació del amor

Corría el año 1924, cuando la compañía petrolera Venezuela Gulf Company arribaba a nuestra costa para construir un muelle, que sirviera para el trasbordo del recientemente aparecido oro negro, lo cual transformaría radicalmente la vida de la península, en términos de plenar con más vida a un territorio desértico, que apenas contenía las casas de Tertuliano Naveda y Juana Acosta. Todo ello recibía el nombre de Cerro Arriba, hasta que el mismo se modificó al construir Pedro Yagua su casa escoltada por los abrojos y dentro de ella haberse encontrado Leocadia Pulgar, mujer que atrajo la admiración de Rafael González Estaba, uno de los trabajadores mejor cotizados de la nombrada empresa, a quien cuando no se le encontraba en su sitio común de reuniones con sus amigos, entre juegos de dominó, decían “búsquenlo en su punto fijo”.
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Rafael y Leocadia convinieron en unirse, por lo cual hemos sostenido, con reiterada frecuencia que Punto Fijo nació del amor. De ese amor que tuvo que esperar para su crecimiento, que la Gulfse convirtiera en Mene Grande Oil Company, para tomar fuerza urbana y demográfica, hasta convertirse en capital del actual Municipio Carirubana.