PSOE el cambio necesario

24/10/2012 El PSOE ha cambiado su orientación política en varias ocasiones a lo largo de sus 133 años de historia, el último y significativo cambio lo vivió en su XIII Congreso de Suresnes (Francia 1974)

En aquella ocasión se vivió la "renovación" de la cúpula dirigente y el cambio del lenguaje desfasado, por una actualización y puesta al día acorde con el ritmo marcado por el PCE que encabezaba la vanguardia de la lucha por las libertades democráticas en la España franquista. Rodó entonces la cabeza de Rodolfo Llopis a manos de un grupo de jóvenes capitaneados por Felipe González y arropados por Nicolás Redondo, todos ellos apadrinados por la "troika"

socialdemócrata europea (franco-alemana) de la época, en él accedió a la Secretaría General Felipe González, de la mano de Willy Brandt y Mitterrand. El PSOE de entonces se propuso romper la hegemonía del PCE, arropado por una pléyade de Partidos: Socialistas, Comunistas y Nacionalistas y de diversa índole, a los que cobijaba el paraguas de la Convergencia Democrática. Las propuestas de la Convergencia Democrática no solo no incluían a la monarquía en sus presupuestos, sino que reclamaban una República Federal y el Derecho de Autodeterminación de los pueblos de España, Más nuevo que no se incluían en la Junta Democrática . Pero esta estrategia, sólo tenía por finalidad crecer al margen del PCE como fuerza hegemónica de la Ruptura Democrática y ganar posiciones a la hora de negociar con el franquismo monárquico, como quedó demostrado en la fusión de ambos frentes un año después al dar paso a la Coordinadora Democrática, que se disolvería después de los Pactos de la Moncloa que darían inicio al proceso constituyente del actual periodo democrático en España.

Europa y España necesitan una renovada socialdemocracia

La actual situación de crisis económica y política tiene que llevar a cabo necesariamente una reflexión profunda y como

consecuencia de ella a un cambio importante en la línea política de la socialdemocracia europea y española. La sociedad se ve abocada a profundos cambios, derivados de los recortes económicos y una pérdida progresiva de las conquistas sociales logradas durante los decenios anteriores, que en buena parte se consolidaron durante los gobiernos de la socialdemocracia. Si la socialdemocracia no es capaz de recuperar estas conquistas, surgirán movimientos de base cada vez más radicales y decididos a no perder lo que tanto ha costado a las generaciones pasadas ya alcanzar todo aquello que se ha ido perdiendo por el camino. Hoy está en la calle la reivindicación de una Democracia Real y participativa, pero también de la República y el derecho a la autodeterminación. A todo ello debe dar respuesta la socialdemocracia, so pena de una escisión inminente o el surgimiento de nuevos movimientos y partidos a su izquierda.