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México: Sin maestros no hay enseñanza

19/10/2012 Decíamos ayer, que México no ha logrado desarrollar una campaña de alfabetización que logre sacar al país de las profundidades del tercermundismo y ello se debe en buena medida a la corrupción imperante, a la que no es ajeno el gremio de los trabajadores de la educación

De la mano del PRI y con su beneplácito se ha construido uno de los sindicatos más poderosos y numeroso de toda América Latina, un nido de víboras corruptas que en vez de dedicar su trabajo a mejorar la enseñanza pública se han dedicado a mejora y afianzar sus privilegios como funcionarios del Estado, hasta el extremo de crear desde su sindicato un partido político propio capaz de negociar los votos de sus afiliados,

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convirtiendo al gremio en un grupo de presión al servicio de sus dirigentes. El último capítulo de su despliegue de Poder lo ha escenificado en la llamada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), una suerte de acuerdo por el cual el SNTE recibe ingentes recursos del Estado, es decir dinero del pueblo soberano, para financiarse y repartir prebendas entre sus afiliados, bajo la escusa de una supuesta mejora de la enseñanza. La Alianza por la Calidad de la Educación se suscribió en el año 2008 entre la Secretaría de Educación pública y el corrupto Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuya líder vitalicia es la no menos corrupta Elba Esther Gordillo. Según el estudio Metas (2011), desarrollado por la asociación civil Mexicanos Primero, de cada 100 estudiantes que entran a la escuela primaria, 60 logran un lugar en la educación secundaria; de tal forma que para el segundo grado de secundaria, más de un cuarto de los adolescentes mexicanos están fuera del sistema educativo, es decir una situación similar a la de hace cinco años, según estadísticas del Gobierno mexicano, todo ello a pesar del famoso plan. Es decir que las condiciones de la enseñanza no han variado ni en términos relativos ni en términos absolutos, pero sí se han dilapidado millones que podrían haberse dedicado a planes de

alfabetización y escolarización, incorporando a jóvenes egresados de las escuelas de magisterio, por decir algo. El gremialismo mal entendido, la corrupción, el oportunismo y la absoluta falta de honestidad siguen haciendo estragos en la sociedad mexicana. El Estado no le exige a los educadores, que son funcionarios públicos, que mejoren su nivel y la calidad de la enseñanza, el Estado les estimula, promueve, recompensa y mejora sus condiciones para que enseñen más a gusto y mejor, pero los resultados no se ven por ningún lado. Eso sí la líder vitalicia es decisiva a la hora de elegir al presidente de la República. Increíble pero cierto, así es México. Hoy se inicia el VI Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, en un hotel de lujo y a todo trapo, para reafirmar a su líder vitalicia y hacer una demostración de fuerza al nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, al que le pasarán factura por el apoyo decisivo del SNTE, los favores se pagan… con dinero de los ciudadanos, por supuesto.