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La punta del iceWert

13/10/2012 El pensamiento único, cuenta con aliados indeseables que de vez en cuando dejan entrever su pedigrí antidemocrático y poco republicano

El argumento utilizado para votar a la derecha siempre suele ser, que la derecha resuelve mejor la cuestión económica, en el caso de Alemania o del Reino Unido, sería admisible, cosa que dudo, pero en el caso de España, después de muchas promesas electorales incumplidas, y la demostración de que no son capaces de dar otra respuesta, que no sea acatar las órdenes de Merkel y del FMI, la argumentación se cae por los suelos. Toca por tanto echar la culpa a la mala gestión del anterior gobierno, a la mano negra o invisible que mueve los mercados, o la mala imagen que dan los catalanes con sus pretensiones independentistas.

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Estos serían argumentos de lo que el pensamiento único llama perfil bajo, es decir menudencias para la prensa y argumentos para borregos. Pero después están otro tipo de argumentos más sofisticados, como los empleados por los neoliberales, que están cargados de trasfondo ideológico y de retórica académica. En esta línea se sitúa Garcia-Margallo cuando mezcla conciencia de clase, marxismo, nazismo y nacionalismo, elaborando un peligroso cóctel, capaz de destrozar el estómago del más agradecido militante del pensamiento único. Desde la delegación del gobierno de Madrid, se ha querido hacer ver a macha martillo, que los manifestantes del 25-S eran equiparables a terroristas y merecían un trato de excepción, al ser enviados a la Audiencia Nacional (Tribunal reservado para delitos de Terrorismo, entre otras excepciones), trasladando al país, 35 años atrás y dando a la Audiencia Nacional la función que entonces tenían los temidos TOP (Tribunales de Orden Público) de la dictadura franquista.

La derecha quiere mantener su electorado a toda costa

La intervención del Ignacio Wert, es parte de esa estrategia de armar ideológicamente a la derecha, incapaz de dar respuestas a una situación política convulsa, creada a raíz de las manifestaciones independentistas catalanas.

Si a esto sumamos algunas de las nuevas teorías emanadas de la ya famosa teoría neoliberal de las "minorías extractivas" estamos acudiendo a una ofensiva en toda regla para justificar que el caos se ha instalado en la sociedad y sólo un gobierno firme y fuerte puede hacerse cargo del asunto. A lo cual acude Alberto Ruiz Gallardón, una vez desnudo de su disfraz de cara buena de la derecha, endureciendo de forma injustificable el Código Penal, en un país de baja delincuencia, con el único fin de dar carnaza a sus votantes y marear la perdiz mientras más de 500 familias pierden sus casas cada día, en ejecuciones de hipotecas impagadas, para pasar a engordar el Banco Malo, de los banqueros a los que van a rescatar el resto de los europeos, entre ellos los catalanes españoles y los españoles madrileños. Eso sí, Gallardón no ha presentado una proposición de Ley, para llevar a la cárcel a los directivos de las entidades bancarias responsables de la mala gestión de Cajas y Bancos, para los que ahora su gobierno pide el rescate.