Tercera victoria de Hugo Chávez

08/10/2012 Con una participación ejemplar de más del 80% del electorado, Venezuela vivió una fiesta electoral, en un proceso electoral impecable, que cuenta con los mecanismos más que suficientes para evitar el fraude electoral

Para quienes desconozcan el sistema electoral venezolano, bueno sería que visitaran la página web del CNE y comprobaran que es casi imposible hacer trampas, doble control de identificación, doble sistema de votación (electrónico y manual), marca indeleble del dedo del votante y escrutinio público de los votos, convierten al sistema de voto venezolano en uno de los más serios del planeta, (no se admiten tonterías ni sandeces al respecto), quien diga lo contrario miente.

Con una participación superior al 80% una de las más altas de la historia de Venezuela, Hugo Chávez ha obtenido 10 puntos más que Capriles, con lo cual no cabe duda sobre su triunfo. Chávez recibe un millón y medio de votos por encima de Capriles, lo cual sitúa a Capriles como claro interlocutor de la oposición venezolana y su líder indiscutible, lo cual clarifica también el panorama de la oposición a Hugo Chávez.

La democracia funciona en Venezuela y goza de buena salud

Capriles tiene por delante un intenso trabajo a la hora de restablecer el diálogo entre el gobierno y la oposición, dejando al margen las descalificaciones. La consulta democrática, no ofrece dudas el pueblo de Venezuela está con Hugo Chávez, consolidándolo como su líder, un caudillo llanero a caballo, con una manguera de petróleo en una mano y la biblia en la otra, repartiendo sermones y petróleo a izquierda y derecha, al galope de su caballo desbocado camino de convertirse en el presidente de Venezuela de más largo período de mandato. No puedo terminar esta entrada sin hacer alusión al papel jugado por la prensa española, curiosamente capitaneada por El País, desde la que se desató una campaña descarada de apoyo a Capriles, y descalificación a Hugo Chávez, al más puro estilo de las dictaduras de Derechas y dejando al descubierto

una vez más que la prensa obedece a la voz de sus amos capitalistas.