Indignados 29S y salidas a la crisis

30/09/2012 La democracia, nace por la existencia de distintos bandos sociales, en liza por la dirección de lo que les es común, en nuestro caso el Estado, que es sostenido por todos los ciudadanos

Los partidos políticos, son la concreción de la voluntad común de un amplio grupo de ciudadanos, que decide exponer y defender de forma colectiva sus ideas, a fin de alcanzar el Poder político y llevarlas a la práctica (mediante la aplicación de su programa de gobierno). El 15M y sus movilizaciones, nacen de la desconfianza de los partidos políticos, cierto que son una minoría, cierto que no se consideran ciudadanos sumisos, parece cierto que no son la clase obrera, a juzgar por los gritos de unidad, unidad, cuando un grupo coreaba, aquí está la clase obrera, pero también es

cierto que son ciudadanos que no se sienten representados por el arco político existente. Pero sus propuestas, al menos la mayoría de ellas, pueden ser asumidas por los partidos existentes a pesar de que resultan diluidas en medio de la vaguedad de consignas que corean los congregados. Los medios de comunicación dan distintas versiones de lo que se grita y de lo lleva a los ciudadanos hasta la manifestación, una especie de exorcismo contra todo lo que no gusta, sin quedar nada claro cuál es la reivindicación principal, aunque se achaque a la crisis como causa última de todos los males. La gimnasia de manifestar descontento, es buena, legítima y necesaria para la buena salud de la democracia, pero como todo ejercicio puede producir cansancio. Pero por otra parte, la protesta y el desacuerdo como sistema pueden terminar ahogando al 15M, si no hay un conjunto de propuestas alternativas que supongan una salida o un alivio a la crisis.

La crisis catalana, está más de lo mismo

La crisis no la produce la corrupción política, la corrupción política es una de las consecuencias de la mala administración de la cosa pública, que se produce cuando hay abundancia, aquí y en Sebastopol.

La crisis la ha generado el sistema capitalista, gracias a la excesiva permisividad y descontrol de los mercados. La culpa no la tiene la policía, la culpa la tiene quien detenta su mando, quien da la orden de intervenir, sabotear, infiltrar o provocar. El 15M debería tener más claro lo que reclama y hacérselo saber al mundo, de no ser así terminará convirtiéndose en un grupo de protesta por todo que sirve para todos, tanto para los de derechas como para los de izquierdas… el sindicato de cabreados. Conviene no confundir el bosque con los árboles.