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Argentina Tras una fuerte caída durante el año en curso, está previsto que el PIB crezca un 3,7% en 2021. La acentuación de los desequilibrios macroeconómicos y las prolongadas medidas de confinamiento lastran la demanda interna y limitan el ritmo de recuperación, pese a una acertada reestructuración de la deuda pública con acreedores privados. El empleo ha registrado un fuerte descenso. El financiamiento monetario del elevado déficit fiscal aumenta la presión sobre la inflación y la brecha entre la tasa de cambio oficial y la paralela. El levantamiento gradual de las medidas de confinamiento permitirá un leve repunte del consumo privado, pero la inversión se mantendrá débil hasta que se resuelvan los desequilibrios. Se han adoptado medidas fuertes y oportunas para contener la pandemia y facilitar ayudas a hogares y empresas, pero estas actuaciones han venido a incrementar el déficit fiscal, ya de por sí elevado. Para reducir los desequilibrios macroeconómicos, se necesitarán políticas fiscales prudentes y cambios en las políticas monetaria y cambiaria. Mejorar la eficiencia del gasto público y de la recaudación, mediante una revisión de los regímenes especiales, las exenciones fiscales y las escapatorias del sistema tributario, ofrece amplias posibilidades de mejorar la posición fiscal. Es fundamental aumentar las transferencias monetarias condicionadas para reducir la pobreza y mantener los ingresos, inclusive los de los trabajadores del mercado informal. Las medidas de confinamiento han sido relejadas en el Gran Buenos Aires Pese al largo confinamiento impuesto desde el 20 de marzo, los contagios y fallecimientos diarios siguen elevados, en particular en barrios urbanos de bajos ingresos. En la mayoría de las provincias situadas fuera de la capital, a finales de abril se sustituyó el confinamiento por medidas de distanciamiento físico, hasta que el aumento del número de casos en los núcleos urbanos provinciales en el mes de agosto provocó un nuevo endurecimiento de las medidas. A finales de octubre, los contagios diarios bajaron en el área del Gran Buenos Aires y las medidas de confinamiento fueron relajadas. Las medidas de contención impuestas a nivel nacional han sido reemplazadas por restricciones específicas para cada región, mientras que las reaperturas de las escuelas se considerarán caso-por-caso.
Las estrictas y prolongadas medidas de confinamiento han dejado secuelas El largo confinamiento ha afectado el turismo, el ocio, la salud, los servicios sociales y personales, todos ellos sectores intensivos en mano de obra. El empleo ha caído bruscamente, en particular entre los trabajadores del mercado informal y con menor cualificación. Eso pesa sobre los ingresos de los hogares y sobre el consumo privado, a pesar de algunas mejoras recientes, inclusive con respecto a bienes durables. La reapertura limitada de la economía a partir de finales de abril posibilitó una recuperación del sector manufacturero y la construcción. El, se han visto especialmente afectados por el largo confinamiento. El pasado mes de septiembre, Argentina reestructuró acertadamente su deuda pública bajo legislación extranjera y local, e inició conversaciones con los acreedores multilaterales, aunque la confianza de los inversores y el acceso a los mercados de capitales siguen limitados debido a los importantes desequilibrios macroeconómicos. La inflación comenzó a subir en agosto, pese a la escasa demanda interna, y el diferencial entre la tasa de cambio oficial y la paralela sobrepasó el 100% a
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