• POR POR JOVANA STOKIC/RAPHAEL CASTORIANO/COTA COHEN
UN PERFORMANCE DE KREEMART, EN LA RETROSPECTIVA DE MARINA ABRAMOVIC EN EL MOMA, PUSO A TODOS LOS PRESENTES A REÍR Y DISFRUTAR DEL ARTE
Una retrospectiva singular, en el Museo de Arte Moderno en Nueva York, traza la prolífica carrera de Marina Abramovic, artista nacida en Yugoslavia en 1946. Allí nos muestra, aproximadamente, cincuenta trabajos que abarcan más de cuatro décadas de sus primeras intervenciones, piezas de sonido, trabajos de video, instalaciones, fotografías, performances individuales y performances en colaboración con Ulay (Uwe Laysiepen). Como una iniciativa para transmitir la presencia de la artista y hacer que sus históricos performances fueran accesibles a un mayor número de personas, la exhibición incluyó las primeras reperformances en vivo de los trabajos de Abramovic ejecutadas por otras personas en un museo. Además, un nuevo trabajo original de Abramovic marcó el récord de tiempo más largo durante el cual la artista ha ejecutado una sola pieza de performance: 716 horas entre el 14 de marzo y el 31 de mayo. Todos los performances, uno de los cuales involucró la participación de la audiencia, se llevaron a cabo durante el tiempo completo que duró la exhibición, comenzando antes de que el museo abriera cada día y con-
tinuando hasta después de la hora de cierre, para así permitir a los visitantes experimentar lo eterno de los trabajos. Para la ocasión del finissage, Abramovic fue agasajada en el MOMA por la casa de modas Givenchy. Kreemart, una empresa creativa que ofrece oportunidades para que los artistas exploren los postres como medio artístico, trabajó con la artista en la elaboración de un recuerdo especial: una edición limitada de 460 labios de Marina Abraovic, hechos con el más fino chocolate negro con oro comestible de 24 quilates, diseñados por la artista junto al chef Guido Mogni de Sant Ambroeus. Los visitantes que llegaron al MOMA incluyeron lumbreras como el filósofo Arthur Danto, la presidenta del museo Marie-Josée Kravis y su esposo, el financiero Henry Kravis; la presidenta del MOMA P.S.1, Agnes Gund y el director del MOMA P.S.1, Klaus Biesenbach, curador de la exhibición de Abramovic. Luego de beber champaña y degustar los pasapalos, los invitados se dirigieron a la mezzanina a disfrutar de la cena y los postres organizados por Kreemart, quien había decorado un número limi-
Fabiola Beracasa y Andre Balasz
Abramovic convirtió el acto de comer postre, en un elemento de placer
122 Ocean Drive Fabiola Beracasa