21 gramos de norte (ESP)

Page 1

21 gramos de norte Historia de Stephan Schärli Ilustración de Maria Zemp Kurmnann


Agradezco de todo corazón a mi tierra natal en la región de Napf y a Svalbard, el hermoso ­archipiélago del Ártico. Pero también a todas las personas y energías maravillosas que han contribuido a dar forma al libro con su presencia y su gran inspiración.

2023 © Stephan Schärli, 6125 Menzberg Historia: Stephan Schärli www.stephanschaerli.ch Ilustraciones: Maria Zemp-Kurmann, Willisau stern.zemp@bluewin.ch Traducción: Ana-Rosa López-Villegas, lic.rer.reg. Imprimir: SWS Medien AG Primedia, 6130 Willisau www.swsmedien.ch


21 gramos de norte

Cuando un alma abandona el cuerpo, se dice que éste se vuelve 21 gramos más ligero.



En todo el universo se sabe que hay un planeta

en la galaxia, en la Vía Láctea. Esta es la galaxia donde todo comenzó. Este planeta se llama Tierra y está habitado por muchos seres vivos. Aquellos que se pueden ver y los que no se pueden ver. Pero si una persona no se ha olvidado de su propio origen, entonces puede hablar con estos seres y sentirlos.


Se cuenta que es muy difícil obtener una vida en la

Tierra. Se dice que alcanzar la vida terrenal es un gran logro. Las almas antiguas afirman que hay miles de almas alrededor de nuestro planeta que observan lo que hacemos, y son las almas más fuertes y extraordinarias las que tienen el privilegio de vivir en este planeta. Es un regalo maravilloso para cada alma tener la oportunidad de aprender en este planeta Tierra. En la antigua mitología griega, Hermes Trismegisto dijo que cuando alguien va a la tierra, se le permite aprender lo que son las polaridades. Tenemos que saber lo que siente al estar tristes, entonces también sabremos lo que se siente al ser feliz.


Todo lo que alguna vez supimos o aprendimos en

este gran Todo, lo olvidamos al entrar en este planeta. Sólo tú puedes decidir lo que quieres aprender en esta vida. Sólo tú puedes hacerlo todo, sin estar cargado de conocimiento previo. Sólo tú puedes decidir qué quieres ser, ya sea bueno o malo, servicial o completamente para ti mismo; es tu decisión. Todos los seres vivos que llegan a la Tierra están en este aprendizaje. Las plantas y los animales tienen ciertas pautas, pero el ser ­humano puede decidir por sí mismo y tiene la posibilidad de convertirse en todo y hacer todo lo que pueda imaginar y desear aprender.


Existe una maravillosa historia sobre un pequeño

ángel a quien el Creador le preguntó en la eternidad: ”¿Sabes qué eres?” ”Soy luz y amor”, dijo el pequeño ángel. ”Sí”, dijo Dios, ”eso es verdad”. El pequeño ángel repuso: ”Pero quiero saber qué más hay”. Dios suspiró y respondió: ”Si realmente lo deseas, ... entonces que así sea”.


El mejor amigo del pequeño ángel se acercó y le dijo:

”Voy contigo a la Tierra, allí puedes aprender todo lo que quieras ser. Pero antes de irnos, quiero que sepas que, si alguna vez te sientes muy triste o ­abrumado y no entiendes el mundo, nunca olvides que te ­quiero mucho y todo sucede sólo para que puedas tener ­experiencias. Si lo sabes, puedes comenzar a sonreír en tu corazón, porque sabes que se trata de las grandes vivencias que sólo tú puedes tener en el planeta Tierra, y te ayudaré porque te quiero mucho”.



”De acuerdo”, dijo el pequeño ángel, ”y ¿cómo

l­legamos a la Tierra?”, preguntó. ”Es muy fácil”, dijo el ángel grande. ”Hay dos formas. O cruzas el arco iris o a través de las luces del norte hacia la Tierra. La mayoría de las almas van por las luces del norte al planeta y regresan por el arco iris. Eso es lo que haremos ahora. ¿Estás listo?”


Ambos se tomaron de la mano y corrieron hacia el sol.

Justo antes de llegar a él, se detuvieron y esperaron la próxima tormenta solar. El sol les sonrió y dijo: ”¿Están listos? Los enviaré con el próximo calor a la Tierra, está a punto de comenzar”.


Con un fuerte viento fueron arrojados hacia la Tierra y cuando alcanzaron la atmósfera terrestre, sintieron calor y comenzaron a brillar. El alma antigua explicó: ”Todas las personas y seres vivos en el planeta ven el resplandor cuando llegamos y lo llaman luces del norte. Pero sólo las almas muy antiguas y sabias saben que así es como llegan las nuevas almas”.



Al pequeño ángel tuvo una sensación extraña

cuando aterrizaron en el planeta Tierra y le dijo a su amigo: ”Siento que peso mucho y que me tiran muy fuerte hacia el planeta”. Ambos estaban junto a una hermosa cascada mirando el paisaje blanco. Las personas llaman a este lugar Svalbard. Aquí llegan todas las nuevas almas y aprenden a lidiar con características como la gravedad, el frío y el calor antes de encarnarse como ser humano.



Un hermoso zorro blanco vio a los dos amigos

y dijo sonriendo: ”Ah, dos nuevos”. La pequeña alma preguntó asustada: ”¿Por qué puede vernos?” La antigua alma respondió: ”¿Sabes?, los animales y otros seres en este planeta, así como algunos humanos, ven más que los demás y pueden percibirnos, mirarnos. Y una cosa que te puedo decir como primera lección. Aquí en el Ártico, en el Polo Norte, no sólo hay zorros de nieve, sino también osos polares. Y los pingüinos sólo viven en el Polo Sur, eso lo desconocen muchos humanos”.



Las dos almas se sentaron en una hermosa cueva

de hielo, y la antigua alma le dijo a su joven amigo: ”Bueno, comencemos esta aventura”. ”Mira”, dijo el alma joven, ”esa estrella brillante... es hermosa”. ”Esa es la estrella polar, se ve en todo el mundo, para que siempre sepamos dónde hemos llegado”. ”¿Por qué estoy tan cansado?”, preguntó el pequeño ángel. ”Así es en este planeta. Duermes de noche y estás despierto durante el día, eso es completamente normal”, dijo su amigo ángel.



Estaban ya casi dormidos cuando una pequeña y

hermosa pluma blanca comenzó a bailar en el aire. ”¿Qué es eso?” preguntó la pequeña alma. El ángel grande respondió con una sonrisa en el rostro: ”Siempre que veas una pluma blanca aquí en la Tierra significa que alguien en el cielo quiere decirte: Nunca olvides, siempre estoy contigo”. Y así, los dos durmieron por primera vez. Svalbard es una hermosa región con una energía muy especial, y a través de muchos momentos impresionantes les enseñó a las dos almas todo lo que necesitaban saber para vivir en este planeta y tener el privilegio de hacerlo.


Después de ese tiempo, los dos amigos estaban l­istos

para viajar al lugar en el mundo donde pasarían esta vida. Se puede viajar con la corriente en chorro, el ­viento rápido que sopla alto alrededor de la Tierra, o con la corriente del Golfo, es decir el agua cálida que gira en el mar y distribuye calor por todas partes. Todo depende de cuál sea el destino al que se va. ”¿Y a dónde vamos?”, preguntó el pequeño ángel. ”Vamos a un lugar hermoso donde comenzó la historia de este planeta. Allí es donde está la mejor energía y tiene los valles y montañas más lindos con brumas, un hermoso cielo estrellado y los amaneceres y atardeceres más bellos”.


”Entonces vamos de inmediato”, dijo el pequeño

ángel. Ambos se tomaron de la mano y fueron levantados por un viento suave. De repente, una sacudida los puso en marcha a un ritmo vertiginoso. El viento que soplaba en lo alto los llevó rápidamente a su lugar.



Se encontraron en un hermoso lugar en la región de

Napf, después de que el viento los dejó suavemente sobre el planeta. Vieron dos hermosos estanques con una hoguera. El pequeño ángel no podía creer lo que veían sus ojos. Una hermosa libélula revoloteaba y los espíritus de la naturaleza estaban haciendo su trabajo. Dos patos, un ciervo y una liebre bebían agua de uno de los estanques. ”Aquí es como en el cielo”, dijo la pequeña alma. ”Sí, lo sé”, dijo el ángel grande, ”pero los humanos siempre lo olvidan. Tú también lo olvidarás tan pronto como seas humano”. ”¡Pero eso es una lástima!”, respondió el pequeño ángel. ”Sí, pero cuando escuchas profundamente en tu corazón, sientes la conexión con todo, porque en lo más profundo de tu corazón tienes todo ese conocimiento”.


El ángel grande abrazó al pequeño ángel

y le susurró al oído: ”Cada persona que encuentres desempeñará un papel ­específico en tu vida. Hay quienes te explotarán, hay otros que te amarán y hay quienes te enseñarán algo. Pero los realmente importantes sacarán lo mejor de ti. Esas son las personas raras y maravillosas que te mostrarán que la vida vale la pena. Sabes, sólo somos huéspedes en este planeta. Venimos y no tenemos nada, y así es como nos vamos”.


El pequeño ángel miró a su amigo con confianza y dijo: ”Pero con mucha experiencia y conocimiento”. ”Sí, tienes razón”, respondió el otro. Ambos se miraron durante mucho tiempo. El gran ángel abrazó nuevamente al pequeño ángel y preguntó: ”¿Sientes la energía y el amor que puedo darte? Cuando seas humano, haz lo mismo. Eso es algo que los humanos ya no pueden hacer tan bien. Abrázalos y enséñales de nuevo”. ”Lo haré, te lo prometo, y puedes ayudarme a hacerlo realidad”, dijo el pequeño ángel. El otro ángel asintió. ”Entonces ven, vamos a entrar en esta vida”, dijo el alma joven.



”Tienes que ir solo, hasta aquí te acompaño y e­staré

esperando al otro lado. Soy tu ángel guardián durante toda tu vida”, dijo su amigo. El pequeño ángel sonrió y desapareció de repente con un guiño. El ángel guardián miró al vacío y una lágrima estaba a punto de caer por su mejilla. La hermosa hada del agua que vivía en esa área tomó al gran ángel en sus brazos y dijo en voz baja: ”Y ahora la Tierra pesa 21 gramos más”.


Así que te digo una cosa. Es un privilegio

vivir en este planeta, y recuerda, incluso si estás triste y las cosas no salen como ­esperas, eso también es parte de la experiencia en este mundo, así como es importante que seas feliz, agradecido y satisfecho. Las experiencias con­ sisten en eventos buenos y malos. Lo impor­ tante es lo que haces con ellas. Y, ¿sabes?, no importa cuán tormentoso y desagradable sea, tu ángel guardián siempre está contigo.



”Es normal ser diferente.”


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.