1 minute read

E

Fue anormal que al terminar la Segunda Guerra Mundial y luego, en 1953, al finalizar la de Corea, la conscripción continuara. Sucedió así porque la opinión pública estaba inflamada de fervor patrio y los militares gozaban de gran reconocimiento por haber salvado al mundo del nazismo.

Sin embargo, casi desde que comenzó la Guerra de Vietnam (sobre todo después de 1965, cuando Lyndon Johnson duplica el reclutamiento mensual) gran parte de la población se opuso a la conscripción.

En 1962 se había establecido que quienes resultaran sorteados, pero fueran padres solteros o tuvieran hijos pequeños o los que estaban estudiando en seminarios o universidades, podían posponer su servicio. Eso dio lugar a que muchos se casaran precipitadamente, se inscribieran en carreras que no tenían ningún interés en concluir o descubrieran repentinamente una vocación religiosa.

Además, las juntas locales de reclutamiento, integradas por

This article is from: