Revista Plenilunio No. 40. Poesía

1

2

Nº 40- Enero.-Febrero - 2011- Año 8

Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta.

En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.

Alejandra Pizarnik

Director Milton Fabián Solano Zamudio Consejo editorial: Natalia Cruz González Luis Esteban Patiño Carlos Gerardo Orjuela Milton Fabián Solano

SUMARIO ENSAYO En homenaje y memoria de: Amparo Marín Semblanza por: Yolanda Delgado de Tenorio

3

POEMAS Eduardo Luna Hurtado

9

Carlos Gerardo Orjuela

11

Gustavo Constaín Ruales

13

Gloria Ogonaga Peláez

15

3

4

AMPARO MARÍN LÓPEZ (1.960 - 1.999)

"Una mujer acaudalada Heredera de un legado milenario" Por: Yolanda Delgado de Tenorio

D

esde que leí por primera vez el poemario "Bosque de Estatuas" supe que estaba delante de una gran poeta. Empecé a profundizar en su obra y ante mis ojos se fue desenvolviendo su vida, que paradójicamente comenzó con su muerte. Entonces, sí fue imperativo conocerla, entrar en su alma. En mi condición de mujer me sentí identificada profundamente con sus versos. Amparo a través de toda su obra le reclama a "una cultura acostumbrada a silenciar y excluir" y se declara liberta a través de la palabra.

Su poemario "Bosque de Estatuas" dedicado a su hijita recién nacida, "Daniela, milagro de amor y vida" empieza: "En el tráfago de los días comprendidos entre 1990 y 1995 nacen mis primeros versos. Rescato estos poemas…"

"Dono este poemario a los lectores para que lo redivivan desde sí mismos y lo interpreten a la luz de sus propias vivencias y deseos. Así cada lector oficiará de encantador, participando de la magia del acto creativo y escuchando 5

cada poema con sus propios ojos y moldeando cada imagen poética con su propia arcilla. Crecido este poemario con su lectura dejará de ser un objeto a merced del polvo y del olvido."

Mara Agudelo en el prólogo al poemario escribió: "no hay en sus poemas arroyos cristalinos, ni aromados rosales, ni atardeceres claros; hay jirones, desgarraduras…"

Y es que, sin interponer la voz nuestra, sólo con los versos de Amparo podemos escuchar cuál era su angustia, su grito que nadie oyó, sus reclamos. Ella nos cuenta, en secreto, como en un susurro sus grandes vacíos, sus alegrías, sus amores y sus desamores, incluso caminamos de su mano la ciudad, aterradora que la circundaba.

Oigamos: "soy bachiller graduada en sueños / Con postgrado en tolerancia / Ejerzo doctorado de género femenino / Maestría en entregas, renuncias y mansedumbres / soy políglota / del español domino los silencios / amo demasiado / mujer acaudalada / heredera de un legado milenario / La mujer debe ser educada para la rebelión / Y el hombre para solaz de la rebelde / / El hombre que amaré algún día / Una vez dije ¡estoy feliz! Y era cierto / En cambio hoy el universo me oprime con su peso.

Sin poder evitarlo / Empecé a amarle / Soporté su forma de luz enceguecida / Llegué a odiarle / Por descubrirme subterránea y oscura/ En esta de edad de plomo que es mi tiempo / hay fosos plagados de miseria / se tienden celadas entre hermanos / de los desaparecidos / sólo queda la huella/ de ceniza incierta/ de los desaparecidos / sólo 6

queda un funeral eterno en el alma/ no alcanzarán los pañuelos para enjuagar las lágrimas / Amparo iba como mariposa de tema en tema, de reclamo en reclamo. Se declaró "mujer protéica", hija Poseidón y hermana de Proteo, es decir con la facultad de cambiar de forma y con facultades adivinatorias y clamaba por un sólo género: el "universal" sin jerarquías sociales "fecundando el amor del universo " Amparo amaba la libertad se definía como frugal, alimentada con sueños y prefería las horas nocturnas, mujer de la modernidad aunque conservó su "alma de pitecanthropus erectus" Ella quisiera que en la escritura de género se mirara el tiempo, el espacio histórico, las vivencias y las luchas desde el punto de vista de la especie.

Empecé por no saber nada de Amparo Marín. He intentado dar cuenta de mi transitar por los caminos impresos de su poesía. Estuve cerca de la ropa que secaba al viento de las cuatro de la tarde, en su casa de ladera. Me miré en el mismo espejo que ella se miró y vi en los ojos de quien hoy ha llegado a ser, los ojos ausentes de una mujer escribiendo en la habitación al fondo, la que da al patio, donde hay un olivo; allí la vi zurcir palimpsestos alados, miré a los ojos de quienes fueron mirados por ella. Toqué los rostros que todavía habitan la morada del sur, la morada de su palabra, el lugar en donde el universo le oprimió un pezón. Me detuve en la pared donde todavía esta colgado su diploma, frente al sitio donde fue entregada en primeras nupcias. Conocí a Daniela, a quien llamó "milagro de amor y vida" próxima a cumplir catorce años.

Tomó prestadas las palabras de Amparo Romero para escribir su epitafio: "Me olvidé del tiempo Buscando entre las sombras Mi identidad en las palabras" 7

El presente escrito está basado en mi ensayo titulado: AMPARO MARIN LOPEZ "una mujer acaudalada / heredera de un legado milenario" Publicado en "Palabras Mayores" Antología de los talleres de escritura Vida en Plenitud- bajo la dirección de Alberto Rodríguez.

Algunos datos biográficos y complementarios sobre, AMPARO MARÍN. Con base en algunos datos referenciados por la madre de Amparo Marín, y de su hermano Diego, atrapando aquí una anécdota, allá una palabra; conversando con alguien que fuera su amiga, una compañera y la red que se armó, he podido reconstruir un poco la biografía de Amparo Marín López.

Nace en Cali, 1960. Hija de José Ignacio Marín y de Blanca Helena López de Marín.

En 1978, obtiene el Bachiller Técnico Comercial, Instituto José María Vivas Balcazar. El 5 de junio de 1980, contrajo matrimonio con Eddie Fernando Vacca. En 1985, recibe de la Universidad del Valle grado de Contadora Pública y Administradora de Empresas; y en 1989, de la misma Universidad, título de Magíster en Administración de Empresas. En 1992, 1993 y 1994, participa en el Concurso de Mujeres Poetas de Roldadillo. En 1994, participa con su poemario La Dulce Cobra en el concurso convocado por el Centro Cultural Meléndez y obtiene el segundo premio. En 1995, nace Daniela, su única hija. Participa como poeta invitada, 1996, en XIV Simposio Internacional de Literatura convocado por la Universidad de Antioquia y la Biblioteca Pública Piloto de Medellín. En 1996 lanza su primer poemario Bosque de estatuas y su libro Mara Agudelo-Verbo insurgente. El 7 de julio, 1999 muere. Está sepultada en el cementerio Metropolitano del Norte en la ciudad de Cali - Colombia.

8

Poemas

9

AMPARO MARÍN PRESENTIMIENTOS MILAGROS Y YERBAS En la morada de mi infancia el dolor convaleció huérfano de ciencia.

En cambio mi madre fue yerbatera milagrera y sabia gracias a montañas de fe y a la plata escasa.

De ella aprendí que todo dolor tiene cura y te puedo recetar: Si te duele la cabeza ponte rodajas de papa cruda ebrias de vino blanco.

Si sufres dolor de vientre toma agua de piña serenada de luna llena.

Si un resfrío irrita tu pecho corre al bosque abraza el falo imperioso de un eucaliptus, inhala el aroma de su follaje al volver a tu casa estarás curada.

10

GÉNERO UNIVERSAL Van por las calles hombre erguida su fe, su mirar sereno.

Yo los observo y me dan ganas de amarles de extender mis brazos gigantes ceñir sus cuellos y formar una rueda.

Yo invito a todas las mujeres del mundo portadoras de hermosas trenzas a que amplíen la rueda extiendan sus brazos gigantes sobre esos hombres frugales ciñan sus cuellos desnudos y los amen conmigo.

Qué majestuosa rueda de hombres y mujeres sin jerarquías sexuales fecundando de amor el universo.

Ofrécese mujer: Soy bachiller graduada en sueños pregrado en matemáticas de números infinitos calculo la extensión de sus dominios.

Postgrado en tolerancia comprendo sus oblaciones y golpes de pecho a la hora de la misa.

Ejerzo el doctorado del género femenino con maestría en entregas renuncias y mansedumbres.

Soy políglota del español domino los silencios amo demasiado: lo leo y escribo en los demás la esperanza la aprendo resignada en los ocasos.

Ofrécese mujer acaudalada heredera de un legado milenario.

11

EDUARDO LUNA HURTADO AQUELLOS VIEJOS TEATROS Mi niñez y adolescencia crecieron como las nubes, entre los parques y las salas de cine.

Fue en los teatros donde aprendí a soñar.

Conocí países exóticos donde jamás iré, viví los triunfos de los héroes como si fueran míos.

Vencí el peligro y la maldad y hasta conocí la alegría entre dibujos animados con música de fondo.

El palmeras, el Materón, el Rienzi, el Paraiso y el Palmira, fueron los reinos de mi fantasía. en su penumbra, entre decorados y cortinas viajé en el tiempo, en ese espacio de media luz y sillas duras se borraban los límites de lo real.

Recorrí las soleadas praderas del oeste junto al galopar de los vaqueros, reí con los viejos cómicos, en muchos parques me cubrí con hojas de otoño, subí al Empire State y a multitud de trenes, conocí el lenguaje de la nieve y me enamoré perdidamente de Katherine Ross, en El Graduado y de Ali Mc Graw en historia de Amor.

Esos viejos teatros de Palmira siguen abiertos sólo en la nostalgia.

A esos viejos teatros sólo en sueños los visito.

No se parecen en nada a aquellos días estos insulsos claroscuros repetidos.

12

VISION FUGAZ Una noche de Julio del 91 en el barrio San Antonio de Cali, vi a la muchacha más hermosa del mundo pasar frente a la puerta de una tienda.

No era alta, ni rubia, no tenía figura de diva ni medidas de tentación.

Su figura menuda de piel clara parecía retratada contra la sombra.

De su pelo largo se extendía la noche, en juego con su rostro blanco de ángel de carne y hueso sin maquillaje. ¿Me trajo esa visión la brisa? ¿venía de la colina? ¿Qué azar la desvió por esa calle?

Se detuvo un instante. Siguió su marcha.

No intenté hablarle, ni correr tras de sus pasos.

Tuve miedo que mis actos o mis palabras borraran el hechizo ante mis ojos.

Se alejó entre faroles y casonas viejas que contrastaban con su mochila y sus sandalias.

Llevada por un lejano brillo de marchó sin dejar huellas dobre el empedrado de la noche.

A lo sumo diez minutos que no podré olvidar: el tiempo de las visiones no es el mismo tiempo de los relojes

13

CARLOS GERARDO ORJUELA COCINA ARTE Cocinar: disponer el ánimo, poner el corazón en las manos para crear con dedicación y calma una obra fugaz con la esperanza de que no pase desapercibida.

Danzan sobre la mesa las multicolores verduras, los maleables cereales, los diversos tubérculos, las nobles hortalizas, las dúctiles frutas.

Esparcen los dedos la pimienta centenaria, el laurel majestuoso, el atrevido cilantro, el incisivo romero, la elegante albahaca el jengibre glamoroso.

Moldean las manos la textura noble del ave, del multifacético vacuno, del grasoso mamífero, del nadador portentoso de mar o río.

Seleccionar, cortar, dosificar, Mezclar, adobar, saltear, marinar, asar, freír, tostar, hornear.

Sobre el plato ordenar, decorar, adornar y entregar a los ojos la arquitectura al olfato el placer hecho aroma, al gusto el contraste de sabores: dulce, salado, picante, amargo, agrio.

Y del gusto al cerebro, a la sangre para llegar al deleite.

Hay arte en la cocina cuando se excitan los sentidos y cuando este poema te produce apetito.

14

DUEÑA Amor, por ser tan grande tu dulzura, todo lo que tengo y lo que soy, mereces, por eso eres dueña de mis belluras y de todas mis esperpenteces.

PALABRAS Si fuéramos palabras tú serías una breve y sonora algo así como: campana o tierna y tibia como: algodón o hermosa y calmada como: atardecer.

Si fuéramos palabras yo sería: relámpago, aguacero, continente, o tal vez: mar, vértigo, suspiro.

Si fuéramos palabras escribiríamos un libro de sensaciones, de pasiones, de gestos, de esperanzas.

Si fuéramos palabras, tu y yo, escribiríamos un diccionario de amor.

15

GUSTAVO CONSTAÍN RUALES Un hombre no es nunca tan débil que cuando una mujer le está diciendo que es muy fuerte.

Steve Hannagan

Una mirada en la lluvia eso era su alma tenía como corazón pétalos de rosa cuando hablaba conmigo podía dar un arco iris de un vaso de agua la vez que vi sus lágrimas algo muy malo de mi, fue perdonado porque ella me quería he cerrado mis alientos para no herirle por el deseo que siento por ella a veces he tomado de su perfume el valor para ser hombre y por su presencia he caminado los inviernos que no poseen lluvia. *** Escoger entre tú y ella difícil, el tiempo cavó mucho hogar para cada una, el amado silencio, oído con atención en tu bullicio, en ella, en su cantar, las olas sucesivas vividas con intensidad.

Tú conmigo en nuestros detalles.

Ella conmigo en nuestra rutina.

Difícil decir y sentir, con ella así le hablaba, a ella mis ojos traspasaba, tú suavizas el amor respiras los alientos mueres en la piel naces hundiéndote en mi.

El reloj pinto demasiadas gotas de lluvia en ambas.

16

*** He intentado aprender de ti al hablar y darme cuenta que eras la mitad de mi poema maravilloso, el enigma indescifrable para encontrar el tesoro, sin los 3 Ăşltimos enigmas.

Tan parecidos y tan alternos, tan calmados y violentos, apasionados y muertos.

Con tu eternidad en la foto que coloquĂŠ en la sillita de escritorio, casi como en tiempos de guerra, como en tiempos de niĂąos, como en tiempos de enamorados.

17

GLORIA OGONAGA PELÁEZ HORA VEINTICINCO Epígrafe" Dejadme dormir, pues mi alma está embriagada de amor, y dejadme descansar pues mi espíritu ha conocido la generosidad de los días y las noches" "Khalil Gibran"

Un sopor de arena encubada en un reloj, espera que el sueño caiga en brazos de Medusa ¿ Estoy dormida?... ¡ si ¡ las alas del Ángel Azul sofoca mis delirios. ¿ Respiro?... ¡ no! una tenue lluvia, como lágrimas vivas cae sobre los tejados de la noctámbula ciudad … y las nubes cabalgan sin pañuelos…. ¿Estoy despierta?... ¡si! miro el reloj, y el reloj sigue nadando en la arena movediza. …La hora veinticinco…. la misma que aligeró mis párpados andariegos. ¿Estoy soñando?... ¡ no! pronto ha de llegar el cuarto de hora con el cordón dorado a detener el abrazo del minutero. ¿Danzó el campanario?... ¡si! el segundero en su veloz sinfonía mutiló las campanas del silencio… ¿Estoy dormida? ¿Estoy agonizando? ¡no! ¡no! ¡no! ¡ la vida es un estertor en un simple sueño! … Y tu… ¿me sigues soñando sobre los húmedos tejados?

18

EPIGRAFE DEL LIBRO *GRANOS DE ARENA Lo más atroz de las cosas malas no es la gente mala, es el silencio de la gente buena" Mahatma Gandhi

CONVOCATORIA Convoco a todas las madres a salir desnudas y cubrir nuestros cuerpos con la bandera de Colombia antes que los guerrilleros y el ejército sigan colocando la insignia tricolor sobre el ataúd de nuestros hijos.

Convoco a todas las madres de mi patria a que les preguntemos ¿hasta cuándo?...

* Compartí honores en este libro, con Amparo Marín López.

19

20