Historia de Isla de Maipo

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Hernán Bustos Valdivia

su derecho a pasar por ese brazo, pero la mayor parte del tiempo se mantenía calmo. Por allí es donde las aguas embravecidas buscaban salida cuando la caja principal del río no daba abasto, provocando inundaciones considerables en Isla de Maipo, para lo cual la calle Lillo, que parecía una hondonada, se convertía en su vía de conducción natural. Además de haberse mantenido la denominación Cauce Seco, es evidencia anterior de la existencia de aquel brazo un plano hecho en 1870 y que acompañan estas páginas. Más aún, hoy en día se puede observar que las parras que crecen en esos lugares lo hacen sobre pedregales que delatan el curso del afluente. Justamente, remitiéndonos a 1870, ese brazo de río sirve para indicar que al norte se podía apreciar que la otrora hacienda Gacitúa se encontraba ahora dividida en cinco hijuelas, cuyos propietarios eran, de poniente a oriente, Ricardo Portales; Jesús Salinas, viuda de Vitalicio López, y otro propietario de apellido Bravo, cuya hijuela era cruzada por el camino a Lonquén. Del lado sur de aquel viejo brazo de río se encontraban, amén del pueblo, dos grandes propiedades: la de Fajardo y la de Antonio Ovalle. Este último, en 1860 quiso perjudicar al pueblo de Isla Maipo, cuando al hacer los cierres de su propiedad, pretendió ignorar la existencia del camino a Lonquén y echar el trazado por la caja del río, situación que no fue admitida por el subdelegado Manuel Aránguiz y el vecino José María Illanes, propietario de terrenos hacia el sector de La Villita. Cuando la hacienda Gacitúa se dividió en cinco hijuelas se estableció en todas ellas servidumbre de tránsito en todo el camino que las cruzaba de oriente a poniente, permitiendo así la comunicación entre Lonquén y Naltagua. Desde el mencionado camino, en 1870 y años antes existía otro perpendicular que iba en dirección norte-sur en medio de la hijuela de Jesús Salinas viuda de López hacia el pueblo de Isla de Maipo, el que su propietaria consideraba privado, aún cuando por años lo ocupaban otros jinetes, carreteros y viajeros, pese a que desde 1855 su esposo Vitalicio López quería impedir el tráfico. Justamente, al enviudar Salinas, ésta decidió cerrarlo al tránsito público definitivamente, alegando los daños que ocasionaban los viajantes en su propiedad, ante lo cual el vecino dueño de fundo Ricardo Portales decidió promover en 1870 un juicio a la que la propietaria se opuso alegando despojo de camino. Estimamos que esta vía debe haber seguido el curso que actualmente tiene el camino Santa

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Municipalidad de Isla de Maipo


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