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La Secretaría de Cultura y el INAH lamentan el fallecimiento de Enrique Florescano Mayet, arcano del tiempo
También, en 2021 recibió el Premio Alfonso Reyes, otorgado por el Colmex, otra institución académica y octogenaria con la que estuvo íntimamente vinculado.
Legado de la mente inquieta de Enrique Flores Cano se encuentran las obras: Origen y desarrollo de los problemas agrarios de México 1500-1821 (1976); El poder y la lucha por el poder en la historiografía mexicana
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(1980); Etnia, Estado y nación, ensayos sobre las identidades colectivas de México (1997); Memoria indígena (1999); Memoria mexicana, ensayos sobre la reconstrucción del pasado (2000); Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica (2004) y Los orígenes del poder en Mesoamérica (2009), entre varios títulos más.

(Comunicado de la Secretaria de Cultura)
El Inbal lleva El arte del canto a tres planteles del Colegio de Bachilleres
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lamentan profundamente el fallecimiento del intelectual mexicano
Enrique Florescano Mayet (1937-2023), quien fue director del instituto de 1982 a 1988 y titular de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), de 1977 a 1982.
Enrique Florescano dedicó su vida a la historia y al desciframiento de la mitología mesoamericana, la formación de generaciones y a la creación de publicaciones, con motivo de los homenajes por sus ocho décadas de vida, en 2017, recordó su etapa dentro del INAH como una de las más fructíferas y felices de su carrera.
A través de sus cuentas de Twitter, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, destacó su vocación en el estudio del dios Quetzalcóatl y de la cosmovisión del maíz, y el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, expresó que con la muerte de Enrique Florescano “se va el gran historiador del México de todos los tiempos, un buen amigo y un gran director del INAH y de la DEH”.
En su paso por el INAH, el célebre investigador ayudó al fortalecimiento de esta institución, donde llevó a cabo un diagnóstico con una amplia participación del personal académico y trabajadores, que se amplió con el interés del Congreso de la Unión y de la Secretaría de Educación Pública, a la que pertenecía el INAH, logrando una serie de reformas sustantivas en su Ley Orgánica, aprobadas por el Congreso en 1985, y publicadas en el Diario Oficial de la Federación en 1986.
Además, en la DEH fundó diversos seminarios temáticos que desde entonces inciden en los temas de investigación de ese centro de estudios, entre ellos, Historia de la Cultura, Historia de las Mentalidades, Historia Oral, Inmigrantes e Historia de las Mujeres. Contó con la colaboración de pensadores como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, José Joaquín Blanco, Solange Alberro y Antonio Saborit.
Este último resaltó que a Enrique Florescano le tocó vivir el apogeo de la historia social y hasta ejercerla, lo que le permitió estar al tanto de las novedades teóricas y prácticas en el ejercicio de la historia y promover su empleo y su crítica.
Enrique Florescano Mayet nació en San Juan Coscomatepec, Veracruz, y se formó en la Universidad Veracruzana, posteriormente cursó la maestría en El Colegio de México (Colmex), y obtuvo el grado de doctor en la Escuela Práctica de Altos Estudios de la Universidad de París, donde estudió bajo la tutela de los grandes referentes de la Escuela de los Annales, como Fernand Braudel.
Al historiador Florescano Mayet le gustaba saberse parte de los arcanos del tiempo: “Mira esta maravilla. La serpiente emplumada nadando en el mar primordial. Es el nacimiento del mundo”, exclamaba frente a un bajorrelieve teotihuacano, mientras concedía una entrevista al diario El País. Esa anécdota, sobre un dios al que dedicó todo un estudio, dibuja la curiosidad intacta e infinita que lo caracterizó.
Entre sus múltiples reconocimientos están los premios nacionales de Ciencias Sociales (1976), y de Ciencias y Artes en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, dos décadas después; así como Las Palmas Académicas, por parte del gobierno francés (1982). Además de la Presea Miguel Othón de Mendizábal (2000) y el Premio Francisco Javier Clavijero (2002), ambos otorgados por el INAH.
Con el fin de festejar los 50 años de creación del Colegio de Bachilleres, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, realizará tres presentaciones en diferentes planteles de esta institución en el Valle de México, como parte del ciclo El arte del canto.
El primero se efectuará este martes 7 de marzo en el Plantel 15 Contreras; los siguientes serán el jueves 9 en el plantel 5 Satélite y el martes 14 en el plantel 18 Azcapotzalco, a las 13.00 horas.
Los artistas que se presentarán son la soprano Elena Cascante, la mezzosoprano María Luisa Tamez, el tenor Luis María Bilbao y el pianista James Demster. El comentarista será el maestro Alfonso Navarrete y la asesora musical Hortensia Cervantes.

El Inbal, mediante la Coordinación Nacional de Música y Ópera, realiza estas actividades culturales con el propósito de fortalecer los lazos institucionales, además de acercar a los estudiantes y al público en general a algunas de las obras más representativas del repertorio operístico universal.
Es así como se interpretarán Vals de Musetta, aria para soprano de la ópera La bohème, de Giacomo Puccini (1858-1924); Mon Coeur s’ouvre á ta Voix, aria para mezzosoprano de la ópera Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saëns (1835-1921); La donna e mobile, aria para tenor de la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi (1813-1901); Ninfa hechicera, romanza para soprano de la opereta La viuda alegre, de Franz Lehar (1870-1948); y Sueño imposible, romanza del musical El hombre de la mancha, de Mitch Leigh (1928-2014).
También se interpretarán las piezas Peregrina, de Ricardo Palmerín (1897-1950); Así, de María Grever (1884-1951); Granada, de Agustín Lara (1897-1970); Las mañanitas, dúo para soprano-mezzosoprano de la zarzuela Don Gil de Alcalá, de Manuel Penellá (18801939); Subir, subir, dúo para mezzosopranosoprano de la zarzuela Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba (1891-1982); y Libiamo, libiamo, dúo para soprano y tenor de la ópera La traviata, de Verdi.
Durante el concierto se les dará a los asistentes una breve sinopsis de las obras y de los autores, así como algunas de las dificultades técnicas que se requieren para interpretar estas obras que forman parte del repertorio universal.
Esta serie de conciertos forma parte del programa Música Inbal en tu escuela, cuyo propósito es llevar lo mejor la música clásica a los jóvenes estudiantes de los planteles educativos de nivel bachillerato.
(Comunicado de la Secretaria de Cultura)