¡Ni un paso atrás! Edición N° 18

Page 1

POESÍA Y MADRES

Nº 18 - Marzo de 2013 - Argentina - Precio de tapa: $3 con edición del diario Tiempo Argentino del 08/03/13

Revista mensual de la Asociación Madres de Plaza de Mayo ISSN: 1853-9785

Carlos Ramirez Abella x Hebe

EL PADRE MÁS MADRE

EDICIÓN ESPECIAL: A 37 AÑOS DEL GOLPE Escriben: Edgardo Mocca, Nilda Garré, Roberto Boico, Federico Luppi, Orlando Barone, Teresa Parodi y trabajadores.


hasta el 24 de marzo

Hip贸lito Yrigoyen 1584 CP 1089

Pod茅s bajar la planilla en www.madres.org


editorial ¿Cuándo empezó el 24 de marzo de 1976? Hebe de Bonafini

El golpe empezó mucho antes de 1976. Si le queremos poner una fecha, puede ser en julio de 1974, cuando asesinaron a Ortega Peña, o cuando mataron a Frondizi y a tantos otros. O cuando el interventor Otalagano invadió las universidades con la policía. O quizás cuando Isabel nombró como Jefe de Policía a Harguindeguy y edecán a Jorge Rafael Videla, o cuando el Papa felicitó a la Junta militar por sus acciones. Hoy, a 28 años de aquel 24 de marzo, el señor Presidente nos asombra con la valiente decisión de expropiar la ESMA. Este es un 24 de marzo diferente. Todavía hay deudas pendientes con lo que querían nuestros hijos: trabajo y vivienda dignos, salud para todos y educación para la libertad. Por eso seguiremos luchando contra las injusticias, porque ellas representan la violación a los derechos humanos. Y espe-

ramos que el señor Presidente nos siga sorprendiendo con sus decisiones. Reflexión, acción, revolución. ¡Ni un paso atrás! ASOCIACIÓN MADRES DE PLAZA DE MAYO 24 de marzo de 2004 * Histórico documento de las Madres emitido un día antes del acto en que el presidente Néstor Kirchner expropió a la Marina de Guerra el predio de la ESMA, para cederlo al pueblo. Durante su discurso, el santacruceño pidió perdón en nombre del Estado por el genocidio y la posterior impunidad.

sumario

mar zo 2013 09

El país que perdió su ingenuidad Federico Luppi en primera persona

14

16

Carlos Ramírez Abella x Hebe 02

La modernización de las Fuerzas Armadas Nilda Garré

El Aleph se esta escribiendo Por Orlando Barone MANIFIESTO Escribe Teresa Parodi

La política de los terroristas de Estado Edgardo Mocca

20 SINDICATO TELEFÓNICO DEL NOA

18

22

RESISTENCIA FERROVIARIA

BLOG DEL PAÑUELO Agustín Alezzo y Los Justos

28

10

26

Elecciones en Paraguay Amanece en nuestramerica

POESIA Y MADRES Romina Freschi descalza y sobre brasas encendidas

32

¡NI UN PASO ATRáS!/ Asociación Madres de Plaza de Mayo AÑO 3 Nº 18/ MARZO 2013/ REPÚBLICA ARGENTINA Editorial: Asociación Madres de Plaza de Mayo / ISSN: 1853-9785 /Propiedad Intelectual: Fundación Madres de Plaza de Mayo Director: Demetrio Iramain. Editora General: Lucía García Itzigsohn. Redacción: Daniel Ballester/ Martín Bielski/ Roberto Boico/ Sandra Conte/ Orlando Díaz/ Teresa Parodi/ Manuel Segovia/ Luis Zarranz. Escriben en este número: Orlando Barone/ Federico Luppi / Edgardo Mocca. Asesora de Producción: Teresa Pacitti. Historieta: Jorge Meijide. Humor gráfico: Fabián Prol. Caricatura: Capi Anríquez. Fotografía: Juan Vera. Retoque digital nota de tapa: Evangelina Pugni. Archivo fotográfico: Ignacio López Crespo y Equipo de Digitalización. Diseño y diagramación: Leonardo Solari. Asistencia en diseño: Uriel Martínez. Impresión: G1S.A Domicilio: Hipólito Irigoyen 1584. CP 1089 Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel (00 54) 11 4383 0377. Email: revista@madres.org. Facebook: Ni un Paso Atrás II. Twitter: @prensamadres


Carlos Ramírez Abella x Hebe

“Nunca quise que hubiera padres de Plaza de Mayo, porque lo importante eran las Madres” 2 . Ni un paso atrás


Carlos Ramírez Abella x Hebe Edición: Luis Zarranz Fotografía: Juan Vera

Carlos Ramírez Abella es abogado y militante político desde los diez años. El martes 13 de noviembre de 1952 se casó con Haydée Pérez. Tuvieron tres hijos, uno cada tres años. Su familia, como tantas otras, fue diezmada por la dictadura. En sólo ocho meses desaparecieron seis integrantes: una hija con su esposo y dos sobrinas con sus respectivos matrimonios. En todos los casos, los secuestradores se llevaron a los pequeños hijos de las parejas, que Carlos y su esposa recuperaron. Desde entonces, lucharon a la par: ella como destacada integrante de las Madres de Plaza de Mayo filial La Plata, hasta su partida; él acompañándolas permanentemente y además defendiendo detenidos políticos.

Ni un paso atrás . 3


Carlos Ramírez Abella x Hebe Fue uno de los fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata. En esa ciudad, Carlos y Haydée sellaron lazos perpetuos de amistad y solidaridad con Hebe de Bonafini y Toto, su marido. Esos lazos, zurcen esta entrevista de forma tal que no hay modo de permanecer indiferente. Ramírez Abella conoció a las Madres cuando secuestraron a su sobrina Elbita, junto a Arturo, su esposo, y a los hijos de la pareja. Con Haydée acompañaron a Elba, su cuñada, en esa desesperada búsqueda, que los llevó a los primeros encuentros que las Madres organizaban en el Parque Pereyra Iraola. Para no ser descubiertas, ellas inventaban que festejan cumpleaños. Después de Elbita, desapareció otra sobrina: su hermana Alicia y su marido Daniel Cassataro. A ellos también se los llevaron con sus dos pequeñas hijas, Juliana y Roxana. Carlos y Haydée las encontraron en un juzgado de menores mientras buscaban, además, a su nieto Arturo, desaparecido días más tarde cuando los genocidas secuestraron a María Nélida “Manely” y su marido Nereo, la hija y el yerno de Carlos. A Arturo lo recuperaron después de meses de intensa búsqueda. Ese día, Carlos se transformó otra vez en “papá”. Tenía 52 años. Hoy tiene seis nietos, un bisnieto y dos en camino: la vida venciendo a la muerte. Hebe de Bonafini: -¿Te acordás cuando estaban conformando la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Plata e iban al “Gato Perejil”, que era un jardín de infantes? Carlos Ramírez Abella: -Sí, claro. Diez, doce personas. No podías encontrarte en cualquier lugar. HB: -Había sillas pequeñitas, para los chicos del jardín. Para las Madres, era muy emocionante que en la Plata hubiera un grupo de conocidos, porque en Buenos Aires los de la Asamblea eran políticos renombrados. En cambio, en La Plata eran compañeros de nosotras. Y ahí empezamos a vernos. Hay un episodio muy fuerte cuando encontraste a tus sobrinas. CRA: -Mi hija, Manely, y mis sobrinas, Elbita y Alicia, eran muy amigas. La más militante era Alicia. Elbita se había casado con Arturo Baibiene, que era abogado y lo perseguían: se fueron a vivir a Berisso. Yo sabía que vivían ahí pero no conocía la

4 . Ni un paso atrás

casa. Un día sale en el diario El Día que habían matado a varias personas en un “enfrentamiento” a palazos. HB: -Los mataron a palazos CRA: -Con una pala en la cabeza, a palazos. Fuimos, encontramos la casa; estaba abierta, la habían semi-saqueado y había que ver qué pasaba con los chicos.

“El comisario nos empezó a retar, más que nada a las Madres, diciendo que no las quería ver nunca más, porque si la próxima vez las veía no se iban a ir nunca más. ‘Pueden irse’, dijo después. ¿Sabes lo que le dijeron las Madres?: ‘Hasta el jueves, comisario’.” HB: -Ellos tenían dos niños. CRA: -Sí, fui a la comisaría 1° de Berisso. Me conocían por mi profesión, entonces voy a ver al comisario y le digo: “Se han llevado a mis sobrinas y se han llevado a sus hijos, Ramoncito, de un año y medio; y Leticia, de 3”. Efectivamente este comisario los encontró, ya los habían llevado al Hospital de Niños. Cuando estamos esperando en la comisaría y me entregan a los dos niños, la nena dice “Estábamos con otra primita” y nos traen una nena preciosa, de 6 meses. La llevamos a la casa de Elba, mi cuñada, y empezamos a buscar a la familia de esa niña que no era de nosotros y no sabíamos cómo se llamaba. Cosas que son de lo más extrañas. HB: -Porque en el diario sale el nombre

del chico que mataron en Berisso, ¿no? CRA: -Sí, es así como encontramos a la familia. Me habían dicho que la familia era de Bahía Blanca. Entonces, me conecto con una prima de Haydée de Bahía Blanca y le digo lo que pasó para que averigüe. Me dice: Se tuvieron que ir de la casa porque se la bombardearon. Viven en Santo Tomé”. Fui a ver a un amigo que trabajaba en Santo Tomé, Santa Fe, no los pudieron encontrar. Fue un proceso largo. La beba era una nena preciosa, todo el mundo me decía: “Me la llevo”. Y nosotros respondíamos: “Estamos buscando a los padres, cómo la vamos a regalar”. HB: -Ya la habían regalado los milicos. CRA: -Claro. Y cuando estaba con un amigo, que era de Santa Fe, hago exactamente lo mismo y sale que la familia estaba en Santo Tomé. Hago una carta en la que digo: “Soy fulano de tal y en mi casa hay una nena que me dicen que puede ser la hija de su hijo. Yo no conozco a su hijo. Cualquier cosa, escríbame”. La mando y un domingo a la mañana tocan el timbre. Haydée, que se anticipaba a todo, dice: “Esos son los padres de la nena”. Efectivamente, eran los abuelos de Julita. Llegaron, recuerdo que dijeron que no se la podían llevar ellos, que iban a llamar a los abuelos materno, los Pizá… HB: -Que vivían en Río Colorado. Para esto pasaron unos cuantos meses, no fue cosa rápida. Esas son cosas muy profundas porque no cualquiera se lleva tres chicos, cuatro chicos que te dan en una comisaría, en ese momento tan difícil, tan complicado, después de haber visto el asesinato a mansalva de los pibes. Entonces empieza la historia de ustedes en la Plaza. Ustedes tienen auto, después camioneta, por poco la llevan con tráiler: llevaban Madres a la Plaza hasta en el baúl. CRA: -Sí, sí. Yo era padre de desaparecidos pero no era padre de Plaza de Mayo. La llevaba a Haydée y a todas las que cabían. Me quedaba sentado en un banco, en la Plaza, o si no parado en la puerta de la Catedral. Y las que realmente iban eran las Madres. En algún momento los padres se quisieron organizar y yo dije: “Lo importante acá son las Madres de Plaza de Mayo. Nosotros estamos acompañando”.


Carlos Ramírez Abella x Hebe

Me opuse: nunca quise que hubiera padres de Plaza de Mayo, porque lo importante eran las Madres. HB: -Luego, armamos la Plaza de la Plata, en el 78 CRA: -Sí, los miércoles, un poco porque había Madres que no podían ir a Capital. Pero había algunas que eran un poco haraganas. HB: -Después se armó la Asamblea, tuvimos un lugarcito para reunirnos en la calle 12, me acuerdo. Vos siempre fuiste como el padre más Madre. Siempre fuiste más una Madre que un padre. ¿Por qué? CRA: -Yo adelanté mi jubilación y me quedé con Arturito, el nieto. Haydée era mucho más militante que yo. Entonces, recuerdo que ella a la mañana planificaba todo el día de modo tal de que pudiera seguir participando de la organización. Y yo la acompañaba. Las llevaba a Buenos aires. ¿Te acordás que me viniste a buscar, que estuve preso con Haydée? HB: -Sí CRA: -Yo estaba en la comisaría 2° de Buenos Aires, preocupado porque no nos pusieran a disposición del Poder Ejecutivo. Había presos conmigo, los de la noche, los que agarraban borrachos. Uno de los ellos me dice: “No te preocupes, porque estamos por averiguación de antecedentes”. Éramos cuatro padres y ocho Madres. Haydée me miraba a mí y se preguntaba qué estaría pensando yo: estaba pensando en que habíamos dejado los chicos en casa. Pero,

efectivamente, nos tomaron los datos y nos dejaron salir. Cuando nos íbamos aparece el comisario, que era grandote, y nos dice que quería hablar con nosotros. Estaban las Madres y los cuatro padres. Yo estaba vestidito con traje blanco, sombrero panamá, que era habitual entre abogados. El comisario dice: “Ustedes saben que los hemos traído acá porque van a la Plaza de Mayo”. HB: -Qué novedad CRA: -Claro, sí. Yo iba a la Plaza y me sentaba a leer el diario La Nación, porque pensaba que si me veían sentado leyendo ese diario no me iba a pasar nada. Pero me levantaron y me llevaron. El comisario nos empezó a retar, más que nada a las Madres, diciendo que no las quería ver nunca más, porque si la próxima vez las veía no se iban a ir nunca más. “Pueden irse”, dijo después. ¿Sabes lo que le dijeron las Madres?: “Hasta el jueves, comisario”. HB: -Lo que les decíamos siempre, cada jueves nos llevaban CRA: -Y cuando salgo, te encontré a vos con las Madres, que ya habías avisado a toda la gente, por todos lados, que nos habían puesto presos. HB: -También una noche se la llevaron presa a Haydée y te fui a buscar a tu casa, a la noche. ¿Te acordás? CRA: -Sí, me llamaste por teléfono: “Se llevaron presa a Haydée con otras Madres”. Fuimos a la Comisaría 2° de nuevo y entramos: yo era el abogado; vos, la Presidenta de Madres. Nos atiende una oficialito, chi-

quito, que nos dijo que estaban detenidas por “averiguación de antecedentes”. No podían quedar más de 24 horas. Eran muchas las que estaban. HB: -60 CRA: -Entonces dijo: “Las tenemos que identificar, tiene que venir el fotógrafo a sacarle la fotografía de frente y perfil”. Después apareció el fotógrafo. Vos, Hebe, te habías convertido ya en la jefa de la comisaría, porque le dabas órdenes a todos. Le decías: “Empiece por ésta, que tiene que tomar el tren; después por esta Madre, que vive lejos. Además, cuando el fotógrafo sacó la primera foto, le dijiste: “Basta, no sacás más. ¿Nunca se te rompió el rollo? Si no se te rompió, se te va a romper ahora”. El subcomisario no entendía nada. HB: -La gente joven ni se imagina las que hemos vivido. CRA: -¿Y cuando te llevaron a vos? Esa Comisaría 2° te tendría que poner una estatua. Te llevaron porque tenías que entregar un documento en el Episcopado. Esto lo cuento porque es muy gracioso: te suben a un taxi y cuando llegan, te dicen que tenés que pagarlo. HB: -“Que pague el comisario”, les dije yo. Me llevaron de la puerta del Episcopado, donde había ido para entregar los nombres de todos los curas desaparecidos. De adentro del Episcopado pasaron el dato para que me llevasen. CRA: -Cuando entraste a la comisaría lo

Ni un paso atrás . 5


Carlos Ramírez Abella x Hebe

“Conocí a grandes políticos y grandes militantes, pero siempre me quedé sorprendido con la militancia de las Madres: iban juntas a lugares con peligro cierto de que las pusieran a disposición del Poder Ejecutivo, lo cual implicaba quedarse detenido hasta que terminase el régimen. Tenían coraje.”

6 . Ni un paso atrás


Carlos Ramírez Abella x Hebe primero que hacen es quitarte las cosas que tenés y labrar un acta. HB: -Claro, porque yo tenía el portafolio con toda la documentación CRA: -En un momento el comisario llamó al oficial que estaba haciendo el acta y vos, Hebe, me dijiste: “Tomá”: les afanaste el acta. HB: -Sí. Pero además, lo que no sabe nadie es que pedí permiso para ir al baño y tengo las fotos. Llevaba una cámara en la bombacha: chiquitita, pedorra, y saqué un montón de fotos, adentro del baño. Todos me dicen: “¿Por qué tenes fotos de un inodoro?”. No, es la Comisaría 2°, no es cualquier inodoro. Yo quería atestiguar que había estado. Son cosas muy fuertes que pasamos. Después vino la historia de la famosa democracia, la huida de las Madres radicales, que a vos te dolió mucho, como nos dolió a todos. Los chicos fueron creciendo, los hijos de nuestros hijos. Se enfermaron nuestros maridos y nuestras madres. Y sin embargo siempre seguimos peleando. Ustedes me acompañaron muchísimo cuando se enfermó Toto, mi marido. Fueron momentos muy importantes. Vos participaste siempre en todas las cosas. ¿Te acordás el día que me llevaste a todo lo que da porque teníamos que ir a hacer una conferencia de prensa? CRA: -Íbamos a Concordia porque el intendente te había dado una audiencia. Yo tenía auto grandote y salimos tarde, porque estabas con mil cosas. Íbamos como a 160 km por hora y nos paró la Policía Caminera, en Gualeguaychú. Nos dijeron que íbamos con exceso de velocidad. “Sí –les dije–. Voy con la Presidenta de Madres de Plaza de Mayo que tiene una audiencia a las 17 horas con el intendente de Concordia. No podemos dejarlo esperando, por eso vengo rápido”. Y el tipo que estaba allí le dice a otro: “Viene la Presidenta de las Madres de Plaza de Mayo”. “Pueden seguir nomás”, dijo. Y quisimos seguir pero el auto no arrancaba: nos tuvieron que empujar el oficial y el comisario para que pudiésemos llegar a tiempo. HB: -No me digas que no es hermoso todo eso. Por eso: nos llevaste a muchos lados, con Haydée, con las Madres. Hicimos tantas cosas juntos. En un mo-

mento se enfermó Haydée, sé que siempre la recordás, que el día 7 de febrero para vos es importante, y te juntás con las amigas de ella todos los martes 13, que fue la fecha cuando te casaste. ¿Qué pensás ahora de las Madres? CRA: -He sido político toda mi vida. Dejé de hacer política en el 76, cuando se produjo el Golpe. Conocí a grandes políticos y grandes militantes, pero siempre me quedé sorprendido con la militancia de las Madres: iban juntas a lugares con peligro cierto de que las pusieran a disposición del Poder Ejecutivo, lo cual implicaba quedarse detenido hasta que terminase el régimen. Tenían coraje. En cambio, la cara mía de preocupación cuando estaba preso fue tremenda. HB: -Claro, porque vos tenés la formación de abogado. No podías creer que estábamos rompiendo con eso. CRA: -Vos siempre me preguntabas algo y yo te decía “¿Cómo querés que te conteste: como padre o como abogado?” A veces me decías: “Como abogado”. Te contestaba y después me decías: “La cosa no es tan así”. Pasaba un tiempito y la cosa no era tan así. Porque vos sos una mujer muy inteligente, que conoce la vida. HB: -Mirá lo que hemos hecho las Madres, a pesar de todo lo que nos ha pasado. Esto que querían hacer los hijos: una universidad, una revista. ¿Te acordás cuando compramos la primera fotocopiadora para hacer los primeros boletines? CRA: -Fuimos a Haydée y yo, nos hicieron firmar que la comprábamos para el estudio. HB: -Todo había que firmar. Para hacer una solicitada había que entregar documento. Para que vean qué clandestinos éramos. CRA: -Yo tenía experiencia y militancia política. Ver la militancia de las Madres me sorprendió siempre. Por supuesto que te pueden decir que es el amor a los hijos, pero eso hay que traducirlo en actos. HB: -¿Te acordás cuando fuimos a ver al Papa? Eso fue una patriada impresionante que salió de La Plata, porque las Madres de Capital no quisieron ir. Hicimos el cartel grande en la casa de Marta Alconada Aramburu. Y no sabíamos cuánto medía. Tenía kilómetros, porque le íba-

mos agregando cosas: “Por la aparición con vida de los detenidos desaparecidos, Madres de Plaza de Mayo”. Imaginate. Resulta que después, cuando llegamos a Porto Alegre y no sabíamos si el Papa nos iba a atender, Haydée y yo vimos un edificio en el que podíamos poner el cartel, arriba de todo. Fuimos con las Madres, nos metimos en el ascensor y nos subimos a la terraza y lo pusimos: tenemos las fotos. Todo el cartel dando la vuelta para que el Papa lo viera. Vino la policía de Porto Alegre y nos dio una paliza tremenda, nos robó el cartel y ahí nos agarró un diputado, nos llevó a la casa porque tenía inmunidad parlamentaria, y los hijos hicieron un cartel que decía: “Las Madres de Plaza de Mayo le piden socorro al Papa”. Fue espectacular. Todas cosas que hicimos juntos. Yo te agradezco muchísimo que estés acá. Decí lo que quieras para cerrar. CRA: -Soy de 1925. En el 35, cuando tenía diez años, repartía las boletas de las elecciones. Mi familia era yrigoyenista. Nunca, desde ese momento, hasta el 76, dejé de militar. Tengo mucha suerte, porque conocí muchos hombres. Fui amigo de Frondizi, lo conocí cuando él tenía 33 años y yo 20. Tenía una militancia muy activa. Pero cuando conocí a las Madres de Plaza de Mayo, no solamente a Hebe sino a todas, y vi lo que hacían me quedé maravillado: la vocación de lucha que tenían, la perseverancia, la claridad. Nosotros pedimos por los desaparecidos: todos, los 30.000. Siendo un militante muy activo, eso no tenía comparación con otros espacios. Ése es el valor que le doy. Yo tenía la posibilidad, por mi formación política, de ver cómo se organizaban, como salían, cómo es difícil hacer ese tipo de cosas. La gente te dice que no lo hagas. Y las Madres decían: “Sí, hay que hacerlo, lo tengo que hacer”. Fueron no solamente valientes sino muy claras en las peticiones, en la política, en el amor a sus hijos militantes, reivindicarlos como revolucionarios. “No están muertos, porque son nuestros hijos militantes”: eso no lo hace cualquiera. Lo hicieron ustedes. Y lo desparramaron por el mundo. HB: -No me olvido que esta pulserita era de Haydée, que antes de morirse me la dio, y nunca más me la saqué. CRA: -Te agradezco. Estoy orgulloso de estar con vos.

Ni un paso atrás . 7


8 . Ni un paso atrรกs


La modernización de las Fuerzas Armadas

Las bases de un modelo de gobierno político nacional y popular Por Nilda Garré*

Entre diciembre de 2005 y diciembre de 2010 tuve el honor de acompañar al ex presidente Néstor Kirchner y luego a Cristina Fernández, al frente del Ministerio de Defensa de la Nación. El conjunto de acciones emprendidas tuvieron como columna vertebral la consolidación del gobierno político de las Fuerzas Armadas con estricto apego a un modelo de Estado soberano, democrático y popular. Mi primer 24 de marzo como ministra de Defensa, en 2006, acompañé a Néstor en su discurso en el Colegio Militar de la Nación. La tarea recién comenzaba pero ya de manera visionaria el jefe de Estado puso en perspectiva el sentido histórico de la transformación, orientado en gran medida a la recuperación de los mejores antecedentes de nuestra tradición militar, aquellos que nos ligaban con las gestas independentistas y con nuestra condición de latinoamericanos. Quedaba claro, y así me lo había hecho saber al honrarme con la designación, que el desarrollo de una política integral en materia de Derechos Humanos y de conducción política de las Fuerzas Armadas ocuparía inexorablemente un lugar protagónico en aquel verdadero proceso de construcción de una política para la Defensa. Se trató de una tarea compleja, que integró el imprescindible compromiso con el proceso de memoria, verdad y justicia que desde entonces transita nuestro país con un liderazgo inédito en cabeza del Poder Ejecutivo. Honramos nuestras obligaciones a través de la difusión de nuevos contenidos, la apertura de archivos y la desclasificación de documentación hasta entonces secreta aportada en cada uno de los juicios que se venían desarrollando y articulando una política de señalización de predios y custodia y preservación de todo el patrimonio militar que estuviera involucrado en hechos aberrantes durante el terror de Estado. A ello se sumó una mirada indispensable, la de construir prioritariamente una cultura institucional de respeto de los derechos humanos hacia el interior de las propias Fuerzas Arma-

das en el entendido de que la consolidación de una tradición inequívocamente democrática requería también de enormes esfuerzos abocados a la transformación de la cultura institucional dominante. Así, de la mano de lo que en el mundo se conoce como políticas de construcción de ciudadanías de uniforme, emprendimos un conjunto de reformas estructurales, entre las que se destacan: a) La promoción de reformas curriculares que pusieran el acento tanto en la formación profesional en competencias militares desde un punto de vista moderno como en su condición de servidores públicos, b) La transformación integral del sistema de justicia militar proveyendo de herramientas disciplinarias modernas y ajustadas al derecho constitucional en condiciones de igualdad con el resto del pueblo, eliminando para siempre la justicia militar como jurisdicción de privilegio y la pena de muerte de nuestro ordenamiento jurídico, c) Una activa política de igualdad de género con democratización en los criterios de acceso y permanencia, eliminación de restricciones a las mujeres en los cuerpos de infantería, caballería y otras posiciones de combate que les estaban vedadas, apertura de jardines maternales para igualar oportunidades profesionales de hombres y mujeres y con una sostenida política de lucha contra el acoso sexual, entre otras medidas. Las políticas de bienestar para las Fuerzas Armadas, fueron también algunos de los pilares de la gestión. Mejoramos los sistemas de salud, desarrollamos planes de viviendas para suboficiales en coordinación con el Ministerio de Planificación Federal. Con el

IAF diseñamos una línea de créditos hipotecarios para oficiales. El ajuste a criterios de planificación operativa modernos y bajo la acción conjunta, el reordenamiento presupuestario y el desarrollo de políticas de reorganización y modernización de los sistemas de inteligencia adecuándolos a la legalidad vigente, la supervisión activa del Poder Ejecutivo en los procesos de designación y ascensos completaron lo que estimamos fue un verdadero programa de gobierno de la defensa desarrollado por la autoridad representativa de la soberanía popular. Escribo estas líneas hoy 25 de febrero, día en que nuestro querido Néstor cumpliría 63 años. Vuelvo a él, recordando sus palabras, sólo dos meses después de aquel 24 de marzo de 2006, nuevamente en el colegio militar cuando remarcó el rumbo, ya para entonces indubitable: “El gobierno que encabezo ha definido de manera meridiana la orientación de la defensa en el marco constitucional de la vigencia de los derechos humanos(…)Queremos Fuerzas Armadas prestigiadas por el cumplimiento de su rol y comprometidas con el futuro de la Nación. Esto no es para nosotros un discurso de ocasión (…)Quiero que les quede claro que como Presidente de la Nación Argentina no tengo miedo ni les tengo miedo, que queremos el Ejército de San Martín, Belgrano, Mosconi y Savio, y no de aquellos que asesinaron a sus propios hermanos (…) Hay un nuevo país, necesitamos soldados comprometidos con el destino de la Patria ”. *Actual Ministra de Seguridad. Ex Ministra de Defensa.

Ni un paso atrás . 9


EL PAÍS QUE PERDIÓ SU INGENUIDAD

Cuando vivir vale la pena Por Federico Luppi PInturas Carlos Alonso

10 . Ni un paso atrás


EL PAÍS QUE PERDIÓ SU INGENUIDAD

Relato en primera persona de una historia colectiva que es la vida de toda una generación. De la ingenuidad, el engaño y el desconocimiento más absolutos a enfrentarse con el horror, y conocer la fuerza y la resistencia a ese horror. De la ignorancia a la vida, y en medio de un genocidio.

C

uando tenía 7 años estaba totalmente ganado por una certeza inamovible: sería un héroe, es decir viviría como tal, realizando salvataje de gente en peligro, aplastando el mal dónde estuviere, evitando el abuso contra los débiles y sacudiendo sin piedad a los malos. Nunca intenté averiguar por qué imaginé ese destino; tal vez la lectura de Flash Gordon, el Príncipe Valiente y el galope gallardo de Cisco Kid, habían alimentado de semejante arrojo la caldera de mi fantasía, pero claro, eran historietas y salvo Billiken, que hablaba de personas que supuestamente habían existido, no conocía héroes de verdad, personas a quienes uno viera matricularse de héroes luego – imaginaba - de una larga carrera de hazañas y logros de majestuosa valentía. Recuerdo que en las fechas patrias y en los festejos patronales había siempre gente de uniforme que se parecía a los que en mis certezas imaginaba héroes: albos trajes con botones de oro, chaquetas color oliva con palmas brillantes, alas de refulgente metal en la casaca de los comodoros (me dijeron que se llamaban así y que volaban) y esos sí me transportaban con rapidez, de sólo verlos, a colosales combates donde el derroche de coraje y sangre los elevaba al cielo de los elegidos, de los perfectos, seres que entregaban su vida por los demás y que eran inmortales… Bah, morían pero yo los colocaba en confortables sillones de nubes, mirando cómo los de abajo les rendíamos homenajes, fiestas, flores y poemas. Naturalmente iba creciendo y mi existencia obedecía a lo que el tiempo mandaba, y entre lo que dejaba atrás y lo que veía había una diferencia que aumentaba mi creciente curiosidad con azorados sustos y menguante felicidad.

Tito Un amigo mío, algo mayor, prematuramente sabio y jodidamente inteligente y a quien admiraba porque el mal no tenía obscuridades para él, me decía con un retintín que yo adivinaba malsano, que la lectura, la escuela y los periódicos eran buenos… sólo para mentir. Admitan que semejante afirmación bastaba para despertar en mí un infierno de intrigantes contradicciones, y que unida a la afirmación hecha por él tiempo atrás de que los Reyes Magos eran los padres, cuya confirmación fue como el estallido de un

Recuerdo que en las fechas patrias y en los festejos patronales, había siempre gente de uniforme que se parecía a los que mis certezas imaginaba héroes: albos trajes con botones de oro, chaquetas color olivo con palmas brillantes, alas de refulgente metal en la casaca de los comodoros

cristal en mi corazón, me dejaba sin demasiada capacidad para oponerme con cierta lógica a su suficiencia canchera. Tito Lasailunga, que así se llamaba, sabía cosas que mis padres y mis tíos, digo por citar gente grande, parecían ignorar y mi dependencia entonces de su tarea didáctica llegó a ser total. Lo odiaba a veces por no encontrar grietas en lo que afirmaba como para obtener, aunque mal no fuese una modesta victoria dialéctica que restaurara mi pateada autoestima. Pero dicen, lo que duele también cura. Ya en el secundario Tito elevaba la crítica y me irritaba al incitar en mí la creciente sospecha de que los nombres de las calles y los monumentos y las efigies de los billetes no mencionaban en su ominoso silencio que, las más de las veces, esas celebridades habían sido vulgares vendedores del patrimonio y la cultura del país. Saber cada día algo más hace que las muletas ya no sean útiles y aprender a caminar sin prótesis es una tarea digna de Sísifo (un huevón condenado a llevar de la base a la cima de la montaña una piedra por toda la eternidad).

Héroes Habían llegado los días heroicos de marzo del 76. Tito, como si asumiese las bondades del hermano sabio, me desasnaba día a día del trajín afanoso de mis héroes que yo defendía con todo ardor, en mi opinión dedicados con sacrificio y desprecio por la propia vida a eliminar el peligro que podía precipitar al país en su pronto disolución. Intentaba inútilmente que Tito viera la espesura horrorosa del mal que florecía por todas partes, como mala yerba, según mis tías, encarnada en desalmados dirigentes sindicales, en peligrosos laburantes del conurbano, en gente que teniendo estudio y lectura se

Ni un paso atrás . 11


EL PAÍS QUE PERDIÓ SU INGENUIDAD empeñaba en calumniar a los héroes al decirles represores, genocidas … y no sé cuántos disparates más. Yo leía, me informaba, no soy tonto y por lo tanto no podía dejar de apreciar que, en tan esforzado cometido, mis héroes cometían algunos excesos pero, le decía a Tito, toda terapia conlleva algún tramo desagradable. Se decía, y puede que fuese verdad, que se ensañaban con mujeres embarazadas y con adolescentes que (¡cuándo no!) rompían la paciencia con el boleto escolar, pero Tito no admitía que era esa praxis la que daría a los guardianes de la Patria, una capacidad y eficacia que nos salvarían del yugo externo. Según mis lecturas ni la escolástica de los coroneles franceses ni las Escuela de las Américas serían suficientes si no se abonaba el alma del patriota con el lema “Dureza en el proceder, ternura en los objetivos”. Los bebés se salvarían de un futuro esclavo a cuenta y cuidado de hogares sensatos y estables. Y la trampa de los documentos de guerra se solucionaba con borrar indicios utilizando lugares ignotos, aviones y el mar.

Los diarios lo dirían Tito me miraba con ojos en los que percibía una gota de clemencia, pero yo seguía contrastando mis dichos con datos que, lo confieso, me alarmaban: dejé de ver a muchos amigos y a algunos parientes y Tito, con cautela, lo reconozco, me fue acercando, a la penosa verificación de que no era una distancia elegida. Sencillamente no estaban. “Y¿dónde están?”, fue mi pregunta. Su silencio me arrimó a algo parecido al espanto. Si fuera cierto lo que afirmás ¡¿por qué no se habla de eso?! ¡Los diarios lo dirían!¡Hay libertad de prensa y opinión! Tito me mostraba informes, que no sé de dónde sacaba que hablaban de casas, terrenos, departamentos y hasta empresas que le eran confiscadas al enemigo, como también vajilla y electrodomésticos, que me decía, eran el negocio del botín de guerra. Mi indignación me paralizaba y a gritos y tartamudo le contestaba que eso obedecía a la lógica del combate, era para

12 . Ni un paso atrás

quitarles a los subversivos el sostén económico indispensable, sin casas ni platos ni colchones debilitábamos su rutina diaria. Se rió mucho y eso me dolió intensamente. Lo amenacé con dejar de verlo y no escuchar su enfermiza tendencia al bolazo. Así fue, pero se ve que su prédica e insidia me habían envenenado el espíritu y como enviciado buscaba saber más de esas estrambóticas historias. Me asomaba a nombres que parecían destinos turísticos: “Banco”, “Olimpo”, “Pozo de Arana”, no sé cuanto “Orletti”, “La Perla”, etc.

Las mujeres con pañuelos En mi casa las cosas no andaban bien, creo que serios problemas de dinero y algo así como un cuadro depresivo de mi papá. Empecé a salir menos y a preguntar cosas que siempre me eran respondidas a medio hablar, sintiendo más que una aclaración posible, la frazada sofocante del miedo. Empecé a meditar con preocupación sobre las charlas con Tito y vi que muchas de las cosas eran como él me las contaba, pero me decía a mí mismo, si es así ¿cómo los diarios,


EL PAÍS QUE PERDIÓ SU INGENUIDAD

Mi confusión era total y un día no pude más, lo llamé a Tito para ver si podía aclarar la convulsión de mi alma. Nos vimos. No me dijo nada. Me pidió que lo acompañara. Tomamos el subte y bajamos en Catedral. Me llevó justo un poco antes de la Pirámide de Mayo… ¿qué ves? –me preguntó. Y... gente…-Mirá bien –insistió -¿no te llama la atención?

las radios, las televisoras, los comentaristas políticos y hasta algunos cronistas deportivos comentaban maravillas del país, de la defensa de la azul y blanca y de la orgullosa nación que había roto por fin las estrecheces del Estado? Aunque esto último no lo entendía muy bien. Igual tuve un rebrote de esperanza cuando una mañana muy temprano mamá mencionó una guerra en Malvinas. Estaba triste por que un sobrino que vivía en Puerto Iguazú, colimba él había sido enviado como soldado al Sur,al frío decía mamá, él que siempre

vivió en el calor. No era tan grave, íbamos ganando cada batalla día a día con la convicción de recuperar un pedazo importante de la patria. Casi dos meses más tarde, para mi asombro, todo se presentó al revés. Parece que ocurrían cosas extrañas, como jefes y oficiales que en lugar de combatir castigaban y hambreaban soldados, y que los pertrechos - averigüé qué eran pertrechos - y alimentos no llegaban adónde correspondía porque, parece, los que mandaban no sabían mucho de una guerra y los que aparentemente sabían estaban

lejos. Hubo un general que se rindió en una ciudad de las islas y todo terminó. Y otro general dejó la presidencia y otro general tomó la presidencia y todos los generales, todos los de uniforme, dejaron de aparecer en los diarios y la TV y dejó de oírse aquello de “argentinos derechos y humanos”. Mi confusión era total y un día no pude más, lo llamé a Tito para ver si podía aclarar la convulsión de mi alma. Nos vimos. No me dijo nada. Me pidió que lo acompañara. Tomamos el subte y bajamos en Catedral. Me llevó justo un poco antes de la Pirámide de Mayo. -¿Qué ves? me preguntó. Y... gente. -Mirá bien –insistió-¿no te llama la atención? Miré otra vez; cinco o seis o diez, no me acuerdo bien, señoras como mi mamá, daban vueltas sin parar rodeando la Pirámide, y todas llevaban un pañuelo blanco en la cabeza. ¿Es una cosa religiosa? –pregunté. Tito me invitó a un bar en la calle Bolívar y nos comimos unos tostados de cocido y queso y hablamos. Bah, habló él cerca de tres horas. Cuándo llegué a mi casa, mamá estaba haciendo la cena, la abracé fuerte como nunca y lloré sin consuelo no sé cuánto tiempo. Han pasado los años, mis fantasías de ciego pelotudo habían muerto con la inocencia del ignorante. No es que ahora sea un sabio, leo mucho, me intereso por todo, inquiero, pregunto, investigo, me equivoco. Mamá hace tiempo que murió y cada vez que la soledad o la tristeza intentan afearme el espíritu o escucho las insensibles chantadas de los que viven del macaneo libre, mis Madres, las Madres de todos, las que parieron la dignidad con un pañuelito en la cabeza están ahí y con su preciosa presencia me hacen pensar que vale la pena.

Ni un paso atrás . 13


EL GENOCIDIO EN LA CONCIENCIA SOCIAL

El Aleph se está escribiendo Por Orlando Barone

¿

En qué lugar, en qué profundo sótano de la historia está el hipotético Aleph donde se concentra el atroz universo del 24 de marzo de 1976? Esa “pequeña esfera tornasolada de casi intolerable fulgor”, “donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe vistos desde todos los ángulos”. Se trata del todo. De conseguir unir en un único y esclarecedor punto la totalidad de aquel golpe militar de hace treinta y siete años. Ese Aleph donde se reflejasen todos los culpables, los cómplices, los traidores, los cobardes y los indiferentes; y todos los muertos y los casi muertos y todos los héroes y semi héroes; y todos los componentes psicológicos y sociológicos de nosotros/as, los argentinos de entonces. Muchos sobrevivimos y somos los de ahora. No es fácil reconocerse en estas casi cuatro décadas. Tampoco salir indemne de ese reconocimiento: ¿Qué hiciste –podemos preguntarnos a solas tantos adultos mayores que nos creemos inocentes- aquel 24 de marzo y sus largos días posteriores? Ese acto de soliloquio es íntimo y públicamente indescifrable. Solemos ser olvidadizos de nuestras contradicciones. No lo son los juicios y condenas a los culpables que van saliendo de la impunidad aún cuando ya estén viejos y en el extremo de la vida. Esa es la escritura viva que se está escribiendo. Las Madres y las Abuelas llevan escritas más páginas que cualquiera. Y con más fundamentos que nadie. Todavía perduran, subrepticios y amparados en complicidades más

14 . Ni un paso atrás

Una visión no heroica de la Argentina no heroica que vio pasar delante suyo el último gran genocidio que padeció este país.


EL GENOCIDIO EN LA CONCIENCIA SOCIAL poderosas que la verdad, aquellos que esconden páginas que los desenmascaran. Grotescos –y ya a plena luz– presumen seguir enmascarados. Jueces que desenmascaran compiten con los enmascaradores Por eso cada rastro de tragedia y sinrazón que se encuentra aporta al Aleph de lo atroz alguna frase, o un párrafo nuevo. En el hueco de una ventana del sótano de la cocina de la ex Esma, el equipo de Conservación del Instituto Espacio para la Memoria acaba de descubrir una inscripción grabada durante el genocidio. Ya suman varias. Raspada toscamente sobre el cemento dice: “CPC c Vega 17-5-1980”. Se ignora la identidad de esa mano desesperada. ¿Se habrá hundido en el río como tantos cuerpos arrojados desde los aviones mortales? Una inscripción y una mano por más enigmáticas que sean, son huellas indelebles. Y traducibles. Como en aquella famosa Piedra de Rosetta descubierta hace más de dos siglos a orillas del Nilo, y en cuyos jeroglíficos se pudo desentrañar el lenguaje de los faraones, aquí también, más cerca en el tiempo, se desentraña cada día el oculto mecanismo de la dictadura. En una carta a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza, fechada el 22 de julio de 1967, a punto de dar a luz a “Cien años de soledad”, García Márquez le decía: “La novela donde ocurriera todo, de que te hablé, está a punto de cumplirse”. También él aspiraba a su Aleph donde “están todos los lugares del orbe, sin confundirse, vistos desde todos los ángulos”. Las organizaciones de derechos humanos, lejos de la literatura aspiran a lo mismo rastreando la sangre seca de los hechos. La biblioteca sobre la dictadura y el genocidio se acrecienta cada día. Igual que la dramaturgia y el cine. Las nuevas generaciones extraen desde otro lado que los de la vivencia y la nostalgia, nuevas interpretaciones. Pero la traslación de los hechos al papel, al arte, a la estética, no es un espejo plano e inalterable sino que confor-

La biblioteca sobre la dictadura y el genocidio se acrecienta cada día. Igual que la dramaturgia y el cine. Las nuevas generaciones extraen desde otro lado que los de la vivencia y la nostalgia, nuevas interpretaciones. ma infinitos y reverberantes reflejos. Entre los que enceguecen y esclarecen el relato de la verdad va discriminando a unos y otros. La “Carta a la Junta militar” hecha pública por el escritor “desaparecido” Rodolfo Walsh un año después del golpe de estado, tiene el mérito de mostrarse como la primera osadía intelectual inmolatoria. En su último párrafo lo anticipa: “Sin la esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido”. Apostó a acertar con su heroísmo. Pensar que el derrocamiento de Isabel consiguió que gran parte de la Argentina democrática lo considerara un alivio. ¡Qué estúpida tabla de salvación la de aferrarse al tiburón que acabará por engullirnos! “Ignorábamos al tiburón”, se disculparán unos como si no hubieran tenido pruebas, indicios, tragedias anticipantes del poder de sus dentelladas. Allí estaba el derrocamiento de Salvador Allende; y estaba la ferocidad del dictador Pinochet. Y aquí había estado la masacre de Trelew con la sangre aún caliente. El dilema del 24 de marzo de 1976 es si se salva la conciencia. El cuerpo es más fácil: hay analgésicos. Pero existe una conciencia ar-

gentina –no excluyo la mía- que si no se empeña en dilucidarse va a pesar mal hasta el fin de la vida. Porque de esos dos demonios que la reacción fantasea con cinismo, el demonio que prevalece es el único. El del terrorismo de Estado. Por más que los medios de comunicación dominantes pretendan la dualidad que consagra esa mentira. Días antes de aquella fecha, habían concluido los encuentros de los “Diálogos Borges-Sabato”, que compilé y prologué. Ni en los encuentros ni en el libro editado después se habló de política. No. El consenso previo fue apartarla, ignorarla. Quizás es como haber estado encerrados en una extraña cápsula literaria mientras afuera, como indicios premonitorios, las sirenas policiales, paramilitares y la persecución indiscriminada hacia los sospechosos iban contando otra historia. Pero acaso esa cápsula literaria aparentemente incontaminada del contexto no era sino uno de esos infinitos reflejos de ese Aleph atroz que se estaba y está escribiendo. Aunque todavía hay quienes no sólo no escriben nada, sino que borran. Cada día hay menos.

Ni un paso atrás . 15


Música y dictadura

Manifiesto

"Cántame tu canción, me dijo un día un maestro y me contarás tu historia. Me contarás la historia de los tuyos. Déjame escuchar tu mundo de sonidos y conoceré tus sueños y sabré no sólo quién eres sino de dónde vienes."

Por Teresa Parodi

N

unca olvidé esta enseñanza que, además, me hizo escuchar más atentamente aún todo lo que escuchaba. La canción del pueblo, la que escribe su memoria colectiva, entrañable, intransferible. Esa canción acunó mi vida. La sigue acunando. Porque esa canción en la que todos nos sentimos "cantados" es precisamente la que nos pone el corazón en vilo y agita la memoria, pregunta y responde por nosotros mismos y nuestro sueño de libertad. Las dictaduras no pueden permitirlo. Claro que no. Es demasiado. No se puede con un pueblo que canta. El canto es vida pura libre y libertaria. Es transgresor por naturaleza. Agita las campanas. Atraviesa los muros. Empuja a la felicidad de sentir con otros al unísono que se es parte de un todo. Las dictaduras no pueden concebirlo siquiera. Los pueblos que cantan son insurrectos, molestos, inadmisibles. Por eso vinieron por la música. Vinieron por las palabras que había en nuestra música. Llegaron hasta el más desopilante ridículo. Prohibieron todo aquello que perturbara la conducta pacata, defendida como condición irrenunciable, para que no se "ensucie" el pensamiento, el sentimiento, la "conciencia cristiana" y "bien nacida" de los argentinos. Prohibieron lo inimaginable y también lo que era lógico que prohibieran La belleza hecha denuncia, la posición tomada a favor de la libertad, la democracia y la justicia por todos aquellos que tuvieran llegada al pueblo. Censuraron, maniataron las palabras, los ideales.

16 . Ni un paso atrás

Escribieron las listas negras. Volvieron a sacar a la luz las que venían de otras dictaduras y las ampliaron. Persiguieron a los protagonistas de "semejantes atropellos” que ponían “en peligro el bienestar nacional." En este "país sacrosanto" donde el "comunismo" era una amenaza demoníaca agazapada, escondida en estos seres y sus malditas canciones insurrectas, me recuerdo cantando en voz baja. Escuchando radios de países vecinos donde a veces, todavía y por descuido, uno podía enterarse de que había resistencia cultural, política, ideológica, a pesar del miedo y la barbarie que ya habían desatado entre nosotros Pero la música nunca fue desaparecida. Siguió juntándonos alrededor de su hondura, de nuestra esperanza que también era nuestro desafío. Prohibieron "lo cantable" de Mercedes, de Víctor, de Charly, de Atahualpa, de Horacio, de Violeta, de Alfredo, de los Huerque Mapu, de León y de tantos, tantos, tantos. Nunca, sin embargo, estuvimos dispuestos a callar. Siempre, sin embargo, empuñamos el canto que hablaba por nosotros mismos. Como ninguna otra cosa. Ni aunque me prohibas los versos Ni aunque me prohibas la voz Ni aunque me acuchilles el canto Nunca podrás con mis sueños Nunca podrás con el fuego De libertad que me abraza Porque no podrás amurallar mi alma Aquí está aún mi guitarra Tan de pie y estallando Que no hay arma Que no hay cárcel

Que no hay muerte Que la alcance No he desaparecido Sigo entre todos cantando La canción plural que me ha acunado La canción del amor compartido La canción de los puros ideales. Ya has venido por mí Y qué te has llevado Ni mi grito ni mi sangre Ni mis versos Ni mi música Ni mis sueños militantes Soy la misma La que canta La que nunca Desterraste.... Es necesario recordar lo que vivimos. Es necesario transmitirlo de generación en generación. Los músicos y poetas y cantores que sostuvieron viva esa llama luminosa de nuestro canto colectivo escribieron páginas imborrables de nuestra historia. Cuando recuperamos hoy esas canciones estamos reivindicando esa entereza, esa decencia, ese coraje cívico, esa responsabilidad también, ese asumir el momento, ese "hacerse cargo", ese ser "punta de lanza" de un pueblo que está dispuesto a resistir más allá del genocidio, el miedo, la barbarie, con uñas y dientes, su razón de ser Un pueblo que venía de las Madres de Plaza de Mayo y que se merecía esas Madres. Un pueblo que jamás entregaría sus banderas. El mismo que ahora sostiene desde las urnas, desde las plazas, desde la construcción colectiva, su canción infinita.


MĂşsica y dictadura

El canto es vida pura libre y libertaria. Es transgresor por naturaleza. Agita las campanas. Atraviesa los muros. Empuja a la felicidad de sentir con otros al unĂ­sono que se es parte de un todo. Las dictaduras no pueden concebirlo siquiera. Los pueblos que cantan son insurrectos, molestos, inadmisibles.

Ni un paso atrĂĄs . 17


Los objetivos de la dictadura militar

La política de los terroristas de Estado La memoria de los años de la dictadura militar ha sufrido una profunda conmoción en los últimos años. No es un cambio circunstancial ni obedece a nuevos aportes historiográficos sobre la época; es más bien el resultado de una rica experiencia política popular que nace con la crisis de diciembre de 2001 y da un salto en calidad a partir de la asunción del gobierno elegido en 2003. Por Edgardo Mocca Lo que hemos hecho los argentinos es discutir masivamente las interpretaciones - hegemónicas desde la recuperación de la democracia hasta entoncesque ponían a la dictadura fuera de nuestra historia, o vinculada a lo sumo a un período en el que, se decía, la violencia de las organizaciones revolucionarias y la de la represión militar, las que, junto con el deterioro de la situación económica, habían llevado al país a una circunstancia caótica. No hay en esta mirada esfuerzo alguno por captar cuál era la naturaleza del conflicto terminal que el golpe había venido a “solucionar”. No es de ninguna especulación teórica que se desprende el análisis de cuál fue esa naturaleza: fueron los propios jefes del asalto al poder –jefes civiles, jefes militares- los que lo explicitaron rotundamente. Ellos, Videla tanto como Martínez de Hoz, decían que el golpe no era “uno más”, que tenía pretensiones de cambiar de raíz la sociedad argentina, su estructura económica, sus formas sociales de convivencia, su cultura y su política. Es decir, no decían “vamos a volver a la situación anterior al auge de la violencia política” sino “vamos a cambiar al país que permitió su surgimiento”. El conflicto que vino a resolver el golpe de 1976 fue el que enfrentaba a los sectores interesados en el desarrollo industrial y la afirmación de la “sociedad salarial” con su correlato de derechos y seguridades contra quienes postulaban un proyecto de mayor concentración económica y mayor subordinación de nuestra economía a los centros rectores del capitalismo mundial. En ese sentido, forma parte de un proceso histórico de época: hoy está plenamente aceptado que la crisis capitalista de los años setenta fue el comienzo de la profunda reestructuración globalista de la economía mundial, caracterizada

Ellos, Videla tanto como Martínez de Hoz, decían que el golpe no era “uno más”, que tenía pretensiones de cambiar de raíz la sociedad argentina, su estructura económica, sus formas sociales de convivencia, su cultura y su política.


La profunda derrota del campo popular tiene su más precisa y dolorosa medida en la pérdida de miles de los mejores cuadros políticos de aquellos años. El terrorismo fue la punta de lanza del intento de desarraigar una memoria de lucha del pueblo argentino. Es una memoria que nunca se perdió y que retomó vigor en los últimos años.

por el predominio sistémico del gran capital financiero. Otra cuestión es qué y cuánto de esa reestructuración pudo ser finalmente realizada por la dictadura; la Argentina de la movilidad social y el igualitarismo fue agredida brutalmente en esos años. Fueron tiempos de desindustrialización, caída del empleo, conversión de los grandes centros obreros en ghetos de pobreza y exclusión. Sin embargo, la Argentina “populista” resistió hasta ser radicalmente destruida en la década del noventa del siglo pasado, cuando se completó el desmantelamiento de la industria y se agravaron todas las consecuencias sociales de esta reestructuración. No hay manera de separar, como no sea conceptualmente, los objetivos económicos de los políticos y culturales en la agenda dictatorial. El razonamiento de los terroristas de estado era que el “desorden político” previo al golpe era el climax de un largo proceso de insubordinación social que tenía su base en el profundo arraigo alcanzado por el peronismo entre las clases populares, acompañado y agravado en los últimos años por la “penetración de ideas disolventes” asociadas con el marxismo y la influencia de la revolución cubana. Había que desplegar una fuerte ofensiva represiva contra cuadros y militantes de esa tradición de lucha popular como condición para asegurar el poder de los usurpadores. Pero había una instancia más profunda a resolver, la del rostro industrial y proletario de la Argentina nacida en los años cuarenta del siglo pasado. No sería profundo un proceso de “ordenamiento” de la sociedad si no se cambiaban sus cimientos. La hoja de ruta de la dictadura articulaba así la vieja hostilidad con el peronismo, los temores ante el crecimiento de izquierdas políticas y sociales, la política regional de los Estados Unidos guiada por la doctrina de la seguridad nacional, todo eso con el telón de fondo de la voluntad de los grandes poderes económicos y financieros de la Argentina para destruir las trabas “estatistas”, “dirigistas” y “populistas” con que se enfrentaba su proyecto de expansión. Terror político inmediato, disciplinamiento social basado en el escarmiento y, no en último término, reestructuración profunda de las bases económicas del país eran las premisas que orientaban la acción dictatorial. Claro que no era una agenda unánime y que la historia de la dictadura fue la de una permanente lucha de posiciones en su interior. Pero es indudable que fueron esos los ejes que organizaron la política de los núcleos que hegemonizaron al “proceso”. La profunda derrota del campo popular tiene su más precisa y dolorosa medida en la pérdida de miles de los mejores cuadros políticos de aquellos años. El terrorismo fue la punta de lanza del intento de desarraigar una memoria de lucha del pueblo argentino. Es una memoria que nunca se perdió y que retomó vigor en los últimos años. Es la memoria que alienta a la joven militancia recuperada. La que nos orienta a defender y profundizar la democracia, no como un paquete de formalidades institucionales, sino como el derecho del pueblo a autogobernarse.


SINDICATO TELEFÓNICO DEL NOA

En lucha contra la multinacionales de las telecomunicaciones Viejas luchas, antiguos sueños libertarios, para un sindicato joven, nacido al calor del nuevo país que empezó a construirse en mayo de 2003. Por Manuel Segovia *

E

l sindicato telefónico del Noroeste Argentina se fundó el 21 de octubre de 2006, por iniciativa de compañeros telefónicos pertenecientes a la multinacional Telecom s.a., y que desempeñamos nuestras tareas en las diferentes provincias del Norte argentino (La Rioja, Catamarca, Santiago, Tucumán, Salta y Jujuy). Cumpliendo con las presentaciones de Ley en el Ministerio de Trabajo, obtuvimos, la Inscripción Gremial en el año 2009, y luego de realizar las elecciones, gracias a Hebe de Bonafini, logramos la certificación de autoridades, ya que nuestro expediente se había extraviado. Nuestro gremio nació bajo la luz de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, quienes desde el año 2003 son la vanguardia de este Proyecto Nacional Popular y Latinoamericano. La construcción de nuestro gremio nace de la necesidad de representación y contención de miles de trabajadores de la actividad de las Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías, desde abajo hacia arriba, con una fuerte convicción

20 . Ni un paso atrás

de lucha, donde lo político-ideológico traza el camino reivindicativo, sin declamar sino exigir la distribución de la riqueza para todos los trabajadores de la actividad. Con los principios históricos del sindicalismo solidario, unido y democrático, es nuestro principal objetivo en el Norte dar la lucha contra las multinacionales de Telecomunicaciones, causas del flagelo de precariedad, informalidad y trabajo en negro, de seres humanos, de trabajadores que son explotados en nombre de las nuevas tecnologías. La Comisión Directiva, consciente de esta realidad, desarrolla acciones, inspecciones de la Secretaria de Trabajo, reuniones en los lugares donde los compañeros desarrollan su labor diaria, en las empresas contratistas, tercerizadas explotadoras de trabajadores que cumplen la tarea técnica para Telecom, Telefónica, Telemex. Estas empresas realizan contratos marcos (intermediarias) con grandes empresas como Techint S.A, que se quedada con grandes y jugosas ganancias, a costilla de la sangre de los traba-

La construcción de nuestro gremio nace de la necesidad de representación y contención de miles de trabajadores de las Telecomunicaciones, sin declamar sino exigir la distribución de la riqueza para todos los trabajadores de la actividad. jadores precarizados y también de los usuarios que pagan facturas de telefonía fija y celular si control ni regulación por parte del Estado y los sindicatos. Contra las multinacionales realizamos, para la obtención de la Personería Gremial, a través del Ministerio de Trabajo de la Nación, la entrega de oficios para que nos den las listas de trabajadores Técnicos y Supervisores que trabajan en estas empresas. Somos conscientes que la obtención de la Per-


SINDICATO TELEFÓNICO DEL NOA

sonería es un derecho, ya que somos el único gremio telefónico, en la región del NOA, que en su estatuto modificó el ámbito de representación del personal, ya que podemos representar los intereses de los trabajadores de Televisión Satelital, Televisión por Cable, Internet, Call Centers, Telefonía, Call Centers, en todo el NOA. Hoy con nuestra Inscripción Gremial 311, contamos con cerca de 2000 afiliados en todo el Norte, con el aporte voluntario de la mayoría, ya que las empresas no quieren realizar los descuentos por planillas. Nuestra sede Central esta en calle Jujuy 556, en la ciudad de San Miguel de Tucumán; el sindicato se llama Organización del Personal de Supervisores y Técnicos Telefónicos del Norte Argentino (O.P.S.T.T. NOA), y el área territorial incluye a las provincias de La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. Es un logro para nosotros ya que nuestro gremio se sostiene con el aporte voluntario de los trabajadores, y de nadie más. Estamos convencidos que todo lo

Algunos sectores de la política provincial, que dicen estar con la presidenta, tratan de ponernos palos en la rueda, como así también otros sindicatos telefónicos y sobre todo aquello que son opositores a nuestra presidenta. obtenido es gracias a la política y al plan de país planteados por Néstor y Cristina, poder expresarnos y hoy tener nuestra Certificación de Autoridades, gracias a la intervención de Hebe, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, emblema de lucha, constancia, memoria y Justicia, es fundamental para conducir nuestro Gremio. Sí debemos reconocer que algunos sectores de la política provincial, que dicen estar con la presidenta, tratan de

ponernos palos en la rueda, como así también otros sindicatos telefónicos y sobre todo aquello que son opositores a nuestra Presidenta. Esta es nuestra verdad, trabajadores de la actividad en lucha, es lo que importa, no el discurso de las multinacionales, apropiadoras de nuestro patrimonio Nacional, pretenciosas de trabajadores de cuarta categoría, creando un submundo de trabajo, de opresión, precariedad, informalidad, en nuestra actividad. Es bueno destacar la iniciativa en este año de los jóvenes trabajadores de las Telecomunicaciones, de crear la Agrupación Peronista Felipe Lautaro, para dar la lucha política y social, como herramienta de construcción de poder de los sectores populares. Nosotros siempre decimos: Ni un paso atrás. Por los desaparecidos, por la Justicia social, ¡Hasta la victoria siempre! * Secretario General de la Organización del Personal de Supervisores y Técnicos Telefónicos del Norte Argentino

+ Info: www.opsttnoa.org.ar

Ni un paso atrás . 21


Resistencia ferroviaria durante la dictadura

Mantener la llama encendida El largo y sinuoso camino de los trabajadores de los talleres ferroviarios de Tafí Viejo durante la dictadura, y en democracia también, para impedir el cierre definitivo de esa gran fábrica de trenes, semilla del progreso nacional.

Por Orlando Díaz (desde San Miguel de Tucumán)

Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.” Rodolfo Walsh

C

reo que el odio hacia nosotros empezó allá por el año 1961, con el plan Larkin durante el gobierno de Fondrizi. Ante el cierre de ramales, estaciones, talleres fue tal la resistencia que se ofreció en todo el país que logramos vencer la represión, la cárcel y hasta al Ejército. Con una huelga de 42 días ganamos una batalla, pero no la final que fue el cierre definitivo. Por eso el 24 de marzo de 1976 las bestias en el poder oficializan su odio otra vez y se ensañan con los talleres; y con Bussi como gobernador implementan el terror y la muerte sobre los compañeros, en especial los que estaban al frente de la lucha. La primera medida de la dictadura fue suprimir todos los beneficios obtenidos - insalubridad, incentivos, horas extras- y prohibir la mínima reunión. Los derechos gremiales, las asambleas, todo aquello que pudiera alentar cualquier resistencia era amenazado con despido inmediato, más las primeras noticias de que algunos compañeros habían sido detenidos en sus domicilios y otros rumbo al trabajo, todo eso el 24 de marzo, el primer día del “Proceso”. Bussi nos odiaba. “Son un nido de subversivos, sucios y barbudos” dijo públicamente y a diario nos visitaban pa-

22 . Ni un paso atrás


Resistencia ferroviaria durante la dictadura trullas militares, que recababan información. Mientras, seguían las cesantías, detenciones y desapariciones. Diezmada la resistencia, al no haber dirigentes combativos, llegamos al cierre, en el año 80. Nos “ofrecían” indemnizarnos compulsivamente, lo que llevaron a cabo mediante amenazas de que había que renunciar o renunciar. De los casi 2000 compañeros sólo quedaron 70, habían desactivado el taller, estábamos heridos de muerte. Pasan luego cuatro años. Vuelve la democracia. Alfonsín reabre los talleres, no estaban saqueadas sus instalaciones, y hay esperanzas otra vez. Se empieza a trabajar con 300 compañeros hasta llegar a 500. En el año 87 aparece Terragno con el tema de privatizar los ferrocarriles y se empieza otra vez a parar el crecimiento, pero se seguía trabajando mucho. Llega Menem y con él otra vez la esperanza por lo dicho en su campaña electoral respecto de incrementar la planta con más trabajo y por ende más trabajadores. Pero solo será sangre, sudor y lágrimas para los ferroviarios del país, en especial para los de los talleres, anunciando la privatización de los ferrocarriles y otra vez la lucha, las marchas, el peregrinar. Pedraza ya había firmado para que Laguna Paiva pase a ser una cooperativa privada, el Banco Mundial financiaba las indemnizaciones, y ese dirigente se mostraba perfectamente funcional a ellos. Ahora venían por nosotros los funcionarios ligados a la Fundación Mediterránea de Domingo Cavallo que nos presionaban también para convertirnos en una cooperativa privada. Fue durante esa lucha por no aceptar cuando llegó la provincialización de la mano del gobernador Ortega. Él frenó lo de la cooperativa, y así pasaron cerca de dos años de trabajo en los que reparábamos vagones. Con eso nos autofinanciamos, generando un superávit para la provincia y salvando, además, los 350 puestos de trabajo. Pero, otra vez la desgracia, el gran error de los tucumanos: Bussi asume la gobernación en octubre de 1995, y menos de una semana después deja cesan-

tes a 13 aprendices que se había logrado incorporar. Con eso queda demostrado el gran odio de Bussi hacia nosotros. Como era de esperar Bussi anuncia el cierre del taller y ofrece una cooperativa, que encima era sólo para 70 trabajadores. El resto, a la calle. Pedimos verlo para salvar la provincialización y nos dice que ya estaba decidido el cierre por or-

tampoco cumplió. Llegamos al 2003. Como somos insistidores, a todo candidato que llegaba le presentamos carpetas: Rodríguez Saá, Carrió, Bullrich y Néstor Kirchner. Gana Néstor y asume un 25 de mayo del 2003, y el 9 de julio anuncia la reapertura. Cuando cumple su promesa la carpa se levanta. En el acto de la reapertura

Gana Néstor y asume un 25 de mayo del 2003, el 9 de julio anuncia la reapertura. Cuando cumple su promesa la carpa se levanta. En el acto de la reapertura nos dice que acá hubo y habrá intereses para que esto se destruya y fracase todo intento de surgir, pero ¡minga nos torcerán el brazo! den del Banco Mundial. “¿Para qué elegimos gobernador? Para eso hubiéramos puesto un gerente del Banco Mundial” le contestamos; se enoja mucho y echa a los trabajadores del despacho y da la orden del cierre. Algunos compañeros traicionan y aceptan la cooperativa. Empiezan otra vez el desguace y destrucción de los talleres, el saqueo, la indiferencia. Sólo un grupo de trabajadores resiste, con una carpa, oponiéndose a la barbarie y si bien se logra parar la muerte, el gigante agoniza. Cuando asume De la Rúa promete reabrir los talleres inmediatamente. Todavía estamos esperando su promesa. Duhalde hizo la misma promesa que

nos dice que acá hubo y habrá intereses para que esto se destruya y fracase todo intento de surgir, pero ¡minga nos torcerán el brazo! Fue un mensaje a los trabajadores: con la lucha y con la perseverancia en las convicciones aprendidas de esa lucha no podrán vencernos, nada podrá detener los vientos de los pueblos que vienen a desparramar las semillas de la libertad, la inclusión social, la verdad, la justicia, en tierra fértil, que viene abonada, preparada y anidada por pañuelos blancos. Son las Madres que vienen sembrando ideales, para que el pueblo coseche sueños y esperanzas para un país más justo y solidario.

Ni un paso atrás . 23


EL CARÁCTER SOCIALMENTE REPARADOR DE LOS JUICIOS DE LESA HUMANIDAD

CÁRCEL A LOS GENOCIDAS Por Roberto Boico*

Q

ué es la justicia, vaya uno a saber; pero como el aire que no se ve pero se siente, la percepción de estar practicándola en un acto o decisión cualquiera produce una bocanada de aire fresco y un regocijo ético. Esta es una perspectiva sencilla y coloquial de presentarla, pero al fin de cuentas ¿quién puede pretender una formulación teórica que no esté apoyada en el sentido común? La justicia puede apreciarse como el escenario institucional de la reconstrucción histórica de ciertos hechos con relevancia jurídica donde se procura la aplicación de las consecuencias que las normas atribuyen a tales hechos. Justicia, en el sentido procesal de la palabra, es reconstruir hechos y aplicar normas, definición que no me gusta por su tenor huero, vacío y neutral. Propongo para este breve trabajo una justicia definida como acto de liberación y emancipación popular y fundamentalmente como el acto político de saneamiento colectivo de la otrora maquinaria bestial de exterminio perpetrado por el aparato cívico-militar. Sanear lo pienso aquí como el acto político por el cual se afrontan las cuestiones históricas que constituyen la ontología del pueblo. Y si la historia documenta opresión, crimen y silencio, entonces la liberación empieza por “deshollinar” el relato de la muerte para construir el relato de un pueblo libre y digno. Deshollinar, sacar el hollín o la ceniza, no es sólo tarea de la literatura y del arte; es también tarea institucional. El restablecimiento democrático estuvo signado, primero, por el afanoso y altisonante proceso de juzgamiento de las actividades criminales desarrolladas en el período de la excepcionalidad institucional, aunque su vector estuviese dirigido únicamente – en un análisis post facto – contra las máximas autoridades; luego signado por un evidente retraimien-

24 . Ni un paso atrás

El desarrollo de los juicios de lesa humanidad, aún en su herrumbrada marcha, constituye el acierto evidente de un pueblo que reclama cerrar el capítulo más sombrío de su historia con verdad y justicia.


EL CARÁCTER SOCIALMENTE REPARADOR DE LOS JUICIOS DE LESA HUMANIDAD to del tan predicado proyecto original restringiendo la revisión a cierto escaño en la verticalidad de responsabilidades (ley 23.492) y colocando un valladar temporal infranqueable para la persecución penal (ley 23.521). En un tercer estadio se puede advertir un discurso político supuestamente re-conciliador, auspiciante de una tabula rasa sobre el pasado que anuló radicalmente el modesto logro reparador del primer estadío (indultos); un cuarto signado por la obstinación en la indiferencia por los derechos humanos, y un último estadío mediado por la férrea decisión política del juzgamiento y castigo. No es tarea de venganza colectiva, es labor de dignidad. No encuentro inconveniente en atribuir carácter de legalidad, una muy particular por cierto, a las prácticas de terrorismo de estado llevadas a cabo durante la excepcionalidad institucional, de tal modo que constituyeron prácticas sociales hegemónicas dotadas de sentido. Ello se prueba en la casi invariante jurisprudencia gestada alrededor de los reclamos de hábeas corpus de la época apelando a un ya clásico cliché de rechazo; en la dosificación de la violencia institucional justificada en la doctrina de la seguridad nacional; en una silente e indiferente aprobación de la mayoría social al régimen aún mediada en el temor

Propongo para este breve trabajo una justicia definida como acto de liberación y emancipación popular y fundamentalmente como el acto político de saneamiento colectivo de la otrora maquinaria bestial de exterminio perpetrado por el aparato cívico-militar. eficazmente infundido; en el confeso convencimiento de que aquellos detentadores del poder eran la encarnación misma de la ley; etc. Frente a una experiencia histórica que degradó fatalmente la condición vital del hombre, y terminó constituyéndose en una planificación genocida de disciplinamiento, pueden extraerse algunos

aprendizajes. Primero: que la violación sistemática de los derechos humanos en nuestro país pudo adoptar la forma de terrorismo de estado, instrumentándose la represión estatal bajo formas de crueldad semejantes a algunas experiencias foráneas arquetípicas. Segundo: que la victimización lograda en la población adoptó la forma de un auténtico genocidio. Tercero: que la victimización del enemigo social se sustanció principalmente bajo la perversa modalidad de la desaparición forzada de personas. Cuarto: que no hay mayor paradoja que la constituida por un Estado que se prostituye en la criminalidad. Quinto: que se torna indispensable adecuar los mecanismos jurídicos de defensa social para impedir definitivamente una experiencia histórica semejante. Sexto: que la adecuación instrumental de la defensa requiere previamente desarticular una maquinaria ideológica enquistada en partes del universo social, empresa que puede extenderse temporalmente más allá de lo esperado. El actual debate sobre los componentes humanos del Poder Judicial atestigua dicha inquietud. El desarrollo de los juicios de lesa humanidad, aún en su herrumbrada marcha, constituye el acierto evidente de un pueblo que reclama cerrar el capítulo más sombrío de su historia con verdad y justicia. Los derechos humanos son algo más que una prédica pomposa, algo más que la cristalización de sus postulados en un texto legal, algo más que un discurso proselitista. Son en definitiva una política de estado comprometida con la transformación práctica y real del mundo, del mismo modo que la exhortación marxiana a los filósofos expuesta en la tesis 11 sobre Feuerbach: “… Los filósofos (juristas) sólo han interpretado el mundo (jurídico) de diferentes maneras; de lo que se trata es de transformarlo…”. Hasta tanto no se juzguen todos los crímenes genocidas del pasado, con las consiguientes complicidades civiles aún ocultas, no habremos desterrado el último vestigio del terror institucional. *Abogado. Docente de Derecho Constitucional en la carrera de Abogacía de la UPMPM

Ni un paso atrás . 25


el blog del pañuelo Los Justos según Agustín Alezzo

“Durante la dictadura dormía con un ojo abierto y otro cerrado” Por Martín Bielski

@MarBielski Entro a la sala. A su sala. La función está por comenzar. Me meto en el personaje de periodista y rememoro las preguntas que había preparado. A diez metros veo un hombre sentado en una silla y apoyado en un bastón. Me cuesta pensar que usa el bastón para caminar. Prefiero imaginarlo golpeándolo contra el piso para darle más severidad a sus ideas. La silla tampoco es una silla cualquiera. Es esa de los teatros antiguos que siempre pensé que estaban destinadas solo para las obras. Imagino cuántos personajes se habrán sentado allí: Alejandra Boero, Julio Chávez y tantos otros con los que trabajó en más de 50 años de trayectoria. Trato de abstraerme para continuar con mi tarea. –Así que escribís en Ni un paso atrás!, me dice, como si hubiese percibido cierta timidez. –Así es. -Buen nombre para una revista… Chau tensiones y papeles. Los guardo en mi bolsito porque me di cuenta de que no iba a ser una entrevista sino una charla. Igual que Los justos (obra de Albert Camus que se da los sábados y domingos en el auditorio Losada) empiezo con un silencio. Sabía que él se siente cómodo en ese ámbito. Pero yo, no. Dos personajes que se miran sin mirar y que se piensan el uno al otro. -Cuando escribo una nota trato de imaginar quién la va a leer y en general me cuesta porque siempre llego a los mismos lugares. ¿En el teatro se puede imaginar al espectador? -Es totalmente diferente. Cuando monto una obra no pienso en el público, pienso solo en mí. Cuando uno pinta un cuadro no se va a poner a pensar quien va a venir a verlo,

26 . Ni un paso atrás


si le va a gustar o no. He montado casi 90 obras. Sabe, siempre quise montar Los justos de Camus. -La vi. -¿Le gustó? -Mucho. Leí en alguna entrevista que usted contaba que de Arthur Miller le interesaba la mirada aguda sobre la sociedad capitalista y de Tenesse Williams la mirada crítica sobre el sueño americano. Sentí que en Los justos usted condensó un poco esto… -Puede ser, pero no lo hice concientemente. La mirada de Camus es una profunda reflexión sobre el género humano, sobre las conductas, la sociedad y las posturas que un hombre debe tener frente a un mundo en crisis sin olvidar nunca a los que quedaron en el camino. -¿Y a usted por qué lo sensibiliza particularmente esta temática? -Porque comparto profundamente. -¿Vio la película Infancia clandestina? -Sí, y me gustó mucho. -Sentí que hubo puntos en común con Los Justos. -A mí me gustó muchísimo la película, pero creo que es otra cosa, aunque algunos puntos en contacto puede tener. Mire -se pone enérgico- a lo largo de los siglos hay siempre muchos hijos de puta. La mayoría maneja los países. Pero siempre hay grandes hombres que en contraste con los otros dan pautas de conducta y de vida. Son la luz que ilumina los caminos. Camus ha sido uno de ellos, como Schweitzer o como Gandhi. -¿Es posible pensar en el teatro fuera de un contexto político o indefectiblemente es una forma de respuesta? -Siempre es político. Aunque vea una comedia estúpida eso siempre es un acto político. No comprometerse también es hacer política. -Claro, pero se puede reconocer un teatro argentino post crisis del 2001, un teatro argentino de los 90… -Por supuesto que sí. Evidentemente siempre hay un teatro

político. Hay autores que escriben sobre situaciones concretas. Harold Pinter, por ejemplo, en gran parte de su obra no escribe un teatro político, sino que escribe sobre las relaciones humanas. Pero él toma una actitud crítica sobre lo que está sucediendo en el mundo. Ha criticado crudamente la política norteamericana, todas las guerras, no se amparó nunca en la ambigüedad. La obra Los Justos se acerca mucho a eso. -¿Cómo era hacer teatro en los setentas, en la dictadura? -Estuve prohibido cinco años. Trabajaba en teatros chicos y organicé un grupo como reacción que se llamó Grupo de Repertorio que nucleaba a jóvenes, y de allí surgió mucha gente importante, muy prestigiosa. Trabajábamos para tratar de conseguir la sala y conseguimos montar entre el 76 y el 80 veintisiete espectáculos. Intentábamos vivir la mayor libertad posible. Fue una forma de defensa. -¿Y cómo se enteró que estaba prohibido? -Porque Ferrigno –padre- estaba de gira haciendo El precio, de Arthur Miller. Cuando llegó a Tucumán, a los dos meses del golpe, le dijeron que no iba a poder mostrar la obra. Ahí le pasaron la lista de prohibidos. Como estaba por orden alfabético, yo la encabezaba. Cuando vino a Buenos Aires, me contó el episodio y ahí lo supe. -¿Y cómo siguió su vida después? -A salto de mata. Yo vivía en un dúplex en el tercer piso frente al botánico y tenía una escalera caracol que me llevaba a la azotea. El dormitorio tenía jardines de los dos lados. Uno de los balcones tenía una saliente que conducía a la saliente del edificio de al lado. En ese momento hubo muchos allanamientos nocturnos. Yo dormía con un ojo abierto y otro cerrado. Toqué el timbre del edificio de al lado, les conté quién era y por suerte me conocían. Entonces les pedí permiso, en caso de necesitarlo, para atravesar al departamento de ellos. Por suerte me dijeron que sí. -¿Y lo tuvo que hacer alguna vez? -Afortunadamente no.

Ni un paso atrás . 27


Elecciones en Paraguay

El sindicato y la escuela

Otro tiempo amanece en Nuestramérica Si bien la derecha reaccionaria no ceja en su intento por hacerse del poder a cualquier precio, las reacciones en el continente están atravesadas por un presente de integración que hace la diferencia. Por Sandra Conte

E

l 22 de junio de 2012 la sociedad paraguaya experimentó un golpe de estado de nueva generación en la que fuera quizás una de las más sofisticadas maniobras ideadas por las fuerzas más reaccionarias. Sin embargo un presente de unidad e integración latinoamericana posibilitó que la denuncia y efectiva condena no se hicieran esperar: apenas una semana después, se reunían los representantes de UNASUR y el Mercosur. El 29 de junio, ambos bloques regionales sancionaron a Paraguay, al considerar que con la destitución del presidente Fernando Lugo se produjo un “quiebre democrático” en el país. Advirtieron, además, que sólo reconocerán a las autoridades que surjan de los comicios de abril. Para comprender un poco más el presente paraguayo y su dinámica electoral, de la que participan 3.5 millones de paraguayos (sobre un total de 6.5 millones de habitantes), entrevistamos al Lic. Rubén Patiño, docente de la materia Historia Latinoamericana de la carrera Licenciatura en Historia en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.

28 . Ni un paso atrás

¿Cómo se puede caracterizar al Partido Colorado, con sus más de 40 años en el poder? ¿Qué similitudes y diferencias plantea con la dictadura argentina? Si observamos la historia política del cono sur en la segunda mitad del siglo XX cuando entra en vigencia la guerra fría, uno de los países que aplica tempranamente los criterios de la lucha ideológica es Paraguay a través de la dictadura de Alfredo Stroessner cuyo poder se edifica sobre la base de la dominación tradicional con un Partido político (Colorado) que oficiaba de articulador del sistema político, como afirma Lorena Soler, una productiva partidización del Estado y las Fuerzas Armadas conjugada con una buena dosis de personalismo. El rol central de este partido hizo que sea el que mejor expresara a una dictadura antiliberal, anticomunista, pro norteamericana y desde 1970 adherida explícitamente a la Doctrina de la Seguridad Nacional, pero que no llegará a transformarse en una dictadura institucional de las FF.AA., como sus vecinas del Cono Sur. Si tomamos como punto de partida la caída de Alfredo Stroessner ¿cuál era la

situación de Paraguay, el mapa político y social de ese particular momento histórico? La caída de Stroessner se dio en un contexto de crisis, fue en el marco del fin de la guerra fría, del agotamiento de la forma de crecimiento económico y de acumulación. Este proceso se vio acompañado por un clima de democratización regional. Los síntomas de la crisis se venían manifestando desde 1982 cuando empieza a percibirse, crisis de la Deuda Externa mediante, el agotamiento del modelo de acumulación que dicho endeudamiento ya no hace viable. En Paraguay el monto de lo adeudado entre 1975 y 1980 se quintuplicó. Resulta paradójico que los nuevos grupos económicos creados por la dictadura a partir de una organización de la estructura productiva y financiera devinieran en actores que terminaron por considerar inconveniente el formato dictatorial, en sintonía con el fin de la era bipolar. Esto configura un panorama que muestra el alcance de la crisis, la pérdida del control del Estado y del Partido Colorado, que antes habían dotado de sentido a los vínculos políticos fueron la expresión del final de una época.

Ni un paso atrás . 28


Elecciones en Paraguay

En Paraguay el monto de lo adeudado entre 1975 y 1980 se quintuplicó. Resulta paradójico que los nuevos grupos económicos creados por la dictadura a partir de una organización de la estructura productiva y financiera devinieran en actores que terminaron por considerar inconveniente el formato dictatorial, en sintonía con el fin de la era bipolar.

¿Cómo podría resumirse lo que ocurrió a partir de entonces con las diferentes fuerzas en pugna? Más allá de insistir en los males de la clase política paraguaya como destino intrínseco y errático de la historia de este país, hay que tener una mirada más amplia del problema para no naturalizar este aspecto y observar que estamos ante una sociedad que está experimentando cambios que quizás sean más lentos que los que nuestros deseos quisieran; cabe destacar que durante la transición democrática (1989-2008) se produjeron tres rebeliones militares: 1996, 1999 y 2000, el asesinato de un vicepresidente pero también hubo dos manifestaciones contundentes de la ciudadanía en defensa de la democracia, el denominado “Marzo paraguayo” fue una movilización espontánea que exigía la destitución de Raúl Cubas Grau por ser el principal implicado junto con Lino Oviedo en el asesinato del vicepresidente Luis M. Argaña. La segunda expresión democratizante fue la del rechazo colectivo (40.000 personas) a las maniobras políticas y judiciales del presidente Duarte Frutos para obtener

su reelección con la complicidad de la Corte Suprema de Justicia, estos ensayos malgastaron la poca legitimidad del presidente y del Partido Colorado. ¿Qué elementos debieron coincidir para que se hiciera realidad la presidencia de Fernando Lugo? ¿Qué adhesiones se fortalecieron y cuáles se debilitaron en su transcurso? En un nuevo contexto latinoamericano fracasaron las prácticas políticas y propuestas conservadoras de una elite que no daba respuestas superadoras para un país que necesitaba incorporarse luego de décadas de dictadura y su oprobiosa herencia. La aparición de Fernando Lugo fue la posibilidad de construcción de un modelo diferente sin vinculaciones con la clase política tradicional, esto sumado a la representación de los sectores más postergados (campesinos) le sirvió para forjar su legitimidad. Por primera vez los sectores sociales y populares contrarios al modelo vigente se volvieron actores políticos determinantes, y es aquí donde hay que insistir para que se comprenda la magnitud del momento político paraguayo, los conflictos son inevitables

Ni un paso atrás . 29


Elecciones en Paraguay

¿Quién es quién? Las fuerzas políticas en pugna en estas elecciones están lideradas por Frente Guasú (FG), cuyo candidato presidencial es Aníbal Carrillo Iramain, y la Alianza Paraguay Alegre, conformada por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Partido Democrático Progresista (PDP), representada por la dupla Rafael FilizzolaEfraín Alegre (aglutinada en torno a la figura del actual mandatario Federico Franco), tras un fracasado intento de alianza con Unace, (fuerza que demandaba la vicepresidencia para Ariel Oviedo, hijo del fallecido Lino Oviedo). Mientras que la primera tiene arraigo

e incluso saludables no hay que temerles, de otra forma sólo observaremos un caso de parálisis y de naturalización del autoritarismo. ¿Cómo se construyó -según tu criterioel escenario que finalizó con la operación de destitución de Fernando Lugo, luego del controvertido juicio político del 22 de Junio pasado? Es notable como en el derrocamiento del presidente Lugo se puso en práctica la nueva forma de interrumpir procesos políticos en América Latina, los golpes institucionales, situación en la que los golpistas en aras de la legalidad se preocupan por articular las tramas del sentido político y la utilización de las herramientas legales habilitadas por la propia Constitución Nacional y con ellas legitimar la destitución de un presidente para así garantizar la continuidad de la corrupción, los agronegocios y la brutal concentración de tierras en manos de una oligarquía que creció al amparo de la dictadura stronista y continuó aumentando su fortuna con los gobiernos posteriores. Las medidas reformistas planteadas por el depuesto

30 . Ni un paso atrás

en los sectores populares, particularmente en el sector campesino e indígena -postula a líderes de pueblos originarios para cargos electivos- e impulsa a Fernando Lugo como candidato a senador; la segunda representa los intereses que desde las entrañas mismas del estado minaron el poder de Lugo, ya que Filizzola fue Ministro del Interior desde el inicio de su gestión en agosto de 2008. El histórico Partido Colorado, por su parte, presenta como candidato a Horacio Cartes. Y por primera vez se presenta una alternativa feminista: Lilian Soto y Magui Balbuena son las candidatas de Kuña Pyrenda.

presidente representaban una amenaza para el régimen de acumulación que no se resignan a abandonar. El complot que triunfa el 22 de junio estuvo precedido por la amenaza de los Colorados de la destitución parlamentaria en 23 ocasiones que no se habían concretado por la falta de respaldo del partido al que pertenece el Vicepresidente Franco. ¿Cuál es el panorama con miras al proceso electoral del 21 de abril próximo? ¿Cuáles de los elementos que comentaste permanecen y cuáles podrían modificarse? Lo más interesante del proceso electoral que se avecina es que es un desafío que los sectores populares pueden capitalizar si consolidan su posición y no se fragmentan. Hay una oportunidad de ajustar aquellas cosas que no pudieron resolverse: la batalla contra el latifundio, la reforma agraria, una participación más activa en el Mercosur, desmantelar las bases norteamericanas en el chaco paraguayo. El quiebre de la hegemonía colorada debe traducirse en la posibilidad de construcción de una alternativa

política integrada al proceso que viven los países de la UNASUR. Por último, ¿qué incidencia tienen en este escenario cuestiones como las suspensiones aplicadas por el Mercosur y la Unasur, la estructura de tenencia de las tierras y el fallecimiento de Lino Oviedo? En principio lograron aislar políticamente al gobierno de Franco y también le quitaron legitimidad. El problema de la estructura de la tenencia de la tierra es uno de los dilemas centrales a resolver si se pretende modificar uno de los rasgos de desigualdad más marcados que tiene Paraguay. Con respecto a la influencia de la muerte de Lino Oviedo en el futuro proceso electoral creo que es escasa aunque sea magnificada por sus seguidores. La fuerza política creada por el militar queda sin su líder y por lo tanto se dispersará. Además Oviedo estaba en el declive de su carrera política ya que no superaba el 10% de intención de voto, su estilo y propuesta no lograba entusiasmar como en épocas pasadas.


Ni un paso atrรกs . 31


POESÍA POESÍA Y Y MADRES MADRES

Romina Freschi

Poesía descalza sobre brasas humeantes encendidas Por Daniel Ballester

R

omina Eleonora Freschi nació en 1974 en Buenos Aires. Es Profesora y Licenciada en Letras por la U. B. A, donde participó de varios proyectos de investigación. Publicó los libros de poesía Redondel (Siesta 1998-2003), Estremezcales (Tsé Tsé 2000), Petróleo (Eloísa 2002) y El-peYo (Paradiso 2003) más las plaquetas Soleros (1998 BAND), Incrustaciones en confite (1999), Villa Ventana (Arte Plegable, con ilustraciones de F. Fazzolari, 2003)

Es una de las fundadoras del proyecto Zapatos Rojos. Ha integrado además y/o colabora con otros emprendimientos y espacios como Salita Naranja, Espacio Feliz, Escuela Alógena, Kulturburg, Washington Cucurto, etc. En el año 2002 fue invitada al Poesimöte I Malmö, festival internacional de poesía en Suecia, organizado por el poeta Roberto Mascaró y la Revista Encuentro, ocasión para la cual, en colaboración con Zapatos Rojos se editó un

dossier de poesía sueca. Durante el 2003 fue una de las coordinadoras del desaparecido Cabaret Voltaire, Bs. As. Ha realizado traducciones literarias del inglés, el francés y el portugués, es editora de la Colección de Arte Plegable, que combinó un escritor y un artista plástico en un formato económico y origina y editó 9 títulos durante los años 2003 y 2004 y coordina el proyecto Living de la Poesía. Compartimos 3 de sus últimos poemas.

El Hilera

Toca la tierra

Lo amigable otra vez, como migas o piedritas iluminadas por la luna danzas pequeñas para celebrar pequeños éxitos logros, salidas triunfales de espacios hostiles comunes, cotidianos resecos siempre, hoy humectados por esas pintas reguero de tesoros infantiles, brillan en el bosque oscuro y traducimos juntos las sombras temibles como nubes moldeadas por el viento. En una tierra en todos y en cualquier caso imaginada el milagro es dibujar un mapa, carta íntima y valiosa implica el deseo del regreso, la formación de una hilera.

Crecidos los árboles, parece que saludan al cielo los álamos plateados, como plumas o penes oscilan excitados por el viento, su costado de plata parece que nos enriquece, sin tocarnos cómo podría si llega tan alto, tan alocado. El sauce, sin embargo, con su llanto alarga sus guirnaldas, cabellera enrulada, llega al suelo y es el que nos abraza y nos acaricia, su enredo de amor no miente nos toca de verdad, toca la tierra.

Ausencia de gorrión Entre álamos plateados, frente al sauce el árbol de las paltas es un monstruo desordenado sus hojas groseras y algo rojas- grosellasellas resisten el viento, como un gigante montado en una percha endeble, espantapájaros en el que viven los pájaros catapulta sus frutos, cremosos que revientan en mi deseo de escapar a este mundo. El carancho despliega sus alas inmensas y caoba ha asesinado a los gorriones, mueren al costado de las ligustrinas sus restos desparramados perfuman el poblado de los humanos.

32 . Ni un paso atrás



e, las Madres

golp A 20 años del

en la Plaza

ésimo días previos al vig o durante los tres ay M repude ra za pa Pla lle la ca s salen a la adres ocupan re M ad s M La . las 96 e 19 qu z de la primera vez la primera ve 24 de marzo ilizaban. Pero sí es ico-militar. No es ov cív m lpe se y go o l ha de fec io a aniversar laban es ultitudinaria, com en dictadura seña a a la calle tan m ya lid s; sa a sta tro lpi un en go en cu a los En es a diar nizan un res se expr los genocidas, orga cial a los dictado actos en repudio a que el rechazo so espalda a la Casa de la rie se da la le r e ina qu Para term e un escenario br so o, ay ía Mar ta. Con la ocurre hasta hoy. M de M plena Plaza Páez y Actitud ar en o , ar Fit nt s, Co rto tal ra ue M pa s de Rock Todos Tu ardia policial que bulosos Cadillacs, torización y la gu Fa s au a Lo n cia bid ca un de To an . la , da ch do Rosa rlos Cora n solicita Madres no había stro de Interior, Ca tos través de su mini excusa de que las a , más seguro cuan em rá en se M e de qu o y rn al, bie igu go r ce el ha e, a on ec que lo van evento mer Cien mil pers as total normalidad. . Las Madres dicen n to co ac l a rre de cu n ns ció tra ibi la proh o. El acto nción de joven un en la Plaza de May an, tras la interve ya ch ha cu es ías zo lic ar po m os men s del 24 de y a las cero hora nafini. colman la Plaza, rso de Hebe de Bo cu dis e nt ra vib el S, JO HI militante de


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.