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El gato entre las f lores
En un camino de hojas secas va caminando Lena, una chica de 15 años. Va en camino a la cabaña de su abuelo, que se encuentra en lo profundo del bosque. La mayoría de hojas de los árboles estaban secas, lo que indicaba que el invierno se acercaba. Era un paseo relajante por el bosque, el sol ya se estaba escondiendo, esto le daba un tono naranja al bosque, era un lindo paisaje.
Mientras caminaba vio un pequeño gatito blanco, con un ojo azul y uno verde. Se detuvo, lo acarició y siguió caminando. Llegó a casa de su abuelo y en la entrada había un montón de correspondencia, que seguramente llevaba varios meses allí. Lena estaba de visita, se quedaría allí el fin de semana con su madre; su padre estaba en un viaje de negocios.
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Toca la puerta pero nadie abre, vuelve a tocar y aún no pasa nada… decide empujarla un poco.
-¿Abuelo?- dice Lena.
A lo lejos escucha a un hombre hablando, camina lentamente hacia la fuente de este sonido, el patio… era su abuelo hablando con sus plantas, las cuales se veían hermosas todo el tiempo, no importaba en qué temporada estuviesen, siempre eran lindas… eran como producto de un hechizo mágico.
-¡Hola abuelo! -.
-Oh, Lena, ¡qué alegría verte!-.
-Lo mismo digo-.
-Veo que traes un amigo contigo-.
- ¿Eh? Amigo? – Lena voltea. ¡Era el pequeño gato!, la había seguido hasta casa de su abuelo - ahh ¿él? Jaja, lo conocí hoy-.
-Ah, qué bien. ¡Ven, mira! Las flores están más lindas que nunca.
-¡Qué lindas abuelo! - Este le dio chocolate y hablaron por un rato.
-Lena, tengo que decirte algo muy importante -.
-Dime abuelo-.
-Me iré a vivir con ustedes, a tu casa -.
-¿En serio? Qué bueno, esa noticia me hace muy feliz-.
-Me alegra que te guste la idea de vivir contigo-.
Luego llegó su madre. Y así fue. Se quedaron el fin de semana y en la mañana del lunes regresaron a la ciudad. Lena se fue a la escuela y su madre al trabajo, como de costumbre, mientras el abuelo se quedaba en casa. Ya estaba cayendo la tarde, Lena llega a casa y se topa con una fascinante sorpresa, las plantas que se encontraban en la entrada, que antes estaban muertas ahora se ven como nuevas… como por arte de magia.
Lena subió a su cuarto, se cambió e hizo sus tareas; cuando bajó el abuelo tenía la cena lista, luego cuando termina de comer llega su madre, come y se va a su cuarto a dormir. Lena se va a su cuarto… esa noche la luna estaba iluminada, Lena abre la ventana y se queda observando la ciudad, después de un rato se acuesta dejando la ventana abierta.
Cuando estaba a punto de cerrar los ojos ve una figura extraña en la ventana, se levanta lentamente y camina hacia la ventana ¡Es el pequeño gato blanco!
-¡aww! ¿Pero cómo llegaste hasta aquí?-.
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-Muy fácil-.
-¡¿Pero qué!? ¡Acabas de hablar!- Lena se aleja rápidamente.
-Pues sí, sería grosero-.
-¿Qué quieres de mí?-.
-Necesito tu ayuda-.
-¿Mi ayuda?- dice Lena - ¿para qué te serviría yo?-.
- Déjame explicarte- se baja de la ventana y se pone en el piso- lo que pasa es que yo no soy un gato común.
-Pues eso es obvio-.
-Sí, pero mira-.
De repente empiezan a salir un montón de luces de colores de él y sin darse cuenta cómo, en el cuarto de Lena aparece un chico.
-¿Ahora qué pasa? – dijo Lena asustada.
-Tranquila, sigo siendo yo, lo que pasa es que ahora vengo de otro mundo – se acerca a Lena, le coloca un collar y con eso ella se convierte también en un gato.
- ¡¿Qué me hiciste?!- le grita Lena.
-Ven conmigo - se vuelve gato de nuevo- te lo explicaré en el camino, primero que todo me llamo Noah-.
-Y yo soy Lena-.
-Jaja, eso lo sé-. Empezaron a caminar por el techo.
-Mira Lena, de donde yo vengo también somos humanos como tú, pero al ingresar a este mundo nos volvemos gatos-.
Pero entonces ¿cómo te volviste humano?-.
-Mira- le señala el collar que él lleva en el cuellocon esto me puedo convertir en humano en este mundo-.
Ya entiendo, pero ¿para que me necesitas a mí?-.
-Te explicaré: hace unos meses a mi mundo llegó un anciano con un montón de soldados y empezaron a darle comida a la gente, luego de un tiempo la gente se empezó a enfermar, pero no todos sufrieron esta peste. Después de un tiempo las personas se dieron cuenta que el anciano los había enfermado para gobernar y que nadie lo enfrentara, pero también las personas enfermas contagian a las que están sanas y esto se está complicando.
-¡Eso que me cuentas es terrible!-.
-Sí, y ahora nadie quiere salir por miedo a contagiarse o contagiar a alguien más-.
-¡Qué mal!, pero ¿en qué sirvo yo?-.
-Mira, desde que me acariciaste allá en el bosque sentí un poder muy fuerte en ti, como el de ese anciano, pero el tuyo es mucho más fuerte-.
-¿En mí?-.
-¡Sí en ti! Mira- apunta al collar que le diooprime ese pequeño botón en forma de corazón-.
-Está bien-.
De repente aparecen en una gran plaza con Noah.
-¡Wow, no hay nadie!-.
Así es, todos están en sus casas-.
-Mmmm, ya veo-.
-Mira hacia allá- dice Noah apuntando a un gran castillo- allí debemos ir, pero primero veamos tus poderes-.
-¿Pero cómo?-.
-Esto empieza en tu corazón, tienes que confiar en ti, luego concentras todo ese poder en tus manos y ¡Voilá!-.
-Lo intentaré- Lena cierra los ojos y se pone las manos en el corazón, luego coloca los brazos a los lados, y de sus manos empiezan a salir una pequeñas chispas. Entonces abre los ojos y salen rayos de luz enormes.
-¡Listo! – dice Noah – eso es lo que tienes que hacer para derrotar al anciano y todos se recuperarán-.
-Está bien, ¡vamos!-.
Se dirigieron rápidamente al castillo, tenían que entrar con cuidado para no ser vistos por los guardias. Cuando lograron entrar buscaron el trono donde estaba el anciano. Tardaron en encontrarlo, pero después de un largo rato lo encontraron. El anciano tenía una máscara, por lo cual no pudieron ver quién era. Lena empezó a luchar con él y en el último golpe de luz que Lena le lanzó, este se convirtió en un gato viejo. Entonces Lena corre hacia la ventana, la gente empieza a salir de sus casas y enseguida se dirige a abrazar a Noah.
-¡Lo logramos!- dice Lena.
-¡siiii gracias Lena, salvaste a mi pueblo!
-Oye y ¿por qué el anciano se convirtió en gato?-.
-Es el castigo que recibió- mientras tanto le toma la mano a Lena- ya no volverá a ser humano debido al daño que ocasionó-. Cuando Lena regresa a casa le va a entregar el collar a Noah.
- Ten, ya cumplí con mi misión-.
-¡Noo!, quédatelo, oprime el botón cuando me quieras ver y vendré-. Rápidamente Lena le da un gran abrazo a Noah.
-Y gracias por haberme ayudado- le dice Noah despidiéndose.
-Gracias a ti por haberme encontrado. Siempre estaré aquí para cuando vuelvas. Luego de que Noah volviera a su planeta Lena baja y encuentra a su madre llorando porque el abuelo había desaparecido…