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Jerico: comunidad, creación y negocios en el corazón del barrio Edison
from Ed.579
Por Mark Wedel para Southwest Michigan Second Wave –Adaptado y editado por cuestiones de espacio para New/Nueva Opinión
En el vecindario Edison de Kalamazoo, un grupo de antiguos edificios industriales del siglo XIX en la calle Fulford pudo haber permanecido en el olvido, como restos de un pasado productivo que parecía no tener lugar en el presente. Pero en manos de Krystal y Jeb Gast, esos espacios cobraron nueva vida. En la última década, la pareja ha transformado las estructuras en Jerico, un núcleo de actividad creativa, empresarial y comunitaria que reúne a artesanos, técnicos, diseñadores, músicos y visionarios locales.
Hoy en día, Jerico es mucho más que un conjunto de talleres: es una comunidad viva. En sus espacios conviven negocios como Earth Body Pottery, que ofrece cerámica artística; Kalamazoo Backyard Yogis, que organiza sesiones de yoga; y The Clover Room, un espacio de espectáculos y eventos. También hay compañías dedicadas a la tecnología HVAC como Home Energy Solutions, y firmas de diseño industrial que desarrollan productos para marcas nacionales como Traeger Grills, que tiene en Jerico su oficina regional y su espacio de prueba al aire libre.
El espíritu de colaboración es uno de los pilares de Jerico. Los negocios que allí operan no solo comparten espacio físico, sino que también intercambian ideas, recursos y apoyo. Si un taller necesita un buck —una forma de madera utilizada para moldear metal en restauraciones automotrices—, otro taller lo fabrica. Un ejemplo es el trabajo de Weavers Unlimited, donde se construyen guardabarros de Duesenberg moldeados sobre bucks creados por Argenta Park, ubicada a solo unos pasos.
Esa cultura colaborativa también se refleja en los pequeños gestos cotidianos. Shaun Wright, de Home Energy Solutions, es dueño de lo que Jeb llama en broma “el montacargas comunitario”: una herramienta que circula entre los negocios de Jerico, prestada libremente y muchas veces devuelta con una bolsa de pellets para parrilla como agradecimiento.
La historia de Jerico comenzó en 2015, cuando Jeb y Krystal Gast llegaron desde Seattle, motivados por la Kalamazoo Promise y el deseo de encontrar un espacio donde desarrollar su proyecto Fido Motors. En ese entonces, solo ellos dos y un murciélago ocupaban el lugar. Pero imaginaron una incubadora de negocios donde los vecinos pudieran convivir, crear y crecer. Lo que empezó como un taller se convirtió, de forma orgánica, en un ecosistema de emprendimientos creativos.
Los espacios en Jerico no son solo para grandes empresas. Krystal y Jeb han priorizado ofrecer talleres más pequeños y accesibles, ideales para negocios artesanales y de manufactura ligera. Esto respondió a una necesidad que ellos mismos vivieron: no podían pagar ni necesitaban un gran espacio industrial. Así, Jerico se convirtió en una alternativa real para emprendedores locales con ideas grandes pero recursos limitados.
Con el tiempo, el centro se llenó de vida. Cafeterías, estudios de grabación como La Luna Recording and Sound, empresas de diseño gráfico como Stuffed Brain Studios y marcas de cuidado personal como Damn Handsome Grooming encontraron en Jerico un lugar para crecer. La comunidad se ha convertido en una red dinámica de colaboración, donde es común que una empresa diseñe el logo de otra, o desarrolle un producto en conjunto.
La ciudad de Kalamazoo, a través del director de Desarrollo Económico, Antonio Mitchell, reconoce la importancia de espacios como Jerico. Los llama “incubadoras urbanas”, que permiten reutilizar edificios industriales en desuso para fomentar la economía local. Mitchell destaca que estas iniciativas generan tanto empleos directos como oportunidades indirectas a nivel local y regional. Además, en vecindarios como Edison —de origen obrero e industrial—, estos espacios no solo revitalizan el entorno físico, sino que también ofrecen a los residentes oportunidades laborales accesibles y cercanas.
Ejemplos como el de Traeger Grills muestran cómo Kalamazoo está atrayendo talento especializado. La empresa, con sede en Utah, encontró en el suroeste de Michigan un ecosistema ideal para desarrollar productos innovadores. Su equipo local, integrado por ingenieros de diseño y mecánicos, colabora estrechamente con talleres vecinos y prueba prototipos en un entorno climático exigente, ideal para verificar la durabilidad de sus parrillas. Para ellos, Jerico ofrece algo que otras ciudades no: comunidad, talento y autenticidad.
Shaun Wright, quien vive en Vine con su esposa Emily, ejemplifica cómo Jerico ha logrado integrar negocios con propósito social. Fundadores de Community Homeworks, organización que apoya a propietarios de viviendas en Edison, los Wright han mantenido su compromiso comunitario incluso desde su nueva empresa con fines de lucro. Home Energy Solutions colabora con organizaciones sin fines de lucro y compañías de servicios públicos para ayudar a familias de bajos ingresos a mejorar la eficiencia energética en sus hogares.
Wright, como otros empresarios en Jerico, valora profundamente el sentido de pertenencia. Para él, instalarse en un parque industrial alejado no era una opción. “Nos gusta la gente del vecindario. Nos gusta su carácter. Queremos ser parte de él”, afirma.
Esta historia es parte de la cobertura del Southwest Michigan Journalism Collaborative sobre el desarrollo comunitario equitativo. SWMJC es un grupo de 12 organizaciones regionales dedicadas a fortalecer el periodismo local. Visita swmichjournalism.com para obtener más información.