
5 minute read
Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo
from Ed. 535
Trazando Caminos de Éxito: El Legado Inspirador de Jorge Rodríguez en la Comunidad Latinx de Kalamazoo
Por Martín Vélez para New/Nueva Opinión
Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo de New/Nueva Opinión. Subvencionada por la Kalamazoo Community Foundation.
Kalamazoo, Mi - Al echar un primer vistazo, Jorge Rodríguez podría parecer un señor cualquiera: un hombre amigable con gafas y el pelo gris corto y peinado. No se nota nada particularmente inusual de él a primera vista, salvo por una pronunciación rara de sus erres (sus compañeros lo llamaban “el francés” en la escuela). No obstante, el señor Rodríguez es un líder establecido en la comunidad hispana de Kalamazoo, sirviendo como una figura importante en organizaciones como El Concilio y la Universidad de Western Michigan. Allí, desempeña el cargo de profesor de ingeniería mecánica y es la voz de la comunidad hispana en la universidad.
El Dr. Rodríguez nació en Veracruz, donde vivió hasta que acabó la secundaria. Después de eso, fue a estudiar ingeniería mecánica en el Instituto Tecnológico de Monterrey, una de las universidades más prestigiosas de Latinoamérica. Después de terminar sus estudios, se dedicó a trabajar en la industria durante un par de años. Sin embargo, nunca perdió el deseo de seguir aprendiendo y estudiando. Uno de sus profesores le habló de una oportunidad de beca en la Universidad de Wisconsin en Madison, donde formaba parte del comité de selección, y lo animó a aplicar. Rodríguez estudió ingeniería mecánica allí durante dos años y quedó encantado por todo el progreso técnico que los Estados Unidos tenían en comparación con México. Eventualmente, decidió hacer su doctorado aquí, aunque esto redujo sus opciones de regresar a México. A pesar de ello, las ofertas de trabajo le aseguraron de que su futuro estaba aquí. Deseando ayudar a su país materno, eventualmente llegó a Michigan y ha permanecido allí hasta el día de hoy.
Al vivir en Kalamazoo, se dio cuenta de que la comunidad hispana en la región no estaba bien organizada. Muchos no tenían un buen conocimiento de sus raíces culturales. En su segundo año viviendo en Kalamazoo, comenzó a involucrarse con lo que entonces se llamaba el HispanicAmerican Council (ahora El Concilio). Su trabajo para esta organización comenzó primariamente como trabajo voluntario, pero eventualmente alcanzó una posición en la mesa directiva. Permaneció en El Concilio por más de 20 años, posición que dejó debido a conflictos con su trabajo. No obstante, ha continuado apoyando a El Concilio hasta hoy, participando en actividades organizadas por ellos para ayudar a la comunidad hispana. “Me da mucho gusto que la situación que ahora vive la comunidad hispana sea mejor que hace 20 años, o incluso hace 10 años,” nos dice.

Aunque Rodríguez ve que la situación ha mejorado, nota obviamente que todavía existen complicaciones en la región para los hispanos. Sigue en contacto con Adrián Vásquez, el director actual de El Concilio, con quien se reúne para intercambiar ideas para mejorar la situación de la comunidad. Considera su involucramiento en la comunidad como una parte esencial de sus actividades; dirige actividades como cursos de emprendimiento para la organización. “Tal vez un poco más de educación formal puede ayudar a la gente que está allí,” dice.
Para Rodríguez, la educación es uno de los elementos más esenciales para el desarrollo de una persona.
“Para mis padres, lo principal que yo debía hacer era prepararme académicamente,” explica.
Su compromiso fue, ‘te doy estos estudios universitarios y adelante.
Este énfasis temprano en la educación lo marcó profundamente, inspirándolo a enfatizar la educación como instrumento para mejorar la situación de los demás. Al ver una deficiencia en el énfasis en la educación dentro de la comunidad hispana, él recomienda darle apoyo a las personas para que puedan perseguir sus estudios como sea necesario sin tener que escoger entre estudiar y pagar por sus necesidades. “El estándar de vida de un hispano en los Estados Unidos es menor que el promedio,” nos dice. “Una forma de salir de ahí es teniendo más gente preparada.”
En cuanto al aspecto más importante para la comunidad hispana, dice que lo que hay que tener en mente es que es posible lograr lo que se quiere o lo que sueña, aunque no sea gratis. “Mantener ese sueño americano es importante porque eso va a dar la motivación para seguir trabajando,” dice. Dando y recibiendo el apoyo de la familia y de la comunidad, se pueden lograr los sueños de todos los miembros.
“¿Las cosas van a ser gratis? No. ¿Las cosas van a ser fáciles? No,” declara. Pero, de todos modos, esa idea debe continuar en la cabeza de la gente. “Si ves a una persona que está luchando y tratando de superarse, tienes que darle la oportunidad de seguir luchando.”
Para terminar, le preguntamos a Rodríguez qué era lo que más le gustaba de ser hispano en la región del sudoeste de Michigan. Su respuesta fue poder ayudar a sus compatriotas en la región. “Contribuir para que alguien más pueda tener esas mismas oportunidades y ese mismo conocimiento, esas mismas experiencias; a mí eso es lo que más me gusta.”