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Guerra Electrónica Lecciones aplicadas en la operación "Tormenta del Desierto" Por el Mayor Guillermo Castellanos El objetivo de este trabajo es resumir las más importantes nociones relativas a aspectos de la Guerra Electrónica (GE), aplicadas por las FFAA estadounidenses durante la Guerra del Golfo, sobre la base de la experiencia narrada y descripta por uno de sus protagonistas. Para ello, se realizará un análisis de las declaraciones del General Retirado Larry Henry, perteneciente a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). El mencionado oficial superior fue responsable del planeamiento de las acciones de GE (realizadas por las fuerzas de la coalición), las cuales contribuyeron significativamente al éxito de la operación "Tormenta del Desierto".

Durante el año 1990, el General Henry se desempeñaba como Inspector General en el Comando Aéreo Táctico. Cuando estalló la crisis en el Golfo Pérsico, y debido a sus profundos conocimientos sobre el tema, fue rápidamente designado para realizar el planeamiento de GE de la campaña. En particular, cabe destacar que este oficial había sido comandante del Ala 37 "Wild Weasel" (Comadrejas Salvajes), unidad altamente especializada en combate electrónico para eliminar las defensas aéreas del enemigo. Así, pues, inmediatamente después de tomar conocimiento de su nombramiento, el General Henry comenzó a reunir toda la información disponible acerca de: • La organización de las FFAA iraquíes, eficiencia de empleo y desempeño de sus sistemas de comunicaciones, GE y defensa aérea durante el conflicto IránIrak. • El exitoso ataque realizado por la Fuerza Aérea israelí unos años antes de la crisis de 1990, para destruir un reactor nuclear, donde se sospechaba que los iraquíes producían material para desarrollar una bomba atómica. • El material de dotación de las FFAA iraquíes (para ello, se comunicó con los principales proveedores de armas de Irak). Una vez realizado el acopio de esa información básica, el General Henry partió hacia Arabia Saudita y aprovechó el largo tiempo de vuelo para estudiarla en forma detallada. De esta manera, pudo saber que el formidable sistema integrado de defensa aérea iraquí, estaba basado en el modelo soviético. Poseía una combinación de material francés y soviético, constituida por radares, cañones de alta cadencia de fuego, misiles de corto y largo alcance e 1


interceptores. Todo ello conformaba un formidable sistema que poseía un comando de control centralizado en Bagdad, pero que, sin lugar a dudas, podía ser vulnerado.

F-111 raven: Su principal misión es proporcionar apoyo de GE a los aviones de caza y ataque, interfiriendo o cegando los radares enemigos.

Una vez que llegó a Ryad, luego de ponerse al tanto de la situación imperante y de los planes existentes, comenzó a bosquejar su plan de GE, en el contexto del completo plan de campaña. Según sus propias palabras, "todo se resumía en lograr un apoyo de GE para llevar el arma correcta, sobre el objetivo adecuado, en el momento oportuno, con un mínimo de pérdidas y daños colaterales". Para ello, el General Henry formó un equipo de planeamiento, organizando un Estado Mayor integrado por expertos de todas las fuerzas desplegadas para prevenir, en un primer momento, una invasión a Arabia Saudita, y posteriormente, desalojar a las fuerzas iraquíes de Kuwait. Pero lo que más preocupaba al general y a su equipo, era encontrar la mejor forma para abrir una brecha en las defensas enemigas. Para ello, como primera medida, solicitó incrementar el número de salidas de aeronaves -como por ejemplo, el RC-135 River Joint- para realizar reconocimientos de todas las señales electrónicas posibles, provenientes de equipos de comunicaciones o de no comunicaciones (tranceptores, radares, etc). Aclaremos que estas aeronaves poseen un completo y sofisticado equipamiento para realizar búsqueda, interceptación, localización, análisis, identificación y registro de emisiones producidas por equipos enemigos. Además, mientras se desarrollaba el planeamiento, el general solicitó la realización de vuelos de engaño, acciones de interferencia, el alistamiento de vehículos piloteados en forma remota (RPV) y la puesta a punto de señuelos infrarrojos y para radar. La finalidad impuesta para guiar el planeamiento, fue: • Permitir el comando y control del componente aéreo, asegurando la operación efectiva de los sistemas electrónicos de la coalición. 2


• Contribuir a destruir o neutralizar el comando y control de las FFAA iraquíes, impidiendo o neutralizando el efectivo empleo del espectro electromagnético por parte de sus fuerzas, a través de la interferencia y el engaño electrónico.

A-6 Prowler: Cumple la misma misión que el F-111, con la diferencia de que este último pertenece a la USAF, mientras que el A-6 se halla en servicio en la armada norteamericana.

Una vez fijada la finalidad del planeamiento, el general y su equipo de trabajo comenzaron a dar forma a su plan de GE, que fue elaborado sobre la base de coordinar e integrar las distintas acciones para: • Localizar los principales puestos de comando y control. • Localizar el emplazamiento y radio de cobertura del sistema de defensa aérea iraquí. • Engañar al comando y control enemigos, acerca de los lugares en donde iban a desarrollarse las acciones principales. • Contribuir a detectar el punto más vulnerable en su defensa aérea, para abrir una brecha.

Engañar e interferir los distintos subsistemas de defensa aérea iraquíes, protegiendo los medios propios. • Contribuir a ganar, y mantener la superioridad aérea. • Contribuir a disminuir sensiblemente el poder de combate iraquí.

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• Detectar y ubicar las plataformas de lanzamiento de misiles móviles, como también los lugares de desarrollo, producción y almacenamiento de armas químicas, bacteriológicas y nucleares (QBN). • Apoyar el desarrollo de la ofensiva terrestre. A partir de allí, comenzó la ardua tarea de traducir todo ello en órdenes secuencialmente coordinadas y plenamente integradas al plan general, determinando el mejor sistema de armas en condiciones de cumplimentarlas. El plan de GE para la operación se dividía en dos partes: • Apoyo de GE a la ofensiva aérea (que comprendió las fases 1 a 3 del plan general). • Apoyo de GE a la ofensiva terrestre (que comprendió la fase 4 del plan general). Su planeamiento buscaba conformar, a partir del día D, un caos controlado sobre las fuerzas enemigas. Ello sólo podía concretarse organizando las distintas acciones de GE plenamente integradas al plan general, de la misma manera como intervienen los distintos instrumentos que componen una orquesta, produciendo una armoniosa melodía. Sin embargo, pese al volumen de datos disponibles, el General Henry nunca tuvo un suficiente grado de certeza para diseñar la forma de contrarrestar las contra contra-medidas electrónicas (CCME) iraquíes. Sí podía, en cambio, garantizar vulnerarlas con un grado aceptable de pérdidas, para contribuir a ganar y mantener la superioridad aérea durante la campaña.

MH-53 Pave Low: Posee un gran radio de acción para la ejecución de vuelos indetectables, a baja altura. Su diseño responde a la necesidad de disponer de una aeronave en condiciones de infiltrarse en áreas enemigas muy vigiladas, de día o de noche. Inclusive, para la realización de operaciones especiales, puede hacerlo bajo condiciones meteorológicas adversas. Cuenta, para ello, con sofisticados equipos de navegación y GE.

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Un aspecto a resaltar en el planeamiento de detalle de las distintas misiones aéreas (organizadas para delinear la ubicación y cobertura de las zonas de defensa aérea), fue su decisión de emplear un gran número de RPV del tipo BQM-74. Su empleo con equipos GE asociados -para confundir o cegar a los radares enemigos- más el empleo de equipos de posicionamiento global (GPS), permitía saber exactamente dónde estaban actuando los RPV, sin riesgo alguno de pérdidas humanas propias. Con todo el planeamiento, completado hasta en sus más mínimos detalles, y una vez alistados los medios necesarios, el día 16 de enero de 1991, luego del ultimátum al presidente iraquí Saddam Hussein por parte del entonces presidente norteamericano George Bush, se recibió la orden para el inicio de la operación.

Inicio de las operaciones El 17 de enero a las 0238 horas, un escuadrón de helicópteros Apache, perteneciente al Ejército estadounidense, guiado por helicópteros Pave Low (que poseen un especial equipamiento de navegación y GE), inició las acciones y destruyó dos grupos radar de alerta temprana. Se había abierto la primera brecha en el sistema de defensa aérea. Simultáneamente, distintas oleadas de misiles Tomahawk -misiles con una importante carga explosiva que pueden volar al ras del suelo y guiarse sólo en forma automática hasta el blanco- y de aviones F-117 Stealth -invisibles al radar-, comenzaron la destrucción de los principales puestos de comando y control enemigos, previamente detectados y localizados. Sin su cerebro para coordinar las acciones, los distintos subsistemas fueron destruidos uno tras otro, cuando intentaban detectar con sus radares, los ataques simulados de los RPV, que eran seguidos por una oleada de misiles HARM (misiles antirradiación). Una vez destruidos los principales componentes del sistema de defensa aéreo enemigo, el resto de los objetivos terrestres fue atacado por aviones de ataque al suelo, apoyados por aeronaves de GE, como el F-111 Raven o el A-6 Prowler. En cinco días, todo el sistema fue eliminado. La coalición obtenía, a partir de ese momento, una completa superioridad aérea. A partir de allí, el peso de las acciones fue dirigido a detectar y destruir los medios de respuesta estratégicos de Irak (plataformas de misiles tipo Scud y armas QBN), y a disminuir sensiblemente el poder de combate de sus fuerzas terrestres.

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Luego de un devastador accionar aéreo que se prolongó por casi seis semanas, el 24 de febrero comenzó el apoyo a la maniobra terrestre, que en sólo 100 horas arrolló a las sorprendidas y aturdidas fuerzas iraquíes.

Conclusiones De la descripción y análisis de lo sucedido, se desprende que las FFAA de EE.UU. aplicaron las lecciones aprendidas en conflictos anteriores. En particular, dichas fuerzas capitalizaron las experiencias obtenidas por sus hombres en GE, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. Efectivamente, a partir de los aciertos y errores cometidos, comenzaron a plantearse nuevos objetivos, se elaboró una nueva doctrina, se ordenó el diseño de nuevos equipos, y se adecuaron o desarrollaron nuevas organizaciones. Ello fue la base para alcanzar el extraordinario desempeño logrado a lo largo de toda la "Operación Tormenta del Desierto". A modo de síntesis, se pueden enunciar los siguientes principios: Considerar a la GE como una parte integral del planeamiento de las operaciones. La importancia del apoyo que brinda, impone que se encuentre plenamente integrado al plan de campaña. Debe ser centralizado al más alto nivel -ello facilitará encontrar la mejor manera de satisfacer los distintos requerimientos y la coordinación/sincronización de acciones- y contar con una adecuada flexibilidad -para modificarse o ajustarse en función de la situación-.

RC-135 River Joint: Está equipado con una extensa gama de sofisticados equipos, operados por especialistas, con el propósito de monitorear las actividades electrónicas del enemigo en un radio de 240 kilómetros. Posee la capacidad de proveer, en tiempo real, información electrónica del enemigo, y proporcionar apoyo de GE al comandante y fuerzas de un teatro de operaciones.

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Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, la efectividad del planeamiento de GE en la Guerra del Golfo, no requiere mayor análisis. Sin lugar a dudas, el apoyo de GE durante la campaña: • Facilitó el desempeño del componente aéreo para suprimir el sistema de defensa aéreo iraquí, en sólo cinco días. • Contribuyó significativamente a obtener y mantener la superioridad aérea. Al respecto, de un total de 2.190 aviones empleados por la coalición, sólo diez fueron alcanzados por misiles o fuego de cañones. • Contribuyó significativamente al desarrollo de las acciones para desalojar a los invasores del territorio de Kuwait. Instrucción y adiestramiento en un ambiente hostil de GE. Como experiencia de las pérdidas sufridas durante la Guerra de Vietnam, las FFAA organizaron escuelas donde las nuevas generaciones aprendieron mejores tácticas y técnicas. Además, comenzaron a desarrollarse ejercitaciones de combate en situaciones sumamente reales. De esa manera, nacieron y se hicieron famosos el Centro Nacional de Entrenamiento (NTC), "Top Gun" para la Aviación Naval, "Red Flag" para la USAF, el Centro Conjunto de Entrenamiento (JTRC), etc. En dichas organizaciones, la mayor parte del entrenamiento se efectuaba sobre acciones de combate, en un ambiente de GE sumamente hostil. Los resultados alcanzados con dichas ejercitaciones contribuyeron, en 1991, al éxito de la operación. Al respecto y al recordar sus acciones en el Golfo, muchos de los pilotos de la USAF manifestaron que fueron momentos difíciles, pero no tan duros como los vividos durante las ejercitaciones desarrolladas en "Red Flag". Desarrollar una tecnología de punta para la defensa. La importancia asignada por el poder político al impulso de la ciencia y la tecnología, permitió a la industria de la defensa desarrollar mejores equipos y armamento para el nuevo concepto a emplear -la superioridad cualitativa y la precisión, se imponen a la superioridad numérica-. Esa tecnología de la "Tercera Ola", llevó a las FF.AA. a disponer de medios sumamente poderosos. En síntesis, la suma de estos factores (adecuado planeamiento, instrucción y materiales), sin lugar a dudas, dio como resultado el incontrastable apoyo de GE a la operación. Por lo tanto, es innegable que la GE constituye una parte integral del planeamiento y de las distintas acciones que encaminan a una Fuerza hacia el éxito.

Inicio de las operaciones

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El 17 de enero a las 0238 horas, un escuadrón de helicópteros Apache, perteneciente al Ejército estadounidense, guiado por helicópteros Pave Low (que poseen un especial equipamiento de navegación y GE), inició las acciones y destruyó dos grupos radar de alerta temprana. Se había abierto la primera brecha en el sistema de defensa aérea. Simultáneamente, distintas oleadas de misiles Tomahawk -misiles con una importante carga explosiva que pueden volar al ras del suelo y guiarse sólo en forma automática hasta el blanco- y de aviones F-117 Stealth -invisibles al radar-, comenzaron la destrucción de los principales puestos de comando y control enemigos, previamente detectados y localizados. Sin su cerebro para coordinar las acciones, los distintos subsistemas fueron destruidos uno tras otro, cuando intentaban detectar con sus radares, los ataques simulados de los RPV, que eran seguidos por una oleada de misiles HARM (misiles antirradiación). Una vez destruidos los principales componentes del sistema de defensa aéreo enemigo, el resto de los objetivos terrestres fue atacado por aviones de ataque al suelo, apoyados por aeronaves de GE, como el F-111 Raven o el A-6 Prowler. En cinco días, todo el sistema fue eliminado. La coalición obtenía, a partir de ese momento, una completa superioridad aérea. A partir de allí, el peso de las acciones fue dirigido a detectar y destruir los medios de respuesta estratégicos de Irak (plataformas de misiles tipo Scud y armas QBN), y a disminuir sensiblemente el poder de combate de sus fuerzas terrestres. Luego de un devastador accionar aéreo que se prolongó por casi seis semanas, el 24 de febrero comenzó el apoyo a la maniobra terrestre, que en sólo 100 horas arrolló a las sorprendidas y aturdidas fuerzas iraquíes.

Conclusiones De la descripción y análisis de lo sucedido, se desprende que las FFAA de EE.UU. aplicaron las lecciones aprendidas en conflictos anteriores. En particular, dichas fuerzas capitalizaron las experiencias obtenidas por sus hombres en GE, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. Efectivamente, a partir de los aciertos y errores cometidos, comenzaron a plantearse nuevos objetivos, se elaboró una nueva doctrina, se ordenó el diseño de nuevos equipos, y se adecuaron o desarrollaron nuevas organizaciones. Ello fue la base para alcanzar el extraordinario desempeño logrado a lo largo de toda la "Operación Tormenta del Desierto". A modo de síntesis, se pueden enunciar los siguientes principios: Considerar a la GE como una parte integral del planeamiento de las operaciones. La importancia del apoyo que brinda, impone que se encuentre plenamente integrado al plan de campaña. Debe ser centralizado al más alto 8


nivel -ello facilitará encontrar la mejor manera de satisfacer los distintos requerimientos y la coordinación/sincronización de acciones- y contar con una adecuada flexibilidad -para modificarse o ajustarse en función de la situación-.

RC-135 River Joint: Está equipado con una extensa gama de sofisticados equipos, operados por especialistas, con el propósito de monitorear las actividades electrónicas del enemigo en un radio de 240 kilómetros. Posee la capacidad de proveer, en tiempo real, información electrónica del enemigo, y proporcionar apoyo de GE al comandante y fuerzas de un teatro de operaciones.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, la efectividad del planeamiento de GE en la Guerra del Golfo, no requiere mayor análisis. Sin lugar a dudas, el apoyo de GE durante la campaña: • Facilitó el desempeño del componente aéreo para suprimir el sistema de defensa aéreo iraquí, en sólo cinco días. • Contribuyó significativamente a obtener y mantener la superioridad aérea. Al respecto, de un total de 2.190 aviones empleados por la coalición, sólo diez fueron alcanzados por misiles o fuego de cañones. • Contribuyó significativamente al desarrollo de las acciones para desalojar a los invasores del territorio de Kuwait. Instrucción y adiestramiento en un ambiente hostil de GE. Como experiencia de las pérdidas sufridas durante la Guerra de Vietnam, las FFAA organizaron escuelas donde las nuevas generaciones aprendieron mejores tácticas y técnicas. Además, comenzaron a desarrollarse ejercitaciones de combate en situaciones sumamente reales. De esa manera, nacieron y se hicieron famosos el Centro Nacional de Entrenamiento (NTC), "Top Gun" para la Aviación Naval, "Red Flag" para la USAF, el Centro Conjunto de Entrenamiento (JTRC), etc. En dichas organizaciones, la mayor parte del entrenamiento se efectuaba sobre acciones de combate, en un ambiente de GE sumamente hostil. Los resultados

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alcanzados con dichas ejercitaciones contribuyeron, en 1991, al éxito de la operación. Al respecto y al recordar sus acciones en el Golfo, muchos de los pilotos de la USAF manifestaron que fueron momentos difíciles, pero no tan duros como los vividos durante las ejercitaciones desarrolladas en "Red Flag". Desarrollar una tecnología de punta para la defensa. La importancia asignada por el poder político al impulso de la ciencia y la tecnología, permitió a la industria de la defensa desarrollar mejores equipos y armamento para el nuevo concepto a emplear -la superioridad cualitativa y la precisión, se imponen a la superioridad numérica-. Esa tecnología de la "Tercera Ola", llevó a las FF.AA. a disponer de medios sumamente poderosos. En síntesis, la suma de estos factores (adecuado planeamiento, instrucción y materiales), sin lugar a dudas, dio como resultado el incontrastable apoyo de GE a la operación. Por lo tanto, es innegable que la GE constituye una parte integral del planeamiento y de las distintas acciones que encaminan a una Fuerza hacia el éxito. http://www.rs.ejercito.mil.ar/Contenido/Nro639/Revista/guerra639.htm

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