CARISMAS Y MINISTERIOS EN LA COMUNIDAD CRISTIANA
La estructura de la Iglesia se parece cada vez más a un feudo donde unos pocos mandan —obispos y cía.— y la mayoría obedece —laicos—, que a una comunidad. Esto es posible porque se pierde la vinculación de ministerio y comunidad concreta. La función del ministerio termina por reducirse a la celebración de la eucaristía. Se convierten de este modo los ministros en simples funcionarios del Templo y del altar.
El sacerdocio se entiende como una realidad en sí, como algo que se justifica en sí mismo sin referencia a otra realidad. Además, es un sacramento que imprime carácter: no se pierde ni al dejar de ejercerlo, ni al perder la fe. Los ministerios se autocomprenden más como estado de vida personal que como 52
ECLESIOLOjí A