Código Vida: La violencia empieza por casa

Page 18

18 HOMENAJE

H

OCTUBRE DE 2012

O

M

E

N

A

J

E

Esperanza

para los hijos de padres encarcelados en Nepal KATMANDÚ, Nepal Cada mañana, los sonidos de 40 niños la despiertan y mientras les ayuda a vestirse para la escuela. Basnet parece ser un ama de casa, aunque la verdadera historia es complicada. Todos estos niños vivían en las cárceles de Nepal, pero esta mujer de 28 años ha salvado a cada uno de ellos de una vida tras las rejas.

Basnet es una de varias mujeres que comenzó grupos para sacarlos de prisión y desde 2005. Ella dirige un programa de guardería para niños menores de 6 años y una casa en la que niños más grandes, en su mayoría, reciben educación, comida, cuidados médicos y una oportunidad de vivir una vida más normal. “Tuve una vida muy afortunada, con una buena educación”, dijo Basnet. “Debería dársela a alguien más”.

N

La jóven tenía sólo 21 años cuando descubrió su vocación, dijo. Mientras que su familia dirigía un negocio exitoso, ella estudiaba servicio social en la universidad. Como parte de sus estudios, visitó una cárcel de mujeres y le sorprendieron las terribles condiciones en las que se encontraban. También se impresionó al descubrir a niños viviendo tras las rejas.

El espacio es extremadamente limitado en las pocas casas hogar para niños que están afiliadas al gobierno. Entonces, cuando no hay ninguna guardería local disponible, un padre bajo arresto debe escoger entre llevarse a su hijo a la cárcel o dejar que viva en la calle.

Una niñita jaló el vestido de Basnet y le sonrió. “Sentí como si me llamara”, “Regresé a mi casa y le conté a mis padres. Me dijeron que era algo normal y que en un par de días me olvidaría de eso. Pero no fue así”. Basnet decidió empezar una guardería , pero debido a que sus padres estaban en contra de la idea en ese momento, ella no tenía trabajo ni manera de sostenerlo económicamente, con el tiempo su padres se sumar al proyecto y le ayudaron. Pero los oficiales de la prisión, trabajadores del gobierno y hasta algunas madres encarceladas dudaban que alguien de su edad pudiera mane-

epal, ubicado en la región del Himalaya, al norte de la India, es uno de los países más pobres en el mundo. De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 55% de la población vive por debajo de la línea de pobreza internacional, lo que ocasiona que la red de seguridad social, como la que existe en muchas de las naciones occidentales, no exista.

C

jar tal proyecto. “Cuando comencé, nadie me creyó, la gente pensó que estaba loca. Se reían de mí”. Pero estaba decidida. Hizo que sus amigos donaran dinero y rentó un edificio en Katmandú para que fuera la sede de su nueva organización, el Centro de Desarrollo de la Infancia Temprana. Incluso convenció a sus padres para que cambiaran varios muebles y electrodomésticos de su hogar, para que ella pudiera quedarse con todos esos muebles para su centro. A sólo dos meses de haber visitado la prisión, empezó a cuidar a cinco niños. Los recogía en la prisión todas las mañanas laborales, los llevaba a su centro y los regresaba por la tarde. El programa de Basnet fue el primero de su tipo en Katmandú; cuando empezó, algunos de esos niños a su cuidado nunca habían estado fuera de la cárcel. Dos años después, estableció el Butterfly Home (Hogar Mariposa). Allí, se cocina, lavan, van de compras, los niños más grandes ayudan a cuidar a los pequeños, y todos colaboran con los quehaceres de la casa. La atmósfera se siente como una familia extremadamente grande, y los niños le corresponden llamándola mamu, lo que significa mami. Todos los niños están en el Hogar Mariposa con el permiso de su padre o madre, y tienen relación con ellos. Basnet los manda a visitarlos con

comida, ropa y agua. Al finalizar la condena la familia vuelve reunirse, 60 niños ya lo han hecho. A la valiente jóven nada la ha detenido, y cuando llega a sus oídos de otro niño en prisión, lo busca hasta en áreas remotas del país, y le cuenta al padre lo que le puede ofrecer. Padres como Kum Maya Tamang están agradecidos por los esfuerzos de Basnet. Tamang lleva siete años en una cárcel para mujeres en Katmandú. Cuando la encarcelaron por tráfico de drogas, no tenía opciones para el cuidado de sus hijas. Un día escuchó del programa y decidió dejar que fueran a vivir con ella. “Si no existiera Pushpa, (ellas) nunca hubieran tenido una educación, hubieran tenido que haber vivido en las calles”, dijo. “Siento que las trata de la manera en la que yo lo haría”. “Mi vida sería oscura sin ella”, dijo Laxmi, de 14 años. “Probablemente siempre hubiera tenido una vida triste. Pero ahora

no”. Con los presos En el 2009, Basnet comenzó un programa para enseñarles a los padres cómo hacer manualidades que ella vende, para juntar dinero para el cuidado de los niños. No solo les da las habilidades que les ayudarán a mantenerse cuando los liberen, también les ayuda a sentirse conectados con sus hijos.“Muchas veces, piensan que no sirven para nada porque están en prisión”, “Quiero hacerles ver que están contribuyendo con nosotros”. Los niños ayudan haciendo tarjetas de felicitación que venden como parte de su negocio de manualidades. Recientemente abrió una cuenta bancaria de ahorro para pagar la educación superior de los niños, y espera que un día pueda comprar o construir una casa para que ellos siempre tengan un lugar al que llamen “hogar”. CNN

Actitudes que hacen la diferencia en las personas

uando un Triunfador comete un error, dice: “Me equivoqué” y aprende la lección. Cuando un perdedor comete un error, dice: “No fue mi culpa” y se la echa a otros.

Un Triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros. Un perdedor se siente víctima ante la adversidad. Un Triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de él. Un perdedor cree que la mala suerte sí existe. Un Triunfador trabaja muy fuerte y genera más tiempo para sí

mismo. Un perdedor esta siempre “muy ocupado” y no tiene tiempo ni para los suyos.

Un Triunfador escucha, comprende y responde. Un perdedor sólo piensa en lo que va a decir.

Un Triunfador enfrenta los retos uno a uno. Un perdedor les da vueltas y no se atreve a intentarlo.

Un Triunfador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos. Un perdedor resiste a aquellos que saben más que él y sólo se fija en sus defectos.

Un Triunfador se compromete, da su palabra y la cumple. Un perdedor hace promesas, no asegura nada y cuando falla sólo se justifica. Un Triunfador dice: “Soy bueno, pero voy a ser mejor”. Un perdedor dice: “No soy tan malo como lo es mucha otra gente”.

Un Triunfador se siente responsable por algo más que solamente su trabajo. Un perdedor no se compromete y siempre dice, “Solo hago mi trabajo” Un Triunfador dice, “Debe haber una mejor forma de hacerlo...”

Un perdedor dice, “Esta es la manera como siempre lo hemos hecho”. Un Triunfador es parte de la solución. Un perdedor es parte del

problema. Un Triunfador se fija en “como se ve la pared en su totalidad”. Un perdedor se fija “en el ladrillo que le toca colocar”.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.