Folleto "Rigoletto" (Verdi)

Page 1

Escuela de Música Armonía CICLO DE CONFERENCIAS 2019

“APRENDER A AMAR LA ÓPERA” GIUSEPPE VERDI (1813 -1901)

Rigoletto VERDI

Rigoletto Ópera en tres actos.

Libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la obra teatral Le Roi s’amuse, de Víctor Hugo. Estrenada el 11 de marzo de 1851 en el teatro La Fenice de Venecia.

Estrenada en España en el Teatro Real de Madrid, en octubre de 1853.

El Puerto de Santa María, 15/06/2019


PRESENTACIÓN Rigoleto es la segunda obra de Verdi, después de Ernani, basada en un texto de Vïctor Hugo, y primera de las óperas que forman la trilogía popular, con Il Trovatore y La Traviata. Sin dejar de ser una ópera muy italiana, es al mismo tiempo un avance enorme hacia el drama musical que en Verdi alcanzará su máxima expresión con Don Carlo, Aida y, por supuesto, Otello.

Rigoletto es un ser deforme y ridículo, pero lleno de amor, aunque, sobre todo, es un personaje atormentado interiormente y, si bien, como espectadores le perdonamos debido a su sentimiento protector de padre que nos lo hace ser tan humano, él mismo nunca se perdonará, nunca olvidará sus feroces burlas hacia Monterone y Ceprano que terminan en la maldición que le perseguirá hasta el final.

En Rigoletto se encuentran los tres temas recurrentes del universo verdiano en todo su esplendor, el poder, el destino y el amor, en una continua narración muy dinámica, sobre todo a través de constantes dúos, como decía el propio Verdi, que consiguen dibujar perfectamente la personalidad de todos los personajes, profundizando en las relaciones de unos con otros, sus conflictos y sus sentimientos opuestos. Rigoletto es la primera ópera con un nuevo estilo realista y romántico a la vez, donde la orquesta no solo acompaña, sino que alcanza en importancia dramática al canto en escena, sin perjudicar su belleza melódica, sino enriqueciéndola en un discurso de formas no tan cerradas como en el pasado.

Verdí, por tanto, completó aquí el giro que había iniciado en 1849 con Luisa Miller, apartándose del concepto de ópera romántica de capa y espada. Cada vez se interesaba más por el ser humano como protagonista de un drama real, es decir, «realista», dejando de lado los códigos establecidos por el romanticismo de la primera época. Por esto le llamó la atención la obra teatral de Víctor Hugo Le roi s’amuse (el rey se divierte, 1832), una pieza teatral que el escritor francés escribió en parte para contrarrestar la tendencia monárquica de los franceses, que había frustrado los sucesivos intentos republicanos a los que Víctor Hugo era adepto; el escritor consideró que era hora de derribar el mito del «buen rey» Francisco I de Francia.

2


Verdi consideró que el personaje central de la obra, que en su original francés se llamaba Triboulet, un bufón corrompido por su labor en la corte pero excelente padre para su hija, era un magnífico retrato de las contradicciones del ser humano. Incluso los seres más abyectos tienen un lado bueno. Si en Luisa Miller el malvado (Wurm) era monocolor, totalmente «malo», en esta nueva ópera el bufón (ahora llamado Rigoletto) de la perversa corte del corrupto monarca (convertido por exigencias de la censura en un imaginario duque de Mantua) es un ser con una faceta humana que da mayor profundidad a su proterva personalidad. Y dado su carácter, Verdi le atribuyó voz de barítono, para que sus manifestaciones vocales fueran más consistentes, tanto en la maldad como en el tono paternal destinado a su hija.

Por esto el papel del verdadero malvado «profesional» le corresponde al bajo, como el tono tenebroso de su voz sugiere: Sparafucile, honrado a su manera, pero cuyo negocio es el asesinato, asistido por la liviana (pero humana) Maddalena (cuya voz de mezzosoprano nos habla de una vida más «a ras de suelo» que la de Gilda).

El papel de tenor, con ribetes ligeros, atribuido al duque de Mantua fue pensado por Verdi para indicar el carácter frívolo e inconsciente del personaje. Algo parecido inclinó a Verdi a dar el carácter de soprano ligera a Gilda, hija de Rigoletto. Obsérvese que aquí la protagonista no es una dama de la nobleza, sino una muchacha de escaso nivel social, y que aunque pura e inocente (como nos indica la flauta que acompaña sus principales intervenciones iniciales), tiene un defecto: es mentirosa y engaña a su padre respecto del joven que encuentra cada domingo en el templo; se lo acabará confesando cuando ya sea demasiado tarde. Mentirosa y desobediente; cuando su padre la manda vestida de hombre a Verona, reaparece junto a la posada para ver a su adorado duque, y al descubrir que Sparafucile planea liquidarlo, llama a la puerta de la posada para morir por él. Gilda muere por un hombre que no merece su amor, un ser insensible y lascivo que continuará su carrera de libertino a pesar de Rigoletto, quien descubrirá demasiado tarde que él mismo ha contribuido a matar a su propia hija. Las virtudes teatrales de la adaptación de Piave y Verdi son evidentes, pero si en algún momento son magistrales es en el célebre cuarteto «Bella figlia dell’amore», del último acto, escena que fascinó al propio Víctor Hugo, a pesar de su inquina contra Verdi por haber esquivado los derechos de autor cambiando los nombres de los personajes. Se resistió durante años a ver la obra, pero cuando lo hizo, expresó su admiración ante la superioridad de la ópera sobre el teatro: jamás habría podido hacer hablar a cuatro personajes expresando a la vez cosas distintas y obtener ese maravilloso efecto de conjunto. Rigoletto figura, y no parece que vaya a cambiar por ahora, entre las diez óperas más apreciadas y representadas del mundo.

3


ARGUMENTO Acto I, Cuadro I Se alza el telón y la escena se sitúa en un salón, en el palacio del duque de Mantua, donde se está celebrando una fiesta. El duque canta a una vida de placer con tantas mujeres como sea posible (Questa o quella - “Esta mujer o aquella”). Se vanagloria de su nueva aventura de conquista hacia una desconocida joven del pueblo, a la que ha visto en la iglesia, pero él también desea seducir a la condesa de Ceprano, a la vista de su marido. Rigoletto, el bufón jorobado del duque, se burla de los maridos de las damas a las que el duque está prestando atención, y aconseja al duque que se libre de ellos aprisionándolos o matándolos. Marullo comunica a los cortesanos que el bufón Rigoletto oculta a una “amante”, y los nobles no se lo creen. Como casi toda la corte ha sido víctima de las burlas de Rigoletto, todos quieren devolverle las ignominias. Posteriormente, Rigoletto se burla del conde Monterone, otro a quien el Duque ha insultado a través de la deshonra a su hija y que entra en escena reclamando venganza. El Duque manda arrestarlo. Monterone es arrestado mientras proclama la famosa maledizione que traerá la perdición a Rigoletto. La maldición aterroriza a Rigoletto.

Acto I, Cuadro II

Rigoletto vuelve a casa preocupado por la maldición. Se le acerca un extraño, Sparafucile, un asesino profesional que ofrece sus servicios a Rigoletto. Rigoletto contempla las similitudes entre ellos dos (Pari siamo! - “¡Somos parecidos!”); Spa-

4


rafucile mata a los hombres con su espada, y Rigoletto usa “una lengua de malicia” para apuñalar a sus víctimas. Entra en la casa y allí encuentra a Gilda, su hija (a quien los cortesanos habían tomado como su amante). Gilda vive escondida y resguardada por su padre. Se saludan con afecto en el dúo Figlia!, Mio padre! - “¡Hija!” “¡Padre mío!”, que muestra la relación entre ambos: Rigoletto es un padre cariñoso y temeroso de perder a su hija; Gilda es una niña ansiosa de conocimiento, aunque respeta mucho a su padre. Rigoletto ha estado ocultando a su hija del duque y el resto de la ciudad, y ella no conoce la ocupación de su padre. Puesto que él la ha prohibido aparecer en público, ella no ha estado más que en casa y en la iglesia y no conoce ni el nombre de su padre. Rigoletto insiste en que Gilda no salga más que a misa y que la acompañe su doncella, Giovanna.

Cuando Rigoletto se ha ido, el duque aparece y, escondido, se entera de que Gilda es en realidad la hija de Rigoletto y que se siente culpable por no haberle hablado a su padre del joven al que ha conocido en la iglesia, pero que ella lo amará todavía más si fuera un estudiante y pobre. Tras sobornar a Giovanna, el duque logra entrar en el jardín de la casa de Rigoletto y le declara su amor. El duque miente a Gilda sobre su identidad diciendo que es un estudiante (È il sol dell’anima - “El amor es el sol del alma”). Cuando ella le pregunta su nombre, él dubitativo se llama a sí mismo Gualtier Maldé. Afuera se oyen las voces de Ceprano y Borsa que planean el rapto de la supuesta amante de Rigoletto y Gilda teme que sea su padre de vuelta. Echa al duque después de intercambiar rápidamente votos de amor (Addio, addio - “Adiós, adiós”). El duque se marcha y Gilda se queda sola meditando por su amor por el duque, a quien cree un estudiante (Gualtier Maldè! ... Caro nome - “Querido nombre”). Más tarde, en la oscuridad de la noche los hostiles cortesanos se encuentran con Rigoletto en la parte de afuera de la tapia del jardín. Creen que Gilda es la amante

5


de Rigoletto, se preparan para raptar a la indefensa muchacha. Convencen a Rigoletto de que están preparando el rapto de la esposa de Ceprano, le tapan los ojos y lo usan para ayudarlos con el rapto. Están todos enmascarados y Rigoletto ayuda, sin percatarse que está ayudando a raptar a su propia hija Gilda. Cuando Rigoletto se da cuenta ya es demasiado tarde. Lleno de angustia, se derrumba, recordando «Ah, la maledizione!».

Acto II

El duque está preocupado porque Gilda ha desaparecido (Ella mi fu rapita! - “¡Me la han robado!” y Parmi vedar le lacrime - “Me parece ver las lágrimas”). Entran los cortesanos y ofrecen al duque la supuesta amante de Rigoletto. El duque se da cuenta de que se trata de Gilda y va en su busca (Possente amor mi chiama - “El poderoso amor me llama”). Encantados por la extraña excitación del duque, los cortesanos ahora se divierten a costa de Rigoletto, quien entra cantando. Intenta descubrir dónde está Gilda pretendiendo que no le importa, pues lo que más teme es que haya caído en manos del duque. Finalmente, admite que de hecho está buscando a su hija y pide a los cortesanos que se la devuelvan; los cortesanos la niegan y el bufón encolerizado y desesperado dirige su “Cortigiani, vil razza dannata - Raza maldita de cortesanos”. Los hombres golpean a Rigoletto después de intentar entrar en la habitación donde retienen a Gilda. Entra en escena Gilda quien ruega a su padre que despida a toda esa gente. Los hombres se marchan de la habitación creyendo que Rigoletto se ha vuelto loco. Gilda descubre a su padre lo que le viene pasando desde hace algún tiempo: que se ha enamorado de un joven a quien veía todos los domingos en la iglesia, que la ha cortejado diciéndole que era un pobre estudiante (Tutte le feste al tempio - “Todos los días festivos”), y que al ser raptada ha descubierto que en realidad se trataba del duque. Rigoletto planea vengarse del duque, mientras su hija pide que le perdone (dúo: Sì! Vendetta, tremenda vendetta! - “¡Sí! ¡Venganza, terrible venganza!”).

Acto III

A orillas de un río, se ve parte de la casa de Sparafucile, con dos habitaciones abiertas para que el público lo vea. Es de noche. Rigoletto ha encargado a Sparafucile asesinar al duque, pero antes debe desengañar a Gilda mostrando su comportamiento licencioso. Rigoletto y Gilda, que aún ama al duque, llegan al exterior. Se puede oír la voz del duque cantando la famosa aria La donna è mobile, hablando de la infidelidad y la naturaleza voluble de las mujeres. Rigoletto hace que Gilda se dé cuenta de que es el duque quien está en casa del asesino y que intenta seducir a la hermana de Sparafucile, Maddalena (Bella figlia dell’amore - “Hermosa hija del amor”). Entra en escena Maddalena, hermana y cómplice de Sparafucile, quien coquetea con el duque y éste sucumbe a sus encantos fácilmente. Rigoletto llega a un acuerdo con el asesino, que está dispuesto a matar a su huésped por dinero, y le ofrece 20 escudos por matar al duque. Rigoletto ordena a Gilda que se vaya a casa,

6


coja dinero y vestida de hombre huya hacia Verona y afirma que él planea seguirla más tarde. El asesino y el bufón deciden que tras su muerte, el cuerpo del duque será puesto en un saco y arrojado al río. Cuando cae la noche, se desencadena una tormenta y el duque decide pasar la noche en la posada. Sparafucile le asigna alojamiento en la planta baja.

Gilda, que aún ama al duque a pesar de saber que es desleal, regresa vestida de hombre. Oye a Maddalena intentando convencer a su hermano de que no lo asesine a él, sino al bufón. Sparafucile no puede asesinar a un cliente, amén de mostrar su preocupación por los diez escudos que aún le debe Rigoletto por terminar con el encargo, pero promete cambiarlo por el primer hombre que se presente en la taberna, si esto ocurre antes de la medianoche. Gilda decide sacrificarse para salvar al hombre del que se ha enamorado. Entra en la taberna pidiendo asilo, haciéndose pasar por un mendigo. De inmediato, Sparafucile la alcanza con su puñal, cae herida mortalmente. A media noche, acaba la tormenta y Rigoletto entra en escena con el dinero. Sparafucile le entrega el saco con el supuesto cuerpo del duque y se regocija en su triunfo. Cuando se dispone a arrojarlo al río, con piedras para que se hunda, oye la voz del duque desde el interior de la posada La donna è mobile. Horrorizado, abre el saco y, para su desesperación, descubre a su hija agonizante. Por un momento, ella revive y está contenta de morir en lugar de su amado (V’ho ingannato - “Padre, te he engañado”). Ella muere en sus brazos. La escena termina con el lamento desgarrador de Rigoletto en que recuerda la maledizione de Monterone. Fuentes:

iopera.com; www.operamania.com; www.wikipedia.es

Roger Alier, “Guía universal de la ópera”, 2 Vol., Ma Non Troppo, 2001. Arthur Jacobs, Stanley Sadie, “El Libro de ópera”, Ed. Rialp, 1990.

7


Personajes Rigoleto. Bufón jorobado al servicio del duque de Mantua, pero padre amantísimo de su hija Gilda. Papel estelar para barítono, uno de los más brillantes para esta cuerda; precisa dotes de actor, imitar a un jorobado y tener gran potencia y resistencia vocal; los límites están entre el sib1 y el sol3.

Duque de Mantua. Libertino aristócrata que preside una corte corrupta; finge amar a Gilda. Papel para tenor lírico-ligero que requiere resistencia y agilidad (más aún si se canta la cabaletta del Acto II; abarca del do2 al si3. Gilda. Hija de Rigoletto, muchacha enamoradiza pero un poco mentirosa; se enamora del duque de Mantua. Papel para soprano ligera o lírico-ligera con agilidad y coloratura; el límite agudo es el do5; una antigua tradición la llevaba al mi5 al final de «Gualier Maldè», pero ya no suele hacerse.

Sparafucile. Asesino a sueldo, contratado por Rigoletto para «deshacerse» del duque de Mantua; hermano de Maddalena. Papel de bajo bastante breve pero imponente; abarca del fa1 al fa#3. Maddalena. Prostituta, hermana de Sparafucile a quien ayuda en su «trabajo»; queda prendada del duque de Mantua. Papel para mezzosoprano breve, pero importante (en el cuarteto); abarca del si2 al fa#4.

Conte Monterone. Cortesano víctima del duque. Papel episódico pero distinguido para bajo, que requiere potencia y agudos sólidos. Marullo. Cortesano. Papel para barítono, destacado escénicamente pero pobre en lo vocal.. Conte di Ceprano. Cortesano. Papel poco vistoso para barítono.

Contessa di Ceprano. Esposa del anterior, asediada por el duque de Mantua.

Paje. Papel minúsculo de soprano, interpretado por una mujer vestida de hombre. Coro. Muy importante.

Ballet. Breve, en el primer acto baila una périgourdine.

Escuela de Música Armonía Avda. de la Bajamar, s/n; 11500 El Puerto de Santa María (Cádiz) Tel: 686 189 550

www.musicaarmonia.es

8

@musicaarmonia.elpuerto


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.