Revista Mundo Caribe 3

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Edición 3 - 2011

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unque sus efectos no son tan visibles como un moretón o un golpe, la violencia psicológica o emocional acostumbra a pasar desa­per­ cibida para los demás e incluso para la propia víctima. Sin embargo las con­se­ cuencias de los insultos, gritos, des­pre­ cios y amenazas (maltrato psico­ló­gico) que durante siglos ha sido encu­bier­ta a los ojos de la sociedad, pue­den ser tan devastadoras como la vio­ len­ cia física a pesar de esto en la actua­li­dad se hace cada vez mas visi­ble gracias a las escalofriantes cifras de muje­res depresivas, agredidas, y por consigui­ en­te el núcleo familiar destruido. El control emocional y la dominación por parte del agresor dificultan que la víc­ti­ma pueda reconocer que está sufrien­do una situación de abuso por par­te de la persona que ama. Los desprecios, amenazas e insultos hacen que la mujer se sienta cobarde, pasi­va y con temor. El miedo es quizás el deto­nan­te del tradicional papel sumi­so y resignado de la mujer, la dependen­cia afectiva y económica también funcio­ nan como excusa para mantener oculta esta violen­cia. Estas situaciones pueden prolon­garse hasta el punto que la mu­ jer pue­de esconder esta condición por largos periodos de tiempo; esta pato­lo­ gía dentro del noviazgo a veces deri­va en el “Matrimonio”.

RECONOCER EL MALTRATO PSICOLÓGICO Tú puedes ser víctima de abusos psicológicos: Si te critica, te humilla, ridiculiza tus gus­tos, tu aparien­ cia física, y tus expresiones. Si controla tus gastos, revisa tu cartera, y te oculta su dinero. Te grita, te da órdenes y te obliga hacer cosas que no quieres. Te prohíbe hablar por teléfono, controla tus llamadas, tu cuentas de correo. Te manipula a tí y a las personas que están a tu alrede­ dor (familiares, amigos, conocidos) con el fin de po­ ner­los en tu contra y mostrarse el como la víctima. Controla tus horarios de entrada y salida (traba­jo, es­ tudios, casa). Quizás pida perdón, disculpas y hasta te compre un lindo ob­se­quio pero recuerda: si lo hizo una vez, lo hará nueva­ mente (en la mayoría de los casos sucede). Si te sientes identificada con alguno de estos puntos mencionados es posi­ble que estés siendo victima de violen­cia psicológica, no lo calles busca ayu­da, la violencia femenina cada vez se ex­pan­ de como una plaga que no hace distin­ ciones de nivel (educativo, económico, cultural) ni del nivel de desarrollo de los países.

Ahora surge un interrogante si es justifi­ ca­ble sufrir y padecer por “Amor”? No, porque el amor se basa en relacio­ nes saludables y la violencia psicoló­ gica disminuye y en el peor de los casos anula tus capacidades físicas y emo­cio­ na­les; acaba con la confianza,la autoes­ tima, destruye la salud, aísla y genera incapa­ci­dad para desempeñar labores lo que conlleva a la depresión e incluso al suicidio. Cabe destacar que la familia y el “ma­ chis­mo” son el caldo de cultivo para este tipo de violencia y todo porque des­de casa se nos enseña que el hom­ bre es el que da las ordenes,el que tra­ba­ja,y que la mujer debe obedecer por encima de sus criterios. Por eso es de suma importancia que la mujer to­ me conciencia de su independencia econó­ mica y preparación académica de esta manera no le resultara difícil reco­ no­ cer. y abandonar a su pareja maltratadora y tomar las riendas de su vida si es víctima de este tema.

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