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Otra perspectiva

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UN NUEVO PROYECTO

UN NUEVO PROYECTO

Se puede hablar de la historia de modos muy diversos. Sin embargo, es difícil no tener la impresión de que las mayores emociones son causadas por los relatos de grandes hechos contados desde el punto de vista de alguno de sus héroes. Quizá no tanto de héroes, sino de personas comunes. Cuando el drama se constituye con su participación y ellos mismos, conscientes de sus fortalezas y debilidades, tratan de medirse con él. Esa perspectiva se torna más humana, más próxima a cada uno de nosotros, más fácil de comprender. Seguramente más fácil que la historia presentada en grandes números, en una escala que a veces es difícil de imaginar. Y por lo tan- to, anónima, extraña, difícil de asumir. Por eso, queriendo entender –aunque fuera un poco– la esencia de la emigración polaca a la Argentina, apoyamos los proyectos que nos hablan con el lenguaje de las historias individuales y sus protagonistas. Solo la sumatoria –esa superposición de capas, generaciones y sus decisiones de vida que podemos mirar desde una perspectiva más amplia de los sucesivos acontecimientos históricos– hace que se conviertan en más vivas. Y nos muestran mejor quiénes han sido esas personas, qué emociones los movían, cómo veían el mundo y qué definía su identidad. Por eso, tales publicaciones como la serie de entrevistas de Maja Tyborska Tak los rzucał nami (Así nos diseminaba el destino), o el trabajo grupal Bohaterowie dnia codziennego (Héroes cotidianos), que fueron realizadas gracias al apoyo de la Embajada de la República de Polonia en Buenos Aires, para mí son una magnífica llave para entender lo que fue la emigración polaca en la Argentina, y lo que es en la actualidad. Por esa razón, en esta edición del Boletín presentamos más vivencias de los inmigrantes polacos. Recordemos y tratemos de preservar esas historias. Recordemos que son importantes no solo para nosotros.

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