BOLETÍN
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
Deseo
Queridas Amigas, Queridos Amigos: Con motivo del Año Nuevo quiero desearles todo lo mejor, esperanza, valor, alegría y unos días de descanso, momentos de paz, tranquilidad y reflexión sobre el mundo y sobre los suyos. Los que están bien cerca y también los que están más lejos. Sobre los que ya no están, pero siempre vivirán en nuestros corazones. Pasamos por un año difícil, lleno de angustias e incertidumbres, privaciones y limitaciones. Un año que nos hizo más humildes, y a la vez nos dio fe en la gente y en el poder de la comunidad, gracias a los que estamos más fuertes y más seguros, llenos de fe en que el año que viene va a ser mejor y que no faltarán razones para vivenciarlo.
¡Feliz Año Nuevo!
Aleksandra Piątkowska
Embajadora de Polonia en Argentina, Uruguay y Paraguay
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intro
Publicado por: Embajada de Polonia en Buenos Aires
Equipo: Jacek Piątkowski (jefe de redacción), Anna Stąpór (edición, traducción), Monika Ponc (traducción)
Foto en la portada: Gaby Herbestein, vestuario „Cosmos” diseñado por Magda Banach
Contacto: buenosaires.amb.sekretariat@msz.gov.pl
Número 2/2020(5)
3. 5. Huellas de Polonia 6. El corazón de Polonia 8. Wrocław es genial 10. Indumento ficcional 16. Asadito y mate en Polonia 18. Uruguay es azul
El vínculo de los jóvenes con sus raíces polacas 24. Homenaje a la memoria 28. Entreñable y sin piedad 30. Invitaciónatomaruncafé 32. Las flores de Eugenia 34. Sangre polaca para el fútbol argentino 36. ¿Polonia? Una experiencia genial
Ilusión en el desierto de Jujuy
Una pregunta
un argentino
la independencia
22.
42.
46.
para
50. Monumentos para
52. Diversas races, un mismo destino
contenido
La iniciativa Asínosdiseminabaeldestino, creada en estrecha cooperación con la Embajada de la República de Polonia en Buenos Aires, excepto el libro, consiste en una serie de películas documentales que forman un registro de recuerdos de los pocos participantes de la Segunda Guerra Mundial que viven en Argentina y de su historia migratoria en el período de posguerra. Queremos promover el conocimiento sobre la inmigración polaca a través de formas visuales modernas y accesibles para el público general, que fomenten la creación de lazos intergeneracionales y sean una contribución importante para el proceso de formación de la identidad nacional. Un registro permanente de estos recuerdos, a menudo dolorosos y dramáticos, es una de las pocas formas posibles de conocer y acercarse a la historia viviente del período de la guerra. Leer más aquí
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
PEINE
Rodrigo es el dueño del salón Varsovia Barbas & Pelos de Diseño. El nombre se lo sugirió su novia, cuya familia paterna viene de Polonia. Enseguida le gustó, aunque nunca estuvo en Varsovia. El papá de la novia se llama Gabriel Szpigiel.
Buscamos huellas de Polonia en Argentina. Y con frecuencia las encontramos de un modo totalmente inesperado. ¿Conocés lugares interesantes que estén relacionados con Polonia y los polacos? Escribinos a: publicaciones.buenosaires@msz.gov.pl
SIRENA
El abuelo de Cristian Duszkiewicz emigró de Polonia a Argentina en 1925. Hoy Cristian desarrolla sus propios proyectos gastronómicos en Buenos Aires. Uno de los últimos que abrió es Varsovia Burger. El paquete en el cual empaca las hamburguesas para llevar no solo tiene aspecto varsoviano, sino además muy polaco.
OSO
Varsovia Beer es una de las típicas cervecerías de Buenos Aires, donde se puede tomar cerveza artesanal. Tiene tres dueños. La mamá de uno de ellos es polaca, Barbara Belicaj, que escapó de Europa ante los horrores de la guerra cuando era pequeña. En el menú podemos encontrar Papas Poznań (papas fritas) o la Cracovia Burger. Una hamburguesa de pollo se llama simplemente La Polonia Burger.
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huellas
EL CORAZÓN DE POLONIA. RETORNO A LAS RAÍCES
Elcalordelasangrecorreentremis venas,abrazandotodoloquefuede misantepasados.Lahistoriatraspasa missentidosqueenvuelvencadapartedemiser.Sevuelvedifícildeexplicarlamezclade emocionesysentimientosfuertesancladosenelsufrimiento,enlalucha,enlabúsquedadelalibertad,en progresar.Enraizada,algolatefuertedentromío,moviéndoseentrelosimpulsos.Arraigadaconfuerzahaciadondelamemoriarepara.Lasraícesprofundasme sostienen con solidez, adentrándome hacia nuevos caminos,indagandoenesapartedequiénsoy,de dóndevengo.Buceandoentrefragmentosdeidentidad,contemplandolaexistenciadelavidaydelos años.Enelabrigodelosmíosquelucharonporser libres,quehancaídotantasveces enmediodeldesamparo.Convigor vengodedondemisancestros.Antaña,amodorizomameabro,recorro,loquevinoantesdemí,porquenopuedosentirmeajena.Porquesinofueseporellos,yohoyno seríaquiensoy,porquenopuedo sentirmelejosdesudolor.
La guerra nos separó a todos. Haciendo repartija por diferentes partes del mundo; dejándonos en total desamparo. Nuestros lazos fueron absolutamente resquebrajados. La distancia y el tiempo nos obligaron a soltarnos, a sentirnos entre el polvo y las cenizas del pasado, herederos del dolor. Un dolor que bifurca por dentro y tajea punzando fuerte entre los recuerdos y la memoria.
A pesar de que los vínculos se perdieron a la fuerza, hay una energía inquebrantable que impulsa por la búsqueda de las raíces, una inmensa necesidad por conocer la historia de nuestros antepasados. Ir detrás de sus huellas, reconstruyendo los hechos, siguiendo sus rastros repletos
de historia. Una historia dura cargada de desconsuelo que sangra más allá de los años y merece ser contada para nunca olvidar.
Las raíces nos traspasan desde tiempos remotos, la esencia de quienes estuvieron antes que nosotros, quienes permitieron que hoy seamos quienes somos y que podamos comprender aquellos hechos oscuros y traumáticos por los que tantos polacos tuvieron que pasar. Cicatrices de guerra que impulsaron el silencio de sus recuerdos. Ahondar e investigar sobre la base de nuestro árbol nos puede llevar a comprender aquel silencio que nuestros padres y abuelos evocaban para evitar hablar sobre los acontecimientos que vivieron, experiencias difíciles que tuvieron que afrontar.
Fueron muchos años de intensa búsqueda, motivada por el deseo de conocer mis raíces, reconstruir la historia, comprender aquellos sucesos con los que mi abuelo debió enfrentarse, saber de su fuerza de voluntad inquebrantable. Conocer su historia y la de los suyos fue como aproximarme de algún modo al origen. Conectar con una parte íntima, una parte de mi identidad. Acercarme a sus vivencias y a su capacidad de resiliencia, me transmitió un mensaje realmente alentador, de esperanza.
Mi abuelo sobrevivió a la Primera y Segunda Guerra Mundial, formó parte de uno de los pelotones del Ejército Polaco que en un primer comienzo tenía su sede en Dąbrówka Pniowska, en el Voivodato de Podkarpackie. Tuvo que atravesar momentos de mucha impotencia y suplicio. Resistió como pudo, solo en medio de la nada.
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CAMILA SAMANTA PATEREK
historia
Cargando con el frío y su estómago vacío; en muchas ocasiones escondiéndose y haciendo frente por honor a su patria.
Luego de finalizada la guerra, emigró a la Argentina con la esperanza de salir adelante y poder prosperar. De su historia solo queda lo que pudo reconstruirse entre fotos, postales, documentos y archivos. Muchas cosas se fueron con él, pues nunca se animó a hablar a su esposa ni a su hijo sobre lo que vivió durante la guerra. El sigilo se instaló en su vida para evitar hablar de sus vivencias traumáticas. No quería que sepan cuánto había sufrido. Aun así, con su talante luchador y una voluntad abismal logró transformar su dolor y encontrar sentido en el día a día, apostando siempre a la vida.
Conocer, recordar y transmitir lo que vivieron nuestros ancestros es fundamental para que no se pierdan sus historias. Alzar el recuerdo, la reminiscencia por aquellos polacos que ya no están y han sufrido, resistido y sobrevivido a los hechos más atroces de la humanidad, que se han esforzado tanto por progresar dejándonos grandes ejemplos de fortaleza, resistencia y superación. Debemos mantenerlos presentes con la memoria encendida en los hechos que vivieron, recordarlos con la frente en alto, en honor a ellos.
“El corazón de Polonia – Retorno a las raíces polacas” es un libro donde la emoción y la historia cobran fuerte protagonismo. Dentro del mismo se desa-
rrollan diferentes cuestiones tales como: la historia de Polonia, el retorno a las raíces polacas, la vida de Stefan Paterek durante los períodos de guerra en Polonia y períodos de posguerra en Argentina, inmigración y resiliencia, y por último , un poemario del Holocausto. La narración cuenta con ilustraciones que acompañan el relato. El libro se puede conseguir en la tienda nube de WolkowiczEditores, con envíos a todo el país y/o cualquier parte del mundo: https:// wolkowiczeditores.mitiendanube.com
Camila Samanta Paterek nació en 1991 en Buenos Aires. Es descendiente de polacos. Escritora y artista. Arteterapeuta. Comenzó sus primeros estudios de Arteterapia en la Primera Escuela Argentina de Arteterapia, continúo su formación en el Centro de Estudios Interdisciplinarios para el Aprendizaje y la Comunicación. Se especializó también en Neurociencias y Neuropsicología, en Trastornos del Espectro Autista (CPSA) y como Instructora de Arteterapia en Infancia, Adolescencia y Tercera Edad en Facultad de Medicina (UBA) e Instituto ISSO. Formó parte del equipo de Psicooncología del Hospital Parmenio Piñero y de la Fundación Natalie Dafne Flexer de ayuda al niño con cáncer en la Sede Central y el Hospital Gutiérrez. Posee amplia y variada experiencia en consultorios privados, realizando tanto intervenciones individuales como grupales, abarcando el rango de pacientes de todas las edades y diversas complejidades. También forma parte del equipo del Centro de día UBE. Autora de Déjamequetecuenteelmundocomoyoloveo (2016), Nefelibata(2017) yArteterapiayOncología(2018).
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Abuelo. Stefan Paterek
Nieta. Camila Samanta Paterek
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
WROCŁAW ES GENIAL
TATIANA BUCCA
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caras
Soy Tatiana Bucca, nací en la ciudad de Bahía Blanca, Argentina. A los 18 años me mudé a Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Comunicación en la UBA. Siempre me interesaron las culturas extranjeras. Gracias a distintos programas de intercambio tuve la posibilidad de vivir en varios países, como Italia, Indonesia, Irlanda y ahora Polonia.
Llegué a Polonia el primero de marzo de 2020, para realizar un programa de voluntariado financiado por la Unión Europea llamado “Cuerpo Europeo de Solidaridad”. La ciudad designada fue Breslavia (Wrocław), y me considero muy afortunada por este motivo, es un lugar hermoso, con muchas actividades para hacer, espacios verdes y lleno de gente joven.
El momento de mi llegada no fue tan oportuno: una semana después de aterrizar en el país, fue anunciada la cuarentena y recibimos la indicación de permanecer en casa. Apenas arribada al país y sin haber tenido la posibilidad de conocer gente, los tres meses en confinamiento fueron uno de los momentos más desafiantes que viví en el extranjero.
Afortunadamente, luego de un tiempo, las medidas comenzaron a relajarse, pude recorrer la ciudad y conocer personas del lugar. A través de mi trabajo conocí a una amiga polaca, Bogumiła, quien me invitó a pasar las pascuas con su familia. Acá la celebración es muy distinta de la de Argentina, aunque dos cosas se mantienen: la reunión con la familia y la celebración con el símbolo de los huevos. A diferencia de nuestro país, aquí no es común celebrar con los de chocolate, sino con los de gallina en distintas formas y preparaciones. También es usual pintarlos.
El festejo comenzó con un desayuno y siguió con mucha más comida, primero salada y luego dulce. Generalmente al día siguiente se festeja el “Śmigus Dyngus” o “lunes mojado”, donde las personas se tiran agua entre ellas, algo parecido a nuestro carnaval.
En este viaje también tuve la posibilidad de reencontrarme con una amiga polaca de Cracovia, a quien conocí hace cinco años en Italia. Me recibió en su casa, y lo mejor de todo: cocinó pierogi,el plato típico del país.
Polonia es fascinante y sorprendente en muchos sentidos. Tener la posibilidad de vivir acá me permitió derribar y afirmar algunos mitos sobre el país. Uno de ellos era la creencia de que las personas locales son frías y distantes. Por el contrario, descubrí que la gran mayoría son muy amables y hospitalarios. Un poco tímidos al principio, sobre todo con el idioma inglés. Por eso desde un comienzo comprendí la importancia de aprender algo de su idioma para relacionarme con ellos y mostrar respeto por su cultura. Fue entonces cuando pude confirmar otro de los mitos: la dificultad del idioma polaco. Realmente es muy complicado, tiene reglas gramaticales muy complejas, sonidos indistinguibles para quienes hablamos español, y muy pocas similitudes con otros idiomas que conocía. Ir al supermercado las primeras semanas fue una verdadera odisea: no podía entender qué era cada producto. A su vez, generalmente si el envase incluye traducción es a los idiomas ruso, ucraniano, checo u otros, pero no al inglés y menos al español.
Luego de siete meses de vida en Polonia, aun encuentro cada día nuevas cosas maravillosas en el país, me sorprendo al ver cómo los numerosos espacios verdes de la ciudad cambian de color con las estaciones y continúo conociendo personas que hacen de mi estadía una experiencia única. Sé que Polonia será siempre un lugar al que recordaré con mucho cariño.
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En la foto de arriba, Tatiana Bucca (primera desde la izquierda) con amigos polacos y un perro. La foto de Mariusz Cieszewski/MFA muestra el bulevar de Wrocław
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10. arte
INDUMENTO FICCIONAL
MAGDA BANACH
Muchas veces me pregunto ¿por qué dedico mi tiempo a vestir actores? Esos personajes con sus indumentos ficcionales Esas vestiduras que desaparecen de la realidad cuando baja el telón del teatro, ropajes que se desarman y se guardan en un depósito oscuro durante años llenándose de polvo y polillas... ¿De qué servirá diseñar para un mundo ficticio?
El “hacer teatro” tiene de atractivo justamente eso: que una ficción en el escenario se torna en realidad momentánea, el teatro justamente, sucede cuando en un espacio dado un actor es mirado, es espectado por el otro, por el espectador
La decisión de lo que el actor portará en ese instante de realidad ficcionada, que le permita recordarse paraqueleotorgueveracidadasuacción, ese recorte, esa selección desde mi imaginario al cuerpoficcionales lo que me apasiona de mi profesión de vestuarista.
La etimología de las distintas palabras que definen las vestiduras tienen similares acepciones: según el diccionario Educalingo el indumentoes una membranapilosa que recubre ciertas plantas, el disfrazes el encargado de borrarhuellas(desfrezar), una prendaes lo que sedaen garantía(pignora) y ropaes algo de valor que puedeserle robado(rauba).
Así el vestuarioficcionalen el escenario reúne un poco de todas esas variantes etimológicas y resulta ser para el actor “unasegundapiel,quelepermitirásimular serotro,garantizándoleveracidadparaelloyquecuando bajeeltelón,leseráquitada”…
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
TIJERITA PEQUEÑA
Toda vivencia en esa geografía salvaje se convertía entonces en un cuento de aventuras: por ejemplo: mi padre cruzándonos a caballo por el río caudaloso, o cuando mi madre nos llevaba después de la lluvia a una pradera fluorescente para recolectar hongos, inolvidables salidas nocturnas para escuchar a la orquesta de la fauna nocturna en vela y los increíbles paseos entre los árboles del monte de mis hermanas que se iban montando a pelo sus caballos de largas crines ornamentadas con tules y cintas de colores
Vivíamos sin luz eléctrica, en una casa enorme, antigua, rodeada de una hermosa galería, de pisos de cerámicos fríos y techos de chapa altísimos, con huerta propia y árboles frutales para trepar. Lejos de familiares o amigos, el entretenimiento lo creábamos nosotras, la diversión surgía de la imaginación propia.
Recuerdo una vez, una vieja revista de modas y que, tijera en mano, las tres recortamos hasta la última foto de las mujeres que allí posaban. Y cada una seleccionó la modelo con la que más se identificaba. Esos personajes planos y delicados de papel los guardábamos dentro de los libros para que no se arrugasen y luego, a la hora de la siesta, las exponíamos en el piso de la galería y les dábamos vida inventando sus personalidades, sus diálogos y sus acciones; creábamos el rol desde su vestimenta. Ese recorte era una elección. Y a su vez, la selección de este recuerdo ahora, es un acto de recortar.
Con el tiempo el juego derivó en diseñar nosotras mismas las figuras, los cuerpos portantes de vestuarios... Hicimos cientos de muñecas de cartón y les dibujábamos sus propias prendas. Sus vestuarios variaban de acuerdo a la identidades y acciones que les otorgábamos. Intuíamos así, que cada rol tienesuindumento. Cada signo, su carga y desarrollo. Elegíamos y decidíamos. Nuevamente una selección, nuevamente un recorte
SELVA FANTÁSICA
Mis padres, ambos polacos, llegaron a este argento país de nombre enigmático y de tierras vírgenes, aventurándose desde muy jóvenes a vivir con sus tres hijas en el corazón de las Yungas montañosas de Jujuy, regalándonos así una infancia idílica en ésa selva subtropical. Crecimos dentro de un paisaje abrumador, fantástico y extremo; alejadas de la civilización y rodeadas por un río serpenteante, que en verano crecía tanto que solo se podía cruzar con un gran tractor.
Esa flora y fauna nos alejaba del mundo externo de la cultura, pero nos permitió crear un mundo interno enriquecido de impresiones propias, que fueron el nutriente espiritual y artístico durante toda mi vida. Conservo aún hoy la fascinación por los olores, colores, texturas y la luz de aquellas húmedas y verdes atmósferas subandinas.
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arte
GUÍAS
Mi madre, escultora, pintora y ceramista, me enseñó casi todo lo que hoy uso en mi trabajo: dibujo, acuarela, escultura, cerámica, costura, moldería... Además era una gran anfitriona de artistas, y ese entorno de poetas, pintores, músicos, actores fue un escenario natural en mi adolescencia y una influencia para elegir mi destino.
Cursé la carrera de Bellas Artes y enseguida comprendí que es una profesión solitaria y abismal. Me llenó de preguntas, cuestionamientos e inquietudes metafísicas Busqué otras guías y concurrí a los talleres de grandes maestros como Rivero Rodrigo, Daniel Santoro, José Rueda, Miguel Repiso, Remo Bianchedi, Gasón Breyer.
En los años 80 fui becada para estudiar escenografía y vestuario en ASP (Academia de Bellas Artes) de Varsovia, en Polonia, donde residí cinco años. Trabajé en teatros de ese país y también viajé por festivales de Europa con mi propio espectáculo de teatro de objetos al que denominé “Ikaro, la nave de los locos”. Con esa obra comprobé que las artes escénicas podían reunir mis dos inclinaciones: las artes plásticas y mi pasión por los mundos de ficción, de ese modo me convertía en demiurgo que reúne estas disciplinas para crear mundos y materializar lo efímero.
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
TIJERA GRANDE
Conservo todavía algunas de esas muñecas de cartón que hicimos de niñas y descubrí que como vestuarista he recreado algo de ése acto lúdico: dibujo para darle a un personaje su indumento apropiado, como si siempre hubiese sabido que diseñar un rol y vestir un actor van juntos. Puedo decir que imaginar siempre fue una actitud natural en mi labor.
Ser vestuarista, es decidir plásticamente con la libertad de la imaginación, es crear un mundo inexistente y darle credibilidad.
El dibujo es mi sello como vestuarista. Tengo cerca de tres mil bocetos en papel y muchísimos diseños digitales. El figurín es mi manera de transmitir lo que imaginé acerca de un indumento para un rol determinado, en un contexto espacial y dramático dado. Trabajo en soledad y también suelo trabajar con numerosos asistentes y productores de vestuario. Soy directora de vestuario en todas las áreas de ficción: teatro, cine, animación, gráfica, eventos, videos etc. y cada una requiere de mí una actitud de resolución y recursos diferentes, pero mi meta es darle credibilidad a ese traje portado por el actor.
Pero diseñar un vestuario no es solamente hacer un figurín y un bello dibujo. Es un concepto, que se plasma en un papel maqueta o en una imagen fija o en movimiento, es un plan previo, un medio y un fin, y además es como un mapa que explica luego cómo llegar a materializar esa idea. Entonces, diseñar un vestuario es comprender al personaje habiendo antes buceado en la cabeza del director para comprender su meta y en el cuerpo del actor para entender su acción.
En el indumento ficcional se produce una dinámica entre forma y cinética: la morfología corporal del actor y la acción dramática que propone. Cuando imagino su vestuario, tengo muy en cuenta esa relación y tomo notas formales de los movimientos de los actores, voy bocetándolos durante los ensayos, o tomándoles fotografías para luego trabajar sobre ellas, o les pruebo variantes de prendas de segunda mano a las que luego reformulo o las utilizo de modelo para replicarlas. Me nutro de lo que el actor hace y dice. Lo escaneo todo el tiempo mientras ensaya, pienso el vestuario con el actor como un plano de relato dentro de la obra y lo construyo desde ahí. Llevo mi cuerpo de vestuarista junto al actor. Puedo hacer entrenamientos físicos junto al elenco, memorizar sus parlamentos y probarme sus disfraces. Nunca mi metodología es igual. Cada obra, cada texto, cada teatro, cada compañía teatral tiene su manera de ser y eso se traslada en mi manera de trabajar con ellos. Todos los cuerpos vestidos son diferentes, pero tienen en común que los
vestuarios que portan son ficcionales. El vestuario, como sucede con los objetos, la utilería, textos y las acciones, también seprueba. Los ropajes también van alosensayosy también se olvidanlaletraylasmarcas, tienen derecho a la prueba y el error. Pero si un indumento no apoya al verosímil de su mundo ficcional, no sirve y hay que buscar otra opción mejor. Así, ese diseño pensado también es capaz de cambiar junto al desarrollo del personaje y se modifica en los ensayos. Ser vestuarista es una maratón sin parar del tablero, al ensayo para volver al tablero y correr al ensayo otra vez
RECORTAR Y RECORDAR
Ya instalada de vuelta en Argentina, fui alternando entre ambos campos de la plástica, al igual que de las artes escénicas y cinematográficas durante un tiempo.
En los años 90, a raíz del fallecimiento repentino de mi madre, surgió en mi obra plástica la pregunta acerca de los cuerpos en ausencia y de la forma de ese instante de la muerte y la pintura se tornó racional y geométrica. Seguí trabajando en grandes formatos en una serie denominada “Delimitaciones”. En el 2006 encontré un cuaderno de mi padre, que falleció ese año, un diario que había escrito después de la guerra. Con el impacto que me causó esa lectura, compuse una serie de trabajos que hablan sobre el recorte de los recuerdos, son trabajos de muy pequeño formato en dibujo, pintura y la técnica polaca de la wycinanka ¿De dónde viene el gesto de la selección? ¿De dónde esa elección de esto y no aquello? Nuevamente, como en esas revistas en la casa de la selva, el recorte y la selección... Agoté esas preguntas metafísicas volcadas en las artes visuales hasta que me di cuenta de que no era cuestión de esperar a que las respuestas se materializaran fuera de mí, sino que debía buscarlas hacia dentro. Fue así que busqué nutrirme de material de autoconocimiento en vías esotéricas.
En los últimos años, me involucré en grandes proyectos de diseño de vestuario para teatro nacional, cine y tv, desarrollando mi carrera de vestuarista de manera intensa, disfrazando, cubriendo de pilosidades y segundas pieles a los actores en sus mundos de ficción para que luego las abandonen cuando cierren sus camarines y todo se desvanezca en el olvido.
Así la pintura y el dibujo de mi obra personal dejaron de ser protagonistas y así liberadas del peso de la exigencia de los mercados y la cultura, las artes visuales son hoy mi manera de mirar el mundo, una herramienta íntima para traducirlo e interpretarlo. Mi refugio para la proyección de mi potencia, para crear mi propio espacio y mi propio tiempo.
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arte
Magda Banach artista plástica, nacida en Argentina de padres polacos y criada en el corazón de las Yungas jujeñas. Junto a su madre, la artista Ana Nieniewska, recibió temprana formación en dibujo, acuarela, cerámica y escultura. De estar rodeada de selva virgen en la niñez conservó la fascinación por el color las texturas, la luz y las atmósferas que solo los da la naturaleza en su expresión máxima. En su adolescencia formalizó el interés por la plástica cursando la carrera de Bellas Artes en la Prilidiano Pueyrredón y concurriendo a talleres de dibujo de Rivero Rodrigo, color y composición con José Rueda y pintura con Daniel Santoro. Recibida en Artes Visuales en Argentina. Fue becada por el Ministerio de Cultura de la República de Polonia en escenografía y vestuario en la Academia de Bellas Artes de Varsovia (ASP), bajo la tutela de Andrzej Sadowski, Andrzej Wajda, Roman Woźniak e Irena Biegańska, donde fijó su residencia por cinco años. Toma parte de la Comisión Fundadora de la Asociación de Diseñadores Escénicos Argentinos. Es madrina del Centro de Indumentaria Escénica de la UNA. Actualmente trabaja como pintora, ilustradora, escenógrafa, diseñadora y vestuarista para el circuito teatral alternativo, el oficial y para la industria gráfica y cinematográfica, junto a distinguidos directores como Norman Briski, Pompeyo Audivert, Pablo Ruíz, Marcelo Alcón, Elvira Onetto, Darío Levin, Mirta Bogdasarián, Eugenia Estévez, Gabriela Prado, Gonzalo Martínez, Ricardo Bartís, Luciano Suardi, Damián Moroni, Alejandro Maci, Pablo Rottemberg, Caro Adamovsky, Cristina Banegas, Laura Yusem, Ciro Zorzoli, Guillermo Cacace, Gaby Herbstein y Juan Pablo Buscarini, Mariano Tenconi Blanco, Eduardo Meneghelli, José María Muscari, entre otros. Por su labor en teatro y cine fue galardonada con numerosos premios tanto en Argentina como en Polonia.
http://magdabanach.blogspot.com.ar
http://recortarecordar.blogspot.com.ar
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
ASADITO Y MATE EN POLONIA
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fútbol
En la foto: arriba de izquierda a derecha: Guillermo Gerpe, Carlos Benítez, Francesco Tosi (Italia); Bruno Romanutti, Abajo de izquierda a derecha: Ricardo Penayo; Jonathan Kraayenbrink, Fernando Ramos (Brasil), Mariano Konopka, y Mariano Salinas con su hijo Lauti
MATE
Seis años atrás, con un pequeño grupo de argentinos que vivimos en Cracovia, comenzamos a juntarnos para jugar al fútbol. Con el tiempo se fue agrandando el grupo y el fútbol fue la principal excusa para conocernos, no solo con argentinos, sino que también con chicos de otros países de Latinoamérica y Europa. Un año atrás, nos conocimos con Jony en un evento de su empresa que vende productos argentinos y charlando, me contó que tenían un grupo de fútbol en Varsovia también formado por argentinos, así que salió la idea de jugar un partido entre Argentina Cracovia vs. Argentina Varsovia. La excusa fue el encuentro de fútbol, pero la idea principal fue juntarnos en Cracovia para conocernos, compartiendo dos pasiones argentinas que son el fútbol y un rico asado. Pronto tendremos otro encuentro en Varsovia y la idea es hacerlo también con argentinos que están en otras ciudades de Polonia.
“La pasión por el fútbol fue lo que nos empujó a formar un grupo de amigos en Varsovia y armar un equipo para competir en distintos torneos de fútbol amateur. Con el pasar de las temporadas, el equipo fue cambiando con jugadores que vienen y que van de distintas nacionalidades. La mayoría somos argentinos, pero hay chicos peruanos, brasileños, ecuatorianos y chilenos también. Junto con Mariano empezamos a hablar sobre un posible encuentro entre nuestro equipo y el suyo en Cracovia. Aprovechando que en Cracovia había un grupo grande de argentinos armar un encuentro de fútbol y por supuesto un asado, teníamos una gran excusa para conocernos y compartir lo que tanto nos gusta” relata Jonathan Kraayenbrink, CEO de Un Mate.
El encuentro entre los argentinos representantes de ambas ciudades se celebró el fin de semana del 18 de julio en Cracovia. La sede del partido fue a metros del Castillo de Wawel, en el club Nadwiślan FC. Posterior al partido todos disfrutaron de un merecido asado argentino compartiendo experiencias del partido y ya planeando la revancha en Varsovia.
Mariano Salinas es de Buenos Aires, pero de sangre correntina. Si escucha sonar un chamamé, se le pianta un lagrimón... Desde el 2014 vive con la mayor parte de su familia en Cracovia. Es profesor de educación física, tiene alumnos como entrenador personal y trabaja como guía de turismo, profesión que le hizo descubrir y apasionarse por la rica historia de Polonia.
Jonathan Kraayenbrink nació en Buenos Aires. Hace 11 años que vive con su familia en Varsovia. Se dedica a la importación y distribución de productos argentinos, los cuales se comercializan en un-mate.pl
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Roberto Ammirata (Venezuela); Pablo Plomer; Leandro “Oso” Loos; Facundo Ponce y Pedro Suzuki. Konopka, Gabriel Bagur; Germán Berenz; Gonzalo Zaieta; Santiago Fernández; Francisco Giacosa, Diego Martinez (España)
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
URUGUAY ES AZUL
KAROLINA BARMUTA
¿Sabés dónde está Uruguay? ¿Con qué lo asocias? Recientemente he realizado esta mini encuesta entre amigos. Muchas de las respuestas se refirieron al fútbol, mencionando a jugadores como Diego Forlán y Luis Suárez (sobre todo conocido por sus dientes). En segundo lugar, algunos respondieron haciendo mención a los bancos y al expresidente de la República, José (Pepe) Mujica, “el presidente más pobre del mundo”. Algunos, con ciertas dudas, pero acertando, señalaron la carne y el tango. Sin embargo, la mayoría de mis interlocutores no estaba segura dónde está este país y si Uruguay es el país del que están hablando o tal vez lo confunden con Paraguay.
El artículo de esta edición del Boletín estará dedicado a todos aquellos que tienen dudas sobre dónde está, qué ofrece y por qué Uruguay juega un papel tan importante en la región de América del Sur.
Hasta 1830, la República Oriental del Uruguay formaba parte del Virreinato del Río de La Plata, como una Provincia más. En este entonces se llamaba Banda Oriental, y sus indígenas, los Charrúas, fueron asesinados por invasores españoles. Este pequeño país ubicado geográficamente entre los gigantes regionales, Argentina y Brasil, eventualmente se convirtió en su socio económico, centro de negocios internacional y turístico para los ricos del mundo.
Son muchos los factores que han convertido a este país de 3,5 millones de personas en líder en la mayoría de los rankings mundiales. Ubicado en la costa atlántica y la del Río de la Plata, desde la época histórica de la conquista, fue un punto estratégico en el mapa de los principales colonialistas portugueses y españoles. Es el segundo puerto más grande después de Buenos Aires que facilita el acceso de mercancías al mercado interno de Argentina, Paraguay y partes de Brasil. El cultivo de cereales y la cría de ganado en tierras de cultivo, que cubre el 84% del país, es la columna vertebral de la economía de Uruguay hasta el día de hoy.
En marzo de este año, se produjo un cambio de poder político gobernante. Después de casi quince años de gobierno ininterrumpido del Frente Amplio (la izquierda liberal), ganó la elección el candidato del Partido Nacional (Partido Blanco) de centroderecha, Luis Alberto Lacalle Pou. (Digresión: vale la pena saber que la nomenclatura partidaria de pertenencia a diferentes tendencias políticas no se corresponde con las nociones europeas de derecha e izquierda. En general, se puede decir que la mayoría de las corrientes políticas en América del Sur se desplazan hacia la izquierda en relación con nuestra comprensión de ellas).
Luego del estallido de la pandemia y los primeros análisis de su impacto en las economías globales, se estimó que América del Sur sentiría sus efectos de manera dramática. Y así sucedió. Brasil, Chile, Argentina y Perú han entrado en una fase de grave recesión económica, que es probable que repunte a niveles prepandémicos solo en algunos años.
En cambio, Uruguay, como lo hizo tantas veces en el pasado, decidió seguir su propio camino. El nuevo gobierno tomó la decisión de no decretar cuarentena estricta para no ralentizar la economía. Recomendó el sentido común a los ciudadanos, impuso restricciones a la movilidad y apeló a la responsabilidad cívica. Se han cerrado fronteras y vuelos extranjeros. Sin embargo, en todo este tiempo, el estado siguió funcionando, se evitaron despidos masivos, mientras que las escuelas y oficinas funcionaron con normalidad.
Al mismo tiempo, anticipando acertadamente las crisis económicas en los países vecinos, Lacalle Pou anunció incentivos adicionales para quienes opten por invertir o establecerse en el país tan pronto como termine la pandemia. Incluso antes del cambio de gobierno, Uruguay ya era famoso por apoyar a un emprendedor extranjero con numerosos programas de apoyo o reducción de costos, por ejemplo, en aduanas
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negocio
“No obstante, nuevas medidas y beneficios para los inversores extranjeros recientemente anunciádos por el presidente Lacalle Pou, abren aún más el país a la entrada de capitales”
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“
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
El nuevo gobierno tomó la decisión de no decretar cuarentena estricta para no ralentizar la economía. Recomendó el sentido común a los ciudadanos, impuso restricciones a la movilidad y apeló a la responsabilidad cívica”
o impuestos. No obstante, nuevas medidas y beneficios para los inversores extranjeros, recientemente anunciados por el presidente Lacalle Pou, abren aún más el país a la entrada de capitales.
Como resultado de la orden presidencial, la Ley N° 16.906 establece un marco legal para la promoción y protección de las inversiones que se instalen en Uruguay. A continuación, se muestran algunos factores que contribuyen a su atractivo comercial:
sistema tributario uniforme en todo el país, igual para uruguayos como para extranjeros,
igualdad de derechos y obligaciones para empresarios nacionales y extranjeros,
posibilidad de inversión directa (no se requieren permisos previos ni socio local),
sin restricciones a la repatriación de beneficios,
no existen restricciones para el suministro de capital extranjero a empresas locales,
libre mercado monetario: libre movimiento de divisas a cualquier cuenta del mundo,
inversiones exenciones: como por ejemplo del impuesto sobre la renta, impuesto sobre el patrimonio, impuesto a la importación, IVA (en Uruguay es 22%).
Se otorgarán exenciones especialmente a aquellas inversiones que:
implementan nuevas tecnologías para mejorar la competitividad,
contribuyen al crecimiento y diversificación de las exportaciones,
generan nuevos puestos de trabajo, directa o indirectamente,
permiten la integración de la producción en diferentes eslabones de la cadena productiva,
apoyan las actividades de micro, pequeñas y medianas empresas,
contribuyen a la descentralización geográfica aprovechando las oportunidades locales y la mano de obra en actividades industriales, agroindustriales y de servicios.
Como incentivo adicional para quienes están considerando proyectos a largo plazo, se brinda residencia permanente y facilitación de obtener la ciudadanía para quienes estén dispuestos a pasar dos meses en Uruguay y/o invertir 328 000 USD.
El proceso mismo de registrar una empresa o comprar, por ejemplo, un inmueble es muy rápido y sencillo. Es suficiente presentarse personalmente o por medio de un representante legal en una escribanía seleccionada para firmar los documentos pertinentes. La transferencia por el trámite se puede realizar desde cualquier parte del mundo, en cualquier moneda. Muy a menudo, las tarifas de transacción las co-
bran las notarías. Manejan el monto íntegro hasta la verificación del interesado y la emisión de las escrituras de compraventa y/o transmisión de la propiedad. Esta es una práctica común, seguida a menudo por los propios uruguayos, principalmente por razones de seguridad.
Si una persona decide iniciar una actividad permanente en el país, puede registrarse en tres formas legales diferentes - S.A., SRL (equivalente a sp. z o. o.) o S.A.S (empresa simplificada).
Todos los documentos extranjeros deben ser traducidos al español por un traductor jurado y tener la legalización y apostilla correspondientes.
En cuanto a la relación bilateral con Polonia, vale la pena recordar que ambos países han firmado un acuerdo sobre la eliminación de la doble imposición y el apoyo mutuo a la inversión.
Para quienes están considerando la expansión empresarial en América del Sur, Uruguay puede resultar la opción óptima. Un estilo de vida amigable, una economía sana y numerosos beneficios para los emprendedores pueden interesar a los turistas, empresarios, inversionistas y familias para considerar a este diminuto país como la primera puerta a la región. Los principales sectores en constante búsqueda de nuevos capitales son el inmobiliario y la ganadería, pero estos ya son los temas para contarles en la siguiente edición del Boletín.
Karolina Barmuta – consultora y consejera de negocios. Graduada de la Universidad de Middlesex y UCL en Londres, hizo el Posgrado en Comercio Internacional en la Universidad Económica de Cracovia. Desde hace más de diez años trabaja para empresas que buscan expansión en la región de América Latina. Habla inglés, español y portugués. www.polaposta.com
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negocio
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considerando la expansión empresarial en América del Sur, Uruguay puede resultar la opción óptima. Un estilo de vida amigable, una economía sana y numerosos beneficios para los emprendedores pueden interesar a los turistas, empresarios, inversionistas y familias para considerar a este diminuto país como la primera puerta a la región”
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
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EL VÍNCULO DE LOS JÓVENES CON SUS RAÍCES POLACAS
La historia de sus antepasados y su origen generan en la juventud diversos sentimientos: orgullo, curiosidad, patriotismo, admiración. Es por eso que muchos nietos o bisnietos de polacos se interesan por el pasado de su familia, y también por la historia, la cultura y la situación actual de Polonia.
El estado polaco es consciente de que fuera del país viven cerca de 20 millones de polacos. Entre ellos hay muchos que emigraron recientemente para estudiar o trabajar, pero también hay una gran cantidad de descendientes de aquellos que dejaron su tierra natal en las oleadas migratorias anteriores y posteriores a las dos guerras mundiales. Es por eso que existen organizaciones y programas dedicados a colaborar con el desarrollo de las comunidades polacas en el exterior y que buscan también generar un acercamiento a Polonia. En los últimos años se ha puesto una especial atención en las generaciones más jóvenes, con posibilidades de viajes, estudios o encuentros.
Uno de los encuentros más destacados realizados en 2019 fue el Primer Congreso de Jóvenes Polacos de Sudamérica. La ciudad de Curitiba fue la sede del evento que reunió a más de 150 jóvenes de Brasil, Argentina y Chile. Fue organizado por la institución Wspólnota Polska y tuvo diversas actividades, como charlas, presentaciones, talleres de baile, cocina, artesanías y reportaje. Entre los grupos que participaron, Argentina tuvo representantes de Apóstoles, Posadas, Oberá, Wanda, Córdoba, La Plata y Buenos Aires. Hubo algunos participantes que viajaron desde Chile, pero la mayoría de los jóvenes eran de Brasil (entre otros de Nova Prata, Sao Mateus do Sul, Aurea, Curitiba, Unión de Vitória, Erechim, Criciúma y Nova Trento).
Los organizadores expresaron que tenían la
intención de preparar un segundo congreso en 2020, pero esta vez en Argentina, y que también existía la posibilidad de un encuentro en Polonia de la juventud polaca. A esta última posibilidad ya se había referido el senador Stanisław Karczewski en 2018, cuando en el I Encuentro de la Colectividad Polaca en el Exterior expresó que había un plan para organizar un gran encuentro de la Polonia joven. Lamentablemente, la pandemia del Covid-19 provocó que se suspendieran estas iniciativas, por lo que habrá que esperar a ver si pueden realizarse en los próximos años.
En la colectividad polaca de Argentina, los más jóvenes tienen diversas maneras de relacionarse con sus raíces. Suelen estar vinculadas con los intereses y los gustos que tiene cada uno. Muchos conservan algunas costumbres que les enseñaron padres o abuelos, como es el caso de la comida. Están aquellos que aprenden a preparar los pierogi, para intentar acercarse a ese plato que hacía la abuela; los que cocinan el tradicional bigos para la época fría del año o los que preparan alguna torta de manzana o de queso, típicas de la repostería polaca. Otros se sienten más atraídos por el cine o la música.
Una de las formas más comunes de mantener la tradición y representar a Polonia es el baile. A lo largo del país hay una enorme cantidad de conjuntos de danza y canto folclórico polaco. Estos grupos suelen representar a la colectividad en eventos interculturales y también en los festejos de las organizaciones. Además de la atracción por la música, el baile y los coloridos trajes, los conjuntos de danza suelen ser la manera que encuentran los jóvenes de acercarse a la cultura de sus antepasados y de pertenecer a un grupo de pares que piensan y sienten algo similar. Otra actividad que atrae
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ENRIQUE MACKIEWICZ
jóvenes
a los más chicos es el harcerstwo(scoutismo polaco), que tiene reuniones periódicas y campamentos. En sus encuentros transmiten los conocimientos sobre Polonia y los valores polacos. Y entre otras actividades, se puede mencionar también el fútbol. Existe el Polonia FC, un equipo que juega en los torneos argentinos y cada dos años viaja a Polonia para disputar las Olimpíadas Polonesas, que reúnen a los polacos de todo el mundo.
Además de acercarse a sus raíces polacas con actividades o tradiciones, muchos tienen la posibilidad de tramitar la ciudadanía. Significa un honor obtener la ciudadanía polaca, y representa también una posibilidad en el caso de la intención sea viajar a Polonia o en general Europa, para poder estudiar o trabajar allí. Para poder conseguirla, es importante que la familia conserve los documentos polacos del antepasado y que se cumpla con la legislación polaca. Para los casos en lo que esto no sucede, el estado polaco ha extendido la posibilidad de obtener la TarjetaPolaca, que otorga una serie de beneficios para aquellos que desean viajar a Polonia.
En la mayoría de los casos, el idioma es algo que se fue perdiendo con el paso de las generaciones. En muchas ocasiones los niños aprendieron un poco en sus casas, escuchando a sus abuelos o a sus padres, pero luego por la falta de práctica ese conocimiento se fue perdiendo. Para poder aprender o mejorar el idioma polaco, generalmente las organizaciones de la colectividad cuentan con maestros que se dedican a la enseñanza. Para aquellos que ya lo conocen, se han desarrollado talleres de conversación para mantener la práctica. Se puede mencionar el caso de la Asociación
de Estudiantes (SSPA) que lo llevó adelante en los años 2018 y 2019. También existe la posibilidad de viajar a Polonia para aprender. Cada tanto aparecen oportunidades de cursos intensivos, becas, posgrados. Realizar los estudios universitarios allá es otra opción, existen programas para hacer toda la carrera, comenzando con el aprendizaje del idioma.
En muchas provincias de la Argentina existen organizaciones polacas, que ofrecen una variedad de actividades. Los jóvenes que sientan cierto interés por la cultura de sus abuelos o bisabuelos pueden contactarse con ellas y sumarse a sus grupos, cursos, talleres o eventos. Genera una enorme satisfacción poder recordar y valorar nuestro origen. Nuestros antepasados superaron adversidades con mucho esfuerzo y es un honor poder recordarlos manteniendo viva la cultura polaca y el contacto con Polonia.
Enrique Mackiewicz nacido en Buenos Aires en 1989. Nieto de cuatro abuelos polacos: Maria Antonina, Henryk, Maria, Lucia y Janusz. Ellos emigraron a la Argentina después de la Segunda Guerra Mundial. Desde muy chico participó en la colectividad polaca, empezando por la Colonia Polaca de La Granja (Córdoba) y el conjunto Nasz Balecik. Actualmente forma parte del Nasz Balet, de la Asociación de Estudiantes Polacos (SSPA), de Polska Macierz Szkolna (PMS) y de la Unión de los Polacos en Argentina (UPRA). Desde hace unos meses coordina las páginas web de la UPRA y del “Głos Polski” (lavozdepolonia.com.ar).
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Foto: Lucio Kochnowicz
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
HOMENAJE A LA MEMORIA
Claudia Piñeiro, una de las escritoras mas famosas de Argentina, en su último libro Catedralesrecorre distintas catedrales en Europa, empezando por la Iglesia de Santa María de Cracovia. La autora nos cuenta por qué eligió a Polonia como un escenario de su policial.
POR MAJA TYBORSKA
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libros
En el año 2017 fue invitada por el Festival de Literatura en Sopot, fue su primera visita a Polonia. ¿Me gustaría saber cómo recuerda ese viaje?
Me habían invitado al Festival de Sopot, con el motivo de mi nuevo libro publicado por la editorial Sonia Draga, allí realizamos muchos encuentros junto con mis traductores de español a polaco, de hecho con Tomasz Pindel nos conocimos en Buenos Aires. Durante estas charlas tuve la oportunidad de conocer mucha gente, escritores polacos, profesores de literatura, que inclusive hasta ahora estamos en contacto. Gracias a estos encuentros conocí personalmente a mi otra traductora, quien después tradujo mis obras de teatro. Todo eso surgió a partir de ese recorrido.
Cada año sus libros se vuelven más populares en Polonia, quizás porque nos encantan los policiales. ¿Había notado ese entusiasmo durante su visita? Antes de ir a Polonia, ¿había tenido algunas expectativas? ¿Algo le había sorprendido particularmente?
No me imaginaba que había tantos lectores de mis libros, y eso fue muy agradable. Cuando tuve las presentaciones, la sala de conferencia estaba llena, y yo que había pensado… “¿Quién iba a venir a verme a mí?” Los organizadores del festival también te ponen una persona que te acompaña a todos lados. Yo fui con mi marido y gracias a esta asistencia pudimos conocer muchos lugares, por lo tanto, para mí no fue únicamente “ir a un festival”. Fue conectarme con una cultura que no conocía. Tuve la oportunidad de conocer este “triángulo” de las ciudades (Gdańsk, Sopot, Gdynia). Me acuerdo que cuando fuimos a Gdańsk, había un mercado grande con un montón de puestos y artesanías polacas. La gente me parecía súper amable. Lamentablemente no fuimos a Varsovia, pero estuvimos en Cracovia y nos gustó muchísimo. En mi último libro Catedrales uno de los protagonistas hace un recorrido por distintas catedrales de Europa. La primera que elige es justamente la basilica de Santa Maria de Cracovia, que es una iglesia muy particular donde se encuentra ese famoso retablo de madera de Wit Stwosz, que Picasso nombró como la octava maravilla del mundo. Este lugar me pareció tan bello que decidí incorporarlo en mi libro. Cuando escribía la novela me enteré de algunas cosas que no sabía en ese momento, por ejemplo, ¿Por qué suena esa música a determinada hora en esta plaza? Y otros detalles que pude agregar a mi novela. La historia de esa música, de esa iglesia, de esa plaza. Pero de eso supe después. Cuando estuve allí me enfoqué en apreciar la belleza de ese lugar. Cracovia me parecía una ciudad hermosa. Me acuerdo también de Castillo de Wawel rodeado por un anillo de fuertes. Me sorprendió la cantidad de turistas que visitan Cracovia, porque para los argentinos en el típico circuito en Europa no es tan común incluir a Polonia, y Cracovia tranquilamente podría estar entre las ciudades como Praga o Budapest en cuanto a su belleza.
¿Nos podría revelar un poco de qué trata su último libro Catedrales?
Es un policial, pero a diferencia de un policial clásico, donde aparece un muerto y se hace una investigación, en mi novela aparece una y no se sabe
qué pasó, Ana, de 17 años muerta 30 años atrás. Su cuerpo se encuentra descuartizado en un terreno baldío. Todos los miembros de su familia quieren saber la verdad de lo qué le pasó a ella. Pero la familia se fue. Su padre queriendo saber la verdad, y la familia, que era una familia muy católica que se fue desmembrando. Hay dos hermanas que no se hablan entre sí. Una vive en Santiago de Compostela y la otra vive en Argentina. La que vive en Santiago de Compostela tomó la decisión de decirle a todo el mundo que ella es atea, que en una familia muy católica produjo una perturbación. La otra se hizo una activista católica, y tiene un hijo. El hijo no se siente cómodo en esa familia con tanta rigidez y su abuelo lo ayuda a encontrarse con su tía que vive en Europa y para esto inventan todo un viaje por Europa. El chico estudia arquitectura y lo entusiasma para recorrer destacadas catedrales europeas. Pero en realidad el tema del nombre de la catedral tiene que ver con las catedrales que armamos cada uno de nosotros, de las cosas que nos sostienen casi como una institución, que no necesariamente tiene que ser una iglesia. Nosotros tenemos un escritor muy importante que es Borges y él tiene una frase que yo use de epilogo, que dice: “Basta de admirar las obras tan antiguas, que cada hombre construya su propia catedral”. La novela trata de eso mismo, uno piensa cuál es su propia catedral. Para unos pueden ser los libros, para otros las palabras, solidaridad, amistad o distintas cosas y no necesariamente un apego religioso.
Como escenografía de sus libros a menudo elige Buenos Aires, y con los Catedrales sale a Europa que me parece hasta mas significante teniendo en cuenta los que pasó con la catedral de Paris.
Justamente cuando escribía esta novela pasó ese incendio. Era una de las iglesias que supuestamente tendría que haber ido mi personaje pero decidí de cambiar por la otra seria raro no mencionar el incendio, me hice cargo de lo que paso mientras que yo estaba escribiendo. Volviendo un poco a los policiales, usted utiliza como motivo contar otras cosas que tienen que ver más con la sociedad. ¿Cree que los lectores polacos pueden percibir ese fondo en sus libros, sin conocer la cultura argentina?
Sí, me parece que la relación con Polonia es muy directa, y que no somos sociedades tan distintas. No esperaba ver la misma relación, por ejemplo, cuando fui a una Feria del Libro en El Cairo, Egipto, (se había traducido allá Tuyay Las Viudasdelosjueves), las mujeres que estaban allí, desde mi prejuicio, eran muy distintas en el sentido cultural y social, todas tenían las caras tapadas, ¡inclusive los ojos! y pensé: ¿Se entenderá la sociedad que yo conté en mis libros? Pero cuando comenzó la charla, las mujeres me decían que se sentían súper identificadas con mis personajes. Para mí fue una cachetada entender que no somos tan distintos en cuanto a algunos problemas que tenemos, por ejemplo, en cuanto al rol de la mujer, sobre todo en los lugares con menos derechos, ahí nos parecemos bastante. Por eso ahora vivimos con mucho entusiasmo el Premio Nobel a Olga Tokarczuk, porque en mi opinión, es también validar a una mu-
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jer en ese lugar, en un mundo donde todavía hay algunas complicaciones con los derechos de las mujeres.
¿Aparte de Olga Tokarczuk, tuvo oportunidad de leer otros escritores polacos?
No tantos, porque me parece que no llegan tantos traducidos a Argentina. Obviamente leí a Gombrowicz que para nosotros es como si fuera argentino. No es fácil que nos lleguen a Argentina las traducciones de otros idiomas, inclusive si están traducidos al español. También conozco a Tadeusz Kantor, quien aquí tiene muchos fanáticos.
Escribe los policiales, pero me parece que no se trata tanto sobre el crimen mismo, más bien el contexto que permitió que se haga algo malo. ¿Es cierto?
Lo importante no es responder la pregunta típica de un policial: ¿quién lo mató y por qué? La novela Catedralestiene siete voces, seis puntos de vista y el abuelo/padre de Ana que con una carta final termina de armar toda la historia. Lo que yo intenté hacer es darle voz a todas estas personas con distintas puntos de vista, y que cada uno asumiera la cuota de responsabilidad que tiene con lo que le pasó a Ana. En realidad, ninguno se siente responsable, siente que la mató, pero sin embargo cada uno tiene una cuestión que tiene que ver con lo que le pasó a ella, inclusive el padre, el más amoroso, buscando la verdad, cuando se da cuenta dice: “si yo tuviera una familia más abierta, donde mis hijas me hubieran podido contar sus problemas, si hubiera estado más atento, esto a lo mejor no le hubiera pasado a mi hija”. Me parece que hay algunos crímenes que se cometen en algunas sociedades como la nuestra y si nos obligaran a tomar la cuota de responsabilidad que tenemos, dejarían de cometerse. Hace unos años, si uno fue testigo de una violencia, no actuaba, lo tomaba como algo privado. Hoy, si se escucha que un vecino le pega a su mujer, agarra el teléfono y llama a la policía. Fuimos cambiando como sociedad, dándonos cuenta de que hay crímenes privados que necesitan de nuestra asistencia.
que después terminaron en Galitzia, pero no sé si es la verdad, o si es simplemente un mito”
pero no sé si es la verdad, o si es simplemente un mito. La historia está muy presente en la ciudad y me conmovió mucho ver las filmaciones o los diarios de la época, sobre todo cómo fue el racismo allá. Me parece que es fundamental el tema de la memoria. Nosotros aquí también estamos muy pendientes de la memoria, por ejemplo, por lo que pasó durante la dictadura militar. La novela Catedralestiene de alguna manera un homenaje a la construcción de la memoria en el personaje de Marcela. Marcela tiene un problema que se llama memoria anterógrada, que no recuerda los nuevos hechos, pero sí recuerda el pasado. Eso pasó después de un golpe en la cabeza que coincide con la muerte de Ana, a partir de ese momento no puede acumular nuevos recuerdos. Así que hay una necesidad de ella de armar de otra forma su memoria. Tiene que buscar los recursos para memorizar. Es una necesidad que su memoria exista, sin memoria no podemos armar ni un discurso. No estamos conscientes realmente de lo que significa poder mantener un discurso y mantener una conversación básica, por ejemplo, ¿Cómo estás? ¿Qué hiciste? Tener esa dificultad, llevado al nivel de la sociedad también deja sus marcas. Me parece que en este personaje hay como un homenaje a la importancia de la memoria. Aparte es un personaje crucial en la novela, porque es el personaje que sabe la verdad. Pero con esa enfermedad que tiene nadie la escucha y nadie le cree. En su último libro se pueden encontrar tres motivos principales: la institución, la memoria y la familia. El último es un motivo muy presente en sus otros libros, por ejemplo, yo siempre recomiendo al que quiera “conocer” un poco la Argentina, que lea Lasviudasdelosjueves, donde se presenta ese, muy específico, modelo de familia de la clase alta de la sociedad. Me costó entenderlo hasta que yo fui a un “campo” así.
En sus libros se nota que la búsqueda de la verdad es algo importante, que al mismo tiempo significa armar su propia versión del pasado, eso me parece que es algo similar entre Polonia y Argentina.
Recuerdo que cuando estuve en Cracovia, conocí muchos lugares que tenían que ver con la Segunda Guerra Mundial que me impactaron mucho, como la fábrica de Schindler, el ghetto o inclusive la zona de Galitzia. Como yo soy de Galicia, España, decían que de allí salieron los españoles que después terminaron en Galitzia,
Claro, porque es un modelo sacado de los Estados Unidos. En Europa casi no existe. Para mí el motivo principal es la búsqueda del absoluto, por ejemplo, lo que dice la religión es absoluto, lo que dicen las instituciones es absoluto y lo que dice la familia es absoluto. Entonces comenzás a sentir hipocresía, sentís como el problema es tuyo y por eso lo quieres apartar. Eso es lo que le pasa también a mi personaje, una de las hermanas, cuando dice que es atea, todo el mundo la señala, muestra una falla en ella. Yo me imagino que en Polonia también tiene esto de lo familiar, que uno siente que debe quedarse callado. Sin embargo en la familia a veces pasan cosas horrendas.
Durante la pandemia mucha gente ha quedado encerrada, ¿Cómo la está pasando?
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libros
“Recuerdo que cuando estuve en Cracovia, conocí muchos lugares que tenían que ver con la Segunda Guerra Mundial que me impactaron mucho, como la fábrica de Schindler, el ghetto, o inclusive la zona de Galitzia. Como yo soy de Galicia, España, decían que de allí salieron los españoles
Me imagino que por fin tiene oportunidad de leer todos los libros que le quedaban pendientes.
En Argentina ya estamos llegando casi a los 200 días de cuarentena (charlamos con Claudia el septiembre), ya pasé por muchos estados de ánimo. Al principio me costaba mucho leer, podía leer únicamente los libros que ya había leído, los que podía abrir en cualquier página y esta página me atravesaba de alguna manera. Me costaba mucho seguir una historia, entrar en algo nuevo. Ahora ya puedo leer de todo, pero también al principio me costaba mucho escribir ficción, podía escribir únicamente una nota de un diario o una revista. Básicamente me costaba imaginarme el mundo en el que iban a vivir los personajes. No les quería poner un barbijo porque con el tiempo eso no va ser, pero ¿Qué va a ser? ¿Qué mundo vamos a tener? Y no tanto en el sentido de escenografía, lo decorado, pero dónde se van a dar los conflictos, cómo la gente se va a enamorar, dónde se va a pelear etc. Al principio estábamos con mucha incertidumbre con respecto a eso, pero hoy ya estamos acostumbrados. Ahora estoy trabajando normal, esto es el mundo y ya. Pero no es fácil, yo tengo tres hijos, mi hija vive conmigo, pero los dos varones viven en otra ciudad, casi no los vi durante toda la cuarentena, solamente cuando se abrieron unas oportunidades para pasar de un lugar a otro y eso se hace difícil. Estuvimos trabajando sobre un guion con Marcelo Piñeyro sobre una serie de Neftlix que se grabó hasta un tercio. Pero tuvimos que reescribir muchas escenas porque ya sabemos que determinadas cosas no van a poder ser grabadas como antes. Por suerte las Catedrales tuvo muchos lectores, participé en varios eventos literarios por Zoom. Me parece que todo este contenido que se hizo por la parte de la cultura fue extraordinario. Ferias de libro que uno pensaba que se iban a caer, reunieron después más escritores de distintos lugares. Terminamos hablando con los escritores y los lectores de todo el mundo. Eso fue rico. Por ejemplo, esta charla nuestra, vos estás en Varsovia, yo en Buenos Aires, y quizás esta entrevista la hubiéramos hecho de otra manera y ahora estamos acostumbrados a poder estar así, teniendo una entrevista con la cámara. Sin embrago, en Argentina estamos muy preocupados por la cantidad de casos, por la cantidad de muertos y también por la economía, porque la crisis pega más en los países más pobres, como el nuestro.
¿Nos podría recomendar algunos escritores argentinos, a los lectores polacos que ya conocen a Claudia Piñeiro?
Yo recomendaría muchas autoras argentinas que están traducidas a otros idiomas, ahora estaba por sacar un libro Selva Almada. Todos los libros de ella son buenísimos, estoy muy ansiosa por leer el último libro que se llama Noes
un río. Esa es su última novela. Ladrilleros, El vientoquearrastra,Chicasmuertas son grandes libros de ella. También otra gran autora argentina que yo recomiendo es Gabriela Cabezón Cámara, estaba ahora en la lista corta de Booker Prize, que se lo merecía mucho con el libro Las aventuras de la China Iron que es como la rescritura de nuestro libro de cabecera Martin Fierro. Ella retoma dos personajes femeninos y hace que MartinFierro, que es un libro totalmente masculino, se convierta en una continuación con un lenguaje poético muy particular. Hay otra autora, que se llama Dolores Reyes, que cuenta mucho sobre la situación de las mujeres en Argentina y tiene algo de la literatura fantástica, bueno, para nosotros no parece tan fantástico. Por ejemplo, uno de los personajes del libro Come tierra es una mujer que come tierra de los lugares donde aparecieron las mujeres muertas, y al comer esta tierra puede ver lo que les pasó a ellas y descubrir la verdad del crimen. A lo mejor para otros es algo fantástico, en verdad es algo muy latinoamericano, uno puede imaginar que aquí esto pasa. Además, describe muchos lugares de Argentina que no son grandes ciudades. Muchos piensan que Argentina es Buenos Aires, no es solo esto, es también este terreno que nos cuenta Dolores Reyes, puede ser solamente a 30 km de Buenos Aires, donde la gente tiene que luchar para vivir. También hay otra autora muy consagrada que es Samanta Schweblin, quien escribió Distancia al rescate, sus cuentos me gustan mucho, sobre todo Pájaros en la boca y Siete casas vacías.Bien, les dejo cuatro escritoras.
Y si uno quisiera empezar por lo clásico: ¿Cortázar o Borges?
Borges me parece que no es tan fácil para empezar, hasta a muchos argentinos les cuesta leer a Borges. A mí me parece que no tiene tanta complicación. ¡Ojalá pudiesen empezar con Borges! Cortázar tiene, quizás, la lectura más sencilla. Pero también hay otros autores que se nombran menos afuera, como por ejemplo Manuel Puig, que tiene muchas novelas extraordinarias, y muy entretenidas además. Hay algunas autoras de esa época, que pasaron bastante desapercibidas como Sara Gallardo y una novela que se llama Enero. Creo que con eso ya pueden empezar.
Con Claudia Piñeiro charló Maja Tyborska historiadora del arte, licenciada por la Universidad Nicolaus Copernicus en Toruń, también estudió en la Universidad Autónoma de Barcelona. Involucrada en popularizar el conocimiento sobre los polacos que emigraron a América Latina durante la Segunda Guerra Mundial.
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
ENTREÑABLE Y SIN PIEDAD. SOBRE LAS NOVELAS DE CLAUDIA
Entre los momentos más felices en la vida de un lector hay uno muy especial: cuando un libro, escogido de manera espontánea –no tanto por azar, más bien por un impulso, una corazonada, una impresión indefinida– de un estante en una librería o una biblioteca resulta ser una obra maestra, un descubrimiento literario. Justamente esto me pasó con Lasviudasdelosjueves, la novela de Claudia Piñeiro, una autora hasta el momento para mí desconocida. Compré el libro en una de las librerías en la Gran Vía madrileña, una primavera, hace años. Piñeiro ya gozaba en la Argentina de un estatus de una estrella literaria, la novela ya se llevó a la pantalla, pero para mí fue el primer contacto. Leí vorazmente, me entusiasmé, después, en la Feria del Libro en Buenos Aires, adquirí la actual novedad de la autora, es decir Betibú, me entusiasmé de nuevo, y buscando otros títulos de la escritora me puse enérgicamente a buscar una editorial polaca interesada. (Como traductor tengo un natural reflejo egótico -altruista que consiste en una necesidad de traducir a mi lengua el libro en español que me encantó; altruista: porque quiero compartir el placer, egótico: porque soy yo quien quiere tradu-
cirlo y de este modo apropiarme parcialmente de la obra.) Hoy, gracias a la editorial Sonia Draga, Claudia Piñeiro es una de las autoras argentinas con más presencia en polaco (6 novelas publicadas, 2 de ellas en un volumen), participó en el Festival Literacki Sopot en 2017, así que hasta cierto punto ya es un poco nuestra...
Si tuviera que explicar qué es lo que me sedujo tanto, tendría que empezar por la cuestión de los géneros literarios. Me parece que las cosas más interesantes en la narrativa actual ocurren al margen de los géneros, donde la convención se rompe y conquista campos nuevos, donde el desarrollo argumental ya no es el único fin, aunque el argumento sigue siendo el atractivo principal. Piñeiro tiene fama (o más bien tenía, porque la fórmula de sus últimas novelas ha cambiado) de autora de la novela negra. Y efectivamente, si uno resume rapidamente sus libros parecen pertenecer claramente al género. Las viudas de los jueves: en una piscina se encuentran los cuerpos de tres hombres y el cuarto participante de la fiesta se comporta de forma rara: ¿qué misterios esconden los habitantes de un condominio de lujo cerca de Buenos Aires? Betibú: una escritora cono-
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TOMASZ PINDEL
libros
“Hoy, gracias a la editorial Sonia Draga, Claudia Piñeiro es una de las autoras argentinas con más presencia en polaco”
cida y un viejo periodista de nota roja se comprometen en una investigación del caso de un asesinato mácabro. Elenasabe: una anciana viaja a la ciudad para pedir justicia por la muerte de su hija. Tuya: una mujer al seguir a su esposo infiel es testigo de un crimen del hombre y decide tomar cartas en el asunto. Y sí, estas novelas hablan de todo eso, pero su argumento sensacional sirve también para otros fines. Las viudasdelosjueveses un profundo retrato psicológico-social de la clase alta argentina (que a pesar de las diferencias superfluas se parece mucho a la polaca y a cualquier otra) y el desenlace – no lo voy a revelar, claro, solo diré que sorprende, como debe ser, pero de una forma completamente inesperada. Betibú es una gran novela sobre éxitos y fracasos (el personaje magnífico de la protagonista, una escritora antes muy popular, que sacrifica su fama por razones personales), y al mismo tiempo una reflexión inquietante sobre el periodismo, el acceso a la información, de cómo orientarse en un mundo tan complejo (lo que al principio son observaciones maliciosas y graciosas, al final llega a ser un tipo de manifiesto de un ciudadano consciente, ahora más actual que nunca). Elena sabe es un estudio conmovedor y nada estereotipado de la enfermedad y las relaciones entre madre e hija, y Tuya resulta ser un ánalisis inteligente y despiadado de las relaciones matrimoniales y familiares tóxicas. Y Piñeiro no para: su novela más reciente, Catedrales, entra en el tema de la sexualidad y la religión, el celibato y la hipocresía. Una vez más nos damos cuenta de que la escitora siente el pulso de los cambios sociales (esto se nota también mucho en su actividad en los medios sociales) y que sabe darles forma de un argumento fascinante.
La práctica de ampliar los marcos de los géneros literarios parece ser una especialidad argentina, no sé de dónde viene esto y cómo explicarlo, pero los hechos son evidentes: por lo menos desde los tiempos de Borges (y, la verdad, desde la generación anterior a él) lo de unir las convenciones literarias con los temas más variados y ambiciosos se les da a los argentinos con una facilidad prodigiosa. Si no me creen, averigüen por cuenta propia y lean, por ejemplo, Elespíadeltiempo de Marcelo Figueras, Ladistanciaderescate de Samanta Schwe-
blin, cualquiera de las novelas de Pablo De Santis, Nuestrapartedenocheo los cuentos de Mariana Enríquez: todos estos textos, y muchísimos más, aprovechan libremente la tradición de los géneros y crean maravillas.
Veo un rasgo en común más entre Piñeiro y Borges: el estilo lapidario. O no tanto lapidaro, sino denso. En una página de esta autora cabe más que en varias decenas de páginas de un autor típico. Miren por ejemplo uno de los breves capítulos de Las viudas del jueves: qué profundidad en retratar a los personajes, con qué sutileza están dibujados, con qué precisión y ambigüedad se nos revelan sus miedos y necesidades. O Betibú: hay tantos personajes, tan bien desarrollados, cuántas cosas pasan entre ellos.
Y justamente aquí salta a la vista una diferencia entre Piñeiro y Borges, mención obligatoria cuando se habla de las letras argentinas: Jorge Luis creó unos rebuscados constructos intelectuales, mientras Claudia escribe sobre los humanos de sangre y hueso, sobre nosotros simplemente. Pertenece a esta raza de escritores con capacidad infernal de observar a sus prójimos y entender sus emociones, sus personajes están esbozados con empatía, pero sin piedad. Leemos sobre sus vidas, nos dejamos llevar por el argumento, pero siempre nos queda alguna inquietud: estas novelas no terminan con la última página, nos acompañan durante mucho tiempo.
Y en la buena literatura ¿no se trata justamente de esto?
Tomasz Pindel (1976) - trabaja en la Universidad Pedagógica de Cracovia, es traductor, investigador y promotor de la literatura hispanoamericana en Polonia, autor de varios libros, entre ellos Mario Vargas Llosa. Biografia (2014), Za horyzont. Polaków latynoamerykańskie przygody (Detrás del horizonte. Las aventuras latinoamericanas de los polacos, 2018), Historiefandomowe(Historias del fandom fantástico polaco, 2019) y la novela Czy to się nagrywa?(¿Están grabando?, 2011), coautor del programa radial sobre libros "Cinco en letras" en la emisora RMF Classic.
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
INVITACIÓN A TOMAR UN CAFÉ
MAGDALENA SZKWAREK
Hace unos años, cuando impartía clases de literatura latinoamericana en el ya inexistente Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Varsovia, me encontré por primera vez con las obras de Claudia Piñeiro. Las novelas tituladas Las viudasdelosjuevesy Betibú , traducidas por Tomasz Pindel y publicadas por la editorial Sonia Draga, me gustaron tanto que escribí reseñas de ellas para la revista trimestral AméricaLatinay las incluí en el listado de las lecturas obligatorias para los estudiantes como parte del aprendizaje de la literatura contemporánea creada en países latinoamericanos. No será exagerado escribir que estoy enamorada de las novelas de Claudia, en como construye una trama, como crea personajes, como puede crear un mundo en el que las lectoras y los lectores pueden embebecerse por completo. Es todo un deleite leerlas. En aquel entonces, realicé con la autora una entrevista, que fue publicada en la página web del mencionado trimestral. La escritora argentina respondió a mis preguntas con paciencia y comprensión, gracias a lo cual tanto yo como los lectores y las lectoras tuvimos la oportunidad de conocerla un poco mejor. Probablemente fue la primera entrevista polaca con Claudia.
En 2017, se lanzó al mercado polaco su otra novela titulada Unasuertepequeñatraducida por Katarzyna Okrasko y, para mi gran alegría, resultó que Claudia Piñeiro planeaveniralVístula,aunque en este caso más bien sería al Mar Báltico, para el Festival Literario de Sopot. Entonces yo no podía faltar allí. A pesar de muchos compromisos y una agenda apretada, Claudia aceptó mi invitación para tomar un café (enviada vía Tweeter) y una mañana de agosto nos conocimos
en una de las pastelerías de Sopot.
El contacto personal con la escritora, cuya literatura me fascinó desde la primera línea que leí, fue una experiencia extraordinaria para mí. Claudia resultó ser una persona abierta, dispuesta a hablar sobre su trabajo y creatividad, pero también escuchaba con atención y demostraba interés por la cultura polaca. Entonces hablamos de literatura, de Borges (¡por supuesto!), sobre inspiraciones, sobre lecturas y escritura, sobre Polonia y Argentina, así como sobre la condición del mundo moderno (durante el festival hubo atentados terroristas en Barcelona que conmocionaron no solo a España ...).
Como regalo de la escritora, recibí su última novela Maldiciones con dedicatoria. Dos años después, en 2019, se publicó una traducción de ese libro al polaco de Katarzyna Okrasko.
Como parte de los Encuentros Literarios con América Latina, tuve la oportunidad de conversar sobre los textos de Claudia Piñeiro con traductoras de literatura en español (Katarzyna Okrasko, Marta Szafrańska-Brandt y Marta Jordan, quienes tradujeron la obra de la escritora argentina Verona) y con los participantes del Club Latinoamericano de Debate Literario que monté. También tuve el placer de escribir críticas de las novelas TuyayElenasabeparala RevistaLiteraria.
Tengo curiosidad por los próximos libros de Claudia Piñeiro y ya me pregunto qué nos sorprenderá esta vez, en mi opinión, una de las mejores escritoras argentinas contemporáneas.
MagdalenaSzkwarek latinoamericanista, divulgadora científica, galardonada con el Premio de Educación Cultural de Varsovia, fundadora del Club Latinoamericano de Debate Literario. Trabaja en la Biblioteca Pública del Distrito de Włochy de la ciudad de Varsovia.
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libros
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LAS FLORES DE EUGENIA
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Eugenia Streb nacida en San Miguel de Tucumán en 1961. Hija de Jorge Miguel Streb, nacido en Mogilno, cerca de Poznań en 1927. Llegado a Argentina en 1928 junto con su familia. Se establecieron en Dock Sud.
Arquitecta egresada en 1984 de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Cursó un postgrado en Szczecin en Polonia en Politècnica de Szczecin. Planeamiento urbano y Regional durante seis meses, donde conoció a tíos, primos que viven en Varsovia, Bytom y Cracovia. Desde 1992 se desenvolvió alternadamente en las artes visuales, pintura e instalaciones. Ha expuesto en varios premios de artes visuales nacionales y municipales desde 1993, muestras individuales y colectivas en varias galerías e instituciones, entre ellas en Elsi del Rio, Praxis, Van Riel, Untref, Konex y Museo Nacional de Bellas Artes. En 2020 ganó el 3er premio de Pintura del Banco de Córdoba. En los últimos años ha incursionado en el lenguaje textil con instalaciones textiles en esculturas en el jardín del Museo Larreta en 2018 y 2019 y 2020, en Fundación Osde en el ascensor de la extienda Maple en 2018, en el Centro Cultural Ricardo Rojas, en el Centro Cultural San Martin 2019 y en el Centro de la Cooperación.
Presentamos las pinturas “Floral” y el textil “Entre petalos”.
www.eugeniastreb.com
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
SANGRE POLACA PARA EL FÚTBOL ARGENTINO
EDUARDO ROMAN SZOKAŁA
He confeccionado una lista de 31 jugadores de fútbol argentinos con sangre polaca, entre ellos una mujer. Juegan en la defensa, mediocampo o en el ataque. Unos técnicamente exquisitos y otros más expeditivos. Unos con la cabeza levantada y la pelota pegada al pie y otros cumpliendo otras funciones, por ejemplo la de cortar el juego del adversario, barriendo lo que encuentran y rechazando la pelota a la tribuna.
Bisabuelos, abuelos y padres les han dado genéticamente a todos ellos la denominación de origen: “POLACO”. Nacieron en todos los rincones de la Argentina y demostraron su juego no solamente en los campeonatos argentinos, sino también cruzaron a otros países sudameri-
canos y llegaron a Europa. ¿Llegaron o volvieron al Viejo Continente? Fueron Campeones Regionales y de los distintos Campeonatos organizados por la AFA, Asociación del Fútbol Argentino. También fueron campeones en otros países. Ganaron Copas Internacionales en América y Europa. Muchos de ellos, trotamundos de la pelota, con el pasaporte completo de sellos por los distintos lugares a los cuales fueron a jugar. La mayoría regresaron, pero otros se afincaron en distintas latitudes al finalizar sus carreras deportivas como jugadores y se convirtieron en Directores Técnicos. Dejaron de moverse dentro del campo de juego, pero desde la línea de cal hacia afuera y desde el banco de suplentes siguen con su pasión, ordenan y arengan a sus jugadores. Siguen demostrando su espíritu batallador polaco.
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Ellos son los profesionales que llegaron a jugar en primera, pero hay otros que debieron abandonar en la mitad del camino por distintas razones, y también, les cuento que, hay otro grupo, mucho más numeroso, que no pudimos llegar ni siquiera a probarnos en algún club. Somos los del espíritu amateur. Todos jugamos con una pelota de trapo, luego una de goma y después a patear la de cuero. Lo hicimos en un patio en Sarandí, en un potrero de Quilmes, en un callejón de Córdoba o en el monte misionero. Recuerdo como si fuera hoy, cuando mi viejo, el polaco Román de la pequeña aldea de Wolka Losiniecka, se apareció una tarde en nuestra casa de Lomas de Zamora con una pelota de cuero, no era la número 5, era una más chica para los pibes de 7 años. Y esa tarde en el campito de la esquina, dimos rienda suelta a nuestra alegría futbolística los amiguitos del barrio que aparecieron de todas partes para disfrutar del fútbol con una pelota de cuero, nuestra primera pelota de cuero.
Por todo lo que representan para nosotros los polacos y por la alegría que nos dieron, ahora leerán los nombres del primer trabajo sobre el tema: Nawacki. Cap. Paflik. Kalinski. Matuszyczk. Fydriszewski. Szymanowski (Marianela y su hermano Alexander). La Familia Klimowicz (Diego, Javier y Mateo). Semenewicz. Dabrowski. Grabinski. Grabowski. Grelak. Kletnicki (padre e hijo). Kruchowski. Lutzky. Krupoviesa.
Marczuk. Mazurek. Pietkiewicz. Troyansky (Franco y su hermano Fernando). Cielinsky. Zielinski. Zywica, Kruspzky y Dybala.
Chapeaubaspara ellos.
Una mención especial para el Club Instituto de Córdoba Ciudad. La Familia Klimowicz vistió su camiseta. Diego, su hermano Javier, y Mateo, hijo de Diego. También Paulo Dybala. Y tengan en cuenta que desde hace poco tiempo las tribunas del estadio de Instituto tienen nombres, por medio de una encuesta en las redes sociales, y la Preferencial Este lleva el nombre de Diego Klimowicz.
Sigo investigando, hay otros nombres en carpeta y su aporte por pequeño que sea es fundamental. Muchas gracias.
Eduardo Román Szokala hjo de polaco. Nació en Buenos Aires. Estudió periodismo. Columnista de “Głos Polski” en Buenos Aires y del Boletim Cultural TAK (on line) de Curitiba en Brasil.
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
Especialista en IT, dueña de Kawiarenka Polska en Buenos Aires, en Cracovia hace poco trataba de agarrar pompas de jabón. Entrevista a Maria Teresa Zeman.
¿POLONIA?
UNA EXPERIENCIA GENIAL
¿Quién te sentís? ¿Polaca? ¿Argentina? ¿Cómo definir tu identidad?
Soy una polaca argentina y una argentina polaca, ¡soy ambas a la vez! Es algo que no puedo separar, lo tengo incorporado naturalmente desde siempre. Confieso que hay momentos en los que me siento más de una que de otra, dependiendo de las circunstancias y situaciones, en las que tiene que ver mucho la cuestión de las experiencias y vivencias personales. Ahora, si me preguntaran qué sentimientos despierta Polonia en mí, mi respuesta sería: ¡de Polonia estoy enamorada!
Nací en Argentina, pero mis padres, ambos polacos, me criaron con el idioma, la cultura y las tradiciones polacas, así que es lo que primero conocí. En casa solo se hablaba polaco, el contacto con “lo argentino” se daba cuando veíamos televisión, cuando venían visitas y, desde ya, en el colegio de lunes a viernes; los sábados eran los días dedicados a las actividades polonesas donde los chicos en esa época traíamos el idioma incorporado de la familia y complementábamos la enseñanza no solo con gramática, sino además con historia, geografía, religión, canto, actuación y scoutismo.
Por adopción, en casa también había algunas costumbres bien argentinas: los domingos al mediodía se almorzaba el tradicional asado que hacía mi papá en la parrilla que el mismo construyó, cada día por las tardes era infaltable el mate que compartíamos con mi mamá y las transmisiones de los partidos de fútbol no se perdían por nada (los mundiales eran un capítulo aparte: ¡hinchábamos por ambos países! Y si se daba que en algún mundial o amistoso justo tocaba jugar Polonia vs. Argentina todos nos poníamos nerviosos y finalmente la hinchada se definía por el país
de nacimiento de cada uno, o sea: era un padres vs. hijos.
Siempre sentí que mi hogar era una pequeña Polonia. Tal es así que cuando tenía quince años y por primera vez tuve la oportunidad viajar, la sensación fue como si las puertas de mi casa se abrieran, como si Polonia fuera una extensión de todo lo que ya tenía incorporado... Lo ideal se volvió real y todo me resultaba tan familiar. Me seguía sintiendo en casa. Este viaje además se dio en un contexto muy especial, ya que el disparador fue mi selección y participación en la delegación argentina en el campamento scout mundial organizado en Polonia por el 80º Aniversario del Harcerstwo y las Jornadas Mundiales de la Juventud en Częstochowa, muy particulares a su vez porque sería el encuentro con el entonces nuestro Papa polaco Juan Pablo II.
Entonces, puedo decir que Argentina es el país donde crecí y me desarrollé tanto en lo personal como profesional y socialmente, pero Polonia es el país de mis raíces y al cual me enseñaron a amar estando físicamente lejos, pero emocionalmente siempre muy cerca.
¿A qué te dedicás? Profesionalmente y de manera privada, ¿de qué te ocupás?
De formación académica soy ingeniera en sistemas de información, egresada de la Universidad Tecnológica Nacional con posgrado en Gestión de Proyectos.
En lo laboral me desarrollé, crecí profesionalmente e hice carrera en las áreas IT en la industria de las telecomunicaciones, en las cuales tengo ya más de 20 años de experiencia. Actualmente me dedico a coordinar los equipos de métricas, KPI’s y gestión de problemas, cuyos
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entrevista
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resultados y analíticas se exponen en tableros a nivel cross dirección para evaluaciones de gestión y propuestas de acciones de mejora.
En lo personal esposa, mamá y amiga a tiempo completo.
Como hobby y emprendimiento personal/ familiar me dedico a Kawiarenka Polska, un proyecto que comenzó a principios de agosto de 2013 ante la necesidad de tener en la Casa Polaca un servicio social de cafetería y repostería polaca para aquellos que venían a las actividades de la sede. Luego, esta Kawiarenka conceptualmente fue mutando, creció como comunidad, se tornó virtual y evolucionó a través del tiempo con la promoción del folklore polaco con artesanías, los productos “Made in Poland”, la participación en ferias y eventos culturales junto a distintas asociaciones polacas e instituciones, la difusión de la cultura y las tradiciones polacas, y últimamente la creación del canal en YouTube de cocina polaca en español que se torna un camino hacia la preservación de la poloneidad a través de la enseñanza de los platos típicos.
¿Qué tan importante es lo polaco para vos y por qué?
¡Muy importante! Y uno se da cuenta aún más de esta importancia cuando tiene hijos. Tiene que ver con las raíces de uno, la familia, el sentimiento de pertenencia y hasta en la manera de desenvolverse de la persona en los distintos ámbitos de la vida. Con la llegada de los hijos esto se acentúa porque aparece el “transmitir” y el “enseñar” desde la propia identidad para forjar la de ellos. Me doy cuenta que vivo hablándoles de cosas polacas. Saludos, frases, el Stolat!en los cumpleaños (hasta los amigos argentinos de mis chicos ya cantan con nosotros en los festejos y así muchas cosas que al fin y al cabo giran en torno a la poloneidad.
Siempre tuve un anhelo: llevar a mi familia a conocer Polonia. Este deseo, con el tiempo y después de muchos años, se hizo realidad en el 2018. Esta era además la primera vez que mi familia de Polonia nos conocería a los cuatro, fue una experiencia genial. Una cosa es contarlo, otra muy distinta vivirlo. Preparábamos el viaje por meses y habíamos planificado no solo
lo que queríamos conocer, sino también lo que nos gustaría hacer en cada lugar.
El viaje en familia a Polonia duró tres semanas a pura emoción, novedades y descubrimientos a cada paso. Una persona clave en este viaje fue mi prima Dorota, una hermana para mí, quien nos acompañó a todos lados y oficiaba de guía a tal punto que el trayecto que hicimos pasó a llamarse “Dorota Tour” y abarcó literalmente el recorrido de media Polonia. Hicimos: Kraków, una ciudad sacada de un cuento donde en las plazas tratamos de agarrar pompas de jabón; Wawel, el lugar donde finalmente conocimos al dragón de la leyenda tantas veces contada en casa; Wieliczka, las minas de sal patrimonio de la humanidad con la música de Chopin desplegándose a muchísimos metros bajo tierra en una acústica especial; Wadowice, la casa de Juan Pablo II y la mejor kremówka (¡Juan Pablo II tenía razón!); Zator, con el parque de diversiones más grande de Polonia en un día de 34 grados de calor; Nowy Targ, ciudad de ferias, visitando y almorzando con amigos entrañables, donde nos compramos todo lo folk que veíamos; Zakopane, una ciudad montañesa que recorrimos de punta a punta encantados con sus casas pintorescas; Gubałówka, a la que llegamos por una ruta empinada con el auto literalmente subiendo a unos... ¿60 grados? …con todo el peso de las valijas y cinco personas a bordo que finalmente respiramos aliviados de llegar sanos y salvos al hospedaje en la cima, desde donde contemplamos Zakopane iluminada por la noche; Wroclaw, la ciudad donde buscamos todos los enanos habidos y por haber; Poznań, donde llegamos corriendo a mediodía para no perdernos el ver a los cabritos en el campanario, y la visita a los tíos; Toruń, donde aprendimos a hacer pierniki en el Museo del Piernik; Międzyrzecz, el día a día en familia, paseos por los bosques y lagos y hasta la historia con un cisne enojado que nos persiguió y salimos corriendo asustados; Gdańsk, el mar Báltico y la feria anual Jarmark św. Dominika más famosa del lugar recorrida en familia; Sopot, el paseo por el molo; Trzciel, donde pasamos más momentos en familia y hasta probamos comer węgorze (anguilas); finalmente Warszawa, hermosa de día y de noche tanto la parte vieja como la nueva, la sirenita, los castillos, los parques, los bancos de plaza con música... Ahhh... Polonia es un país mágico. Ahora, tras esta increíble experiencia, el enamoramiento uniperso-
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entrevista
nal se multiplicó por cuatro y la esperanza viva de algún día poder viajar nuevamente, sin lugar a dudas.
¿Cómo promovés la poloneidad? ¿Cómo hay que hacerlo para que sea efectivo?
Hacer, pertenecer, difundir, enseñar, ser parte activa de la poloneidad desde el lugar que cada uno lo conciba.
Desde muy chica siempre estuve involucrada en diversas actividades polacas. Puedo decir que mi vida social en la colectividad polaca comenzó a los cuatro años y de ahí es el porqué en todos lados me conocen como Marysieńka (diminutivo de Maria en polaco). A partir de entonces fui alumna, ardilla (skrzat), lobato (zuch), guía (harcerka), bailé en el balecik de la Casa Polaca, participé en concursos de arte, literatura, ¡hasta escribí poemas en polaco! A los 16 años me hice cargo del grupo preescolar en la misma escuela polaca, con la enseñanza del idioma a través de los juegos y canciones; unos años más tarde y ya más preparada pedagógicamente me sumaron al equipo docente y comencé a dar clases iniciales para adultos en Maciaszkowo y en la Sociedad Polonesa de San Martín, en la cual también me incorporé como integrante del Balet Zaloty. Luego hubo un impasse: el trabajo, la carrera universitaria, formar una familia, cuidar de mis padres ya grandes estaban al tope de las prioridades.
El momento de retorno a las actividades polonesas de manera activa y a través de lo institucional se dio cuando mi hija tenía casi cuatro años y mi segundo hijo estaba en camino. Yo quería que desde chicos mis hijos ya empiecen a tener contacto activo en la colectividad (considero que el aprendizaje de oído mientras más chicos somos, mejor lo incorporamos). En ese momento la falta de maestros polacos una vez más se hizo evidente y acepté la invitación de dar clases nuevamente en la Escuela Polaca de Maciaszkowo. En paralelo me invitaron a formar parte de la Comisión Directiva de la Unión de los Polacos con una función puntual relacionada a mi profesión: mejorar la parte existente de los medios de comunicación e incorporar los medios digitales. La promoción federal de la poloneidad era mi objetivo. Como colectividad ne-
cesitábamos estar de alguna manera todos informados y comunicados, había que sentar las bases para poder construir los soportes y de tal manera que esto crezca con el tiempo. Así fue como nació el calendario general de eventos disponible para la difusión de las actividades de todas la organizaciones polacas a nivel país, la distribución de las noticias por newsletter semanal en ambas versiones de idioma, la creación de la versión digital del diario “Głos Polski” en formato de portal bajo el nombre de “La Voz de Polonia” con una estructura de temáticas y categorías armada desde cero, su mantenimiento y coordinación, la suma de más canales como YouTube y Twitter. El proyecto de medios se convirtió en una realidad a la cual me dediqué a pleno por diez años. Hoy, no solo es un orgullo para mí el haberlo ideado, construido y puesto en marcha, sino que me llena el alma que a un nivel de funcionamiento pleno he podido pasar el legado a una generación más joven que tomó las riendas y lo continúa desarrollando, de eso se trata.
¿Cómo perciben los argentinos a Polonia, con qué la asocian?
Bueno, acá hay un abanico muy amplio de respuestas y tiene mucho que ver con los gustos y áreas de preferencia de cada uno. En el tope del ranking y referido a personalidades, creo que muchos asocian en primer lugar a Polonia con el Papa polaco Juan Pablo II; a quienes les gusta el fútbol Lewandowski es el personaje destacado del momento, o Lato y Boniek para los más fanáticos de la pelota que recuerdan a la gran selección polaca del ´74 y ´78; para aquellos que gustan de la música refieren a Chopin y mencionan el anual Concurso Internacional de Piano en su homenaje; para quienes les gusta viajar y visitaron Polonia alguna vez, por un lado la asocian a la riqueza de su patrimonio cultural, la arquitectura y la dedicación de su conservación, la historia y los museos les llaman la atención porque son espacios interactivos que no solo muestran y cuentan los hechos del pasado, sino que logran incorporar a los visitantes medialmente a revivir esa historia en el presente con muestras orientadas a los cinco sentidos, y por otro lado destacan buenos precios en relación a producto/calidad y la excelente gastronomía.
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
¿Qué puede unir a los polacos y argentinos descendientes de polacos en el fin del mundo?
El ser familieros, ¡sin lugar a dudas! Y cuando estás en confianza: los valores humanos, el compartir, la amabilidad, la amistad, el recibimiento cálido…
¿Qué significan para vos los pierogi? ¿Son solamente un plato tradicional de la cocina polaca?
¡Los pierogi son mucho más que un simple plato de comida! Con solo mencionar la palabra casi mágicamente me transporta a otro nivel, apela a mis sentimientos, recuerdos, sensaciones, momentos.... Me conecta con los afectos. Incursionando ahora con la difusión de la cocina polaca veo esa misma sensación y cariño que provoca en la gente, y eso me llena el alma. Conocer nuestra historia, mantener las tradiciones, transmitirlas de generación en generación nos hace quienes somos. Con el tiempo uno aprende y se da cuenta del valor de las cosas, que es lo que a uno realmente lo hace feliz. No somos seres eternos y de nosotros depende el dejar huellas a través de nuestros actos, enseñanzas, ejemplos y eso es lo que permitirá que sigamos viviendo en los demás.
¿Hay algo particular polaco que valores o aprecies?
La calidad de los productos “Made in Poland”, la educación, la creatividad y el compromiso de la gente. En los negocios todo producto hecho en Polonia, desde la concepción como proyecto, la forma de llevarlo adelante, la imple-
mentación, la visión 360° y el producto final tiene la garantía y el sello de la más alta calidad. En lo que refiere a educación tiene uno de los niveles más altos de toda Europa. La creatividad, los diseños, los procesos... Pareciera que todo en algún momento se pensó con un balance justo y el valor está a la vista. Los detalles en cada rincón, calle y ciudad, donde los bienes colectivos son cuidados y respetados por todos porque justamente todos entienden que son de todos.
¿Te sentís feliz en Argentina? ¿Extrañás algo en particular?
Me siento afortunada desde lo emocional sin importar donde esté físicamente, porque estoy rodeada por mi familia y amigos que son seres excepcionales a quienes amo, quiero y elijo día a día. Argentina ahora como país está pasando momentos muy difíciles y todos, quienes vivimos acá, tenemos la esperanza de poder salir adelante y tener un futuro mejor.
Con respecto a la pregunta de si extraño algo en particular: sí, extraño a mi amada Polonia... Extraño la parte de mi historia que está cruzando el océano, la familia y los amigos de allá, extraño las ciudades y centenas de pueblitos polacos, extraño la pulcritud de sus calles, extraño la cultura viva en cada rincón, extraño el aroma a bosque, los lagos y esos campos cubiertos de flores... Extraño mis hermosas amapolas rojas.
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Con Maria Teresa Zeman charló Jacek Piątkowski
entrevista
Historias sobre la última ola de emigración polaca a la Argentina. ¡Muy pronto!
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EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
ILUSIÓN EN EL DESIERTO DE JUJUY
MONIKA ANNA PISAREK
Cuando era chica me gustaba mirar los mapas de mi mamá. Los desplegaba sobre el piso y yo estudiaba con curiosidad los ríos, los mares, las llanuras. Me acuerdo que me fascinaba la forma del continente sudamericano. Nunca me imaginé que tendría la oportunidad de relacionar esta forma de la que me ocupo profesionalmente con América del Sur.
En agosto de 2016 conocí en Wrocław a Lionel Portillo, un arquitecto argentino. Muy pronto nos dimos cuenta de que pensamos en una forma similar en lo que respecta a los proyectos, él básicamente en el aspecto arquitectónico y yo en el diseño industrial. A los dos nos fascina el mundo de la naturaleza y la biónica. Tres años más tarde mi amigo me invitó a Argentina para poner a prueba nuestras fuerzas para proyectar en común. Se nos ocurrió hacer un proyecto sin fines de lucro en un lugar excepcional, las Salinas Grandes, en la provincia de Jujuy.
Lio vive y trabaja en Yala, cerca de San Salvador de Jujuy. Los turistas y amigos que aloja en su casa visitan las Salinas Grandes con mucho gusto. Todos están fascinados con el lago salado y se sacan fotos aprovechando ese enorme lugar y la posibilidad de la perspectiva que crean. Nosotros también decidimos aprovecharlos en nuestro proyecto. Los trabajos en la con-
cepción duraron varias semanas. Preparamos varios proyectos, hicimos experimentos, estudiamos el fenómeno de la alteración de la perspectiva y de la ilusión óptica. Estudiamos varios proyectos en los cuales se aprovecharon este tipo de fenómenos. Entre otros estudiamos con precisión la geometría del pasillo de Borromeo en el Palacio Spada en Roma. El efecto de nuestro trabajo fue „pabellón arquitectónico Ilusión”.
„Ilusión muestra la realidad como punto de vista, encuadrando el paisaje en un rectángulo y luego revelándolo, interactuando con el horizonte siguiendo las formas de la sal. Salinas nos invita a conocer nuestro lado más íntimo a través de la compasión con la naturaleza”, dijo Lionel Portillo.
El pabellón está formado por dos formas separadas entre sí mismas por decenas de metros y aprovecha el hecho de la ilusión óptica.
”La estructura está equilibrada con el peso de los bloques de sal. Sin un diálogo con la naturaleza esto no hubiese sido posible, se trata de la expresión de una idea respetando el medio ambiente. ILUSIÓN es un lugar en el cual vale la pena repensar la propia existencia. No necesitamos un cuadro para valorar la naturaleza, debemos contemplar nuestra alma, sentir y cuidar nuestro mundo” – agrega Lionel. Se lo dedicamos a los habitantes de este lugar maravilloso, a sus visitantes y, por supuesto, a la natu-
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43. EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
raleza, la que aporta a los visitantes un lago salado con excepcionales emociones. ILUSIÓN fue construida con la ayuda de varios amigos quienes quisieron sacrificar su tiempo, herramientas, junto con su experiencia y talento. Quisiera mencionar, entre otros, a la uruguaya Josefina Licandro, fotógrafa y artista visual. Todos fueron excelentes ayudantes y aportaron su propia participación en nuestro proyecto.
Tuve la oportunidad de apreciar la amabilidad y calidez de los argentinos y sus amigos de América Latina no solo durante la construcción del pabellón. Gracias a esta gente tan encantadora, a quienes conocí en Buenos Aires, La Plata, Posadas y San Salvador de Jujuy tuve la ocasión de conocer su vida cotidiana, sus rituales, sus costumbres. Algunas de ellas me sorprendieron, otras me fascinaron y otras me emocionaron. Recuerdo con mucho cariño a Silvia Liliana Velázquez, quien me alojó en su casa, me servía platos tradicionales, me enseñaba a cocinar, me llevaba de compras a las ferias locales. Gracias a ella los vendedores me elegían las verduras y las frutas de la mejor calidad, y además me hacían regalos. Encantadores. Silvita es artista y maestra. Tuve la ocasión de aprender de ella arte popular, a trabajar con cerámica y con vidrio. A pesar de que mi español no es fluido, Silvia con suma paciencia y humor, me enseñaba las técnicas y distintos aspectos del trabajo. Gracias a estas lecciones pude hacerme mi propio juego de vajilla y adornos de vidrio. Además, Carlos, el esposo de Silvia, después de los almuerzos dominicales organizaba las tardes musicales. No toco instrumentos, pero tenía mi misión en el conjunto y aprendí con él a tocar el bombo. Carlos es el claro ejemplo de que la música vive en las venas de los latinos.
Admiré el amor de los argentinos hacia la música y el baile, tanto en los festivales gauchescos, donde todos los invitados bailaban juntos el malambo, en el teatro y en las placitas de los pueblos, donde los transeúntes se detenían por un instante para bailar tango con gente que conocían allí mismo.
La vida cotidiana argentina incluye una excelente cocina. Me encantaba la comida que se podía comprar en la calle, como las humitas y empanadas, sándwiches de carne, picante de pollo con chuño, postres de maíz anchi. Me sorprendió la cantidad de diferentes tipo de maíz que tienen y la variedad de platos que se pueden hacer con ellos, con hermosos ejemplares de paltas, exquisitos mangos y naranjas que son mucho más ricas que las que se importan en Polonia. Por supuesto que el exquisito vino y el mate ocupan un lugar
muy especial junto con la increíble cultura que se formó alrededor de él. Me llamó la atención el tereré, o sea, mate embebido en limonada, que toman los habitantes de Posadas, lindante con Paraguay.
Llegué a Posadas en ocasión de mi visita a las Cataratas del Iguazú. Es muy difícil describir las emociones que me despertaron los saltos de la Garganta del Diablo y la selva que rodea semejante patrimonio de la naturaleza. El Parque Nacional Iguazú es sin duda uno de los más extraordinarios lugares en la tierra, entre los que visité. Me encantó también el panorama marciano de Cafayate, el espectacular Hornocal con su cerro de 14 colores y muchos otros. Me siento muy feliz de que durante mi estadía en ese país tan hermoso haya podido encontrar tiempo para visitar aunque sea algunos de esos lugares espectaculares. Hasta el día de hoy recuerdo las más diversas vivencias que tuve en el trayecto Córdoba – San Salvador de Jujuj. Concentrada en el manejo del auto, de pronto me di cuenta que en toda la línea del horizonte veía el mismo panorama. Una enorme superficie plana solamente cubierta de pastos bajos y yuyos. Ninguna señal de civilización excepto mi propio camino, sin señales, luces, ni nada distinto en la naturaleza. Me di cuenta de que me sentía extraña, pero no por estar lejos de casa, en medio de una cultura e idioma diferente, sino por la falta de la civilización en la que me crié y que internalicé.
Mi estadía en la Argentina fue un tiempo muy fructífero, inspirador y educativo en muchos aspectos. Es un hecho admirable que, a pesar de que los continentes están divididos por miles de kilómetros, los diferencian ríos, culturas, tradiciones e historia, las aspiraciones y sueños de la gente se tornan muy parecidos. Mi trabajo con el Mestudio continúa y es posible que tenga la oportunidad de visitar otra vez este hermoso país.
Monika Anna Pisarek egresada de la Academia de Bellas Artes de Gdańsk y la Universidad Tecnológica y Ciencias Naturales en Bydgoszcz con orientación en diseño. Diseña bijouterie, muebles, iluminación, elementos de acabado de interiores, sistemas de equipos tácticos para soldados y mucho otros. Trabaja actualmente en LPP 5.A. en Gdańsk como diseñadora de modas y colabora con Mestudio en San Salvador de Jujuy. Fascinada con el mundo, la biónica, la interacción entre la naturaleza y la civilización, y las formas preciosas.
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La autora del libro, Magdalena Tomaszewska-Bolałek, es experta en estudios culturales, investigadora de cultura alimentaria y jefa de Estudios Alimentarios (Food Studies) de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades. Ha publicado y ha ganado numerosos premios, incluyendo varios Gourmand World Cookbook Awards, Prix de la Littérature Gastronomique, Diamond Cuisine Award y Magellan ’s Award. Esta publicación fue cofinanciada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Polonia en el marco del concurso «La Diplomacia Pública 2020 – una nueva dimensión».
Enlace al libro en español para descargar: https://bunkatura.pl/pdf/mesa_polaca.pdf
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UNA PREGUNTA PARA UN ARGENTINO
Preguntas para los argentinos que viven en Polonia. Por Magda Luzak.
Comida polaca ¿Cuál es tu comida preferida ycuáleslaquenipodésmirarla?
Las sopas son espectaculares. No puedo ni pensar en el tatar. Graciela.
Por ahora solo pierogis, no me gusta la sopa. Vero de Tandil. Estoy en Polonia porque mi marido recibió una oferta de trabajo.
Preferidas: golonka, żurek, placki ziemniaczane, borsch, las salsas a base de hongos, kiełbasa. Las que no me gustan: la morcilla polaca, las ensaladas con vegetales picados finos y mayonesa, el rábano picante. Cecilia de Cracovia. Estoy aquí con mi familia desde agosto de 2018 por trabajo de mi marido.
Adoro los pączki, pierogi, las sopas todas, pizza, kluski, son de mi comida cotidiana ya, las kiełbasy, me encantan... Me impresiona el tatar, pero reconozco que aún no lo probé. Barbara Warzyca. Soy
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Mariano y Santi en Małopolska
el país
Cecilia con su familia
argentina con nacionalidad polaca, vine a hacer un estudio postgrado en Polonia, estoy hace un año y diez meses aquí.
Me encantan los panqueque de papas con goulash o los pierogi de carne. Cosas que no puedo ni mirar: pierogi dulces o la sopa żurek. Florencia Escandell. Nos mudamos a Polonia hace 5 años por el trabajo de mi marido. Trabajo en IT.
Pierogi, todos, y la comida en general. Me gusta toda la comida polaca y hasta ahora no he encontrado algo que me genere rechazo. Carlos. Hace cinco años que vivo en Polonia. Trabajo durante el verano en Montenegro y de octubre a abril resido en Kraków.
No tengo una preferida. Y el repollo no me gusta ni un poco. Mariano. Vivo en Polonia hace casi seis años. Vinimos con mi mujer por el trabajo de ella.
Me encantan los pierogis ruskie y no me gusta la kapusta. SergioGonzalez.
Comida preferida: bigos, kotlet schabowy, kielbasa. No puedo ni ver – pierogis de frutilla. Santiago Fernandez. Llegué a Polonia por trabajo. Estoy con mi familia desde hace tres años.
¿QuétesorprendiómásenPolonia?
Polonia está bastante más avanzada en cuanto a la tecnología da de lo que suponía. Graciela.
La historia de la ciudad. Los edificios conservados de la Edad Media. VerodeTandil
La infraestructura habitacional y la mantención de los parques, autopistas y todo aquello que ha mejorado como consecuencia del desarrollo económico del país. Cecilia de Cracovia.
El orden, la facilidad de poder progresar y crecer, y la seguridad. BarbaraWarzyca
El nivel de inglés que tienen los polacos en Cracovia, no lo esperábamos y nos hizo la adaptación mucho más fácil. FlorenciaEscandell.
Los automóviles, son muchos más modernos de los que pueden verse en promedio en Argentina. Carlos
Las ciudades y los lugares increíbles que tiene toda Polonia. Mariano.
Lo seguro que es. SergioGonzalez.
Tener tantas opciones cerca para disfrutar y vivir nuevas experiencias: lagos, ciudades, castillos, aventuras en montañas cuevas. Y lo seguro que es todo el país, incluso en comparación con lugares como Italia y España. Santiago Fernandez.
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Barbara Warzyca
Vero de Tandli
Florencia Escandell
EMBAJADA DE POLONIA EN BUENOS AIRES
MONUMENTOS POR LA INDEPENDENCIA
CLAUDIA STEFANETTI KOJROWICZ
El sur de Misiones, tierra de aromas y colores, a cada paso nos recibe con la memoria de sus colonos; quienes desde 1897 trabajan en este suelo sin olvidar que vinieron de una nación que luchaba por recuperar su independencia. Por eso no debe sorprendernos que un Águila Blanca haya sido esculpida en la Parroquia de San Antonio de Azara y que en Apóstoles eligieran una imagen del Cristo Redentor, en 1920, para celebrar la libertad y que aún hoy siga siendo el lugar preferido para sus festejos y conmemoraciones.
A principios del siglo XX la República Argentina vivía el clima festivo que traía el Centenario de Mayo y preparaba el cierre de festejos para el año 1916. Mientras tanto, Polonia había comenzado a creer firmemente en la recuperación de su independencia cuando el 28 de julio de 1914 se iniciaba la Primera Guerra Mundial, que finalizaría con el armisticio del 11 de noviembre de 1918. Para los polacos, esa fecha significaba no solo volver a un tiempo de paz, sino el renacer de Polonia. ¿Cómo se vivió ese momento en la colectividad polaca en la Argentina? Misiones fue una fiesta que sigue viva en los dos monumentos que se erigieron para la ocasión. Quizás nos sorprenda, en un primer momento, ver que es el año 1919 el que se destaca y no 1918.
1919, el año clave
Los representantes de las potencias vencedoras se reunieron en París el 18 de enero de
1919 para negociar un tratado de paz y así comenzar la reconstrucción. Luego de intensas negociaciones llegaron a los acuerdos que se firmaron en el salón de los Espejos del Palacio de Versalles el 28 de junio. Así se puso fin a la Primera Guerra Mundial exactamente cinco años después del atentado de Sarajevo que le había dado origen. Este acuerdo de paz entraría en vigencia a partir del 10 de enero de 1920. De esta manera, con la derrota y la desaparición de los tres imperios que se habían repartido a Polonia durante 123 años, la nación polaca recuperaba su soberanía.
A celebrar la paz
Hoy se recuerda aquel 11 de noviembre, el día del armisticio, como el día en que Polonia recuperó su independencia, pero claro que las fechas siempre han sido establecidas como resultado de diferentes procesos. La primera fiesta oficial en la Polonia renacida fue el 3 de Mayo. Por siglos esta había sido una celebración religiosa, en la que se veneraba a la Virgen María como Reina de Polonia. En 1919 fue anunciada como un día de fiesta estatal y el Vaticano la autorizó como una celebración sincrética de María Reina de Polonia y de la Constitución Nacional del 3 de mayo de 1791.
Esta era la fecha patria en las colonias y en todas las asociaciones polacas en la Argentina de entonces y durante todo el siglo XX. Alcanza con hojear los diarios para ver la importancia de este día y el brillo de sus fiestas.
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Celebración del 3 de Mayo ante la imagen del Cristo Redentor. Iglesia de San Pedro y San Pablo, Apóstoles, 1929 (Foto: Narodowe Archiwum Cyfrowe)
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Iglesia de San Pedro y San Pablo hoy
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ElÁguila Blanca, el párroco Bayerlein Marianski y un grupo decolonos polacos en losaños20
El 11 de noviembre se estableció como el Día de la Independencia en 1937, pero solo pudo celebrarse dos veces, ya que en 1939 Polonia fue ocupada por los nazis y los soviéticos. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de la República Popular de Polonia eliminó el Día de la Independencia. Oficialmente dejó de existir, pero tanto en Polonia como en el extranjero, ese día los polacos, una vez, más iban a misa para pedir por la recuperación de su independencia. En 1989, cuando Polonia salió del comunismo se restauró el 11 de Noviembre como fiesta nacional conmemorativa de su Independencia y el 3 de Mayo como el día de celebración de la Constitución de 1791.
Un Águila Blanca, en tierra colorada
La iglesia de San Antonio de Padua en Azara, Misiones, fue el primer lugar en el que los inmigrantes polacos levantaron un monumento en la República Argentina para celebrar la recuperación de su independencia.
El 15 de agosto de 1919, los colonos de Azara celebraban no solo la fiesta de la Asunción de la Virgen María, sino el aniversario de la fundación de esta colonia. En aquella oportunidad recordarían que dieciocho años atrás habían llegado a estas tierras, que hacía diez años habían fundado sus asociaciones polacas y que habían comenzado la construcción de su iglesia bajo la custodia de la Virgen y, como si no fueran suficientes motivos para festejar, finalmente celebraban la Independencia de su país.
El Águila Blanca de Azara tuvo un devenir más accidentado: una mañana durante la Segunda Guerra Mundial desapareció bajo una capa de cemento. Sin embargo, volvió a aparecer gracias a que para la Navidad de 1999, llegó a Azara un nuevo párroco, Enrique Grosse Darrelmann (Sociedad del Verbo Divino) quien prontamente comenzó a participar en los preparativos de las celebraciones del centenario del pueblo y se propuso que el Águila Blanca estuviera presente para el primer siglo de vida de la colonia. No había documentación disponible, solo la memoria de algunos niños de entonces y una vieja fotografía del día de la inauguración en 1920 publicada en el libro “Un soldado del Evangelio”. Allí se ve al sacerdote Józef Bayerlein-Marianski rodeado por los hombres que lo acompañaron en las tareas de homenaje a Polonia. Ninguno de ellos vivía cuando se comenzaron los trabajos de investigación en el año 2000. Solo se puede confirmar que fue tallada en piedra arenisca y que estaba apoyada sobre un bloque de piedra en el que se podía leer claramente “1919”. Los especialistas no encontraron la manera de recuperar la pieza original, razón por la cual se decidió colocar una nueva imagen y conservar la original con la esperanza de encontrar en el futuro algún método de restauración.
Fue una inauguración sencilla, sin invitados especiales. Al final de la misa de la Inmaculada Concepción de María de 2002 el padre se acercó al Águila Blanca y la bendijo. Quería que volviera a su lugar casi con el mismo silencio con el que había sido tapada. Y así después de unos sesenta años el escudo polaco volvía a mostrar todo su esplendor en la Parroquia de San Antonio de Padua de Azara.
Los dos países han compartido celebraciones, aniversarios y mucho más. Los lugares de memoria de Polonia en la Argentina nacieron en Misiones, en las colonias, en la tierra colorada, en 1919. El tiempo, las costumbres y los pobladores le dan sentidos, significados y nombres a sus monumentos y lugares de encuentro. El “Cristo de los polacos” nació como símbolo de paz para recordarnos la importancia de vivir en ella.
Claudia Stefanetti Kojrowicz es profesora y licenciada en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires. Creadora y directora del proyecto LashuellaspolacasenlaRepúblicaArgentina establecido en el Museo Roca en 1997 y trasladado al sitio www.elaguilablanca.com.ar, lo que le valió una condecoración del gobierno polaco por su aporte a la cultura. La Sociedad de Historia y Literatura Polaca (SHLP) en París le otorgó la beca “Jan i Suzanne Brzekowski 2010” y la Biblioteca Nacional Mariano Moreno la premió con la beca “Juan Bialet Massé 2011”. Ha participado en numerosos congresos y publicado varios artículos y libros en la Argentina, Polonia, Sudáfrica, República Checa, Austria, España y Brasil. Actualmente es doctoranda en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires.
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DIVERSAS RAÍCES, UN MISMO DESTINO
LEANDRO ACOSTA, AUGUSTINA GIRAUDO SNIECHOWSKI
Una noche de fiesta, con fernet en mano y música de fondo, ella lo invita a bailar una polca, al igual que su bisabuela tana invitó a un polaco a bailar un chamamé. Esta podría ser una de las tantas historias de cómo se fue formando el Grupo Nowa Polonia.
Una tarde de invierno del año 2009 un grupo de personas de distintos lugares, edades y ocupaciones, se reunieron por primera vez en un centro cultural de la ciudad Córdoba con un mismo interés: la cultura polaca. Todos los sábados, como si fuese un ritual, se juntaron (y se juntan), para compartir y aprender un poco de ella. El primer objetivo era bailar, en algunos casos por primera vez y en otros retomar esos primeros pasos que dieron de chicos en otros grupos de danza. Estas personas, algunas con raíces polacas y otras no, fueron generando a lo largo de los años, grandes amistades y algunos amores.
Losprimerospasos
Llegar desde distintos puntos de la ciudad hasta un antiguo edificio de principios del 1900, subir las escaleras hasta la sala con espejos y escuchar el primer “Uwaga!” (palabra desconocida al principio, pero que luego se entiende que da inicio al ensayo y significa “¡Atención!”), son los momentos del ritual que atraviesa cualquier persona cuando ingresa al Nowa Polonia.
Hay un dicho que dice que para poder correr, primero hay que saber caminar, y en danza polaca eso se traduce a dar los primeros pasos de una polonesa o chodzony, que se puede traducir literalmente como “caminado”. Los bailes y las canciones se van mixturando con un poco de las tradiciones y la historia, para entender el contexto de dónde vienen los pasos y los distintos tipos de trajes de cada zona. Así, se busca conocer el pasado de Polonia y también descubrir su actualidad, recordando los procesos que atravesó, pero sin dejar de lado su inserción en el mundo globalizado. Es una Polonia que va más allá de la foto en
blanco y negro de los abuelos que vinieron a la Argentina a lo largo del siglo XIX y XX, es una Polonia de colores fuertes, sin dejar de lado su carácter folklórico, como los bordados de un traje de Łowicz.
Al poco tiempo llegaron las primeras presentaciones, donde ponerse el traje (que entre mate y mate se fueron confeccionando en grupo), genera hasta hoy en día una mezcla de sensaciones. Entre nervios y ansiedades, buscar reconocerse en el espejo y darse cuenta que se está representando algo más allá de la individualidad de cada uno, que se está mostrando el fruto del trabajo en conjunto. Sentir la alegría de pisar la primera tabla del escenario, la luz del reflector que va iluminando la cara de a poco, mientras sale pareja a pareja detrás del telón. Percibir cómo el cuerpo crece unos centímetros, que la presencia de cada uno ocupa la escena y ver las expresiones del público que ve ese baile por primera vez. Palpitar la emoción de estar llegando al final de la coreografía y sentir cómo se va acumulando la energía, para explotar con la última pose o grito final.
Los diferentes espacios donde se desarrollan actividades relacionadas a la danza y la cultura que representa a una nación, otorgan grandes oportunidades de intercambio. A lo largo de los años, hubieron encuentros enriquecedores con personas de otras asociaciones polacas y comunidades de diversas etnias, que dieron la posibilidad de reconocerse a uno mismo en la pasión del otro, descubriendo así que hay sentimientos comunes que nos entrelazan y atraviesan. Un ejemplo de esto es saber que se comparte el mismo vocabulario, entendiendo lo que significa realmente decir “no puedo, tengo ensayo” o cuando se resignan otras actividades para trabajar en pos de la difusión de esto que tanto apasiona.
Bailarelcaminoencomunidad
Al pasar los años, se buscó enmarcarse en una estructura más grande, formal y que pueda dar herramientas para seguir creciendo, posibilitando vínculos
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con otras asociaciones y con Polonia misma. Se conformó así, la Asociación Civil Nueva Polonia y bajo este marco se pudieron generar ciclos de cine, exposiciones de arte, cursos de idioma polaco, proyectos junto a la Stowarzyszenie Wspólnota Polska, participaciones en encuentros de danza, entre otras actividades, todo esto sin dejar de perder el sentido de comunidad del Nowa. Así es como se disfrutan tanto los pequeños momentos como juntarse a cocinar comida polaca para poder vender en las ferias gastronómicas locales (y de esa manera autofinanciar la asociación), como preparar por meses un número artístico de canto y danza para un festival internacional.
Con la perspectiva de buscar siempre mantener tanto la originalidad como la calidad escénica y folklórica de las presentaciones, se despertó el deseo de continuar perfeccionando los conocimientos en las danzas. Este interés por capacitarse y profundizar en los bailes y cantos tradicionales, derivó en que varios de los integrantes tuvieran como sueño ir a la ciudad de Rzeszów, único lugar de Polonia que brinda un curso para formar coreógrafos de folklore polaco para la diáspora. Al principio parecía algo lejano, casi imposible, pero una integrante del grupo tomó la iniciativa y lo hizo, abriendo así el camino al que otros miembros siguieron, pudiendo concretar así este anhelo. Varios integrantes todavía no han conocido Polonia, pero mantienen viva esta pasión con la esperanza de llegar a esas tierras algún día.
Uniendodestinos
En el 2019 se emprendió un nuevo desafío para el Nowa Polonia. Se cumplían diez años de trayectoria del grupo de canto y danza y se decidió festejar con la comunidad que acompañó cada paso de esta década de construcción. Se planteó expresar en una producción fotográfica, la visión que como institución se quiere transmitir a la sociedad sobre la Polonia del siglo XXI. Fue así como surgió el concepto de una sesión de fotos que se denominó “Folk Urbano”. En ella, se quiso expresar una síntesis de la Polonia tradicional en convi-
vencia con la cultura contemporánea que nos rodea.
A los festejos por el aniversario, se le sumó la producción artística de un show, el cual buscó representar el paso del tiempo a través de las estaciones del año, mixturando elementos folklóricos de la cultura polaca y argentina. De esta forma, se apuntó a revalorizar sus cantos, danzas y tradiciones, como así también las similitudes y diferencias de ambas culturas. La diversidad presentada en escena, iba desde la fusión de polca con tango, pasando por villancicos en ambos idiomas y representaciones de tradiciones como la cosecha de verano (dożynki), entre otros. Este espectáculo contó con la participación de exbailarines, amigos, familiares y artistas invitados, quienes hicieron de este evento el reflejo del trabajo de más de diez años por la difusión de la cultura polaca.
Si bien este camino elegido es largo y queda mucho por recorrer, todo viaje comienza con la decisión de dar el primer paso. Esa simple elección puede cambiar la vida de uno mismo y la de los demás, como la bisabuela tana al polaco o como la persona que aceptó la invitación de su bisnieta en aquella fiesta. Nunca se sabe a dónde te puede llevar un “sí”.
Leandro Acosta y Agustina Giraudo Sniechowski - egresados de la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba, socios fundadores de la Asociación Civil Nueva Polonia y bailarines del Grupo Nowa Polonia. Juntos realizan la comunicación institucional y el manejo de las redes sociales de su institución. Además, producen un programa radial sobre diversidad cultural. Leandro, al igual que Florentyna y Víctor Bustos (director del balet), finalizó sus estudios de coreógrafo en Rzeszów y Agustina realiza actualmente su trabajo final para graduarse.
Fotografías: NachoBucar
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Agustina
Leandro
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